Capítulo 44 – La Deidad Guardiana del Pueblo Vecino
«E-Eso estuvo cerca, Iris-sama …… Si hubiéramos roto esta puerta con nuestra bola de nieve…..»
«Sheryl es una noble después de todo. Romper las puertas del pueblo de otro territorio…… ¿significaría guerra?
«Hieee …… Tengo miedo de solo imaginarlo.»
Si la rompes accidentalmente, algunos lords podrían perdonarlo.
Sin embargo, las dos bolas de nieve rodaron directamente hacia las puertas.
Casi como un arma de asedio.
Incluso si su lado no quisiera, el otro lado definitivamente interpretaría este acto como un ataque.
«Terminamos viniendo aquí mientras jugábamos el juego de las traes. Luego vinieron inmediatamente después. Casi chocaron con la puerta.»
«Puni.»
«Estoy a salvo. Al ver este campo de nieve ilimitado, bajé completamente la guardia ……..»
«Bien hecho, ustedes dos.»
«Ehem.»
«¡Puni!»
Habiendo sido elogiados, Muriel y Punigami orgullosamente inflaron sus pechos.
No se sabía dónde estaba el pecho de Punigami, pero definitivamente hizo los movimientos.
«Este debería ser……… el vecino de la Baronía Silverlight, el Vizcondado Cunningham. Tiene muchas manzanas sabrosas. Ya que llegamos hasta aquí, puede que también compre algo. Podemos preservarlas para el invierno.»
«No, no. Quizás deberías considerar alejar estas bolas de nieve primero. Mira, los guardias nos miran con caras azules… ¡Espera, humanos! ¡Uhiyaaa!»
Mirando a los guardias, Iris reflexivamente se escondió detrás de Punigami.
Olvídate del encantamiento de suciedad.
De una forma u otra, los extraños eran mucho más aterradores.
«Puni.»
«No, no, demasiados extraños. Te dejo el resto a ti.»
Iris tuvo que gastar un día entero de poder mental para ir de compras.
Además, las circunstancias eran bastante problemáticas para manejar una conversación sin pánico.
Definitivamente preguntarán por las bolas de nieve.
Ella no tenía confianza para dar una explicación.
«¿¡Q-quiénes rayos son!? ¿¡Por qué trajeron bolas de nieve tan grandes a este pueblo!?»
Como ella pensó, los guardias vinieron a preguntar.
Sonaban bastante asustados, pero Iris, aún más asustada, no pudo responder.
«Queríamos hacer un muñeco de nieve.»
Eclipse honestamente respondió.
«¿Muñeco de nieve? ¡No bromees conmigo! ¡Como si alguien fuera a creer una razón tan estúpida!»
«No estoy bromeando.»
No le creyeron a Eclipse causando que hiciera pucheros.
Pero el guardia no tenía la culpa.
Iris compartía sus pensamientos sobre el tema.
«Disculpe…… la chica no miente. Solo queríamos hacer un muñeco de nieve, es una coincidencia que llegáramos aquí. Vamos a volver de inmediato, por favor perdónenos.»
«Increíble. En primer lugar, ¿de dónde vienes? ¿Quién diablos eres tú?»
«Etto ……… Soy del territorio vecino…… la Baronesa Sheryl Silverlight.»
Sheryl se presentó cautelosamente.
Los dos guardias pensaron que se estaba burlando de ellos y alzaron sus voces.
«¿Te estás burlando de nosotros?»
«¡Como si hubiera nobles que rueden bolas de nieve desde otro territorio!»
«…… Es posible que no lo creas, pero hay una aquí ……»
El discurso y ropa de Sheryl tenían cero nobleza para ellos.
Hacerles creer en ella era profundamente difícil.
«Ustedes. Por increíble que parezca, Sheryl es realmente la Lord de un territorio. Esta Muriel responde por ella.»
«¿Mm? ¿Eres alguien increíble?»
«Esta Señora es la Deidad Guardiana de la Baronía Silverlight. La Deidad Guardiana habla por ella. ¿Están dudando de las palabras de una diosa?»
Dijo Muriel con abrumadora confianza.
Pero los dos guardias no estaban particularmente impresionados.
«¿La Deidad Guardiana de la Baronía Silverlight no se llamaba Iris?
«Sí. Ella convirtió el desierto en una pradera, incluso hizo un lago. Ella es una diosa increíble. No hay manera de que ella sea alguien con esa cara estúpida.»
«¡C-Como te atreves! ¡Será mejor que me recuerdes! ¡Una vez que Esta Señora recupere su poder, te espera un castigo divino!»
Siendo insultada, Muriel gritó furiosa.
Desafortunadamente, no era muy intimidante.
Los guardias estaban confundidos y decidieron discutir entre ellos primero.
«Son sospechosas. ¿Deberíamos arrojarlas a prisión por el momento?»
Y llegaron a una terrible conclusión.
Entonces, una chica apareció detrás de la puerta.
Su edad era de unos 12 años.
Su apariencia era adecuada, pero debido a su cabello corto, se parecía un poco a un chico guapo.
Pero como llevaba una minifalda, era innegablemente femenina.
Sin embargo, ella no se sentía como una niña en absoluto.
La razón es que su aura era demasiado diferente de cualquier humano.
De aquellos cercanos a Iris, Muriel sería la comparación más probable.
En otras palabras, una diosa.
«¿Nn? ¿No es Roshe? Tan pequeña como siempre.»
Muriel dijo alegremente y trató de acercarse a ella.
Pero antes de que ella pudiera hacer eso, los porteros se pusieron en su camino.
«¿Cómo te atreves a dirigirte a Roshe-sama sin honoríficos?»
«¡Qué niña tan grosera!»
Al ver las acciones de los porteros, la chica sonrió y dijo.
«Ah, está bien. Muriel es una amiga mía. Ella es una Deidad Guardiana del territorio vecino, ¿saben?»
Habiendo escuchado las palabras de la chica, los porteros se quedaron paralizados.
«¡E-Ella es una Deidad guardiana después de todo……!»
«¡Por favor perdone nuestra ignorancia …….!»
«Mientras lo entiendan. Aún así, Roshe. Doscientos años no te cambiaron ni un poco.»
«¿No es lo mismo para ti? Me interesa mucho más por qué puedes usar tu poder, ¿te has recuperado completamente? La gente está hablando de otra diosa, Iris, convirtiéndose en una Deidad Guardiana.»
«Umu. Eso llevaría mucho tiempo explicar.»
«Entonces vamos a mi iglesia. Junto con tus amigas. Por supuesto, los dulces y el té están en la casa.»
La chica miró a Iris y al resto.
«Wai, dulces.»
Eclipse la Amante de los Dulces saltó de alegría ante la declaración de la chica.
Iris pensó lo mismo que su hermana menor.
Pero estaba demasiado avergonzada como para saltar delante de una extraña, si no fuera por eso, se habría unido a ella.
«Esto…… ¿está bien dejar las bolas de nieve aquí?»
Cuando Sheryl preguntó eso.
«Ah, ¿por qué no? Solo recójanlas cuando se vayan.»
La chica accedió fácilmente.
«Naturalmente. No seremos un inconveniente. Aunque ya lo somos.»
«Ahaha, no tengo inconvenientes en absoluto. Síganme. Se resfriarán si se quedan aquí por mucho tiempo.»
De esa manera, la Deidad Guardiana vecina invitó a Iris y al resto a una fiesta de té.
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