Majo no Tabitabi Vol.02 – Capítulo 9

Capítulo 9 – La historia de una bomba

Parte 1

Era un bosque con muchos árboles altos y delgados.

Estaba volando con mi escoba por sobre un serpenteante camino que parecía haber sido hecho siguiendo los casuales espacios generados entre los árboles. Las hojas que habían caído al piso retorcidas generaban un sonido crujiente.

El clima era fresco, y el viento era ligero. Realmente, ésta es una gran sensación.

Tomar una siesta en un lugar así probablemente deba sentirse bastante bien.

«…»

Luego de continuar viajando a través del bosque por un rato, vi una de esas carretas tiradas por caballos. Se encontraba privada de cualquier tipo de equipaje y en un estado deplorable, estaba detenida en medio del camino bloqueándolo.

Sólo podía ver la parte trasera de la carreta desde mi posición, por lo tanto no era capaz de ver al conductor. ¿Estará tomando una siesta despreocupadamente? ¿O estará intentando decir que no permitirá que nadie pase más allá de este punto?

«…Ei.»

Incliné mi escoba hacia arriba un poco ya que no tenía otra opción. La escoba que había estado volando cerca al suelo gradualmente flotó hacia arriba.

Los obstáculos deben ser conquistados, después de todo.

Cuando me encontraba por sobre la carreta, miré hacia abajo. Lo que vi ahí fue el techo de la carreta, un caballo comiendo pasto y un hombre que había colapsado al lado de la carreta.

 

Inmediatamente entendí por qué la carreta se había detenido en medio del camino.

El conductor no estaba flojeando mientras tomaba una siesta, ni estaba bloqueando a propósito el camino.

«…»

El hombre estaba cubierto en sangre y heridas. Había colapsado sin energía al lado de la carreta.

 

Parte 2

¿Qué acaba de pasar aquí?

No tenía idea de cuáles eran las circunstancias, pero estaba claro que la vida del conductor estaba en peligro. Sentí que alejarme volando y dejarlo en ese estado sería demasiado desalmado, así que aterricé mi escoba, saqué mi bastón y sané sus heridas con magia.

Una cálida y blanca neblina lo envolvió y borró las ensangrentadas heridas y moretones que cubrían su cuerpo.

Se veía bastante joven, pero aun así era mayor que yo. Si tuviera que adivinar, él estaba en algún lugar entre los veinte años. Su desordenado cabello negro se veía opaco y estaba cubierto de polvo.

«…Ugh.»

Justo mientras las heridas en su cuerpo terminaban de desaparecer de la vista, él abrió sus ojos.

Miró inexpresivamente hacia el follaje del bosque, y eventualmente me ubicó.

«¿Estás bien?»

Le hablé mientras estaba de pie sobre él.

«…»

No recibí una respuesta.

«Umm… ¿estás bien?»

Traté de mover mi mano enfrente de sus ojos.

«…»

Él pestañeó rápidamente, abriendo y cerrando su boca varias veces, y finalmente movió su cuerpo.

«¡D-Disculpa…!  No estoy seguro de quien eres, pero ¿sabes cuánto tiempo he estado tendido aquí?»

¿Quizás no estaba completamente despierto aún? Él se veía un tanto histérico al hacer esa pregunta.

«Resulta que te acabo de encontrar mientras viajaba, así que no tengo idea…pero probablemente no mucho tiempo.»

La sangre de sus heridas no había terminado de secarse después de todo.

«¡G-Gracias a Dios! En ese caso, ¡aun puedo llegar a tiempo! Umm, no estoy seguro de quien eres…»

«Elaina, ese es mi nombre.»

«¡Elaina-san! ¿Podrías escuchar mi deseo?»

Él vino hacia mí pareciendo que iba a tomar mi mano, así que cortésmente me rehúse mientras lo evitaba.

«Lo siento, estoy apurada.»

«¡P-Por favor, solo escúchame primero!»

«…Ha.»

Difícilmente puedo ser culpada por suspirar. Podía sentir como algún molesto problema se acercaba a mí por detrás.

Ya estaba media cansada del incidente y entonces él comenzó a hablar desesperadamente.

«Sé que estoy siendo bastante sinvergüenza, pedirte esto luego de que hayas salvado mi vida. Sin embargo, ¡algo horrible ocurrirá a este ritmo! ¡Por favor, te lo ruego! ¡Por favor, ayúdame!»

Él se arrodilló en la tierra y me reverenció una tras otra vez. Continuaba rogándome que lo ayudara…

…Siento como si hubiera experimentado algo similar en el pasado.

Luego de pensarlo detenidamente, era una situación similar en donde me enredé en unos asuntos extraños luego de sanar a alguien.

Sentí que era mi destino el ser incapaz de escapar. ¿Hay algo acerca de mí que me hace mezclarme en los asuntos de las personas heridas que resulto sanar?

Discretamente toqué el broche en mi pecho para asegurarme que seguía ahí, y respondí.

«Bueno, puedo al menos escuchar lo que tienes que decir.»

Luego de escuchar eso, él rápidamente dijo:

«A este ritmo, ¡un montón de gente va a morir!»

Dijo esto con una voz histérica.

Eso ciertamente captó mi atención, aunque seguía sin entender acerca de que todo esto se trataba

Al final, escuché la historia completa de él.

Aparentemente, él era un mercader que manejaba su propia carreta. Debido a su trabajo, él estaba actualmente transportando cierta carga al país de delante de donde estábamos. Sin embargo, su carreta sufrió un inesperado problema mientras iba en camino.

Para ponerlo en pocas palabras, había sido atacado por bandidos.

De su lado solo había un caballo y un hombre débil, en el otro lado había una docena de robustos hombres, no había posibilidad alguna de que pudiera ganar. Fue fácilmente sacado de la carreta para luego ser golpeado, pateado y cortado por los bandidos quienes entonces procedieron a quitarle todos sus objetos de valor.

«Oh vaya, eso suena terrible.»

«Sí, realmente dolió mucho. Lo único bueno fue que no terminé muerto.»

«¿…Así que? ¿Cómo el hecho de que fueras atacado por bandidos va a llevar que un montón de gente muera?»

¿Acaso era realmente de la familia real pero estaba disfrazado como un mercader? ¿Cuándo dijo que un montón de personas iban a morir, quería decir que los bandidos iban a ser masacrados como castigo por lo que le habían hecho?

«Umm…mi carga era en realidad una bomba, la cual fue ordenada por el país al cual me dirigía.»

«¿Una bomba?»

«Sí. Ellos dijeron algo acerca de usarla para hacer un túnel o algo así. No lo entendí realmente. Habían acordado pagar una absurda cantidad de dinero por ella, así que la había hecho por ellos.»

«Hoho. ¿Como cuanto?»

«Era alrededor de diez mil monedas de oro.»

Sentí como mi cabeza comenzaba a doler. Es solo un explosivo para abrir un túnel, ¿qué ocurre con ese precio increíblemente alto? ¿Acaso son idiotas?

Vagamente pude adivinar lo que ocurrió a continuación.

«Así que básicamente, estos bandidos tienen sus manos sobre una bomba increíblemente cara, y estás preocupado de que puedan darle un uso maligno… ¿Es eso lo que quieres decir?»

«Correcto. Es un problema muy serio. Si los bandidos llevan la bomba de regreso a mi país, un montón de gente podría morir.»

«Sí, realmente es un problema serio.»

Juzgando lo que dijo anteriormente, sonaba como si no estuviera particularmente preocupado por lo que podría suceder si los bandidos llevaran la bomba al país ubicado delante de nosotros.

¿Qué pasa con eso? ¿Están en malos términos? Si lo están, ¿entonces porque él preparó la bomba?

«Correcto…Es más, esa bomba es peligrosa ya que volará instantáneamente si te equivocas en lo más mínimo al manejarla.»

«Qué demonios…»

«Como una de las personas involucradas en crear la bomba. Puedo decirte que posee una estructura increíblemente complicada. La fuerza explosiva de la bomba a su vez es bastante alta, acorde al precio pagada por ella.»

«¿Ayudaste a crear la bomba?»

«Sí. Yo dibujé los planos y escribí el manual de uso.»

«…»

Él dijo que solo había ayudado a hacer la bomba, cuando en realidad resultó ser la persona más importante envuelta en el proceso.

¿Debería ser llamado mercador, o un inventor?

Si él es un inventor, ¿por qué mintió y dijo que era un mercader?

«Operar la bomba es relativamente simple, pero hay una chance de que pueda ser usada de forma errónea.»

«Así que básicamente, ¿estás diciendo que incluso los bandidos pueden usarla?»

«Así es como es. La bomba es fácil de usar, así que no sé lo que ocurrirá en el futuro…»

«…»

El hombre probablemente quiere prevenir que los bandidos usen su bomba para atacar su hogar. Ya veo, ahora entiendo por qué él estaba tan histérico.

Tener a tu propia creación destruyendo el país de dónde vienes, podría no haber nada más triste que eso.

«Algo muy malo ocurrirá a este ritmo. Necesitó conseguir de vuelta esa bomba de los bandidos, sin importar qué.»

Lo que él dijo era cierto. Estaba claro que las cosas empeorarían si nada era hecho.

No hay tiempo para ser indecisa. A este ritmo, algunas personas ciertamente van a morir.

Luego de inconscientemente tomar mi escoba con la mano, me di cuenta que también me había vuelto impaciente.

«Trataré de seguir la pista de los bandidos desde arriba. Tú deberías ir al país de adelante y reportar que la bomba ha sido robada.»

«…»

El hombre se veía desconcertado por un segundo, y entonces,

«Ah, sí, entiendo.»

Dijo esto y saltó a su carreta.

Y entonces,

«Bien entonces, vamos.»

Sucedió inmediatamente luego de que montara mi escoba.

El espantoso sonido de una explosión resonó a través del bosque.

La onda sísmica podía ser sentida en mi piel e hizo que las plantas se sacudieran y los animales entrarán en frenesí. Mirando hacia arriba, pude ver que las aves se alejaban mientras hacían fuertes sonidos.

Nos miramos el uno a otro.

Él tenía distintos tipos de expresiones recorriendo su rostro.

En este punto, lamenté ligeramente el tiempo perdido conversando de una forma relajada.

 

Parte 3

Sacudí al hombre quien había entrado en pánico y continuaba diciendo «Por favor espera, también quiero ir,» y fui allá sola.

No quería que viera los resultados de la bomba que había diseñado él mismo… o mejor dicho, esa fue una excusa. Para ser honesta, estaba también con pánico y no pensaba claramente en ese momento. La explosión que había resonado a través del bosque había sido así de poderosa.

Luego de subirme a mi escoba y volar por sobre las copas de los árboles, fui capaz de ver un tenue humo marrón subiendo por el aire en dirección al sur.

Luego de dirigirme hacia el lugar de donde el humo provenía, vi que había una pequeña aldea ahí. O mejor dicho, era el lugar en donde una aldea solía existir.

«…»

No quedaba nada con vida. Sangre, carne y vísceras estaban esparcidas por todos lados.

Tanto las personas como las estructuras de madera que con suerte se parecían a casas habían sido completamente destruidas. Todo había sido reducido a piezas, como si hubieran sido cortados por una afilada cuchilla.

Cerca del centro de la aldea, había un gran agujero que parecía un cráter creado por el impacto de un objeto de gran tamaño. Una gran nube de arena y polvo había sido expulsada hacia el aire desde esa área, y aún estaba elevándose hacia el aire como si fuera humo.

«…»

Luego de eso, encontré dos pedazos de papel entre los escombros cercanos.

Uno de ellos era el manual de uso.

El otro era una carta.

Seguí adelante y la leí.

«…Así que así es como es.»

Luego de poner aquellas cosas en mi bolsillo, regresé a donde el hombre estaba esperando y le dije solo el estado del lugar en donde la bomba había explotado. Luego de escuchar mi informe, respondió,

«Ya veo…eso es desafortunado.»

Es todo lo que él dijo.

«¡¿Estás bien, Mercader-dono?! Escuchamos un sonido increíblemente fuerte proveniente del bosque…»

Luego de que seguimos el camino del país al otro lado del bosque, la persona quien nos saludó no era el guardia de la puerta, sino el cónsul del país. Como usualmente era el caso, el Cónsul también se encontraba conmocionado y preso del pánico.

«Cónsul-sama…estoy extremadamente apenado.»

Luego de decir eso, el hombre brevemente explicó lo que le había ocurrido mientras estaba de camino hacia acá. El Cónsul mostró un gran pesar cuando escuchó la razón detrás del sonido de la explosión.

«Qué… Una cosa así…¿Mercader-dono, estás herido?»

«Fui curado por esta Bruja-sama que justo me encontró mientras estaba pasando por el lugar…a decir verdad, mis heridas no importan. Más importante, perdí la bomba que se suponía iba a ser usada para excavar el túnel. Resultó debido a mi falta de habilidad. No hay duda de que este incidente es completamente producto de mi responsabilidad.»

«¡En lo absoluto! Por favor no te culpes. Esto fue solo un desafortunado accidente. Es realmente triste que algunas personas perdieran sus vidas a causa de esto…»

Hmm.

«Pero esas personas eran bandidos, ¿cierto? ¿No diría que se buscaron esto ellos mismos?»

Interrumpí la conversación con este comentario. El Cónsul me fulminó con una mirada.

«Bruja-dono. No puedo aprobar una declaración tal. Ellos todavía eran personas a pesar de su mala naturaleza. Es simplemente natural el sentirse triste cuando personas han perdido sus vidas.»

«…»

¿Él realmente acaba de decir eso?

Toqué mi bolsillo en donde estaba guardada la carta, pero no dije nada más.

El muchacho me ignoró y continuó dando su explicación.

«De cualquier forma, estoy realmente apenado por lo que acaba de ocurrir…Por favor, ¿me podría dar otra oportunidad?»

«¿Hmm? ¿Una oportunidad?»

«¿Nos podría permitir preparar otra bomba para usted? No necesita pagar por ella. De hecho, tampoco requerimos pago por la primera bomba. Habrá una considerable demora hasta que podamos entregarla, así que usaré mi autoridad para encargar otra bomba para usted libre de costo, como una disculpa.»

El Cónsul mostró una exagerada cara de sorpresa cuando escuchó la propuesta del hombre.

¡De ninguna manera…! ¡No podemos tener eso! A decir verdad, estamos listos para ofrecerte una muestra de nuestra simpatía en su lugar.»

«Por favor, una cosa así no es necesaria. Solo quiero cumplir con mi responsabilidad. Por favor, ¿no me permitirá entregar la bomba por el bien de su país?»

No, en realidad, eso es…»

«No, esto es lo que se debe hacer.»

«…»

La conversación en donde ambos soltaron mentiras transparentes sin vergüenza alguna llegó a su fin, con el acuerdo de que el hombre prepararía otra bomba y el Cónsul pagaría una muestra de la simpatía de su país.

Esa muestra de simpatía eran cien monedas de oro.

El monto era bastante menor que el precio original de la bomba, pero ¿estaría el hombre…no, la gente de su país realmente de acuerdo con esto?

«…»

Yo estuve en silencio todo el tiempo y no dije cosa alguna.

«En ese caso, volvamos a vernos luego de una semana.»

Miré la figura en retirada del hombre que había dicho eso mientras se despedía con la mano.

 

Parte 4

Una semana después, una vez más me encontré con el hombre en el camino en medio del bosque.

«Hey, ¿cómo estás? Que coincidencia, encontrarnos en tal lugar.»

Me detuve enfrente de la carreta y lo saludé. El hombre me miró desde lo alto de la carreta y,

«Hey, Bruja-san. Gracias por ayudarme la semana pasada. Estoy realmente agradecido porque sanaste mis heridas.»

«De nada.»

«¿Te gustaría viajar en mi carreta? Te daré un poco de comida, como agradecimiento por lo de la última vez.»

«Ah, no gracias. Estoy apurada.»

«Es una lástima…de cualquier forma, creo que nuestros caminos se separan aquí.»

Diciendo eso, él hizo sonar su látigo e hizo que la carreta se volviera a mover. Sin embargo, rápidamente volvió a pararse casi de inmediato.

El caballo golpeó con sus cascos el piso y dio un resoplido molesto.

Lo había parado de moverse. Lo detuve un poco a la fuerza, acariciando la cabeza del caballo.

«¿…? ¿Qué estás haciendo?»

El hombre me miró y me dio una sonrisa teñida con una pizca de miedo.

Estaba de pie en frente de la carreta, bloqueando su paso.

«Nada, es solo que hay algo que necesito hacerte saber.»

«¿…? ¿Qué cosa?»

«A decir verdad…»

Le hablé.

«Acerca de la bomba, el país retiró su orden de compra.»

«… ¿Qué has dicho?»

«Oh, vaya. ¿No has sido capaz de escucharme desde esta distancia?»

«Te escuché sin problema, solo que no entiendo a qué te refieres. ¿Por qué ellos retiraron la orden de compra? ¿Y por qué lo estoy escuchando de ti?»

«¿Quién sabe? ¿Quizás ellos se dieron cuenta lo que intentabas hacer con esa bomba?»

«…»

«Al parecer tu país estaba planeando hacer algo bastante insolente.»

«…»

Continué hablando mientras caminaba hacia la carreta.

«Hay una bomba en tu carreta ahora, ¿cierto?  ¿Es similar a la anterior?»

Diciendo esto, abrí la parte de atrás del vehículo y miré en su interior.

Lo que vi allí definitivamente era una bomba… o mejor dicho, un montón de ingredientes de bomba.

La última vez, cuando había visitado lo que quedaba de la aldea de los bandidos, había encontrado el manual de uso que explicaba como armar la bomba. Además habían algunas extrañas advertencias que decían [Precaución: Esta bomba puede explotar al más ligero error y Por favor montar la bomba dentro del país antes de llevarla al sitio de excavación.]

«Tú intención era hacer que la bomba fallara desde el inicio, ¿no es cierto?»

«No. Ese fue un verdadero y desafortunado accidente.»

«¿Qué fue desafortunado? ¿El hecho de que fueran bandidos quienes murieran debido a la explosión y no la gente de ese país?»

«… ¿De qué estás hablando desde hace un rato?»

Era bastante simple.

Había bastantes cosas extrañas acerca de la bomba que él había estado transportando.

A pesar de su insistencia respecto a que estaba destinada para ser usada en excavaciones, su letalidad era absurdamente alta. Adicionalmente, estaba en un estado incompleto que causaría una falla fácilmente.

Es más—esta es solo mi propia especulación, a propósito—hay una alta probabilidad de que el manual de uso en sí mismo contuviera instrucciones erróneas que hubieran causado una falla accidental. Todo parecía indicar que las personas que habían construido la bomba tenían previsto que fallara y matara a un montón de gente desde el principio. ¿Quizás querían que fuera armada dentro del país, para que explotara y causara una gran cantidad de confusión en el interior?

«Tengo un mensaje de parte del Cónsul de ese país. ¿Te gustaría escucharlo?»

«…»

Tomé su silencio como consentimiento y continué hablando.

Viendo que me había mentido, yo le mentí a su vez.

«No volveremos a ordenar nada de ese país de nuevo. No queremos involucrarnos con ellos nunca más…Es lo que él dijo. Así que por favor toma tu bomba y regresa.»

«…Tienes que estar bromeando. ¿Sabes siquiera cuánto dinero pusimos en hacer esta bomba—?»

«Ah, eso me recuerda. Aquí está el dinero que ellos dijeron que te darían como muestra de su simpatía. No es mucho, pero por favor acéptalo.»

Lo corté a mitad de su declaración y puse una bolsa con cien monedas de oro en su carreta.

Era inesperadamente pesada. Ridículamente pesada, incluso.

Continué hablándole mientras movía mis hombros.

«Eso debería ser suficiente, ¿cierto? Ahora, regresa a tu país.»

Y entonces dije,

«¿Por qué no usan esa bomba para hacer un túnel o algo así?»

 

Parte 5

Esto ocurrió alrededor de una semana antes de que lo viera por segunda vez.

Fue justo después de que él y el Cónsul hubieran finalizado su conversación llena de mentiras transparentes. Yo saqué cierta carta de mi bolsillo.

«¿Cónsul-san, esto le resulta familiar?»

Era la carta que había encontrado entre los restos de la aldea de los bandidos.

«¡…! Eso es…»

Viendo la carta, Cónsul-san palideció.

«Así que le es familiar después de todo.»

Quiero decir, por supuesto que le resultaría familiar.

La firma del Cónsul-san estaba escrita de forma perfecta al fondo de la carta, después de todo.

Me preguntaba qué tipo de negocios el Cónsul de un reino tendría con un montón de bandidos, así que leí con cuidado la carta. Mientras más leía, más extraña parecía.

[Quiero que roben la bomba que está destinada a excavar el túnel. Si lo logran, les pagaré cien monedas de oro.]

Básicamente eso es lo que decía luego de resumir su contenido.

Es el tipo de cosas que hace querer decir, «¿Oh, qué es esto?»

«Por lo visto ese ataque perpetrado por los bandidos no fue una simple coincidencia.»

Lo más probable, la emboscada hubiera sido puesta de antemano. Quizás él pensó que sería más rentable si conseguía la bomba de bandidos a quienes no les debía nada, a pagar diez mil monedas de oro por comprar una bomba de un país con los que ya estaban en malos términos.

¿Cuán estúpido alguien puede llegar a ser?

«… ¿Cuál es su deseo, Bruja-sama?»

¿Él está intentando sobornarme para que me quede callada?

«¿Estás diciendo que me darás algo?»

«Si está dispuesta a no decir nada acerca del asunto, entonces sí.»

«Ya veo.»

Y entonces, decidí contar una mentira.

«En ese caso, debería preparar algo a su vez para el mercader. Por si sirve de algo, él vio los cadáveres de los bandidos, y leyó a su vez la carta.»

«¿Qué…? Pero, él prometió construirnos una nueva bomba…»

«¿Oh? Esa nueva bomba podría ser algo usado para vengarse en contra de su país, ¿sabe? Sugiero que se rehusé a aceptar algo que sea traído desde ese país.»

«…»

Y luego le dije al Cónsul quien estaba pensando silenciosamente.

«Ah, es cierto. Acerca del precio por comprar mi silencio.»

Puse una mano en su hombro, y dije,

«¿Qué tal suenan cien monedas de oro?»

«Considerando que es por el bien de mantener esto secreto del país que odia tanto, ¿no es algo barato?»

Le dije a su vez esto también.

 

Parte 6

Siempre es triste ver personas perder sus vidas, así que pienso que hice mi parte mi parte evitando que se acumulara más tristeza.

Aun así, como viajera, lo que sea que ocurra entre esos dos países al final no es de mi incumbencia. Si tuviera que adivinar, diría que todavía hay una fría relación en donde ambos lados no quieren saber del otro.

El país que quería usar bandidos para llevar desgracia al otro país que odiaba.

Y el país que preparó una bomba en una manera tal que mataría a las personas del país que odiaba al usarla.

Ambos eran increíblemente estúpidos. Aun así, tener una fría relación entre ellos es probablemente mejor que tener bombas explotando. Dado suficiente tiempo, quizás, tanto las bombas como el odio que se tienen se deteriorarán.

Es por eso que, sinceramente espero que aquellos dos países continúen esperando, hasta llegue el día en que su actual relación deje de existir.

 

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.