Shinwa Densetsu no Eiyuu no Isekaitan Vol.02 – Capítulo 2

Capítulo 2, Aldea

Es un día claro sin nubes a la vista. El sol colgando en el cielo brilla implacablemente sobre la tierra.

Había animales corriendo por una exuberante llanura, y el olor de la vegetación estaba viajando en la suave briza.

Una criatura más pequeña que un caballo, pero incomparablemente más rápida, está corriendo mientras patea el suelo a sus pies.

Montando en su espalda estaba un joven vestido de negro.

Incluso yo puedo montar esto… ¡Increíble! ¡Y es rápido!

El viento golpeando sus mejillas se siente bien. Es casi como si se hubiera vuelto uno con la naturaleza.

Hiro estaba montando una criatura que recibió de Tris, llamada [shiryu[1]].

Es una especie extranjera que se encuentra naturalmente en un archipiélago llamado Shaitan, al este del continente central.

[1] NT: “Dragón rápido.”

Un aventurero capturó y trajo varios de ellos desde el archipiélago de Shaitan hace cerca de 300 años, pero escaparon y se multiplicaron.

«¡Puedo pasar directamente por el Marqués Grinda a este paso!»

Él tiene un mapa aproximado en su cabeza, el cual sacó de sus recuerdos de hace 1,000 años y de los mapas actuales que estaban en el Fuerte Belk.

Pero ya que su familiaridad con la tierra se había nublado y creía que había una posibilidad de perderse, él decidió que sería mejor usar la diligencia.

Aunque no había fecha límite escrita en la citación del Emperador, probablemente era mejor llegar ahí tan rápido como fuese posible.

Y por lo tanto, él en este momento está dirigiéndose a Links.

Posiblemente llegará al pueblo mañana temprano a este paso.

Sin embargo, se llama viaje porque las cosas no salen según lo planeado.

Hiro sintió el débil olor a sangre mezclado en el aire.

Por ahí, huh…

Estaba fluyendo de una pequeña aldea a cierta distancia del camino.

Hiro desmontó del [shiryu] en la entrada de la aldea.

Hay un tablero pegado a un poste clavado en el suelo.

Probablemente es el nombre de la aldea. En él estaba escrito [Haltzna].

Hiro dio un paso en la aldea, notó algo inusual y se detuvo.

Aunque aún no era mediodía, no había ningún aldeano a la vista.

Había cerca de ocho casas de madera construidas alrededor de un pozo en el centro.

Había un edificio notablemente grande a la derecha de Hiro, con humo saliendo de la chimenea. Él supuso que era alguna clase de taller.

Me pregunto si sucedió algo.

Cuando avanzó, vio que había cestas con libros descuidadamente dispersos y lo que parecían herramientas agrícolas que habían caído al suelo.

Los indicios sugerían que las personas de aquí huyeron de algo rápidamente.

Algo llamó su atención mientras estaba caminando, así que se agachó y estrechó los ojos.

Él vio manchas de sangre en el suelo.

¿Bandidos? No, no parece ser el caso…

Hay muy poca sangre para un ataque de bandidos.

Con base al tamaño de la aldea, debería haber al menos 20 personas viviendo aquí.

Y se ve demasiado intacta.

El objetivo principal de un bandido es saquear. Ellos irrumpen en casas para robar comida y objetos de valor.

Pero no había ni una sola casa destruida.

Está la posibilidad de que fuera un secuestro, pero si los aldeanos se resistieran y causaran una conmoción, el Cuarto Ejército Imperial se habría enterado y venido de inmediato.

Los bandidos no harían algo tan peligroso.

Tiene que haber otra razón para esto.

Hiro levantó la cara y vio una mansión de aspecto resistente construida sobre un cimiento de rocas más adelante.

Él sintió una fuerte presencia de personas viniendo de ahí. Cuando empezó a dirigirse ahí, la puerta de la mansión se abrió.

Un hombre salió corriendo, pareciendo tenso.

『¡Hey, chico! ¡Es peligroso ahí! ¡Date prisa y ven aquí!』

Mientras Hiro miraba con recelo al hombre que parecía ser un aldeano, una gran sombra cayó de arriba.

Un ave gigante había aparecido. Un par de ojos ominosos estaban mirando a Hiro.

Sus alas gigantes enviaron una ráfaga de viento a la tierra, haciendo que se levantaran nubes de polvo. Sus garras siniestras brillaban con la luz del sol, fijas en Hiro como un depredador con su presa.

『¡¿Qué estás haciendo?! ¡Vas a morir si te quedas ahí! ¡Date prisa y corre!』

La cara del aldeano palideció, tal vez porque pensó que las piernas de Hiro se había paralizado por el miedo.

El hombre habría sabido esto si estuviera más cerca de él, pero la cara de Hiro estaba tranquila.

El espacio cerca de su cintura se dividió, y la empuñadura de [Excalibur] salió.

«¿Quieres comerme?»

『¡GURAAAHHH!』

Soltó un rugido ensordecedor y sus garras se precipitaron hacia Hiro.

Sin embargo, las afiladas garras simplemente perforaron el suelo. Hiro saltó justo frente al ave gigante.

En su mano estaba [Excalibur]. Él la blandió ligeramente a un costado, atravesando el aire mientras zumbaba.

『¡¿GOAH?!』

Una sola línea delgada apareció en el cuello del ave, y poco después, una flor de sangre floreció en el cielo.

Con la cabeza separada de su cuerpo, el ave gigante cayó mientras esparcía sangre.

… Algo está mal.

Hiro lo miró con ojos escépticos.

Esa fue una respuesta demasiado débil.

[Excalibur] empezó a desaparecer mientras caía al suelo, disolviéndose en el aire.

Mientras Hiro observaba curiosamente el cadáver del ave gigante, el aldeano de antes había corrido hacia él.

«¡Hey! ¡¿Estás bien?!»

«Estoy bien. Más importante aún, hay algo que me gustaría preguntarte―»

Cuando dio vuelta, había una vista que le preocupaba más que el hombre.

La mansión que era visible por encima de los hombros del hombre―de su puerta salieron de repente cerca de diez personas, sin ninguna señal de vida en sus caras.

Después de «ver» eso, Hiro quería vomitar, y al mismo tiempo, un dolor agudo viajó a su ojo izquierdo.

«¡Ugh!»

Él presionó la mano izquierda sobre su parche en un intento por reducir el dolor.

«H-Hey, chico. ¿Qué pasa, tan de repente?»

El aldeano extendió la mano para tocar el hombro de Hiro, quien ahora estaba hincándose en el suelo.

«¡N-No me toques!»

Él lo apartó vehementemente con su mano derecha.

*BAM*―

Un fuerte sonido resonó por toda la aldea.

«¡Eek!»

«¡Ah, l-lo siento!»

Hiro se disculpó, nervioso.

El aldeano sacudió la cabeza y sonrió.

«No te preocupes por eso. Eres el salvador de la aldea. No te ves muy bien―¿qué tal si descansas en nuestra aldea?»

«Deberías escuchar a Padre. También nos gustaría agradecerte por salvarnos de ese monstruo.»

Una chica hermosa apareció por detrás del hombre.

También hay algo con esta chica…

El dolor en su ojo izquierda comienza a intensificarse. Su «ojo» le está diciendo que es peligroso aquí.

«No… Tengo prisa.»

Hiro se levantó mientras soportaba el dolor, y estaba a punto de dar vuelta.

Sin embargo, la chica agarró su brazo, y él fue incapaz de hacerlo.

«Al menos por un momento…»

Su brazo es guiado por su agarre, y su mano está enterrada en su pecho voluptuoso.

Él no estaba seguro de por qué ella hacía esto, pero era claramente una invitación.

Si fuera un hombre ordinario, él podría haberse lanzado a esta hermosa mujer.

Pero Hiro sintió un escalofrío en su espalda. Esto fue porque detectó una demencia en sus ojos, la cual ella era incapaz de ocultar por completo.

Él libera su mano un poco a la fuerza.

«¡Tengo prisa, de verdad!»

Hiro le da la espalda y se va.

El joven salta sobre el [shiryu] y desaparece de la vista.

La chica que lo vio irse sonrió en silencio.

«Escapó.»

*Tintineo*―

El sonido de campanillas resuena repentinamente de la nada.

Los aldeanos que estaban detrás de la mujer desaparecieron.

« [Uranus] realmente es problemático.»

*Tintineo*―

El sonido de campanillas se propagó por el aire más fuerte que antes.

La aldea se desmorona como confeti y se la lleva el viento.

El ave gigante ahogándose en un charco de sangre también desapareció.

«Lo sé. Está bien. Dudo que se haya dado cuenta de quién soy.»

Cada hoja de pasto a su alrededor se marchitó completamente como si se les succionara la vida.

«Bueno, quería verlo. Pero, ¿fue suficiente para que te asustaras?»

La mujer estiró la mano en el espacio vacío. Hay un cristal azul incrustado en el dorso de su mano.

El cristal se envolvió gradualmente en una suave luz. Entonces, mientras soltaba una explosión de luz notablemente grande, se dispersó en el área circundante.

«… Hehe, tienes razón. Estaba tan feliz que lo olvidé.»

La luz convergió y un báculo apareció en su mano, el cual ella clavó en el suelo.

«Bienvenido de vuelta, [Desesperación]

*Tintineo*―

El sonido de las campanillas sacudió el mundo.

La figura de la mujer desapareció, y sólo quedó un yermo.

 

 

Mientras tanto―Fuerte Belk, torre central.

Primer piso, comedor de oficiales. Había un hombre en un espacio reservado para los oficiales de alto rango.

Aunque él es un viejo soldado musculoso, la atmósfera varonil emitida de su cuerpo no perdería contra ningún joven.

Temido por los soldados de cualquier edad, este viejo soldado era bien conocido como un instructor ogro. En su cara, él llevaba una expresión inexplicable.

«Hmm~ … ¡¿Hooooow?!»

Parecía que estaba gruñendo tranquilamente, pero el viejo soldado de repente empezó a gritar―Las miradas de los soldados alrededor de Tris se centraron en él.

Sin embargo, él estaba tan preocupado por algo que esto no le molestó.

Entonces, una joven pálida con los hombros caídos apareció.

Era la Sexta Princesa Imperial, a quien Tris había jurado su lealtad.

«Fui abandonada… Fui abandonada por Hiro.»

Ella murmuró mientras se sentaba frente a Tris en una larga mesa.

Liz, a quien Tris adoraba sin fin, actualmente parecía lista para morir.

Obviamente, Tris no podía quedarse callado.

«Mm, ¿sucedió algo?»

«Hiro se ha ido.»

«… ¿En serio?»

Conociendo la razón, Tris sólo podía llevar una expresión complicada en su cara.

«Creo que él probablemente fue con Tío. No puede montar a caballo, así que creo que usará la diligencia.»

Los caballos sobresalen en leer las emociones de los humanos.

Si no les gusta alguien, lo ponen en ridículo. Si sienten miedo en su jinete, tratan de tirarlo.

Sin embargo, si les das amor, ellos son confiables compañeros que harán lo que desees.

En el caso de Hiro, él no tiene problemas en términos de técnica.

Él era capaz de montar un caballo lo suficientemente bien para mostrar que había practicado considerablemente.

Era sólo que el caballo no escuchaba sus órdenes. Una vez que tiraba Hiro, el caballo huía.

«Ahh, hablando de caballos…»

Tris pensó que este era el momento perfecto y decidió hablar sobre su dilema.

Tiene que ver con los caballos y con Hiro.

«Princesa, ¿alguna vez ha montado un [shiryu]

«Por supuesto que no. Son del linaje de los dragones. Son temperamentales y dudo que su orgullo le permita a un humano que monte en su espalda. Incluso entre los Anthros[2], quienes pueden comunicarse con los dragones, escuché que sólo pocos son capaces de montarlos.»

[2] NT inglés: el kanji es “bestias/tribu de bestias.”

«… Es verdad.»

Pero Hiro montó uno justo frente a Tris.

En realidad, el [shiryu] bajó la cabeza por su cuenta, y facilitó que Hiro se subiera.

«Hablando de eso, ¿no había uno en este fuerte? Creo que escuché que capturaron a uno que estaba causando estragos en una aldea.»

«Había uno, pero el chico se fue en él.»

«Wow~ así que también puedes decir bromas, Tris.»

«Lo vi con mis propios ojos. ¡Antes de que amaneciera, vi claramente al chico montar el [shiryu] y salir de aquí! ¡No fue un sueño!»

Después de soltarlo por su emoción, Tris se di cuenta de su error.

Justo frente a él, las esquinas de los labios de Liz se levantaron con satisfacción.

«Quiero me cuentes más sobre eso en detalle.»

Ella lo dijo con un tono amable, pero su voz estaba llena de ira.

 

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