Yandere Megami No Hakoniwa Volumen 2 Capítulo 2 Parte 3-2 [R+18]

                                            Capítulo 2 Parte 3-2: Las Medidas de Rose

 

Rose me empujó hacia su lujosa cama de tamaño matrimonial.

“… ¿Rose?” Dudé, “¿No se supone que debería estar midiéndote?”

“Sí, lo estás haciendo.” Rose dijo mientras comenzaba a quitarme los pantalones.

“…Entonces, no lo estamos haciendo.”

“No, seguimos haciéndolo.”

“¿Entonces cómo es que tú me estás quitando los pantalones?”

“Por supuesto, se debe a que me estamos midiendo.”

“¡¿Qué estás siquiera…?! ¡Oye, esa es mi ropa interior! Grité, todavía confundido. Ahora veía mi parte inferior completamente desnuda.

“Ahora comenzaré a prepararte para que me midas.” Rose finalmente dijo.

“No, en serio ¿A qué te refier…? ¡Nhh!”

Dejé escapar un gemido producto del repentino placer. Rose había tomado mi flácido pene dentro de su pequeña boca y había comenzado a trabajar en él con su húmeda lengua y labios.

*Lamiendo* *besando* *chupando* *besando* *lamiendo* *lamiendo* *chupando* “Fufu” Rose soltó una risita, complacida al haber logrado erigir por completo mi pene con su indecente felación.

“Yuzuki Onii-san, tu pene es tan grande.”

Ella entonces sacó mi endurecido pene de su boca y sonrió, contemplando su erigido logro y sosteniéndolo entre los dedos.

Rose, una joven en un vestido gótico, mostró una osada sonrisa mientras procedía a acariciar mi palo como si fuera la cosa más natural del mundo. En verdad…una escena totalmente inmoral.

…Espera, no.

“Rose ¿Qué sucede sobre con respecto a tomar tus medidas?”

“Como ya dije…tú vas a medir cada centímetro de mi cuerpo” Rose volvió a decir. “Y primero, tú vas a usar ese gran y duro pene para medir cada centímetro de mi boca.” Lenta, siempre lentamente, ella engulló mi pene. “A~mn…” *chupando*

“¡Pero no necesito medirte ahí…!”

El ritmo totalmente lento que ella estaba tomando estaba convirtiendo todo esto en lo más insoportable. Justo antes, ella había usado su lengua de forma tan intensa, que mi pene quedó deseando más.

Pero Rose no tenía piedad. Lenta, lentamente, hundió a mi hijo dentro de su boca, haciéndole explorar meticulosamente cada rincón y rendija de la salivante carne al interior.

“Khh…Rose, fuu…fuuuuu” Respiré cuidadosamente.  ¡Así que, se está yendo por eso…! Esto también pasó la primera vez que tuvimos sexo y de pura casualidad. Rose aparentemente disfrutaba molestándome hasta que llegaba a mi punto de quiebre y la atacaba como un animal salvaje, y es por eso que ella siempre hacia eso.

Para hacerle creer que esto no era nada para mí, levanté mi torso y estiré mis manos hacia el pecho de Rose mientras ella mantenía mi pene en su boca. Deslicé a un lado su sostén y comencé a acariciar sus amplios panecillos ocultos por su apariencia juvenil.

Sus pechos eran suaves y se sentían bien al masajear y apretar.

Lentamente incrementé la fuerza en mis dedos para luego alternar entre apretar todo el seno y atacar solo los pezones.

Rose, siendo sensible, comenzó a gemir ligeramente mientras se tragaba mi pene.

…Peor sin importar cuán rápido o fuerte la acariciara, ella se negaba a acelerar su mamada ultra lenta. Cada vez que ella gemía, su boca se apretaba ligeramente alrededor del tronco pero eso solo me dejaba deseándolo aún más.

“Rose, esto es demasiado.”…*Chupando* *lamiendo* “¿Nh…hnn?” Rose me miró hacia arriba con una expresión increíblemente engreída. “Yuzuki Onii-san, ya echándose atrás… ¿Y yo aquí pensaba que medirías todo mi cuerpo?”

Ella dijo eso como si estuviera incitándome: ¿Acaso no preferirías cogerme hasta dejarme loca en vez de hacer algo tan aburrido?

Mi respuesta…

“Seguro, voy a…”

La levanté del piso y la puse sobre la cama, agachada.

“¿…Yuzuki Onii-san?”

“Te voy a medir ahora, tal como querías.”

“¿Hmm, estás seguro? Mira cuán duro estás ¿Realmente puedes hacerlo?”

Rose intentó estirar su mano hacía atrás y tocar mi pene, pero rápidamente la atrapé y la llevé hacia su espalda.

“Seguro puedo. Ahora, primero…” Rose actualmente estaba en cuatro patas por lo que levanté su vestido para revelar un adorable calzón…No, en realidad, una blanda y húmeda vagina.

Ella no estaba usando nada después de todo.

Tiré del brazo del que la tenía agarrada, acercando su trasero. Alineé mi duro pene que palpitaba a la altura de sus brillantes labios menores y…

“¡Voy a medir esa vagina mojada!”

¡Lo introduje hasta el fondo!

“Haa…haaaah” Rose arqueó su espalda, gritando intensamente: “¡Está dentro mío!”

Empujé con más fuerza mis caderas, llevándolo hasta lo más profundo que fuera posible de la estrecha vagina de Rose, empujando violentamente contra la entrada de su útero, una y otra vez.

“¡Aah, aah! Nhh” Ella gimió “Tan profundo, aah Onii-san, eres Aaah…no, si tú, haces eso…¡Aaah!”

Comencé a pulverizar mis caderas, girando mi pene alrededor de su vagina, estimulando los varios lugares sensibles al interior de su vientre.

Normalmente, una chica necesitaría algo de tiempo al ser punzada tan profundamente, pero Rose tenía un talento para desarrollarse bastante rápido, absorbiendo la experiencia como una esponja y sintiendo placer en todos lados.

Incluso Claudia todavía prefería que yo jugara con su clítoris o su punto G, pero Rose ya había aprendido a recibir placer durante todo el recorrido desde el comienzo hasta llegar al interior de su vientre.  “¡Pequeña puta!” la castigué.

Rose dejó escapar unos obscenos gemidos mientras seguía mezclándome con sus interiores.

La estimulación producto del lento movimiento no estaba haciendo mucho por mí, pero amaba ver la expresión sexy de Rose…Espera, no. Perdí el rastro de mi objetivo, éste era, dejarla queriendo más, tanto como ella lo había hecho conmigo.

¿Huh? ¿No había alguna otra razón por la que todo esto comenzó? Ah, a quien le importa. Moví mis caderas a un ritmo constante, esperando escuchar cuando Rose se acercara al orgasmo…

Y entonces me detuve.

“…Haa, haa…¿Por…Yuzuki Onii-san…?” Rose dijo.

Ella probablemente estaría a punto. Su vagina ahora estaba convulsionando, apretando con fuerza mi pene como si estuviera rogando que continuara.

Sin estar dispuesto a obedecer, lentamente, muy lentamente, comencé a sacar mi miembro de ella, deteniéndome en el punto en que solo la cabeza estaba dentro. Luego, una vez más, lo volví a meter hasta dentro lentamente.

“¡Haaaaah…nh!”  Ella gimió “¡Ah, aah…fuuuuuuh!”

Le estaba negando el escape que deseaba justo como ella había hecho conmigo usando su boca. Quería moverme más rápido, pero mis ganas de querer ver a Rose gemir producto de la frustración ganaron.

Bajé aún más mi velocidad, explorando diligentemente la forma en que temblaba lastimosamente su vagina con mi pene duro como una piedra.

Sus suaves pero tirantes paredes sofocaron mi miembro. Su punto G reaccionó con fuerza mientras mi pene viajaba hacia adentro y su cérvix[1] me dio la bienvenida mientras me metía hasta el fondo. Era como si su vagina estuviera hecha para mí…No, se había amoldado a si misma de acuerdo a mi forma. Esta vagina era como una funda a la medida para mi espada. Me sentía increíblemente bien solo al estar dentro de ella.

Pero quería molestarla un poco más antes de dejarla venirse…pero mientras pensaba eso, un violento placer asaltó mi pene.

“¡¿…Knnnnh?!” Rápidamente apreté mis dientes para soportar el súbito placer.

Miré hacia abajo a nuestra unión, solo para descubrir que Rose no había movido sus caderas por cuenta propia. La había estado tirando hacía atrás y empujándola con mis propias caderas para impedir que ella hiciera eso, así que no pudo haberse movido. Pero incluso ahora, era como si el interior de su vagina estuviera haciéndome una mamada.

¡No, ella no puede estar…!

“¡Nhh…nh! Ehehe” Ella soltó una risita “¡¿Se siente asombroso, verdad…nh?!

Mi pene seguía alojado dentro de ella. Rose miró por sobre su hombro sonriéndome de manera perversa. Ella estaba insinuando explícitamente que había hecho algo producto de su pura voluntad.

Y para confirmar mi conclusión, el interior de su vagina me apretó con aun más fuerza como si me hubiera estado escurriendo.

“Kh… ¡¿Cómo…estás haciendo eso?!” Dejé escapar.

“Nha…nh. Ehehehe, haaa…anh…quería, nh, hacerte sentir bien, haa…así que…ihh…practiqué… ¡Un montón!”

¿Así que ella aprendió esta técnica solo por mí? Eso me hizo querer amarla aún más. Pero no puedo, necesito frustrarla aún más, necesito hacer que Rose ruegue por ello. Hasta entonces, yo…yo lo soportaré desesperadamente hasta que tenga la oportunidad de volver a mover mis caderas.

Pero…

“Yuzuki Onii-san…Mejoraré aún más, así que…haa,fuu…fuu” Rose me miró con ojos llenos de añoranza. Con una cara desesperada, al borde de las lágrimas ella agitó sin descanso sus caderas que ya estaban sujetadas.

“¡Por favor!” Ella rogó “Damelo, haa…fuu fuu. Aprenderé toda clase de técnicas eróticas para complacerte. Así que, por favor ¡cógeme…más rápido!” Rose solo me molestaba debido a que deseaba mi amor.

Ella había estado esperando mucho más que yo, ella estaba tan desesperada por cogerme que no había tenido otra opción más que forzarme a que actuara.

Y una vez que me di cuenta de ese hecho, embestí su desesperada vagina, dándole exactamente lo que quería.

“¡A~~~~nhhhh! ¡Sí, síiiiii!” gimió con fuerza.

Quería hacer que mi adorable Rose gritara aún más de placer. Comencé a embestirla violentamente hacia su interior, sacándolo por completo y de inmediato volviendo a introducirlo con profundidad. Sus mojados labios menores, emitieron sonidos obscenos y húmedos mientras nuestras caderas chocaban y Rose complementó el sonido con sus dulces gemidos.

“¡Aah, aah Onii-san, eres nkhh, fuaa…hurgando en mi…vagina…aah…! Nhaa, aah, Aaah ¡Esto es tan bueno, estoy en el cielo!”

Sus gritos se sincronizaron con el movimiento de mis caderas. Levanté a Rose desde las axilas y la senté en la cama, sobre mí.

En este momento, parecía como si ella estuviera sentada en mi regazo mientras yo la abrazaba desde atrás. Como resultado, su vestido gótico cubría el lugar de dónde estábamos conectados, escondiendo efectivamente nuestro acto.

Con solo una mirada, parecía como si fuera un par de amorosos hermanos o amantes que se estaban solo abrazando. Pero debajo de su falda, las ardientes entrañas de Rose estaban ansiosamente devorando mi miembro.

Metí una mano por debajo de su falda, apuntando a su clítoris, lo cual causó que ella levantara sus rodillas.

“¡Hyuu, haaa…aah, aah! ¡No, ahí no, aah!”

“¿Oh? ¿No quieres?”

Cuando le susurré si acaso debía parar, Rose negó con fuerza usando su cabeza, provocando que su cabello se agitara con ella. Ella incluso rogó un poco con sus caderas.

“Buena chica.” La felicité.

Usé mi mano libre para agarrar por completo uno de sus pechos como si fuera una pinza. El masajear tanto su clítoris como pecho causó que todo el cuerpo de Rose se sacudiera.

“Haa, hau, nh, aah, aaanh ¡A…sombroso! Rose gritó “Tres lugares, al mismo tiempo, aaaaah, hmm, haa…sí,ah, aah. Si, Aaah, haaa.”

Obscenos sonidos escaparon desde por debajo de su abultado vestido gótico, mis muslos que actualmente estaban bajo su trasero ya estaban empapados en su néctar.

Se sentía increíblemente bien para mí también, pero quería darle a Rose más, mucha más intensidad.

Y fue ahí cuando mis ojos captaron ligeramente un gran espejo ubicado cerca de la cama.

Giré mi cuerpo para mirar dicho espejo, levantando la falda de Rose y haciendo que ella lo sostuviera con sus dientes.

“¿Nhh? ¡Nh, nnh!” Rose me miró con su falda en la boca.

Su mirada daba a entender que ella lo sostendría de acuerdo a mis intenciones, por lo que le susurré al oído que mirara en frente de ella.

Ahí, vio el gran espejo. Ella se vio a sí misma, con la falda levantaba con su boca y vio su lujuriosa vagina envuelta alrededor de mi completamente erecto y casi a punto de explotar, pene.

“¡Nnnnnnh! Rose se sacudió, probablemente avergonzada al tener su indecencia exhibida en frente…pero aun así, ella no se atrevió a dejar caer su falda.

“Buena chica, no lo vayas a dejar caer ahora” le susurré, molestándola al oído y entonces comencé a cogerla nuevamente.

“¡Nhh, nhh uuh, nhhh…!”

Rose ahora ya no podía gemir tanto, pero en su lugar su cuerpo se sacudió con más fuerza mientras yo la embestía.

Todo el tiempo, su rostro reflejado en el espejo se tornaba aún más desaliñado.

A esta altura, ella solo había tenido sexo en su mente. Pero incluso así, ella seguía mordiendo el dobladillo de su falda. Ella estaba tan linda haciendo eso que me vi obligado a penetrarla con más fuerza.

Los gemidos amortiguados de Rose, los húmedos sonidos de nuestra unión, todo hizo que mi mitad inferior se entumeciera a causa del placer, alcanzando el clímax.

“Rose, voy a venirme ¡Me vengo dentro tuyo!”

“¡Nhh! ¡Nnnnnnnh!”

Rose empujó con sus caderas demandando que se lo diera a ella. Nadie se lo negaría, por lo que dejé escapar mi carga con mi pene atascado en su cérvix, depositando hasta la última gota de semen directamente en su útero.

“¡Nhh, nhh…!” Todo el cuerpo de Rose convulsionó mientras me venía dentro de ella, drenándome de semen.

Mi pene liberó todo lo que tenía dentro de su acogedora vagina.

Y Rose parecía haberse venido también. No, supongo que ella ya se vino varias veces, pero seguía con su falda levantaba mientras la mordía.

“…Eso estuvo bueno, Rose.” Le susurré mientras acariciaba con gentileza su cabello “Ya puedes soltar tu falda.”

Pero negándose a eso, Rose sacudió su cabeza y se dio vuelta para mirarme por encima del hombro. Sus ojos estaban llenos de lujuria.

“¿Huh…? ¿Quieres hacerlo de nuevo?”

Ella asintió y apretó su vagina para confirmar. Ella me quería, mi pene que seguía al interior suyo volvió a la vida de inmediato.

“¡Parece, que tendré que volver a tomar esas medidas!” la empujé hacia abajo.

…Y luego procedí a medir sus pechos y el interior de su vagina hasta que ninguno de los dos pudo seguir moviéndose.

 

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Como pueden ver este capítulo viene con ilustración del volumen 2, durante el resto de la semana subiremos el resto de estas en los respectivos capítulos.-Ragnar

 

 

[1] Cuello del útero.