Konjiki no Word Master Vol.01 – Capítulo 4 (Parte 1)

Capítulo 04 – Jaula de la bestia

[Arnold]

Hiiro y sus compañeros de viaje, Arnold y Muir, se dirigían hacia la ciudad fronteriza [Surge]. A largo del camino decidieron parar en [Wondo] por la noche.

El ambiente en Wondo era un poco extraño. La ciudad parecía como si un tifón hubiera pasado por esta. Todos los edificios estaban destruidos y los aldeanos estaban de pie, murmurando unos a otros. Arnold fue a preguntarle a uno de los aldeanos lo que había sucedido.

«Un beastman se volvió loco cerca de aquí.» Cuando oyó esas palabras, los hombros de Arnold empezaron a temblar.

Arnold: «He-hey, ¿por qué el beastman se volvió loco?»

Arnold intentó obtener más información mientras trataba de mantener la calma.

Aldeano: «Parece que el beastman era un aventurero y pasaba por [Wondo] de vez en cuando. Hoy también, el beastman vino a nuestra aldea. De pronto, tres grandes vagones entraron en el pueblo.»

El rostro de Arnold empezó a palidecer en cuanto escuchó la palabra «vagón».

Arnold: «¿Qué clase de gente salió de ese vagón?»

Aldeano: «Ah, ahora que lo pienso, llevaban una ropa extraña.»

El rostro de Arnold se hizo más pálido y más pálido al escuchar la historia que el aldeano contó. Hiiro y Muir no eran conscientes de la condición de Arnold, ya que estaban un poco más lejos.

«Ya, ya veo…» respondió Arnold con un poco de esfuerzo.

Aldeano: «Esos tipos le dijeron al beastman que obedezca obedientemente mientras lo detenían. Por supuesto, el beastman se negó y ahí fue cuando lo atacaron. »

Después de eso hubo una batalla entre los tipos que salieron del vagón y el beastman. Siendo un aventurero, así como un beastman con altas habilidades físicas, era fuerte, por lo que la batalla se hizo cada vez más violenta.

Mirando el estado de este pueblo, era obvio lo violenta que había sido la batalla. El techo de las casas había sido arrancado, el pozo fue destruido y los campos fueron dañados. Realmente parecía que un tifón acababa de pasar.

Aldeano: «Es bastante molesto, no, no por culpa del monstruo. Por supuesto, el beastman que luchó dentro de este pueblo también es culpable. Pero, los más culpables son los que obligaron al fuerte beastman a luchar.»

El aldeano se enojaaba cada vez que recordaba cómo su aldea fue destruida. Por lo que decía el aldeano, estaba claro para Arnold que esos tipos habían hecho algo irrazonable.

Arnold: «¿Qué … le pasó al beastman?»

«Ah … Bueno, sí. Es difícil de decir…» El aldeano dijo vacilante.

Arnold: «¿Fue secuestrado? »

La respuesta a esa pregunta era completamente opuesta a lo que Arnold había pensado.

Aldeano: «… No, todavía está aquí.»

«¡¿En serio?! ¡Eso es genial!», dijo Arnold. Arnold estaba encantado de que por alguna razón el beastman no había sido secuestrado y todavía estaba en este pueblo. No había manera de que Arnold, que era un hombre beastman, estuviera contento de que otro hombre beastman fuera secuestrado.

Arnold: «Ah, ¿puedo conocerlo?»

Por supuesto, Arnold quería intercambiar información con el beastman. El rostro del aldeano atenuó las palabras de Arnold.

Aldeano: «… Sí, bueno puedes conocerlo.»

Arnold estaba preocupado por el tono que el aldeano había usado y frunció el ceño.

Arnold: «Entonces, me gustaría conocerlo.»

Aldeano: «… Está por aquí.»

El aldeano condujo a regañadientes a Arnold hacia el beastman.

«¡Oigan, me voy a ir por un rato, así que esperen en la posada!» gritó Arnold.

Hiiro suavemente se encogió de hombros y se fue para ir a la posada. Sin embargo, Muir corrió hacia Arnold.

Arnold: «Hey Muir. Ve con Hiiro … »

Los dos siguieron al aldeano.

 

Arnold se quedó asombrado ante la vista que tenía frente a él y se puso rígido.

«Esto es … Él.» El aldeano señaló la tumba del beastman.

Arnold: «E-Esto es …»

Aldeano: «Él ya está en un lugar fuera de nuestro control.»

Muir no había escuchado la historia antes, así que no entendía la situación. Pero a juzgar por el estado de ánimo de Arnold comprendió que había ocurrido un triste acontecimiento.

Muir: «…¿Tío?»

Arnold: «… Muir.»

Arnold miró a Muir dolorosamente. Al ver a Arnold a punto de llorar, Muir sintió que había perdido su compostura y empezó a sentirse ansiosa.

«Él no sintió mucho dolor cuando falleció. Puede que incluso haya sido feliz.» El aldeano dijo indiferentemente, como si hubiera sido problema de otra persona. No, había sido problema de otra persona, pero por alguna razón Arnold no quería oír esas palabras procedentes de la boca de un humano en este momento.

(Maldita sea … ¡Es tan irritante! Algo así ha pasado antes, ¿no es así?!)

Los aldeanos no tenían la culpa. Sabía quién tenía la culpa. Aun así, el único que comprendía los sentimientos del beastman que yacía aquí era Arnold, que era un beastman el mismo.

Arnold miró fijamente la tumba mal hecha, hizo una señal de cruz con unos palos de madera y la colocó en el suelo.

(¿Cómo pueden hacer cosas tan horribles …? Como esa vez conmigo … Y como esa vez con esta chica …)

Arnold puso una mano en la cabeza de Muir y apretó su mandíbula. Muir sintió sus manos ligeramente temblorosas en la parte superior de su cabeza. Ella se agarró suavemente a su ropa y se acercó a él.

Arnold: «Muir …»

Los sentimientos de Muir habían llegado a Arnold y él lentamente aflojó la mandíbula.

Arnold: «Gracias. »

Arnold dio una palmadita afectuosa en la cabeza de Muir y sintiéndose bien, ella cerró los ojos.

*Goteo. Goteo. Goteo. Goteo*

Empezó a llover. Arnold alzó la vista hacia el cielo y luego volvió su mirada hacia la tumba.

(¿Fue irrazonable, verdad …? ¿Debe haber sido frustrante, cierto? … Esta lluvia debes ser tu llorando.)

Arnold tocó suavemente el palo de madera que había colocado como si pudiera romperse en cualquier momento.

(No puedo decir que te vengaré, pero descansa en paz.)

Viendo a Arnold con ambas manos juntas, Muir también hizo lo mismo. Después de que había terminado, Arnold volteó lentamente hacia el aldeano.

«¿Hey, puedo preguntarte algo?»

«¿Qué es?»

«Los tipos que vinieron a este pueblo en el vagón, ¿cómo se llaman?»

«Ah, estoy seguro de que eran llamados …»

Arnold ya sabía lo que diría el aldeano, así que se había preparado. Pero Muir, que no sospechaba nada, tenía una expresión sobresaltada.

«¡Eran llamados, «Jaula de la Bestia»!»

 

◊♦◊♦◊♦◊

 

[Hiiro]

Hiiro Okamura estaba relajado en la cama de la posada cuando Arnold y Muir finalmente regresaron. Ambos tenían una expresión seria en sus rostros, pero parecía que no querían hablar de lo que les molestaba, así que Hiiro no preguntó.

Como estaba lloviendo, no podía salir. Así que pidió prestado un libro de la posada y lo estaba leyendo. La habitación había estado completamente silenciosa durante mucho tiempo. Y de repente…

«¡Aaarrrrrrgggggh!» Arnold gritó como si estuviera abatido. Muir se sorprendió por el grito. Hiiro también estaba sorprendido y reflexivamente dejó caer su libro.

Arnold: «¡Argh, basta! ¡No hay nada que pueda hacer si me siento sombrío! ¡O debería decir, esto no es como yo! ¡Muir, Hiiro! ¡Vamos a comer!»

Arnold estaba preocupado por algo, pero no podía sentirse vacilante al respecto. Así que gritó fuertemente para animarse.

«No me importa eso, no grites tan de repente. Estaba a punto de llamar al médico y decirle que te habías vuelto loco.»

Arnold: «Tu odiosa boca suena tan refrescante ahora.»

«… ¿En serio?»

Arnold: «¡Cállate! ¡De todos modos, vamos a comer! ¡Hey, Muir!»

«¡Um, ah, sí!» respondió Muir alegremente. También estaba deprimida, pero al ver cómo el espíritu de Arnold se había levantado, no podía permanecer deprimida para siempre.

«Está bien, pero ¿hay un restaurante en este pueblo?»

Arnold: «Hay si buscas, ¿verdad? ¡Si no lo hay, podemos pedirle a la posada que haga algo!»

«¿Aún no es la hora de la cena? »

Arnold: «¡Si pagas, lo harán!»

«… ¿Vas a pagar, Viejo?»

Arnold: «¡No, nop, paga por ti mismo! Ah, no, yo fui quien te invitó. ¡No se puede evitar, hoy yo invito!»

«Entonces voy». Hiiro puso su libro a un lado.

Arnold: «Qu-qué tipo para más interesado en sí mismo.»

«Tomaré lo que me hayan dado. No hay razón para que no lo haga.»

Arnold: «Haha, eso es tan como tú.»

Según el posadero había un restaurante en este pueblo así que los tres se dirigieron allí.

Era un restaurante pequeño pero la comida era bastante deliciosa. El restaurante servía buenas porciones de comida, aunque era muy barato.

Muir estaba feliz, así que se llenó la boca con comida. Hiiro pensó que para alguien con un cuerpo tan pequeño como Muir, seguramente comía mucho. Arnold también comió mucho. Parece que los beastman son glotones. Hiiro ganó un poco de conocimiento al ver un nuevo lado de los dos.

 

◊♦◊♦◊♦◊

 

[Muir]

Los tres regresaron a la posada sintiéndose satisfechos y confirmaron su próximo destino.

«¿Entonces nos dirigimos hacia la frontera?»

Arnold: «Sí, también te diriges allí, ¿verdad, Hiiro? Es por eso que viajamos juntos después de todo.»

Muir escuchó en silencio su conversación.

«¿Vamos a partir enseguida? »

Arnold: «Mhm~ No tengo demasiada prisa. Pero hay algo problemático que me preocupa.»

Aunque Arnold había susurrado la palabra, «problemático» Muir lo había oído. Ella sabía que Hiiro también lo había oído. Pero no lo mencionó porque Hiiro no había dicho nada.

(¿El tío no confía en Hiiro …?), pensó Muir. Si era importante, entonces Arnold lo mencionaría para que Muir guardara silencio.

Arnold: «Bueno, sigamos al ritmo habitual. Si algo sucede, nos preocuparemos por eso cuando eso pase.»

«Bueno, ¿no eres optimista? »

Arnold: «Mi norma es siempre tomar todo con calma.»

«¿Pero cuando se trata de esa Chibi?

Arnold: «¡Haré lo que sea necesario!»

«Oh … tío.» dijo Muir en shock, pero parecía feliz.

«Padre Idiota, Pervertido, Bruto, ¿Lolicon?»

Arnold: » ¡Eso es demasiado largo! ¡Para con lo de padre idiota! ¡Y ya estamos de acuerdo en que no soy un lolicon! »

«¡A-ah, eres malo, Hiiro-san! ¡No soy una niña!» Muir dijo con enojo mientras hinchaba sus mejillas. Pero sus palabras no llegaron a Hiiro.

«Bueno, no parece que tengas doce años.»

Muir: «Uuu ~ …»

Muir tenía un complejo sobre el crecimiento de su cuerpo y no podía refutar las palabras de Hiiro; Así que ella sostuvo una almohada en ambas manos y gimió en ella.

Arnold: «¡Oho! ¡Eres muy linda ahora mismo, Muir!»

Muir: «Eh, ah, um-umm, ¿soy realmente … linda?»

Muir se sintió avergonzada por las palabras de Arnold y miró a Hiiro.

«Fuh~.»

Muir dejó caer sus hombros y se derrumbó, viendo que Hiiro estaba bostezando y sin prestarle atención en absoluto.

(Muu~ No entiendo.)

Muir no podía entender por qué le importaba tanto la actitud de Hiiro. Se puso un poco hosca porque Hiiro no se interesaba en ella en absoluto.

Al día siguiente, emprendieron su viaje nuevamente bajo el buen clima.

 

◊♦◊♦◊♦◊

 

[Hiiro]

Antes de abandonar el pueblo, buscaron un gremio para intercambiar sus materiales de monstruo, pero no encontraron ninguno. Aparentemente este pueblo no tenía un gremio.

La bolsa estaba llena hasta el borde de materiales de monstruo y Hiiro se preguntó qué había dentro. Por lo general, se intercambiarían los materiales de monstruo por dinero en el gremio, pero cuando no había ninguno, se hacía en las tiendas.

«No estamos con poco dinero, ¿verdad? ¿Por qué no simplemente lo tiras?»

Arnold: «Hey Hiiro, no puedo hacer algo tan derrochador! Estos son en su mayoría «Agujas de Abeja Rana», son más caras de lo que piensas.»

Arnold levantó la bolsa y se la mostró a Hiiro. Como Hiiro no estaba obsesionado con el dinero, no creía que necesitara ganar más de lo necesario. Las siguientes palabras de Arnold cambiaron la mente de Hiiro.

Arnold: «Bueno, si tenemos dinero, podemos comprar los raros ingredientes para comidas y los libros que tanto te gustan.»

Hiiro comenzó a buscar frenéticamente una tienda para vender los materiales después de escuchar las palabras de Arnold.

Arnold: «… ¿Qué pasa, Hiiro?»

«¿Para qué andas perdiendo el tempo por ahí? ¡Ve a buscar a alguien con quien intercambiar!»

Arnold: «… ¿Está bien?»

Hiiro ignoró a Arnold, que lo miraba sin expresión y entró en la tienda.

Muir: «… Vamos, tío.»

Arnold: «S-sí. »

Él asintió con renuencia a Muir y entró en la tienda. Había un hombre grande dentro discutiendo con el dueño de la tienda.

«¿Qué quieres decir con que no lo vendes aquí?»

«Aunque diga eso, Señor. Si no lo tengo, no puedo venderlo.»

«Pero, esto es una tienda general, ¿verdad? Debes llevar cosas como «Agujas de Abeja Rana».»

El hombre visitó la tienda en busca de algo. Tenía la cabeza baja y estaba desanimado cuando se enteró de que la tienda no vendía lo que quería. Muir, que había escuchado la historia, habló en voz baja,

«Se-señor, si son «Agujas de Abeja Rana» entonces … ¿Tenemos algunas?»

N/T: Aunque ya se mencionó en el prólogo, lo vuelvo a repetir, Muir llama a la mayoría de personas adultas como Ojisan que vendría a ser tío, o señor, por lo que no lo confundan a Arnold como si fuera su tío, xd

El hombre que parecía tener oídos afilados, oyó lo que Muir había dicho y rudamente apareció frente a ella.

«¿Eso es cierto, Señorita? »

Muir: «Mm, Ah, umm … Auuu …»

Era natural que Muir se asustara porque el hombre tenía la cabeza rapada y tenía una cara muy sombría. Arnold se paró frente a Muir y miró al hombre.

«¿Oh? Lamento haberme exaltado justo ahora.»

El hombre inmediatamente se disculpó después de ver cómo Muir se había asustado hasta que Arnold dejó de mirarlo.

Arnold: «Bueno, eso está bien. Dijiste que querías «Agujas de Abeja Rana», ¿verdad?»

Fue una suerte que el hombre los encontrara, ya que ellos tenían los materiales. Parece que el hombre quería los materiales sin importar qué.

Su hija parece haber sido mordida por un insecto venenoso y él podría curarla con las agujas. Arnold no era lo suficientemente cruel como para permanecer en silencio después de escuchar tal historia.

El hombre entregó el dinero a Arnold y estaba muy contento. Hiiro se alegró de que el hombre también comprara los otros materiales como un agradecimiento.

«¡Gracias! ¡Ahora mi esposa y mi hija serán felices!»

«Bueno, eso es bueno.»

«¡Oh, soy Raab! ¡Vayamos a beber juntos la próxima vez que nos encontremos!» El hombre dijo antes de correr a algún lugar a toda velocidad. Hiiro miró a la parte posterior del hombre y pensó:

(Es como un tifón. Ese cabeza rapada …)

Hiiro y los demás miraron al hombre y, como pudieron intercambiar los materiales por dinero, no tenían nada más que decir.

 

Hiiro había estado aventurándose con Arnold durante varios días, pero como se les acababan las provisiones, decidieron detenerse en un pueblo cercano, [Palestos].

Tan pronto como entraron en la ciudad, Arnold comenzó a mirar inquieto como si estuviera buscando algo.

«No están aquí…» murmuró Arnold y acarició su pecho aliviado.

«¿Qué estás haciendo?»

«Ah, no, no es nada» dijo Arnold con una falsa sonrisa. Muir también miraba inquieta, había algo que sólo ellos dos sabían. Hiiro no quería escuchar más, así que no hizo ninguna otra pregunta.

Pasaron algunos vagones. Caminaron hacia la plaza y los vagones que los habían pasado antes estaban estacionados allí.

Hombres de túnica blanca salieron sucesivamente del vagón. Los habitantes del pueblo se quedaron mirando dudosamente al vagón, preguntándose qué estaba pasando.

Hiiro estaba actuando igual. Hiiro de repente vio que Arnold y Muir se habían puesto pálidos y estaba a punto de preguntar por la razón cuando oyó a Arnold murmurar para sí mismo.

Arnold: «… ¿Por qué incluso en un lugar como este …»

Arnold rechinó los dientes con frustración. Muir también se acurrucó hacia Arnold como para esconderse. Afortunadamente, mucha gente se reunió alrededor de la plaza por lo que las acciones de Arnold pasaron desapercibidas, pero …

Arnold: «Hey, Hiiro. Salgamos de aquí.»

«¡No se muevan!» Mientras Arnold susurraba en el oído de Hiiro, gritó uno de los hombres que llevaban las túnicas blancas. El hombre no estaba hablando con nadie en particular, estaba hablando con todos los que estaban reunidos en la plaza.

Túnica-Blanca: «A partir de ahora, cualquiera que se mueva será buscado primero.»

Hiiro frunció las cejas mirando con disgusto al hombre arrogante. Hiiro pensó en hacer algo con respecto a la situación, pero Arnold tiró ligeramente de su ropa.

Arnold: «Hiiro. No te muevas. »

«…¿ ?»

Mientras pensaba en por qué debía escuchar tales órdenes, Hiiro vio que el rostro de Arnold había palidecido así que sabía que la orden tenía una razón detrás de ella.

Arnold y Muir parecían temerle a algo.

Hiiro trató de hacerle la pregunta en su mente a Arnold, ya que era incómodo dejarla sin respuesta.

Túnica-Blanca: «¡Hay un『Beastman』en esta ciudad! ¡Venimos por aquí para atraparlo!»

Hiiro comprendió la situación al oír esas palabras. Él podía entender por el ambiente que estos tipos eran malos. Hiiro comprendió por experiencia que estos tipos odiaban a los『Beastman』.

Por eso Arnold y Muir se escondían para que sus identidades no quedaran expuestas. La otra parte parecía convencida de que había un『Beastman』 en esta ciudad.

(¿Ya se enteraron de Muir y el Viejo …?)

Hiiro pensó que lo más inteligente era huir de este lugar en lugar de esconderse. Pero Arnold y Muir no se movían.

No podía hacer nada por los dos, ya que estaban asustados, así que volvió a mirar a los hombres vestidos de túnica blanca. En la parte trasera de las túnicas blancas había un dibujo de una silueta de lobo con una marca en X sobre ella.

(¿Un lobo con una X? No … Ya veo, no es un lobo, es un『Beastman』con una X.)

La silueta del lobo representaba a los 『Beastman』 y la X encima de eso significaba que el grupo no reconocía la existencia de los beastman.

Los hombres de túnica blanca comenzaron a mirar a su alrededor. Hiiro miró a su lado para ver a Arnold sudando de su frente y Muir aferrándose a Arnold con los ojos cerrados.

Contempló con calma el vagón y prestó atención a las cosas que estaban apiladas en la parte trasera.

(¿Son esos … libros?)

Había cinco o seis libros allí de diversos tamaños. Los libros debían ser viejos ya que parecían haber sido utilizados bastante. Para el amante de los libros Hiiro, era algo que le gustaría leer.

『Inspeccionar 視』

Era increíble que una persona común como Hiiro pudiera usar esa magia, pero no se detuvo ante nada para satisfacer su deseo.

Podría investigar las portadas del libro con『Inspeccionar 視』; este caracter le permitía ver lejos como si mirara a través de un telescopio.

Hiiro tragó su saliva cuando vio lo que estaba escrito en los libros.

『Diario de viaje Gourmet ~ Cómo Caminar a través del Continente ~ ①』

El cuerpo de Hiiro temblaba. Tenía que leer ese libro por cualquier medio posible. Desde que ① estaba escrito en la portada del libro, también miró sobre los otros libros y como había pensado, había una secuela. Además, también vio un libro llamado『Estructura Mágica』 en la pila de libros que lo dejo intrigado.

Hiiro echó una ojeada al último libro, pero sólo pudo leer parte del título ya que uno de los hombres de túnica blanca se movió y se puso frente al libro.

(… No puedo comprobar el título de esta forma, realmente quiero saber lo que es.)

Hiiro no podía hacer ningún movimiento que llamara la atención, así que reflexionó sobre cómo podía leer el título, pero no pudo encontrar una respuesta.

 

(~Parte 2~)

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