Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (LN) Vol.4 – Capítulo 2

Capítulo 2: Fuimos a la Copa del Árbol Mundo

Y así, las tres—Vania, Fatla y yo—nos dirigimos hacia el Árbol Mundo.

No hubo problemas con el vuelo de ahí en adelante mientras íbamos sobre Vania, pero justo cuando estábamos a punto de aterrizar frente al Árbol Mundo—

«Es verdaderamente impactante verlo en persona…»

Esa fue mi primera impresión del árbol que se erigía hacia arriba en dirección a los cielos. Pero de todas formas, su tronco era tan grueso que casi parecía ser una enorme muralla.

Podía ver cosas que parecían ramas y hojas por sobre nosotras, así que apenas pude discernir que era un árbol.

«Ha pasado mucho tiempo desde que estuve en el Árbol Mundo. No desde mi viaje escolar.»

Fatla dijo con una cara seria. Probablemente era algo normal para ella, pero había algo extraño en escuchar a un demonio decir viaje escolar.

«Nosotros también vinimos al mismo lugar en nuestro viaje escolar, Fatla. También vinimos aquí.»

«Ya veo, así que ambas vinieron aquí en sus viajes escolares. Entonces parece que podremos superar esto sin problemas, ¿verdad?» dije mientras trotaba ligeramente hacia la entrada.

Mis zancadas eran más pequeñas ahora, así que tenía que trotar o sino me quedaría atrás.

Finalmente, entré al Árbol Mundo.

Sin embargo, por complicado y misterioso que pudiera ser este calabozo, es para poder regresar a la normalidad ¡Así que voy a superar esto!

En el momento que entré, encontré este letrero:

¡Elevador hasta el décimo piso—por aquí!

1 Adulto: 1.300 Koinne.

«…Oigan ¿Qué es esto?»

Y los Koinne, a propósito, eran la moneda ocupada en el mundo de los demonios. Nada que ver con los peces koi.

«Hay muchas personas que siguen queriendo subir y subir el Árbol Mundo, así que estos ascensores son un negocio. Aunque, entre más alto vayas, más dinero costará.» Fatla dijo, como si no fuera en verdad la gran cosa.

«Esperen, pero yo escuché esa parte de que iba a ser como un calabozo…»

También pude ver un letrero que decía por ahí: MERCANCIA ORIGINAL DEL ÁRBOL MUNDO. Esto me recordaba demasiado a la Tokyo Skytree y la Tokio Tower…

«Algunas partes lo son. Los Lobos del Onceavo Piso del Árbol Mundo y los Lobos del Doceavo Piso del Árbol Mundo habitan esos lugares, así que debemos tener cuidado.»

«¡¿Esos son los nombres que las personas les dieron?!»

«Los Lobos del Onceavo Piso del Árbol Mundo son una especie endémica que solo vive en ese piso del Árbol Mundo. Los Lobos del Doceavo Piso son lo mismo.»

Qué extraño ecosistema. Oh, Vania desapareció mientras no estábamos mirando…

«¡Oh, lo siento! ¡Compré estos en la tienda de por allí!» Vania estaba sosteniendo un pan frito cubierto en azúcar. «Estaban vendiendo allí Pan Frito del Árbol Mundo, así que compré un poco. ¡El pan frito es tan exquisito y muy famoso!»

«A esta altura implemente estás turisteando…déjame darle un mordisco.»

Como era de esperarse, estaba freído hasta la perfección y por si fuera poco, la grumosa azúcar le daba una sensación crocante que era para morirse ¡Estaba demasiado bueno!

«Yo también voy a comprar.»

«Tú eres pequeña, así que no comas nada demasiado grasiento.»

Fatla me advirtió, pero compré de todas formas. Probablemente no seré capaz de terminármelos todos dado que sigo teniendo el tamaño de una niña…Oh bueno, simplemente iré masticando de a poco mientras avanzamos.

 

El ascensor era operado manualmente por tres corpulentos minotauros que tiraban una cuerda que elevaba la cabina hacia arriba y en un abrir y cerrar de ojos, llegamos al décimo piso.

Y dado que yo era una niña, pude pasar a mitad de precio. Estaba sorprendida de que tuvieran el concepto de precios para niños…

Había a su vez bastantes tiendas en el décimo piso y, por alguna razón, lugares sirviendo comida del mundo humano—era como un patio de comidas.

«Verás, las personas que realmente no pueden pelear solo llegan hasta acá. Es por eso que hay tantos restaurantes.» Vania dijo tranquilamente.

«Hay mucho que podría decir sobre eso, pero vayamos al onceavo piso. Todavía nos queda bastante por recorrer.»

 

Y así nos dirigimos hacia el onceavo piso, donde se decía que moraban criaturas salvajes. Ante las escaleras que llevaban hacia este, tuvimos que donar al Fondo de Preservación de Animales Salvajes, así que nos costó a cada una 500 Koinne. Pero dado que yo era considerada una niña, no tuve que pagar nada.

«A propósito, habrá otro peaje en el camino hacia el decimotercer piso.»

«Fatla, ¿este negocio está prosperando, no…?»

«Lo está. Y a propósito, entre más subamos, los precios tendrán añadido los costos en transporte así que todo se vuelve más caro. Así que por favor reúnan sus suministros en los pisos inferiores.»

Era la regla de turismo en la montaña— ¡las bebidas costaban más a medida que subías!

 

El onceavo piso era un denso bosque oscuro, haciendo la atmósfera turística de los pisos anteriores casi engañosa.

Mirando hacia arriba, vi que había un techo casi a unos 10 metros sobre mí. Las murallas de la estructura del Árbol Mundo probablemente dividían los pisos de la forma en que se mostraban ahora.

«Parece seguro que en un lugar como este encontremos bestias atemorizantes.»

Me preparé a mí misma ¡Lucharé todo lo que sea necesario!

Pero eso nuevamente fue para nada.

Un lobo se me acercó con un persuasivo awoooo.

Vacilante, acaricié de su cabeza y este comenzó a movernos su cola con alegría.

«¡¿Pero qué diablos?! ¡Está totalmente acostumbrado a la gente! ¡No es para nada salvaje!»

«Los demonios más poderosos siempre se dirigen a los pisos superiores, así que ellos en algún momento dejaron de luchar. Creo que incluso tienen el hábito de agachar sus cabezas y pedir comida.»

Fatla tenía una guía turística del Árbol Mundo abierta y estaba leyéndola.

Quiero decir, no era demasiado extraño esperarse que los lobos perdieran contra los demonios…

«No tendrá final si comenzamos a mimarlos, así que sigamos adelante.»

«Siento como si todas mis expectativas hubieran sido traicionadas. Todo está patas arriba ahora…»

 

Llegamos al decimotercer piso y nos encontramos con otro letrero:

Ascensor hacia el decimoséptimo piso— ¡Por aquí!

1 Adulto: 2.200 Koinne.

«No solo es más caro sino que incluso va más lejos…»

«A continuación, estarán las criaturas del decimoctavo piso. Aparentemente está la especie endémica de Gatos Salvajes del Decimoctavo Piso del Árbol Mundo y la valiosa Rosa del Decimoctavo Piso del Árbol Mundo.»

«Y luego habrá un ascensor aún más caro, ¿verdad?»

«De acuerdo a la guía, la tarifa es de tres mil koinne

Finalmente entendí el sistema. ¡Nos estaban cobrando por todo lo que se les pudiera ocurrir!

¡Todo este negocio era una obra diabólica! ¡Yo sabía que los demonios pensarían en algo como esto!

«¡Esto me trae recuerdos! ¡Cuando vinimos en nuestro viaje escolar, intenté ver lo lejos que podría llegar hasta arriba sin gastar dinero, pero de inmediato me perdí y luego se oscureció por lo que no alcancé a llegar a la hora establecida para reunirse…!» Vania nos informó tranquilamente.

«Los habitantes de este lugar se ganan la vida con el turismo, así que a propósito diseñan estos laberintos para que sea sencillo perderse. Ellos instalan agujeros que son difíciles de atravesar y añaden obstáculos dignos de atletas. Todo es una conspiración para hacerte tomar un ascensor,» Falta explicó de manera cortés y burocrática. Y aun así, que diseño más estúpido era…

 

Más tarde, tomamos muchos ascensores, atravesamos bastantes áreas salvajes y finalmente logramos llegar al piso 38. Fue alrededor de ese momento cuando la puesta de sol comenzó.

Este piso estaba visiblemente atestado con posadas, como si le estuvieran diciendo a aquellos que estaban subiendo que se quedaran para pasar la noche.

Podía ver la vista afuera de mi cuarto en la posada. Estábamos ya en el piso 38, así que era una maravillosa.

No solo eso, pero cada cuarto incluso tenía un baño al aire libre para poder contemplar la vista.

«Esto es bastante diferente a como me imaginé que sería el Árbol Mundo.»

¿Por qué estaba yo, en mi cuerpo de niña, sentada en una bañera, disfrutando la vista?

Y la gran bañera era lo suficientemente grande como para que entráramos las tres.

«El Árbol Mundo que me imaginé era un solitario árbol de apariencia majestuosa. Algo con una vibra algo más sagrada en él.»

«Aparentemente, el Árbol Mundo fue alguna vez eso. Sin embargo, fue incapaz de luchar contras las olas de turismo y terminó de esta forma. En ese entonces, hubo un auge sin precedentes en la industria turística en las tierras demoniacas, así que construyeron posadas y ascensores.»

Fatla estaba emitiendo un aire de calma. ¿Acaso ella siempre se sentía como si estuviera trabajando?

Por otra parte, Vania estaba dormida en la bañera. No te ahogues, ¿está bien?

«De cierta forma se siente como si estuviera viendo una versión en miniatura del mundo de mi vida pasada. Había muchos lugares como este que se volvían más y más turísticos.»

Parecía que la inteligente leviatán estaba pensando lo mismo. «Bueno, puede que haya muchas posadas en el piso 38, pero se sentirá como una verdadera aventura pronto. No habrá más ascensores después de la octava estación.»

Eso lo hacía sonar como si estuviéramos escalando el Monte Fuji…

«Y, Azusa-san, esto puede que sea algo extraño de decir, pero…» Fatla movió su mirada desde la vista que estaba afuera hacia mí: «Gracias por darme esta oportunidad. Ha pasado bastante tiempo desde que viajé con mi hermana.»

Fui invitada a vislumbrar un destello poco común de su hermoso amor de hermanas.

«Oh sí, has estado bastante ocupada con el trabajo, así que no pueden viajar juntas mucho, ¿verdad?»

Viajar juntos era importante para una familia. Las chicas y yo deberíamos ir todas juntas a algún lugar en algún momento para respirar aires nuevos.

«Lo siento. Sin embargo, esto también es trabajo de verdad.»

«Oh, eso está bien. Lo siento por haberte arrastrado a esta tontería.»

Pude vislumbrar una breve sonrisa en el rostro de Fatla. Aw, ella también es una buena chica.

«Los pisos que están sobre nosotras se volverán a su vez más pequeños, así que ascenderemos más rápido. Alojémonos en la posada del piso 84 el día de mañana. Ya no hay más posadas a partir de ese lugar y será como un verdadero viaje a partir de ahí.»

«Está bien, mantendremos un buen ritmo.»

 

Efectivamente mantuvimos un buen ritmo durante nuestro segundo día.

A medida que avanzábamos, nuestros fondos comenzaron a agotarse con cada paso dado.

Nos quedamos en una posada del piso 84 y de ahí nos abrimos camino a nuestro objetivo—la botica ubicada en el piso 108.

Las bestias desde el piso 85 en adelante eran relativamente peligrosas y nos atacaron de forma agresiva.

Un perezoso con una mirada bastante desagradable en sus ojos se arrastró a lo largo de un árbol que crecía al interior del Árbol Mundo en nuestra dirección.

«¡Whoa, viene directo a nosotras! ¡Miren esa baba que cae de su boca!»

«Ese es el Perezoso Baboso.»

A pesar de que teníamos un enemigo viniendo directamente por nosotras, los ojos de Fatla seguían pegados en la guía turística. No había dignidad en esta nomenclatura.

«¿Qué deberíamos hacer? ¿Debería protegerte? También puedes usar a mi hermana como escudo.»

«Oh, no, está bien.» Cerré la distancia entre la bestia y yo y envié volando al Perezoso Baboso con un solo puñetazo. «Parece que sigo bien, hablando en términos de estadísticas.»

«¡Woooow, eso fue sumamente genial!» Vania me dio un cumplido nada inspirado.

Y otra criatura ahora se estaba abriendo camino. Parecía que estaba corriendo directamente hacia ella, esparciendo el pasto a sus pies.

«Ooooh, este es el Perezoso Mocoso. Onee-san me habló sobre este.»

«¡¿Qué sucede con estos animales?!»

Como era de esperarse, algo similar a mocos estaban goteando de su nariz. Y no estaba siendo lento en lo absoluto. Corría a toda velocidad.

«Su moco tiene un contenido nutricional bastante alto que ayuda al crecimiento de las plantas en el área. A cambio, las plantas producen nueces y se las dan al Perezoso Mocoso.»

Odio este ecosistema…

«Pero a su vez debe querer proteína animal, debido a que también nos está atacando. Supongo que deberíamos apartarnos entonces.»

Vania se lanzó hacia él y lo recibió con una patada giratoria.

Un seco thud resonó a través del piso.

El inconsciente Perezoso Mocoso yacía ahí tirado, retorciéndose mientras comenzaba a su vez a salir baba de su boca. Asqueroso.

«Está demás decirlo, pero nosotras también somos fuertes. Después de todo, somos leviatanes.»

A veces me olvidaba que estaba rodeada por personajes Súper Poderosos. En comparación al habitante promedio de este mundo, cualquiera de ellas podía ser considerada increíblemente fuerte.

«Efectivamente. Mi imouto tampoco meterá la pata en una pelea.» Fatla parecía tener fe en su hermanita cuando se trataba de esto.

«Bueno entonces, apresurémonos. Si la tienda cierra, probablemente tendremos que esperar otro día.»

«Eso no sería bueno. Falfa y Shalsha probablemente ya deben estar completamente aburridas.»

«Oh, no lo creo. Nuestra jefa probablemente debe estar cuidándolas felizmente. A decir verdad, ¡estoy segura de que ella preferiría que nuestro retorno se atrasara!»

«¡Eso puede que sea cierto, Vania, pero no lo digas en voz alta!» A decir verdad, estaba más asustada que mis hijas se encariñaran demasiado con Beelzebub.

Nos pusimos a correr prácticamente sin descanso alguno.

Alcanzamos y luego rebasamos a varios escaladores (bueno, no estábamos literalmente escalando, sino en cierta forma) que se dirigían a la copa del Árbol Mundo. Casi todos ellos eran demonios. Ocasionalmente vimos a un elfo o un enano haciendo el viaje con escoltas demonios. Estos probablemente vivían en el árbol.

Cerca de las tres de la tarde, llegamos al fin a la escalera que llevaba al piso 108.

Nosotras finalmente, finalmente lo logramos.

Todas compartimos una mirada, asintiendo entre nosotras, abriéndonos camino lentamente.

Abrimos la puerta en la cima y salimos al exterior del Árbol Mundo.

La vista era mucho más magnifica de lo que habíamos visto en las posadas. Todo por debajo parecían manchitas.

«Wow, logramos llegar hasta aquí. ¡Lo hicimos! Estoy tan feliz.»

Desafortunadamente, yo era muy pequeña, así que las rejas de seguridad estaban estorbándome, y era difícil ver la vista completa.

Pero luego, Fatla me levantó.

«Aunque yo no dije nada.»

«Lo entendí hasta cierto grado. Después de todo, hemos llegado hasta aquí juntas.»

Ah, cierto. A medida que nos abríamos camino hacia la copa del Árbol Mundo, un lazo que unía nuestros corazones nació entre nosotras.

Justo al lado de nosotras, la voz de Vania había tomado un tono nasal. «¿Esperen, que? Yo…esto es extraño…yo no soy del tipo que llora…Ooh…pero…»

Habiendo finalmente llegado al último piso, su tensión se había evaporado y su corazón estaba lleno de una indescriptible sensación. Yo lo sabía, dado que estaba experimentando lo mismo.

«Detente. Seguimos trabajando,» Fatla la regañó, entregándole un pañuelo a su hermana menor.

Pero podía ver que ella también estaba intentando mantener su compostura.

Estaba segura de que no era solamente debido a que se había emocionado con este paisaje.

Por primera vez en mucho tiempo, las hermanas habían superado algo juntas.

Para eso había sido este viaje al Árbol Mundo.

«Descansemos por un segundo. Ya me puedes bajar.»

Les daré a las dos un poco de tiempo a solas.

«Está bien, gracias.»

Aww, ella se dio cuenta que les estaba dando espacio. Pero no es la gran cosa si ella lo sabe, así que supongo que está bien.

Me fui a sentar a una banca que estaba a una corta distancia de donde se encontraban las hermanas.

Con sus manos en la reja, las dos hablaron sobre el pasado. Sonaba como si estuvieran hablando de la vez cuando escalaron un volcán.

«Si estuviéramos aquí cuando todavía éramos niñas, tú habrías saltado y casi caído, Vania.»

«Ya no soy tan cabeza hueca. Tú te habrías comenzado a quejar a medio camino acerca de lo tedioso que era, Onee-san. Luego papá habría dicho que quizás habría sido mejor el no haberte traído en primer lugar.»

«Pero yo realmente estaba cansada cuando escalamos ese volcán. Se veía mucho más largo de lo que habíamos planeado.»

«No todo va de acuerdo a lo planeado.»

«Tú eres descuidada, eso es todo.»

Las dos se veían revitalizadas. Aww, estoy celosa. Quiero tener hermanas así.

Fue un engorro llegar hasta aquí en el Árbol Mundo, pero valió la pena. Había muchas cosas que jamás habría visto si me hubiera quedado en la casa de las tierras altas. Tantas, tantas.

Fatla y Vania finalmente regresaron adonde me encontraba.

«Tanto Vania como yo hemos descansado lo suficiente. Estás lista ahora, ¿verdad?»

«Sí, vamos a la tienda.»

 

Ya estábamos en la recta final de la botica del último piso—la cual no era más que una caminata de cinco minutos alrededor del exterior del árbol.

Había una pequeña plaza ahí. Era el lugar perfecto para el final del Árbol Mundo.

Para ser más precisa, el árbol seguía subiendo y uno podía alcanzar la cima al subir por una estrecha escalera. Nosotras podríamos hacerlo para así hacer nuestro viaje oficial, pero tenía que cumplir el objetivo que tenía en frente.

A su vez había una tienda justo al lado de la plaza. Era la botica que albergaba toda clase de medicina.

Entré e inmediatamente encontré a la señorita elfo que trabajaba detrás del mostrador.

Medicina alineada en los estantes. Este lugar casi parecía un Gran Almacén para drogas.

«Disculpe—terminé achicándome luego de comer un forma de gnomo, y me estaba preguntando si habría alguna clase de tratamiento que pudiera regresarme a mi tamaño normal…»

Di un listado de todos mis síntomas con gran detalle y la empleada atentamente asintió. Al juzgar por su expresión, todo estaría bien.

«En ese caso, recientemente descubrí que hay efectivamente una droga que es efectiva curando esos síntomas. ¡Creo que regresará a la normalidad en cuestión de segundos!»

«¡¿Oh, en serio?! ¡Esas son grandes noticias!» Puse mi mano sobre mi pecho, aliviada.

«Esta medicina ha sido un gran éxito últimamente y hemos descubierto que cura a su vez su síndrome. Ese hongo ha sido un verdadero dolor de cabeza en el pasado, así que ciertamente es un alivio.»

«Wow. ¿Cómo se llama a propósito?»

«Es esta.» La empleada elfo colocó una botella de medicina justo en frente mío.

Píldoras de Mandrágora.

¿Dónde es escuchado ese nombre antes…?

De hecho, casi sentí como si hubiera tuviera esa misma medicina en mi casa…

«¡Se sentirá mejor con esta medicina, hecha por la famosa Eno, la Bruja de la Gruta! ¡Diez pastillas deberían ser efectivas! ¡No tiene ingredientes venenosos, así que la dosis no será problema!»

«Oh, uh, está bien…»

Me acordé de la historia del azulejo de la felicidad. ¿Quién hubiera pensado que todo este desastre podría haberse resuelto en casa…?

La puerta se abrió y la campana tintineó. Alguien había entrado.

«¡Hola! ¡Soy yo, Eno, la Bruja de la Gruta! ¡He traído tres cajas de su orden extra!» Eno estaba de pie sosteniendo un par de sencillas cajas de madera.

«¡¿Por qué estás aquí, Eno?!»

«¿Hmm? ¿Quién es esta pequeña? ¡…Oh, es la Gran Bruja de las Tierras Altas!»

Por supuesto Eno estaría también impactada. Le di una simple explicación sobre el hongo venenoso. Pero para mí, la verdadera sorpresa fue encontrarme aquí con Eno.

«Bueno, esta botica es famosa. El solo tener las píldoras de Mandrágora en sus estantes es un símbolo de estatus en sí. ¡Ha ha ha! ¡Me he vuelto tan rica gracias a estas, demasiado rica! ¡Estoy pensando en remodelar la gruta para añadirle una bodega de vinos y un cuarto para jugar billar! ¡No puedo dejar de sonreír!»

Creo que tu personalidad cambió. ¿Qué le sucedió a tu ansiedad social…?

«Quiero decir, es tan engorroso venir hasta aquí,» Dije. «Tan ineficiente…»

«¿Huh? La tienda tiene un dragón heráldico como medio de transporte que te lleva de inmediato a la cima.»

Espera ¿»Te lleva directo a la cima»…?

«La botica del Árbol Mundo tiene su entrada por fuera del árbol, para que así puedas llegar aquí gracias al dragón heráldico. Aunque los dragones son un poquito grandes como para subir.»

¿O sea que terminé pasando varios días para llegar a un lugar que podría haber alcanzado en unos pocos segundos montada en un dragón heráldico…? ¿Y la medicina estuvo todo este tiempo en mi casa…? ¡Ugh…la fatiga es demasiada para este cuerpo de niña…!

Me caí de rodillas en el lugar.

¿Qué diablos he estado haciendo…?

«Oh, Gran Bruja de las Tierras Altas, ¿qué sucede?»

«Estoy bien. Creo que solo necesito algo de tiempo para recomponerme…»

Fatla y Vania parecían incapaces de hablar. Al juzgar eso, ellas tampoco sabían que podíamos habernos subido a un dragón heráldico para llegar a la copa. Eso sonaba como una ruta de entrega, así que la gente común probablemente no sabría sobre ella.

Era como hacer un viaje realmente largo en una escalera de piedra para subir a un templo o un santuario, solo para encontrar que había una ruta para los autos en la parte trasera.

«¿Qué deberíamos hacer? Creo que tenemos algunas píldoras de Mandrágora en el castillo…,» Fatla se veía arrepentida.

«Bien podríamos comprarlas igual…será un recuerdo de nuestro viaje.»

Compré las píldoras de Mandrágora, para luego hacer el viaje de regreso a bordo del dragón de Eno, regresando al suelo.

Más tarde, montamos a Fatla en su forma leviatán para viajar de regreso al castillo en silencio.

«¿No vas a tomarte la medicina ahora?» Vania preguntó.

«Bien podría esperar y tomarla en frente de todas para regresar a la normalidad.»

«¡Ya veo, esa es una gran idea!»

Iba a sacar lo bueno de todo lo que viniera en mi camino.

Cuando regresamos al castillo, Pecora nos dijo: «Onee-sama, lo siento tanto. Se me olvidó por completo que podían llegar allá por medio de un dragón heráldico. Que descuidada soy.»

«¿Tú definitivamente lo sabías, verdad…?» Podía darme cuenta solo mirarla.

«Oh, pero no es un problema, ¿verdad? Pasear y escalar el Árbol Mundo es una divertida experiencia por si sola.»

Estas cosas estaban completamente no relacionadas, pero ahora que había llegado tan lejos, quería regresar con un gran impacto.

«Deberías llamar a Beelzebub y a mis hijas ahora que estoy aquí. Quiero regresar a ser la vieja Bruja de las Tierras Altas en frente de todas.»

«… ¡Oh, eso suena interesante!»

Hubo una extraña pausa antes de responder, pero no pude ver ningún problema.

Y así Beelzebub, Falfa, Shalsha, mis compañeras de viaje Fatla y su hermana Vania, junto con Pecora se reunieron en el cuarto de esta última.

«Toda esta cosa se ha vuelto una verdadera odisea…» Beelzebub parecía arrepentida, pero no había realmente nada de lo que ella tuviera que lamentar. Como la que se encogió, era mi culpa (y la de Halkara por no revisar lo suficientemente bien).

«Está bien. Bien está lo que bien acaba. ¡Y ahora, regresaré a ser una adulta!»

Falfa y Shalsha a su vez estaban mirando con gran interés.

Pecora todavía tenía esa mirada en su rostro y me molestaba ligeramente…

«¡Aquí voy! ¡Hasta el fondo, píldoras de Mandrágora!»

Me tragué las diez pastillas con una copa llena de agua. Todo lo que quedaba ahora era volverme grande.

Y no mucho tiempo después mi cuerpo comenzó a picar.

Ya veo, así que así se siente crecer. ¡Sigue así, sigue así!

Las espectadoras también comenzaron a hacer sonidos de emoción.

Pero Shalsha parecía dubitativa.

«Shalsha está preocupada. Cuando tu cuerpo crezca, esa ropa de niña no te quedar…»

«Ah—»

De inmediato fue seguido por una intensa presión, como si todo mi cuerpo estuviera siendo estrujado por un molde de cuerpo completo…

Y entonces escuché el sonido de algo rasgándose.

¡Mi ropa se estaba rompiendo por todos lados! ¡Oh no!

No era como si fueran a salir volando de mí, pero estaban lo suficientemente rotas como para no poder mostrarme en público…

«¡Eeek! ¡Que desvergonzada, Onee-sama! ¡Como tu imouto, no puedo ver esto! ¡Aaaah, eeep!» Pecora gritó, mientras se veía con una deleitada expresión.

«¡Pecora, tú sabías que esto sucedería, pero no dijiste nada!»

«No estoy muy segura de lo que estás hablando. Realmente no tenía idea.»

No podía creer que cometí este error…creo que me vi presa del pánico a causa de haberme encogido…pero de todas formas, estaba rodeada por mujeres que conocía, así que tampoco había mucho daño al final.

Me arrodillé con mi ropa maltrecha mientras le murmuraba a Beelzebub una solicitud.

«Consígueme algo de ropa.»

«Muy bien…»

Pero no iba a dejarlo pasar. «Y luego de que me cambie, iremos a los grandes baños. Todas nosotras.»

Tenía que salir triunfante de alguna forma, así que decidí que iríamos de nuevo a los baños.

«¡No será tan vergonzoso si vamos todas a celebrar que haya regresado a la normalidad, y—veré como te ves desnuda, Pecora! ¡Es hora de la venganza!»

Por alguna razón, la expresión de Pecora se serenó: «Oh…Onee-sama, no estoy muy acostumbrada a eso…»

Por un segundo, dudé de su respuesta, pero tenía mucho más sentido de lo que pensaba. Ella era la Rey Demonio, así que probablemente no tenía mucha experiencia bañándose con otras personas.

«Umm…lo que más he soñado ha sido un beso, pero más que eso…jamás apareció escrito en los libros…»

Ya veo…hasta ahí era donde llegaba su imaginación. Esta chica era más inocente de lo que pensaba…

Comencé a hablarle con una maligna sonrisa, supongo que podría desquitarme por lo que me había hecho.

«Pecora, como tu Onee-sama te estoy diciendo lo que tienes que hacer. Vas a hacer exactamente lo que te digo o si no…»

Su cara se sonrojó y Pecora asintió.

 

Los grandes baños del castillo eran realmente grandes.

Para ponerlo de forma simple, eran mucho más grandes que cualquier baño público a gran escala que hubiera visto.

Había cinco en total. Decidimos relajarnos en uno que tenía aroma a vino.

«¡Uf! Los grandes baños son fantásticos. Jamás aburren.»

También nos habíamos remojado cuando estuvimos escalando el Árbol Mundo, pero esto valía mucho más la pena cuando había más gente.

«Concuerdo. El trabajo me ha agotado; el calor se está esparciendo a través de mi cuerpo de forma mayor a la usual.»

A Beelzebub en primer lugar le gustaban las termas, así que parecía bastante feliz.

El par de hermanas de Falfa con Shalsha y Fatla con Vania estaban tranquilamente sentadas en el agua.

Pero había una Rey Demonio que parecía excepcionalmente avergonzada. Ella estaba remojándose en otra bañera y no venía a la nuestra.

Pecora no puede con esto.

Me sentía horrible ignorándola, especialmente debido a que seguía actuando como su hermana mayor, así que me apresuré a ir a su lado. Estábamos lo suficientemente cerca como para que pudiera teletransportarme instantáneamente a su lado con magia.

«Hola.»

«¡Eeeep! ¡Que desvergonzada, Onee-sama!»

Estábamos en un baño—esto no era para nada desvergonzado. Se supone que uno no vistiera nada. Simplemente se suponía que no debías mirar.

«Fuiste demasiado lejos con tus bromas esta vez. Bien está lo que bien termina, dado que las leviatanes lo pasaron bien.»

Los ojos de Pecora estaban moviéndose de un lado al otro. Toda su personalidad había cambiado.

«Realmente no te gusta bañarte con las demás,¿huh? ¿Estás tan avergonzada?»

«Pero es que los pechos de todas…son tan grandes…»

Su mirada cayó a mi pecho ¿Eso es…? No era como si ella jamás hubiera visto el pecho de otra chica si se quedaba sola todo el tiempo… ¿Acaso se desmayaría si viera el pecho de Halkara…?

Me moví para sentarme en frente de ella.

«Pecora, escúchame. Sin importar que, soy tu Onee-sama. Así que cuando mi imouto es mala, la tengo que regañar. ¿Entiendes?»

Pecora asintió.

Pensé en darle un coscorrón, pero no podría hacerlo con sus cuernos. En su lugar, le di un golpecito en la frente, aunque por supuesto, tuve mucho cuidado con mi poder.

«Um, lo siento…»

«Sí, muy bien. Sin resentimientos ahora.»

«Onee-sama, eso sí, tengo una solicitud.»

«Seguro, dispara.»

«¿Me dejarías…tocar tus pechos…?»

¿Qué…? ¿De qué está hablando…?

«Quiero dejar de sentirme tan incómoda con esto…así que quizás…si tocaba tus pechos, podría volverme inmune a ello…»

«¡No puedes!» Me teletransporté de regreso rápidamente a mi baño original.

«¡¿Por qué no, Onee-sama?!» Pecora corrió en mi dirección.

«¡Porque si tienes algún despertar extraño, entonces no habrá vuelta atrás! ¡Además, eres una figura de autoridad, lo cual lo hace peor! ¡¿Qué sucederá cuando hagas llorar a decenas de jóvenes chicas demonio?!»

Esta chica debería permanecer inocente. Por el bien de la paz mundial.

«¡Onee-sama, por favor!»

«¡Tu solicitud es denegada!»

Escapé de Pecora, pensando en el arduo trabajo que era ser una hermana mayor.

 

3 comentarios en “Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (LN) Vol.4 – Capítulo 2

  1. Pingback: Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (LN) Vol.4 [Completo] | HiroLsn Translations

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.