Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (LN) Vol.5 – Spin-Off Beelzebub Capítulo 2

Capítulo 2: Comunicarse con mis Subordinadas es un Dolor de Cabeza

Había un inmenso letrero que decía MINISTERIO DE AGRICULTURA, y yo estaba de pie frente al edificio del cual colgaba.

«Así que este es mi lugar de trabajo…» Miré hacia arriba y retrocedí. «Súbitamente estoy trabajando en la oficina principal, y como la Ministra, por increíble que parezca…»

Me habían dicho que trabajar en el edificio del ministerio era mucho más difícil que trabajar en las organizaciones que se le conectaban y yo había estado planeando continuamente en trabajar no aquí sino que en la Organización de Políticas Agrícolas.

Alguna vez fue mi camino hacia la victoria…

«Ya no puedo regresar…no puedo renunciar tras dos o tres días; no tengo opción más que trabajar como la Ministra de Agricultura…»

Funcionarios burocráticos afanosamente iban y venían a mí alrededor como si fueran hormigas en su ardua labor.

Era una nueva era ahora con una nueva Rey Demonio y eso probablemente traería consigo bastante papeleo.

Lo observé todo por un tiempo.

Había cambiado mi imagen de un simple personaje con lentes a un demonio de alto nivel, no solo eso, pero nadie me reconoció como la ministra debido a que con suerte conocía a alguien. Eso lo hacía fácil.

Pero por otro lado, cuando entré al edificio, la gente me miró, preguntándose de quien podría tratarse.

«…Tendría que haber entrado por la puerta trasera…»

Subí los pisos por una escalera que no estaba siendo usada.

La oficina del ministro era un gran cuarto en el último piso. Fiu, logré llegar hasta aquí en secreto.

Entonces, cuando entré en la oficina—

Encontré toda una fila de funcionarios.

¡Todos ya estaban reunidos!

Vi toda clase de diferentes cuernos, como demonios que eran. Incluso vi a un Minotauro y un Ciclope entre ellos.

Todos se dieron vuelta para mirarme al unísono, observando mi llegada.

Esto era malo para mi corazón. Ellos tenían que estar preguntándose como un trabajador de tan bajo nivel había sido promovido a ministra y pensando en lo incompetente que era, estaba segura…

Entonces una mujer con unos cuernos bien particulares dio un paso hacia adelante.

«Disculpe. No la reconozco, así que debe ser la Ministra Beelzebub, ¿sí?»

«E-Efectivamente…se trata de mí, Beelzebub…»

«Entonces le pido que de unas cuantas observaciones dado que asume su puesto ahora. Oh, discúlpeme—Yo soy Fatla la leviatán, secretaría aquí en el Departamento de Agricultura,» dijo, sin sonreír.

Los leviatanes eran demonios de alto nivel en su propio derecho.

De momento, ella se asemejaba a un humano, pero había escuchado que la verdadera forma de un leviatán era como una nave de batalla aérea que podía transportar cientos de personas.

Así que ella tiene que ser una funcionara de carrera

Ya sabía lo que estaba pensando: Que terrible broma, hacer de una don nadie como esta en una Ministra.

Mi estómago comenzó a doler. Mi cuerpo no absorbería nada de lo que comiera ahora.

«Algunas observaciones iniciales. Muy bien. No quiero causarles problemas, así que terminaré rápido…er, lo haré corto, así que, quédense ahí.»

Era difícil interpretar un personaje arrogante ante oficiales que eran realmente importantes. Pero sería terrible si me mostraba como una tonta en el primer contacto.

De pie ante los oficiales. Caminar solo unos cuantos pasos para llegar a mi lugar fue espiritualmente agotador, como atravesar un pantano venenoso.

«Erm…Yo soy Beelzebub, y seré la Ministra de Agricultura a partir de hoy… A decir verdad, soy bastante impotente e incapaz de hacer algo de mucha importancia, pero creo que juntos, podríamos sobreponernos a esto…así que…»

¿Acaso eso estaba bien?

¿Pero me estaba llamando a mí misma impotente, acaso no estaba haciendo el ridículo? ¿Eso simplemente no los tentaría a subestimarme?

Creí escuchar a alguien cuchicheando.

Probablemente era pura paranoia, ¡pero definitivamente creí haber escuchado a alguien!

¡No tengo más opción que echarme flores ahora!

Extendí mis alas con un chasquido.

«¡Eso fue una broma! ¡He sido elegida para tomar este lugar por la omnisciente y omnipotente Rey Demonio! ¡Por lo tanto, poseo gran poder que los guiará! Así que, así que…emm… ¡De haber algo que no sepan o algún problema que puedan tener, vendrán a mí! ¡Yo resolveré brillantemente sus problemas como su superiora!»

«¡Siiiii!»

Los oficiales levantaron su voz en admiración.

Esa fue la respuesta correcta. Logré superarlo sin actuar servil.

Escuché susurros:

«Ella se ve como que sabe lo que hace.»

«Quizás ella realmente es de una familia de alto nivel.»

Mi primera impresión no fue mala.

«Quizás ella realmente es una experta en políticas.»

«Quizás ella fue, algo así como, la mano derecha del anterior Rey Demonio.»

«Uno puede vigilar bastante si se mantiene en los niveles inferiores.»

«¡Ella tiene que ser la razón por la que todos los escándalos de los oficiales de alto rango fueron expuestos al unísono!»

Mmm… ¡Ahora sospecho que me están sobrestimando!

«Me estaba preguntando qué es lo que íbamos a hacer con una mera trabajadora básica pero este no es para nada el caso.»

«Ella es un pez gordo encubierto.»

«Con ella, incluso podríamos ganar nuestras disputas con el Ministro de Hacienda.»

«Ella tiene que tener los siguientes 100, no, 200 años planeados para la raza de los demonios.»

«¡Larga vida a la nueva Ministra!»

Sus esperanzadoras miradas dolían más esta vez…

No soy una experta en políticas, ni siquiera en el peor de los casos

Yo solo era alguien de un pequeño y distante rincón del ministerio de agricultura. Yo solo tenía confianza en mis habilidades para hacer una variedad de tareas…ni siquiera estaba pensando en lo que sucedería en un mes más. Lo más que alguna vez pensé era si acaso iba a beber en casa o en el bar durante los fines de semana.

Yo pensé que tenía que comenzar a mostrar resultados acordes a un ministro de inmediato, de lo contrario las cosas podrían ponerse malas…

«Entonces pueden irse… Sigan con lo suyo ahora…»

Los oficiales salieron de la oficina del ministro.

Fiu, eso fue estresante. Finalmente estaba libre.

Pero todavía quedaban dos en el cuarto.

Una era la leviatán de antes, Fatla. La otra era una segunda leviatán que se veía bastante parecida a la primera.

«Bien hecho, Beelzebub-sama. Permítame volver a presentarme. Yo soy Fatla, la secretaría. Es mi trabajo asistir a la Ministra de Agricultura. Es un placer conocerla.»

Cierto, ella previamente había dicho que era una secretaria.

Oh rayos, ya tenía a alguien que era tradicional y rígida pegada a mí. No sería capaz de relajarme así…

«Sí. Es un placer. ¿Y quién es la que está a tu lado?»

La segunda chica levantó su mano en el aire. «¡Hola! Yo soy Vania la leviatán. ¡Soy la secretaria asistente y la hermana menor de Fatla! ¡Es un placer conocerla!»

Ya veo. Eran las hermanas quienes estaban asistiéndome. Sus personalidades eran exactamente opuestas.

«Correcto, correcto. Bueno—es un placer conocerlas a ambas.»

Estiré mi mano hacia Fatla. Un apretón de manos era la forma general de mostrar respeto.

Fatla agarró mi mano, todavía sin sonreír. Quizás así era ella normalmente.

Aunque, pedirle que sonriera no parecía ser la forma correcta de tratar este tema.

«A propósito, ¿Beelzebub-sama?»

«¿Qué?»

«Se ha sometido a una transformación bastante grande. ¿Este es su intento de debutar como ministra?»

Ella me golpeó justo donde dolía. El ataque llegó casi a la fibra sensible.

«Yo…no entiendo a lo que te refieres.»

«Esa manera de hablar suya es una mera fachada y puedo ver sus fallas saliendo a la superficie. Usted claramente se apresuró en crear esta fachada de carácter luego de ser forzada a la posición de ministra, ¿correcto? Usted estaba planeando vivir toda su vida como una perezosa trabajadora de bajo nivel, ¿verdad?»

Esta conversación estaba drenando mi magia…

«P-Por lo contrario… Ahora que soy una ministra, soy capaz de ser yo y, ya sabes, es como que la persona que siempre he sido está surgiendo a la superficie…»

«¿No me diga? Ya veo. Ahora lo veo.»

Esta leviatán no sonreía en lo absoluto, así que era difícil descifrar lo que estaba pensando. Pero por la evidencia circunstancial, sin lugar a dudas estaba siendo arrinconada…

«Mi único deber es asegurarme que la nueva ministra esté cómoda haciendo su trabajo. Hágame saber si hay algo con lo que pueda ayudarla.»

«Sí… Está bien.»

Nuestras manos seguían aferradas la una con la otra, pero Fatla no me estaba dejando ir.

Yo estaba por sobre ella en estatus, pero yo era de una familia de desaliñados demonios, así que estaba nerviosa frente a una leviatán.

«Sin embargo—»

Oh no. ¡Ese «sin embargo» me dijo de inmediato que todo lo que ella recién dijo no era como realmente se sentía!

«Yo no estoy trabajando debido a que usted esté pagando mi salario, Beelzebub-sama. Yo primero que nada soy una burócrata trabajando para apoyar nuestro país. Si usted no está calificada para el cargo de ministra y yo juzgaré que políticas agrícolas ha sufrido un retroceso, entonces tomaré las medidas más apropiadas.»

«Así que me vas a echar si es que no hago un buen trabajo…»

No hacía calor para nada, pero estaba comenzando a sudar.

¡Esto es terrorífico! ¡El mundo burocrático es terrorífico! ¡Quiero regresar a lo más bajo!

«No aprecio el término echar. Simplemente tomaré los pasos correspondientes para lidiar con la situación como una funcionaria pública,» Fatla continuó con su monótono tono de voz. «En el evento de cualquier error grande, sugeriré que lo haga público en lugar de intentar encubrirlo; le interrogaré si veo alguna contabilidad deshonesta; sugeriré que deba renunciar si se descubre que es incapaz de aguantar el peso de los deberes como ministra debido a que está indispuesta—y cualquier otra medida que estime necesaria.»

¡Waaaah! ¡Ella realmente me va a echar!

«Y por lo tanto estaría perfectamente bien si me considerara como una secretaria cualquiera.»

¡Esto es intimidación! ¡¿Qué se supone que haga si mi propia secretaria es mi enemiga?! ¡Esto es como poner al Rey Demonio en el equipo del Héroe! ¡Quiero renunciar!

Pero si renuncio, entonces la Rey Demonio sería responsable por seleccionar a alguien nuevo, y sospecho que sería borrada de la existencia por el crimen de mancillar el nombre del Rey Demonio. No había verdadera seguridad de que estaría a salvo si es que renunciaba.

No había forma de escapar…

«Entiendo. Después de todo, he pasado 1500 años en el fondo del ministerio. Yo no soy una completa novata. ¡Haré todo lo que esté en mi poder!» le dije rápidamente.

Pero ella seguía hablándome con intensidad.

«Muy bien. Sinceramente espero que tenga razón.» Fatla finalmente me soltó.

Estas hermanas leviatán no eran mis asistentes. Me estaban monitoreando.

Una vez que mi apretón de manos con la hermana mayor finalizó, la menor, Vania, inmediatamente dio un paso hacia adelante y me estrechó la mano.

«¡No puedo esperar para comenzar, jefa!»

«Sí, por supuesto.»

Tenía que mantener mi guardia en alto—ella podría estar actuando toda alegre y amistosa cuando en realidad era la mente maestra detrás de todo.

En las novelas de acción que leí en el pasado, entre más el personaje sonreía, más fuerte era, y no se le movería ni un pelo a la hora de matar a otros.

«Muy bien, entonces, jefa. Hay algo que necesito que elija.»

«¿Y qué podría ser…?»

No sabía si estaba siendo probada o algo así, así que estaba extremadamente intranquila.

Vania me mostró un pedazo de papel.

«Necesitamos contactar pronto a los comerciantes que vienen a dejar los almuerzos. ¿Cuál quiere, jefa?»

¡Estas opciones no tenían nada que ver con el trabajo!

«Vania, puedes dejar esto para más tarde…»

Fatla, la hermana mayor, la miró con molestia, silenciosamente pidiéndole que no arruinara el ambiente.

«¿Queeee? ¡Si pedir lo que uno quiere para el almuerzo es importante! Te ayuda a darte un impulso extra en la mañana.»

La hermana menor tenía la energía de un trabajador de puesto básico. De seguro había toda clase de personas en la escalera corporativa…

«Entonces…supongo que pediré el revuelto de bistec con vegetales…»

«¡Está bien! ¡Enviaré la orden de inmediato! Oh, y a propósito, soy muy buena cocinando, así que siempre y cuando me lo haga saber de antemano, puedo hacerle el almuerzo una vez a la semana.»

«¡Ese no es el trabajo de una secretaria!»

La hermana mayor, Fatla, estaba nuevamente enojada.

¿Quizás habían sido designadas juntas como secretarias debido a que se cancelaban entre si y trabajaban bien como un par?

Mi trabajo como ministra de agricultura comenzó en ese día.

Mi principal trabajo era firmar cosas.

El firmar en si solo tomaba la fracción de un segundo en hacer, pero cuando se trataba de asuntos que necesitaban la aprobación del ministro, el asunto en si tenía algo más de peso y ocasionalmente involucraba el movimiento de grandes sumas de dinero. No podía simplemente hacer unos cuantos garabatos sobre estos y darlo por finalizado.

Habiendo dicho eso, si vetaba todas las cosas que habían sido consideradas como aprobadas hasta este punto solamente porque yo estaba en la cima, me haría de ello una tirana.

Y por lo tanto tenía que firmar las cosas mientras revisaba cuidadosamente los contenidos.

Afortunadamente, tenía una secretaria muy conocedora conmigo, así que eso me lo facilitó.

Fatla era la burócrata perfecta.

La nueva Rey Demonio tuvo que haber dicho algo previamente a estas designaciones de personal, así que ella quizás las puso aquí como mi apoyo personal, sin importar de lo que Fatla pensaba.

» Esta granja no debería presentar ningún problema, ¿sí? Aunque, creo que podrían producir esto de forma más barata.»

«Puede revisar cualquier cosa relacionada con el presupuesto en el documento adjunto.»

«¿Puedo preguntarte algunas cosas sobre este formulario de autorización?»

«Ciertamente. Sin embargo, no hay mucho tiempo para meditar sobre ello, así que decídase rápido.»

En pocas palabras, yo diría que lo estaba haciendo bastante bien. Pero no estaba exactamente entusiasmada sobre ello; simplemente estaba desesperada. No había espacio para que hiciera un trabajo descuidado y perezoso.

Durante los primeros tres meses, dediqué un montón de tiempo intentando entender el actual estado de la administración agrícola.

Almorzaba con las personas por debajo de mí que eran responsables de asuntos relevantes, tanto como me era posible y luego examinaba cada uno de los problemas de cada departamento y lo que ellos percibían como problemas.

Solo podía hacer lo que me era posible, así que eso hice.

Puse todo lo que aprendí en mis notas.

Era un montón de problemas, pero terminé creando volumen tras volumen de notas. Esta era mi estrategia para lidiar con cosas, una que había cultivado cuando fui una empleada de bajo nivel.

Escribe y recuerda. Escribe y organiza.

Cuando las cosas se sentían difíciles y confusas, estas podían ser conquistadas de esta manera.

¡Descubre una estrategia para lidiar con ello y entiende los precedentes!

Seis meses se fueron en un abrir y cerrar de ojos.

«Usted es una verdadera neurótica por las notas, Beelzebub-sama,» Fatla me dijo mientras revisaba documentos en un escritorio a un lado mío.

Ella estaba haciendo que su hermana menor, Vania, hiciera trabajos más domésticos, como el ir a buscar documentos.

No era demasiado extraño para su posición, dado que era una secretaria de nivel inferior y ella personalmente disfrutaba ir de un lugar a otro.

«Así es mucho más difícil para mí el olvidarme de las cosas cuando las escribo con mi propia letra de esta forma. Sin importar cuantos documentos reúna, tendría grandes problemas recordando el estilo del gobierno. Si hago una lista de todas las cosas en la biblioteca, puedo encontrarlas inmediatamente; no sería capaz de hacerlo sin una, ¿verdad? Es el mismo principio.»

Me había acostumbrado bastante a mi forma de hablar grandilocuente de ministra tras los seis meses.

Y para ese momento, no había cometido ningún gran error. Todavía no había sido llevada a un juicio político, por lo menos, así que supongo que eso significa que lo estaba haciendo bastante bien.

No había tenido oportunidad alguna de hacer algo inapropiado, así que no estaba involucrada en lo más mínimo en la corrupción. Bueno, yo no pertenecía a ninguna facción, así que supongo que había poco que ganar al abusar de mi poder…

» Ya veo. Usted es de una clase diferente a todos los ministros anteriores, Beelzebub-sama.» Fatla terminó de revisar y ubicar los documentos en mi escritorio. «Todos ellos siempre estuvieron ansiosos de ser políticos—o debería decir, ansiosos de blandir el poder que habían acumulado. Quizás era un hecho, considerando que esta es la posición más alta que podrían alcanzar sin tener la sangre del Rey Demonio, pero a cambio, ellos tendían a ser negligentes con el trabajo esencial.»

«Eso se debe a que comencé desde lo más bajo—bueno, en verdad es más como que salté desde ahí derecho a la cima. Por supuesto que mi perspectiva es diferente.»

Recientemente, había comenzado a ser capaz de ubicar donde estaba lo esencial del documento en medio de todo el complicado lenguaje. La práctica lo era todo. Determiné que no había problemas y le puse mi firma.

«Siendo honesta, le dije algunas cosas duras cuando nos conocimos por primera vez, pero ahora me doy cuenta que mis comentarios fueron injustificados,» Fatla dijo de pronto. Ella se puso de pie frente a mí, para a continuación hacer una reverencia con su cabeza. «Por favor perdóneme por haberla puesto a prueba.»

Tras esto volví a llevar mi mirada de regreso a los documentos. No era nada por lo que disculparse.

«Es simplemente natural preocuparse que una desconocida repentinamente fuera la ministra de agricultura. Si bien no fueron tan abiertos como tú, otros ciertamente estaban pensando lo mismo. Si un novato se enoja al ser llamado novato, entonces una vaca bien podría enojarse por ser llamada vaca.»

«Gracias.» Fatla volvió a inclinar su cabeza.

Creí ver una pequeña sonrisa en su rostro, pero no pude realmente darme cuenta debido a que estaba concentrada en el papeleo.

«No es necesario que me des las gracias. Ahora regresa al trabajo. Luego de que hagas un poco más, deberías tomarte algo de tiempo libre y pasarlo con tu hermanita. Yo puedo mantener las cosas andando sin problemas por un día sin una secretaria. Tengo la mayoría de las cosas memorizadas ahora.»

«Muy bien. Me esforzaré en igualar su proeza administrativa, Beelzebub-sama.»

«Dudo que haya mucha diferencia entre nuestras habilidades.»

«No, usted realmente es la más capaz de todos los recientes ministros de agricultura, Beelzebub-sama.»

Eso probablemente se debía a que no conspiraba con el resto de los oficiales de alto rango.

El rol de un trabajador en el fondo era solamente hacer tareas administrativas a medida que la situación lo requería. Cuando alguien escalaba de tal posición, las personas comenzarían a tirarse entre sí toda clase de proyectos que hicieron en su momento.

Yo seguía siendo una oficinista de corazón. Actuaba toda petulante por el espectáculo, pero no había cambiado la forma en que vivía.

«Habiendo dicho eso, siempre es cerca de la marca de los 6 meses tras comenzar un nuevo trabajo que las personas tienden a bajar la guardia y cometer grandes errores, así que por favor tenga cuidado.»

«Sí, por supuesto. Entiendo, todavía no estoy lo suficientemente relajada como para descuidar mi guardia.»

Ahora bien, lo que seguía era hacer algo de trabajo relacionado con la construcción de un centro de vivero de semillas. Muchas personas iban a ser removidas de la tierra como parte de dicho proceso, así que tenía una gran cantidad de valiosos documentos esperando mi consentimiento para remover a los residentes del lugar.

«¿Mmm? Todos los documentos que tendrían estar aquí desaparecieron.»

Las cosas que había dejado junto al lugar de Vania a mi izquierda habían desaparecido.

Vania se había levantado de su asiento, quemando documentos que ya no necesitábamos en el horno.

» Vania, la pila de documentos para el vivero de semillas desapareció. ¿Dónde están?»

«¿Huh? ¿Pensé que ya no los necesitaba? Usted siempre pone los documentos que no necesita a su izquierda, ¿verdad?»

«No, los ubico en el espacio libre a mi izquierda debido a que toman tiempo revisarlos por completo.»

El rostro de Vania palideció. “Y-Y-Y-Y-Y-Yo los quemé…”

«¿Qué hiciste queeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

¡La persona que bajó la guardia tras los 6 meses tras tomar el puesto no fui yo sino mi secretaria!

Vania cayó de rodillas y Fatla la levantó con la cara en blanco. No había emoción en su rostro, pero pude sentir que estaba furiosa.

«Se supone que tienes que darle una segunda revisada a todos y cada uno de los documentos que tomas de este cuarto antes de destruirlos. ¿Hiciste eso?»

«P-Perdón… Pensé que eran de la pila de descartados…»

«Esta es una gigantesca falta de responsabilidad. Es más que seguro que serás degradada y de acuerdo a los precedentes, puede que te hagamos presentar la renuncia por iniciativa tuya.»

«Espera, ¿estoy despedida? ¿Me van a despedir…?»

«Esos papeles incluían documentos solicitando el consentimiento para remover más de 50 casas civiles, a la vez de varios otros asuntos relacionados. Tomaría una inmensa cantidad de tiempo el ir donde cada una de las personas para escribirlo todo de nuevo, pidiendo por favor y dando las gracias. En el peor de los casos, esto podría llevar al retraso en la construcción por 1 o 2 meses…» La voz de Fatla estaba subiendo de tono más y más. «¡Renunciar es lo mínimo que deberías hacer!»

La mano de Fatla lentamente se fijó alrededor del cuello de Vania.

Esa era la mano de un leviatán, así que su agarre probablemente era increíblemente poderoso.

«E-erm… ¿Onee-chan, no hay alguna forma de llegar a un acuerdo amigable…?»

«Tú tendrás que recibir toda la culpa. ¡De lo contrario, la responsabilidad recaerá sobre los hombros de Beelzebub-sama! ¡Secretarias han desaparecido luego de recibir la culpa por tales incidentes! Aunque supongo que la secretaria realmente tuvo la culpa esta vez…»

Las manos de Fatla estaban temblando.

Definitivamente era difícil para ella decirle tales cosas a su hermana.

Pero también era cierto que necesitábamos un chivo expiatorio en este incidente. No se resolvería por sí mismo.

Oh bueno.

Lentamente me levanté.

En ese caso, simplemente tendríamos que crear un chivo expiatorio.

«Fatla, reorganiza mi horario. Una vez que estimemos cuanto tiempo esto atrasará el proyecto, nos iremos a disculpar con cada parte. La mayoría de las personas no tendrán más opción que perdonarnos. Si la misma ministra va, dudo que alguien quedará mal.»

«P-Pero usted no hizo nada malo en este asunto, Beelzebub-sama…,» Fatla dijo dubitativa.

Era su propia pariente quien había cometido el error, así que probablemente era especialmente difícil para ella el defenderla.

«No seas tonta. Es el trabajo del jefe el responsabilizarse por sus subordinados. Tuve muchos jefes haciendo una reverencia en disculpa por mi parte cuando era una funcionaria novata. Ahora yo debo ser quien se disculpe. Si todo lo que hago es ofrecer una disculpa, ¡entonces no hay nada más que necesites hacer!»

Solo necesitábamos tener lista esta tontera y quitarla de nuestro camino.

«Ahora, Fatla, crea la documentación necesaria. Entre más rápido nos disculpemos, menos daños habrá. Y mientras estamos en eso, también crearemos medidas preventivas para asegurarnos que esto no vuelva a ocurrir. No debería porque haber más problemas si solo ubicamos los documentos designados para ser destruidos en un escritorio aparte.»

«¡S-Sí!» Fatla tensó sus hombros y respondió con una voz aguda y forzada.

«Pero primero, respira profundamente. Eso es todo.»

Fatla inhaló profundamente como le fue ordenado y luego exhaló profundamente.

«Entendido, desarrollaré medidas correctivas de inmediato.»

Más tarde, Vania y yo visitamos a cada una de las partes involucradas, disculpándonos por la pérdida de documentos y pasamos casi todo el tiempo con nuestras cabezas inclinadas hacia el piso.

La ministra en persona apareciendo a causa del incidente tuvo un tremendo efecto y se entendió que estaríamos re-creando los documentos de manera interna en el ministerio.

Así, fuimos en un peregrinaje de disculpas, y gracias al eficiente horario de  Fatla, no hubo mucho daño en materia de tiempo.

Era en momentos como estos que estaba agradecida de poder viajar sobre los enormes cuerpos de los leviatanes.

Pero yo no podía ir demasiado rápido, así que me aferraba a Vania cuando íbamos a ciertos lugares.

Finalmente terminamos de disculparnos y de recrear los documentos tras dos semanas y de alguna forma logramos ponerle fin al asunto sin retraso alguno en la construcción.

«¡Fiu, finalmente se terminó!»

Luego de que hubiera revisado de cabo a rabo todo el formulario recreado, estiré mi cuerpo y alas.

Fatla se estaba estirando también en su propio asiento.

«¡No es necesario que sigas inclinando tu cabeza, Vania! ¿Cuántas veces crees que ya lo has hecho en total esta vez?» le dije, intentando hacer una broma—

Pero cayó en oídos sordos.

«Yo…Yo estoy realmente arrepentida, lo lamento mucho…»

Cuando Vania había ido conmigo a disculparse, ella había estado asustada y nerviosa todo el tiempo, como una rana frente a una serpiente.

Yo no lo habría aprobado si ella hubiera estado riéndose todo el tiempo mientras nos disculpábamos, pero el constante pesimismo también hacía las cosas difíciles.

Esta era una de esas veces cuando debía actuar como una jefa. Le di unas palmaditas en el hombro a Vania y dije: «¿Estás libre hoy? Me gustaría que bebieras algo conmigo— ¿Qué te parece?»

«E-Está bien…» La cara de Vania palideció aún más.

Esperen, no me digan ¿Quizás los jefes no se supone que inviten a sus subordinados a beber en esta época…?

No llevé a Vania a una ruidosa taberna sino que en su lugar a un elegante bar.

Había escuchado de mis trabajadores que este lugar tenía buena reputación.

«Pide lo que quieras. La comida aquí es bastante buena.»

Pero incluso tras haberla traído hasta aquí, Vania estaba más tensa que nunca. Casi la confundí con una gárgola en lugar de un leviatán.

«Relájate. Tú eres bastante importante—tomate tanto espacio como necesites.»

«N-No puedo…»

¿Hmm? Que extraño. Había leído en un libro de cómo ser jefe que estos trataban a los demás alegremente en tiempos como este, pero esto se sentía más y más como un funeral…

¿Acaso ella temía que yo me jactaría sin parar sobre el pasado o la obligaría a dividir la cuenta en un restaurant tan caro?

Yo iba a pagar por todo. Y dado que había sido una trabajadora del nivel más bajo, no había nada por lo que jactarse. Por la forma en que estaba actuando, tenía la sensación de que ella estaba asustada de algo más.

¿Qué más podría ser?

¿Quizás ella había cometido un error aún más grande…? Si así fuera, entonces no estaba segura de cuanto más podría encubrirla…

«Si hay algo que te aqueje, puedes hablar. Es por eso que vinimos aquí. Mis labios están sellados. Después de todo, soy tu jefa.»

Ahora tenía subordinados. ¡Debía actuar como se suponía que un jefe lo haría!

«E-E-Está bien…entonces permítame preguntarle directamente…»

«E-Está bien…»

«Umm… ¿Me va a degradar, verdad…?»

Casi me caí del taburete. «¿A qué te refieres con, ‘verdad’? ¿Cuándo siquiera mencioné algo sobre degradarte?»

«Quiero decir, he mancillado su nombre con todo este incidente…pensaba que alguna forma de represalia era inevitable…»

«¡Espera, espera, espera! ¡Eso no tiene sentido! ¡¿Por qué crees que fui y me disculpé contigo?!»

¡Que espanto! ¡No le estaba pidiendo que estuviera agradecida ni nada por todo lo que hice por ella; solo quería que estuviera feliz de que no había sido castigada!

«Eso es lo que pensé al principio, pero…entonces usted me invitó a un restaurant tan caro, así que pensé, ‘Oh, ella va a anunciar el fin de mi carrera administrativa…’.»

¡¿Así es como lo interpretó?!

«Y entonces comencé a imaginarme toda clase de cosas, tales como que sería puesta en un cuarto sin ventanas para contar el número de papeles rechazados…»

«No existe tal trabajo.»

«Pasé todo este tiempo pensando: ‘Quizás está bien debido a que todavía me pagarán; quizás es mejor que renunciar; no esperen, quizás debería simplemente renunciar y listo…»

¿Acaso eso no iba contra su obligación de darle su completa atención a su deber?

Le di unas palmaditas en el hombro.

«Waaaah…la legendaria palmada en el hombro… ¡Lo sabía me van a degradar! ¡Me van a enviar a las lejanas e inhabitadas tierras del norte y me ubicarán en un mostrador donde nadie irá jamás!»

«Necesitas dejarlo pasar de una buena vez.» Me engullí algo del costoso alcohol. «Mira, te invité a beber el día de hoy debido a que te veías desanimada. Bebe tanto como quieras para olvidar tus problemas. Eso es todo lo que quería decir.»

«En-Entonces… ¿No me va a degradar…?»

«Por supuesto que no. Bebe y olvídate del dolor del pasado. Pide con confianza; ¡Yo pagaré todo!»

» …Jefa… ¡¿Usted es un Dios?!»

«Para nada. Soy una demonio.» Le sonreí como un demonio de alto rango.

Esa fue la primera vez en mi vida que traté a alguien como un jefe verdadero haría.

Yo también estaba madurando.

No me molestaba mi vida en lo más bajo, pero quizás la vida de un ministro no sería tan mala después de todo.

 

—Dos horas más tarde.

Atravesé la ciudad con una Vania ebria sobre mi espalda. «Jamás había esperado que ella me causara problemas de esta forma…»

«Eh-he-he-he…alcohol, alcohol…»

Vania había perdido el conocimiento por completo, así que tuve que llevarla a casa. Hice tales cosas cuando era una mera funcionaria pública y mis jefes bebían hasta quedar inconscientes, pero pensar que haría esto como ministra de agricultura…

Quería volar para llevarla a casa, pero yo también estaba ebria. Causar un accidente mientras volaba bajo la influencia del alcohol habría sido un gran delito…

De alguna forma logré llegar al distrito residencial, y ahí estaba Fatla, de pie en la esquina.

«Lo lamento tanto, Beelzebub-sama. Mi hermana es tan irresponsable…» Ella hizo una reverencia con una agotada apariencia.

«Tú también has estado encargándote de bastante trabajo, ¿verdad? Pero puedo ver claramente porque fuiste escogida para ser mi secretaria.»

«¿A qué se refiere?» Ella me miró inquisitivamente.

«Tus manos están bastante llenas encargándose de tu hermana menor. Es por eso que te consideraron capaz de manejar a una ministra que no sabía para donde iba la cosa.»

La boca de Fatla se abrió a causa de la sorpresa.

Ella me había tratado bastante bruscamente al principio pero siguió siendo una sólida asistente tras eso. Ella trabajaba duro, exactamente como se necesitaba de ella como una buena secretaria.

De otro modo, mis esfuerzos por si solos serían insignificantes; y mi trabajo como ministra no habría sido muy efectivo.

Si Fatla no hubiera creado contramedidas para el error de Vania esta vez, las cosas se habrían complicado por mucho más tiempo. Y si eso hubiera pasado, probablemente habría tenido que deshacerme de la problemática secretaria después de todo.

«Fatla, ¿tú crees que podré convertirme en una ministra lo suficientemente buena para quien tú puedas servir?»

«Hasta este momento, usted está a un 75% de eso.»

Yo quería 80, pero seguía siendo una nota de aprobado.

«Ahora haz algo sobre tu hermana.» Le entregué a Vania.

«Beelzebub-sama, estoy realmente agradecida de que sea nuestra ministra.» Fatla me dio una gentil sonrisa natural.

«Y la próxima vez, también te llevaré a un buen lugar.»

La brisa nocturna camino a casa se sintió perfecta.

Creo que estoy comenzando a disfrutar de mi vida como Ministra de Agricultura.

El Fin.

 

 

 

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