Shinwa Densetsu no Eiyuu no Isekaitan Vol.01 – Capítulo 23

Capítulo 23, Presagio

La batalla había comenzado.

Por el norte, 2,000 soldados de caballería avanzan lentamente hacia el sur.

Aura dirige el grupo que es admirado como la élite, incluso dentro del Tercer Ejército Imperial. Ellos son los [Caballeros Negros Imperiales].

Los caballos envueltos en armadura levantan el polvo. Están completamente cubiertos de hierro robusto hasta la cabeza.

Y todos los caballeros montados sobre ellos eran soldados corpulentos  revestidos de pesada armadura negra.

Una bandera púrpura con el emblema de una espada y escudo revolotea en el viento.

Del campamento enemigo, se puede escuchar un grito de guerra lleno de tensión.

Era de esperarse. A estas alturas, no había ni una sola persona en el continente central que no sepa de ella.

La razón es que ella es la jefe de estado mayor del Tercer Ejército Imperial a los 17. Algunos también dicen que es una chica dulce. Ella es Aura, también conocida como «Marte».

El enemigo colocó a sus arqueros en el frente. Ahora esperan el acercamiento de Aura.

Es evidente que ellos estaban burlándose, y difícilmente podrían ser culpados de ello.

Aura tenía caballería. Y aparte eran caballería pesada, con baja movilidad.

Los arqueros enemigos liberaron una nube de flechas, y en un instante, cubrió todo su campo de visión.

Quién sabe qué clase de escena imaginó el enemigo. Tal vez era la escena del ejército de Aura muriendo. Tal vez era la escena de las flechas siendo detenidas por las armaduras y escudos, y rompiéndose trágicamente. No hay manera de saber.

Pero entonces, Aura sonrió.

Cuando levanta su mano izquierda, tambores resuenan y todo el ejército se detiene.

Las flechas cayeron justo frente a la vanguardia. Sorprendentemente, ni una sola flecha los golpeó.

«Ahora. Vanguardia, muévanse.»

Ella levanta su mano derecha al cielo y la balancea hacia abajo.

Los tambores resuenan tres veces, y los hombres de la vanguardia alzan sus escudos de acero, patean el vientre de sus caballos y salen hacia el yermo.

Había 5 unidades organizadas en 5 líneas, y comenzaron a moverse lado a lado. Los enemigos sueltan sus flechas, pero sin objetivos fijos, perforan principalmente el suelo. Aun si le dan a su objetivo, son bloqueadas por los escudos.

Entonces, deciden disparar a los caballos, pero ellos también están cubiertos de armadura.

En ese caso, la única opción era apuntar a los ojos o piernas, pero tal vez porque el comandante estaba desconcertado, el ataque enemigo carecía de vigor.

Alfred se acerca al costado de Aura con su caballo mientras escucha de cerca el estruendo de las pezuñas.

«Señorita Aura, he transmitido las órdenes a cada comandante.»

«Entonces, avanzaremos sin dejar que el enemigo se de cuenta.»

«¡Sí!»

Alfred levanta dos dedos y balancea su brazo a un lado.

Después de que cada comandante confirmó la señal, la retaguardia comenzó a avanzar.

Sólo porque los soldados y caballos están revestidos de armadura, no necesariamente significa que las flechas no les darán.

Si se disparan suficientes flechas, le darán a sus objetivos.

Varios soldados en la vanguardia cayeron al suelo y se volvieron blancos de las flechas del enemigo.

Viendo esto, Aura resopló con disgusto.

«Pasaremos al siguiente paso. Prepara los tambores.»

«¡Sí!»

Cuando Alfred levantó su mano derecha, la caballería en la retaguardia se preparó para tocar los tambores.

«¡Aprovecharemos esta oportunidad antes que el enemigo pueda recuperar la compostura!»

Aura extendió su mano derecha a un lado.

Los tambores son tocados dos veces y dos banderas ascienden.

Mientras tanto, dos unidades se unieron y corrieron hacia el borde del flanco izquierdo enemigo en una formación circular.

Los soldados enemigos están distraídos con los hombres de Aura en el flanco derecho.

Entonces, con el fin de agitar al desconcertado enemigo…

«Siguiente.»

Aura extendió su mano izquierda a un lado.

Los tambores fueron tocados dos veces y cuatro banderas fueron izadas.

Dos unidades más se unieron y se dirigieron al borde del flanco derecho enemigo.

«Eso es.»

Aura juntó las manos, y sus mangas colgantes ondeaban en el viento.

Los tambores fueron tocados cinco veces y cinco banderas fueron levantadas.

«Tomen esto.»

La última unidad ataca el centro del enemigo.

Los ataques también comienzan simultáneamente a la izquierda y derecha.

El ejército enemigo trató de retirar a sus arqueros, pero tardaron en hacerlo. Los arqueros fueron víctimas de las lanzas de las unidades de caballería pesada.

Aura vio una perfecta oportunidad en la confusión de la formación enemiga.

«Todas las unidades, ataquen.»

Ella sacó su espada y la levantó al cielo. Su arma espiritual refleja la luz emitida del sol.

Era una vista extremadamente preciosa.

Viendo a la hermosa diosa, Alfred se emocionó, sacó su espada y gritó.

«¡Todas las unidades, ataquen! ¡Victoria a nuestra «Marte»!»

『『¡Ohh!』』

*Clang*―

La caballería pesada responde golpeando el mango de sus lanzas contra sus escudos.

Escuchando eso, Alfred avanza a la cabeza del grupo, y 500 jinetes siguiéndolo mientras dan una sensación abrumadora de intimidación.

Con el fin de ejecutar un ataque de doble envolvimiento en conjunto con la vanguardia, la retaguardia y las tropas en ambos flancos mantuvieron su distancia de ellos y rodearon al enemigo en una formación circular.

La vanguardia converge dentro de la formación enemiga y avanza hacia su cuartel como una lanza.

1,500 soldados de caballería se acercan. Los soldados enemigos en el frente se dan cuenta de esto, pero en un gran ejército de 12,000, la transmisión de información termina siendo retrasada.

―Colisionan.

La unidad principal de 500 va por las espaldas expuestas de las tropas enemigas.

Los soldados enemigos liberan aspersiones de sangre y encuentran su fin mientras son arrollados. La pared de humanos es destruida fácilmente, como un deslizamiento de tierra arrasando un bosque.

Con sólo la opción de tener que atravesar el camino abierto por la vanguardia, las unidades en ambos flancos dispersan a los enemigos a su alrededor para unirse a la unidad principal.

«¡Sigan avanzando hacia el cuartel enemigo―!»

Alfred gritó, entonces miró a su costado con una expresión sorprendida en su cara.

«Vizconde Spitz, terminarás muriendo con una cara como esa.»

Estaba sorprendido porque Aura, quien se suponía que estaba en el cuartel general, estaba cabalgando tranquilamente al lado de él.

Aura estaba avanzando más mientras ligeramente blandía su arma espiritual y masacraba a sus enemigos.

«¡¿Qué está haciendo?! ¡Es peligroso aquí!»

«Tengo un arma espiritual. Actualmente soy más fuerte que incluso tú, Conde Spitz.»

«¡Bueno, es verdad, pero no sabemos qué podría suceder! Por favor, regrese inmedia―»

Alfred giró y se dio cuenta que ya estaban rodeados por el enemigo. Aunque no imposible, era un número que Aura no sería capaz de atravesar fácilmente.

Las unidades de los flancos ya se les habían unido y todo lo que les faltaba era sumarse a la vanguardia e invadir el cuartel del enemigo.

«¡Por favor, no se separe de mí a toda costa!»

A estas alturas, su única opción era atravesar.

Sin embargo, su moral al menos se elevó. «Marte» estaba con ellos. No había manera de que puedan perder ahora. Era aparente que los soldados estaban alentados.

En ese momento, una gota de humedad cayó en la mejilla de Aura. Ella miró al cielo y frunció el ceño.

«… Esto es malo.»

El cielo estaba teñido de negro. Incluso estaba empezando a invadir al sol que estaba brillando tan intensamente antes.

El aire templado llevaba el olor de la muerte del enemigo y la señal de lluvia.

 

 

Los vientos se habían vuelto fuertes arriba de la torre central del Fuerte Belk.

Liz miró a Hiro mientras sujetaba su cabello con una mano.

«Sorprendente… ¿Crees que llegarán al cuartel enemigo?»

Liz estaba señalando al [Tridente] que estaba penetrando la formación enemiga.

Hiro asiente de acuerdo.

«Sí. Es diferente del método original, pero creo que lo hicieron bien.»

«¿En serio?»

«En realidad, la infantería tiene que abrir un agujero en la formación enemiga primero, pero Aura lo hizo con caballería. Eso es bastante difícil de idear, porque si cometieras un error, sería una aniquilación total.»

En especial porque su lado es superado en número abrumadoramente.

En esta situación, en lugar de elogiarla a ella, sus soldados bien entrenados probablemente merecen el crédito.

Este poder explosivo es gracias a la manera calculada en que se unieron y la falta de vacilación en su ataque.

Posteriormente, ellos atacaron las espaldas expuestas de los enemigos que estaban distraídos con la vanguardia. Se podía decir que el control de Aura sobre sus tropas era magnífico.

Era una vista verdaderamente admirable.

Sus aliados obviamente pensarían eso, pero incluso sus enemigos encontraban difícil no hacerlo.

«¿Crees que puedan ganar?»

«Creo que pueden ganar si siguen avanzando así.»

Él no expresa su ansiedad. Al menos está saliendo bien ahora mismo.

Necesitan seguir avanzando, atacar el cuartel enemigo, derrotar su general y entonces retirarse.

Después de eso, todo lo que tenían que hacer era aplastar a los soldados rasos en cuanto entren en pánico. Pero algo estaba inquietando a Hiro.

(Todo se reduce a qué tan fuerte es el general enemigo…)

Hace tiempo, cuando Hiro usó esta estrategia, él tenía a los [Cinco Generales del Cielo Negro] a su lado.

Fue porque los tenía peleando a la cabeza que esta estrategia tuvo éxito.

¿Aura tiene tales hombres inquebrantables en su campamento?

(Además…)

Mirando al cielo, él se siente aún más intranquilo.

El cielo probablemente empezará a llorar y a humedecer la tierra en menos de una hora.

La caballería pesada ya tiene baja movilidad. Si la lluvia llegase a mojar la superficie, ellos terminarán perdiendo la mitad de su poder destructivo.

Hiro baja la mirada al campo de batalla.

La formación del enemigo era atravesada por el centro por los [Caballeros Negros Imperiales] dirigidos por Aura.

Daba la impresión de un dragón negro elevándose a los cielos y cautivaba a aquellos que lo vieran.

«Liz, ¿puedes pedirle al Sr. Grinda que se prepare por si acaso?»

Deben estar listos para salir como refuerzos si algo llegase a suceder.

Nunca se sabe qué podría pasar en un campo de batalla.

Sin importar la situación, los humanos están obligados a crear una oportunidad.

Si algo imprevisto fuera a suceder, probablemente ocurriría de una forma sorprendente.

No hay manera de que el enemigo deje pasar eso. Nadie quiere morir.

«Está bien.»

Liz consiente inmediatamente sin decir una palabra. En su posición actual, eso es todo lo que puede hacer.

«Gracias.»

Después de murmurar su gratitud, él observa su espalda mientras ella va a buscar a Kiolk.

Hiro miró hacia arriba. Una sombra lúgubre estaba extendiéndose, y había nubes violentas colgando.

 

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