Shinwa Densetsu no Eiyuu no Isekaitan Vol.02 – Capítulo 11

Capítulo 11, Anticipación

El Ducado de Lichtein, que se encuentra en la parte sur del continente central, es una tierra árida cubierta por el Desierto Zigur. Sin embargo, muchas personas han deseado esa tierra desde tiempos antiguos.

La mayor razón de ello son los muchos oasis hermosos que manchan al Desierto Zigur.

Los espíritus no se acercan a los oasis donde se reúnen y viven personas, pero otra manera de verlo sería que ellos se acercan a los oasis mientras no haya personas ahí.

Si uno es capaz de controlar estos oasis, podría ser posible que los espíritus se reúnan ahí y que esa persona consiga las piedras espirituales.

Sin embargo, los países colindantes han sido incapaces de poner las manos en esa tierra. Esto es debido a que el Ducado de Lichtein tiene fuertes lazos con el Gran Imperio Grantz por su trata de esclavos.

Esto fue hasta el mes pasado, pero de momento, se podría decir que la relación entre los dos países se había roto.

La insatisfacción entre las personas hacia el duque aumenta cada día, y justo al mismo tiempo, hubo una revuelta para emancipar a los esclavos.

 

Ducado de Lichtein, 50 sels (150 km) al sur de la capital Azbakal.

Un ejército de liberación de 2,000 hombres que pide la emancipación de los esclavos se enfrenta con el ejército de 4,000 del duque.

Este es el año imperial 1023, 19 de Julio.

El área está llena de un inmenso número de cadáveres y un río de sangre mancha la arena dorada.

El aire caliente está mezclado con vigor por los esclavos emancipados que levantan un grito de victoria.

Los esclavos andrajosos corren hacia los perdedores—hacia los cadáveres para robar su armadura, espadas y demás.

Aunque el resultado está decidido, la batalla continúa. Los nobles y soldados que piensan que es una desgracia rendirse ante los esclavos aún están luchando.

Sin embargo, a estas alturas, no es nada más que una resistencia inútil, debido a que su comandante ya ha dado su último suspiro.

Una serpiente sin su cabeza puede ser suprimida fácilmente. Sin sus colmillos o veneno, no es diferente de un trozo de cuerda.

La cabeza de la serpiente era el Duque de Lichtein, y ésta estaba en las manos de un hombre corpulento.

El hombre montado en un camello no es de este continente. Su piel es de color morado claro y tiene una cara robusta cubierta de sudor.

«Qué decepción. ¿Cuándo se volvió tan débil el continente central? ¿Eran mentira las historias del Libro Negro narradas en Abyssion?»

El hombre, un miembro de una raza llamada Zorostras, suspira con decepción.

Mientras mira a su alrededor después de sacudir la cabeza, la escena de los soldados de Lichtein siendo asesinados llama su atención.

Él no es fan de las masacres, pero ellos no aceptarían rendirse aunque les ofrezcan la oportunidad.

Si posteriormente fueran a reunir fuerzas en algún lugar y lanzaran un ataque sorpresa, no se podría hacer nada al respecto. Considerando el futuro, no había más opción que matarlos.

«Qué país tan tonto por poner al mando a alguien que no sabe nada del arte de la guerra. La gente de un país incapaz de derrotar a un ejército rebelde sólo pueden llamarse desafortunados.»

El ejército del Duque usó su ventaja numérica para dispersar sus fuerzas y rodear al enemigo, pero cada unidad fue prácticamente aplastada.

«Aun si sabían dividir sus fuerzas, parece que no sabían cómo dirigir.»

Es bueno que tuvieran una estrategia, pero aun cuando vieron que era desfavorable, ellos fueron incapaces de idear otro plan.

Todo lo que hicieron fue confiar en la fuerza bruta y avanzar.

Su error fue subestimar a su enemigo simplemente porque era un ejército rebelde.

«Las batallas no se ganan sólo con números, aun si el oponente es un ejército rebelde.»

Después de expresar esto a la cabeza en su agarre, él llamó a un guardia.

«Envía esta cabeza a la capital con una carta.»

Tras entregar la cabeza, el hombre corpulento jaló las riendas de su camello y se retiró al cuartel general.

 

 

Año Imperial 1023, 21 de Julio—Dos días antes de la partida del Cuarto Ejército Imperial hacia el frente…

La capital del Ducado de Lichtein, Azkabal. Dentro del palacio dorado, que podía considerarse un símbolo de poder, los nobles estaban ajetreados mientras susurraban su descontento hacia el duque.

Ellos sufrieron una fuerte pérdida el mes pasado en la que el hijo mayor y el tercer hijo fallecieron. Además, hay un hombre en el sur que ha unido a los esclavos y mercenarios, usando a una chica esclava como líder para hacer una revuelta con el pretexto de la emancipación para los esclavos. Y Lichtein no puede hacer nada al respecto.

Nadie tomó la iniciativa de ir a suprimirlos, pero, sintiendo que el ejército rebelde se dirigía a la capital, el duque mismo, quien estaba intranquilo, partió hace cuatro días con 2,000 hombres de caballería, 1,000 de infantería y 1,000 soldados esclavos.

El palacio dorado—El salón donde se encuentra el trono estaba lleno de nobles con caras de preocupación debido a que la noticia del resultado del enfrentamiento entre el ejército rebelde y el ejército del duque iba a llegar en cualquier momento.

Entonces, un mensajero entró corriendo sin aliento.

«¡Reportando! ¡El ejército del duque ha sido aniquilado por el ejército rebelde! ¡El Duque Lichtein ha sido asesinado en batalla!»

Los nobles soltaron gemidos. Esto debido a que ellos estaban seguros que sería una noticia de victoria.

Uno de los nobles se acercó al mensajero.

Su cara estaba pálida y sacudía la cabeza de lado a lado con incredulidad.

«A-Absurdo… Debes estar mintiendo. Eso es imposible.»

Él agarró los hombros del mensajero y acercó su cara desesperada.

Es natural que no pueda creerlo. El ejército rebelde que estaba causando estragos en el sur tenía un número menor a 2,000.

En cambio, el ejército del duque era un conjunto de los élites del país, y aunque no se podía decir que su moral era alta debido a la pérdida del mes pasado, debería haber sido considerablemente alta con el duque mismo dirigiéndolos.

Además, quienes reforzaban el ejército eran nobles veteranos con experiencia en batalla, por lo que no debería haber habido ningún problema con la cadena de mando.

«¿Qué sucedió exactamente?»

«Los soldados esclavos apoyaron al ejército rebelde y todos los nobles fueron asesinados. ¡El duque luchó, pero fue incapaz de prevalecer!»

El noble se apartó del mortificado mensajero, cayó sobre sus rodillas, colocó la frente en el suelo y empezó a sollozar.

Algunos de los nobles alrededor incluso se desmayaron. Algunos estaban murmurando que el país estaba acabado, mientras otros estaban ideando planes para escapar.

Todos supusieron que el Ducado de Lichtein pronto caería en la ruina, pero había una persona que controló la desesperación que se propagaba por el salón.

«Silencio. No tenemos tiempo para estar tristes. Debemos discutir qué haremos de ahora en adelante. No podemos permitir que el ejército rebelde haga lo que quiera, ¿verdad?»

Alguien entra al salón y las miradas de todos los nobles se centran en él.

El hombre dejó de caminar momentáneamente, tal vez debido a las rudas miradas, pero enseguida comenzó a caminar por la alfombra roja.

Su cuerpo es frágil y difícilmente se podría decir que él se ve resistente. Su cara pálida da la impresión de que él podría colapsar en cualquier momento.

Este hombre joven es el segundo hijo de la casa del Duque Lichtein. Nadie quería que él fuera un heredero debido a su complexión débil.

Su nombre es Karl Olk Lichtein. Él es un conde.

Habiendo caminado al centro del grupo de nobles, Karl levanta su brazo, el cual era blanco aun sin la luz del sol, y apuntó hacia la entrada.

«Además, él finalmente ha venido.»

La persona que entró arrogantemente al salón era el Marqués Ranquil, quien protege la frontera noroeste.

Él se ríe despectivamente de los nobles que tienen miedo y su actitud es un poco descortés.

Este hombre cumplirá 34 este año. Él es un héroe del Ducado de Lichtein que repelió un ataque del país colindante Schteizen y su ejército de 30,000 hace dos años.

Sin embargo, aunque tiene talento, debido a su carácter problemático él fue separado del gobierno central para proteger la frontera noroeste.

El Marqués Ranquil se arrodilló sin inclinarse y miró a Karl con una amplia sonrisa.

«Aunque es una verdadera lástima que el Duque Lichtein haya fallecido, no tenemos tiempo para estar tristes. Debe tomar inmediatamente el título de duque, Conde Karl.»

Los nobles alrededor gritan con ira al Marqués Ranquil, quien descaradamente empezó a decir cosas absurdas tan pronto como entró.

«¡¿Quién eres para decidir eso por tu cuenta, bastardo?! El cuerpo del Conde Karl es débil y él no está en condición de—»

«¿De qué hablas? Aunque no deseo hablar mal de los muertos—el duque era un hombre que no pensaba en nada más que sus propias ganancias sin consideración al país y repartía recompensas y castigos de acuerdo a los deseos de los nobles principales. Además, el hijo mayor era un hombre tonto con un mal temperamento y fácilmente cayó en las garras de sus enemigos. Y no había nada especial sobre el tercer hijo. Él sólo era un parásito.»

El Marqués Ranquil además agregó que había olvidado los nombres de esos tontos hombres.

Las caras de los nobles se volvieron rojas por la ira mientras gritaban.

«¡Bastardo! ¡Cómo te atreves!»

«Haha, sólo dije la verdad. Además, ¿no están felices en el fondo?»

«¿Q-Qué dijiste…?»

«¿Tengo que explicarlo? Deberían saber a qué me refiero.»

Muchos de los nobles principales, que podría decirse que son la causa de la decadencia del país, habían acompañado al duque y a su ejército que fueron a suprimir al ejército rebelde.

El hecho de que ellos ya no estaban significaba que los nobles restantes podían suplantarlos.

Pero no los dejaré hacer lo que quieran.

Finalmente ha llegado el momento de normalizar el país.

Aun si el duque no hubiera muerto, este país estaba destinado a caer en la ruina por una guerra civil.

Los indicios ya estaban ahí desde hace tiempo. El duque simplemente lo contuvo a la fuerza.

Incluso se podría decir que el nacimiento de este ejército rebelde era inevitable.

Pero… Es sorprendente que la situación haya cambiado dos, tres veces en este corto período de tiempo.

El hijo mayor y el tercero que cayeron en batalla y el duque también, fueron asesinado por el ejército rebelde.

Aunque nadie lo dice en voz alta, ellos casi quieren darle al ejército rebelde una recompensa por salvar al país.

«Sin embargo, hay un miembro sobresaliente en la casa del duque. Él ama a la gente, respeta a sus soldados y es considerado con sus súbditos. Lord Karl Olk Lichtein.»

Después de rascarse la cabeza como si estuviera avergonzado, el Conde Karl pone un puño en su pecho.

«Pero como pueden ver, mi cuerpo es débil. No sé cuánto tiempo durará este cuerpo mío. ¿Alguien como yo puede unir al país?»

El Marqués Randil sonríe y asiente enfáticamente.

«Puesto que no soy un doctor, no sé mucho sobre el cuerpo, pero en esta era uno nunca sabe cuándo morirá. De hecho, es como si aquellos con buena salud fueran los primeros en morir.»

Tanto el hijo mayor como el padre murieron antes que el débil hijo.

Aunque era irónico que su padre y hermanos murieron antes que él, el Conde Karl no mostró enojo, sólo una cara amarga.

«Entonces, tal vez no sea una mala idea que actúe como duque hasta que mi vida acabe. Sin embargo, ¿la gente me aceptará?»

«No hay necesidad de tales preocupaciones. Si es capaz de suprimir a los rebeldes que derrotaron al duque, la gente no tendrá otra opción más que aceptarlo.»

«Bien, me convertiré en el duque después de que suprimamos a los rebeldes.»

Después de murmurar su seriedad sobre esto, el Marqués Ranquil asintió plácidamente y miró a los nobles.

«Entonces, parece que Lord Karl ha tomado su decisión. ¿Qué harán ustedes?»

«Si Lord Karl ha decidido, no tenemos alternativa. ¿Pero cómo planea enfrentar al ejército rebelde que derrotó a la élite de nuestro país?»

Aquellos alrededor del que habló expresaron su acuerdo.

Él se burla de los nobles que parecían haberse olvidado de cómo pensar por sí mismos, decepcionado al darse cuenta que han caído tanto.

Quiero matarlos ahora mismo, pero aún puedo usarlos. Primero tengo que exprimir toda la fortuna que han acumulado.

El Marqués Ranquil se encoge de hombros y abre la boca para hablar.

«No hay necesidad de enfrentar directamente al ejército rebelde.»

«Marqués Ranquil… ¿puedes explicar en detalle?» Pregunta el Conde Karl, a lo que el Marqués Ranquil responde «Por favor, espere un momento.»

Entonces, un hombre entra corriendo al salón.

«¡Reportando! El Cuarto Ejército Imperial está reunido en el Fuerte Belk y se cree que está preparándose para atacar esta ubicación.»

Este reporte es lo que él estaba esperando. Aquí es donde el Marqués Ranquil estaba seguro de la victoria.

Un hombre de un país extranjero del que se dice que tiene un poder militar único que supera a Lichtein.

Su ingenio, del cual el duque fingía respeto, estaba ideando varias estrategias mientras sonreía complacido.

Pero ese no era el caso de los otros nobles. El león que reina el continente central viene a atacar.

Estalla una conmoción y el salón se llena de miedo.

El Marqués Ranquil levantó la voz para tranquilizarlos.

«¡Cálmense! ¡Tengo un plan!»

Miradas de esperanza se centran en el Marqués Ranquil.

El Marqués Ranquil era hábil en tomar los corazones de las personas. Si hubiera habido algún noble principal, se habrían opuesto a él, pero desafortunadamente, todos ellos habían acompañado al duque y cayeron en batalla.

Y así, sólo quedaban los nobles que terminaron esperando ver qué sucedería.

Nadie quiere perder su posición actual. Y más que eso, temen por sus vidas.

Por lo tanto, aun cuando estaban expresando su descontento hasta hace un momento, no tienen otra opción más que acatar las palabras del Marqués Ranquil.

Con una sonrisa en la cara, el Marqués Ranquil habló con una voz rotunda.

«Lord Karl, ¿qué le parece dejar solo al ejército rebelde?»

«… ¿Te refieres a hacer que el ejército rebelde se enfrente al Cuarto Ejército Imperial?»

«Así es. No hay nada complicado en ello. Quien dirige al Cuarto Ejército Imperial es el famoso general sombra. Él no es nada más que el reemplazo del Comandante en Jefe Loring. Simplemente es un general mediocre.»

Él buscó en su bolsillo, sacó una hoja de papel y la extendió en la alfombra roja. Es un mapa del Ducado de Lichtein.

«Bien, lo primero que me gustaría pedir de los nobles es que reúnan a sus soldados de los fuertes y pueblos. No podemos iniciar nada sin soldados.»

Después de escuchar esto, los nobles salieron del salón para llamar a sus soldados privados situados en sus propios territorios.

En un momento como este, aquellos que actúen primero ganan más. Los que actúan lento terminarán con menor recompensa.

Ellos entendieron esto habiendo tratado con los nobles principales. Al actuar rápidamente, ellos están tratando de atraer el interés del Conde Karl.

Por el contrario, aquellos que trajeron sus soldados pero no acompañaron al duque, y aquellos que no tenían soldados en primer lugar, deben ofrecer su fortuna.

El salón se vació en un parpadeo y el silencio se extendió.

Los únicos que quedaban eran dos nobles y guardias.

«Bien, los estorbos han desaparecido. Pido que lo que hablemos no se filtre a nadie más.»

«De acuerdo.»

«Este es un plan para una victoria importante. ¿Está listo?»

El Marqués Ranquil le da una mirada aguda al Conde Karl. Él traga saliva y asiente en silencio.

 

 

Año Imperial 1023, 26 de Julio.

Hiro llegó al pueblo fronterizo Links sin inconvenientes.

Con su ropa negra moviéndose con el viento, Hiro se apresura a la mansión del Marqués Grinda desde la estación—Él llegó a la puerta de hierro.

Tenía una bolsa de yute en la espalda y un palo largo a su costado. El guardia se veía confundido, pero parecía que reconoció la cara de Hiro puesto que le abrió la puerta inmediatamente después de saludarlo.

Pero es imposible que el guardia olvidase tan rápido a este joven con la mitad de la cara cubierta por un parche. Hiro se dio cuenta de esto después de que las puertas fueron abiertas completamente.

Hiro se detiene después de dar un par de pasos. Esto fue debido a que el [shiryu] apareció justo frente a él.

Él pensó que había venido saludarlo, pero estaba actuando extraño. Sintió que por alguna razón parecía estar de mal humor.

Hiro mira detrás del [shiryu] con confusión en su cara.

«Oh, he estado esperando.»

El Marqués Grinda estaba esperando ahí con una sonrisa amable.

Hiro puede suponer por qué el [shiryu] está de mal humor.

Puede que esté de mal humor porque fue arrastrado hasta aquí a la fuerza. Probablemente también esté enojado por haber sido despertado tan temprano en la mañana.

Pero había algo que era aún más sorprendente. El hecho de que el Marqués Grinda esté aquí.

«¿Estuvo esperándome tan temprano?»

Ni siquiera ha pasado una hora desde el amanecer.

Y para empezar, Hiro ni siquiera le dijo cuándo llegaría, por lo que es natural que esté sorprendido.

Hiro se siente extremadamente apenado cuando piensa en cuánto tiempo él podría haber estado esperando.

Sin embargo, el Marqués Grinda sacude la cabeza de lado a lado diciéndole que no se preocupe por eso.

«No, un miembro de la familia imperial venía, así que es natural. Incluso envié a alguien a la estación para recogerlo, pero parece que no se vieron.»

«Muchas gracias.»

Dando una sonrisa irónica al agradecido Hiro, el Marqués Grinda busca en su bolsillo y saca una carta.

Era una que Hiro había enviado con un mensajero de Kelheit.

«He dado instrucciones como escribió en su carta. ¿Pero esto es suficiente?»

«Sí, así es. Muchas gracias.»

«Voy a sentirme incómodo si sigue agradeciéndome así. Ahora es un príncipe imperial, por lo que debería estar diciéndome que esté agradecido por recibir órdenes suyas.»

«No sé si pueda hacer eso…»

Hiro responde con una cara rígida, a lo que el Marqués Grinda asiente de manera comprensiva.

Como para decirle que esto es precisamente lo que caracteriza a Hiro, él palmea sus hombros.

Hiro estaba un poco sorprendido por ver al Marqués Grinda tan lleno de energía en la mañana.

Notando esto, el Marqués Grinda se rascó la cabeza con vergüenza.

«Ahh… lo siento. Estuve despierto toda la noche, pero estaba muy feliz de que fuera reconocido como descendiente. ¿Fui demasiado familiar? Podría ser acusado de traición si actúo así hacia un príncipe imperial.»

Probablemente es la culpa de Hiro que él estuviera despierto toda la noche, por lo que no puede decir nada. Y ya que el Marqués Grinda es una persona amable, no hay razón para sentirse ofendido por palmear sus hombros.

Aunque si fuera el Primer Príncipe Imperial Schtobel, él probablemente habría estado molesto.

El silencio cae entre los dos, así que Hiro decide cambiar de tema.

«¿Liz ha partido al frente?»

«Así es. Hace dos días llegó una carta. Puede que ya haya entrado al territorio de Lichtein.»

«Entonces, me retiro y…»

El Marqués Grinda detuvo a Hiro cuando trató de montar al [shiryu].

«¿Se irá sin siquiera desayunar?»

«Sí. Hay algo que me molesta…»

Era un asunto escrito en la carta del Emperador—La aparición de un Zorosta.

Aunque hay quienes son llamados Zorostas en el continente central, no puede decirse que tengan sangre pura.

El Reino de Revering, el cual está ubicado en al noreste del Gran Imperio Grantz, es un país de Zorostas, pero no pueden ser considerados puros, por lo que no hay razón para mencionar específicamente que un Zorosta había aparecido.

En ese caso, hay una alta probabilidad de que el Zorosta que apareció en la parte sur del Ducado de Lichtein sea de sangre pura.

Él se enfrentó a ellos hace 1,000 años por el dominio del continente central, así que conoce su fuerza personalmente.

Liz probablemente puede encargarse de él si es un Zorosta regular, pero será peligroso si tiene una piedra mágica.

Los Zorostas poseen un misterioso poder llamado magia.

Hay aquellos con poder mágico débil, y aquellos con poder mágico inimaginable.

La manera de distinguirlos es ver si hay un cristal en alguna parte de su cuerpo.

El poder mágico que no puede ser contenido dentro de su cuerpo se acumula por fuera y se cristaliza.

Debido a que exhibe poderes similares a los de una piedra espiritual, ha llegado a ser conocida como [piedra mágica].

Si Liz llega a encontrarse con uno de estos Zorostas, no es difícil imaginarse una situación peligrosa.

Él probablemente no estaba tratando de suponer lo que Hiro estaba pensando, pero el Marqués Grinda le sonríe irónicamente.

«Entonces, debería comprar comida y agua en el pueblo. Cuando tome descansos en el camino—»

Cuando el Marqués Grinda trató de buscar en su bolsillo una vez más, Hiro lo llamó y lo detuvo.

«No hay problema. Tengo comida y agua aquí.» Dice él mientras gira su cuerpo para mostrarle la bolsa de yute en su espalda.

«Ya veo. Tenga cuidado. Estaré esperando buenas noticias.»

«Regresaré.»

Él le da la espalda al Marqués Grinda, quien estaba sonriendo como un padre, monta el [shiryu] y jala las riendas. El [shiryu] salta, pisa en la tierra firmemente y entonces avanza.

La mansión se aleja en un instante mientras fuertes vientos golpean su cara y hacen que su ropa ondee detrás de él.

 

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