Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (LN) Vol.5 – Spin-Off Beelzebub Capítulo 1

Capítulo 1: Fui Promovida desde lo Más Bajo hasta Ministra

Mi nombre es Beelzebub.

Mi nombre me hace sonar importante, pero en realidad, es un nombre demasiado importante para mí. Alguna vez le perteneció a un gran demonio del pasado y me dieron ese nombre, corriente como soy, para que así algún día pudiera alcanzar esas mismas alturas.

Durante los últimos 1500 años, he estado simplemente trabajando de manera silenciosa y sucinta como funcionaria pública para el gobierno demoniaco.

El puesto que tomé estaba en la Organización de Políticas Agrícolas, la rama más baja del Departamento de Agricultura.

Para ponerlo de manera simple, era un lugar que creaba proyectos y producía información para la administración agricultural del país. Durante 1500 años, yo fui una empleada ahí—básicamente la más baja de los más bajos burócratas. Uno podría creer que mi registro era terrible o que mi actitud en el trabajo lo era, pero eso no era así. Yo me había detenido ahí intencionalmente.

El departamento de recursos demoniacos se me acercó, ocasionalmente sugiriéndome convertirme en directora por lo menos, pero decliné todas sus ofertas. Les dije que yo no poseía aquellas habilidades.

De acuerdo a las reglas que gobernaban a los trabajadores públicos, si la persona en cuestión se negaba al ascenso, ellos serían capaces de mantenerse en su puesto. Jamás podría ser despedida, ¡debido a que era una oficial de gobierno!

¡Iba a seguir viviendo como una relajada empleada del montón sin responsabilidades!

Algunas personas eran aptas para una vida emocionante y competitiva, y algunos no. Yo era el segundo caso, tampoco sentía ganas de invocar el impulso para escalar la escalera burocrática hasta la cima.

Era demasiado problema, así que tampoco tenía la confianza para empezar una familia.

Y así me concentré en trabajar como la empleada menos importante—o, como dicen: «de lo más bajo.»

Ni siquiera tenía el calibre para ponerme en frente de la gente, mucho menos por sobre ellos. Yo lo sabía mejor que nadie.

Vestía ropas que eran más feas que el promedio y mi cabello estaba recogido solo debido a que su crecimiento me molestaba. Y aunque mi vista era perfecta, usaba lentes para destacar aún menos.

Yo era simplemente alguien en la oficina. Jamás fui el tema de chismorreo en el lugar de trabajo, y si desapareciera, muy poco cambiaría. Por supuesto, los hombres con los que trabajé jamás siquiera me consideraron como un objeto de interés romántico.

Logré presentar mi estilo de vida en las sombras, sin ser detectado, por 1500 años Era mi forma de protegerme a mí misma.

Mi único error de cálculo fue que mis compañeros de trabajo casualmente me pedían ayudar a mí debido a que era tan simple, pero lo soporté como algo inevitable.

Verán, las atemorizantes y dominantes mujeres atrapadas en la gerencia intermedia jamás le pedirían ayuda a una empleada por debajo suyo. Y un hombre siempre dudaba cuando se trataba de pedirle cosas a una hermosa compañera de trabajo soltera. Alguien podría sospechar que él se habría interesado en ella. En ese aspecto, yo no tenía que ver con las políticas de la oficina y era ajena a la lucha por el éxito.

No solo eso, pero con mi inexistente sentido de la moda, parecía que había dejado a un lado por completo mi femineidad.

Tanto hombres como mujeres me veían andrógina y se me acercaban sin dudarlo.

Y como resultado, me transformé en la persona a la que todos iban a ver cuando estaban en problemas.

A mi derecha, tendría un empleado que no sabía dónde estaba el cuarto de archivos, así que iría con ellos a mostrarles donde estaba; a mi izquierda, tendría a alguien destruido por los requisitos más que peculiares a la hora de enviar cualquier documento por parte de su jefe, así que yo usaría mis 1500 años de experiencia laboral para ayudarles.

Usualmente recibía un dulce como gracias. Para trabajos más grandes, usualmente obtenía un trago en el bar.

Quiero decir, eso estaba bien. Estaba totalmente de acuerdo con eso, si la alternativa era escalar rangos y verme rodeada de más responsabilidad.

Y por eso, creo que era bien querida al interior de la oficina.

Mi poco refinado estilo de vida simplemente empeoraría cuando regresaba a mi apartamento de soltera.

¡Cuando llegaba a casa, de inmediato me pondría mi pijama ancho!

¡Y luego me recostaría en el piso!

Y si mis zapatos estaban sucios, me los quitaba. «Sin zapatos» era la regla de mi casa.

En la mesa habría botellas y copas vacías de alcohol y nueces para comer. La pila de libros en la esquina de mi cuarto estaba colapsando, pero todavía no los había devuelto a su lugar.

Si una amiga viniera, esta se devolvería de inmediato, pero siendo honesta, no tenía el coraje para invitar a alguien aquí en primer lugar. Ni siquiera quería invitar a mi familia.

Pero este poco entusiasta estilo de vida era más que apto para mí. Mi personalidad era perfecta para estos perezosos e inalterables días.

No estaba equivocada. Si podía vivir mi larga vida relajadamente de esta forma, lo consideraría una victoria. Quizás uno debería llamarlo «en estado de victoria.»

¿Y no era agradable el simplemente emborracharse en casa sin que nadie te regañara?

A la mañana siguiente de mi día libre, la luz que atravesaba mi departamento en decadencia me despertó. Pero—

«Me quedé hasta muy tarde ayer ayudando a la gente. Quizás debería dormir un poco más…»

Esa mañana me volví a quedar dormida, luego finalmente desperté de verdad con el pelo totalmente revuelto como si hubiera estado sobre la almohada.

«¿Qué debería hacer hoy? Primero iré al restaurant por fideos infernales picantes para el brunch

Ese lugar ofrecía grandes porciones y nos permitía añadirle extra picor gratis durante la hora del almuerzo.

«Luego elegiré algo de la librería—parece que hoy lloverá, así que regresaré más temprano y de ahí simplemente puedo comer de la cacerola infernal y el pan que hice ayer…supongo que estaré bien siempre y cuando esté comiendo comida picante.»

El saborear las pequeñas cosas era una buena forma para vivir, en mi opinión.

A veces sentía como si las cosas pequeñas eran demasiado pequeñas, pero los grandes sueños simplemente me dejaban exhausta.

Yo nací como la hija de un par de verduleros y pasé algo de tiempo ayudando en la tienda y luego de que alcancé una edad adecuada para un demonio de larga vida, tomé una prueba y me volví empleada pública. Era indiferente a la escalera de la promoción en este punto. Siendo honesta, carecía de cualquier interés en cuanto a escalar en el mundo o volverme importante.

Bostecé mientras deambulaba por el pueblo del Castillo Vanzeld.

Y mientras caminaba a lo largo del camino del mercado, vi un afiche:

¡CORONACIÓN DEL NUEVO REY DEMONIO EN EL DÍA X DEL MES X!

Ah, efectivamente. Finalmente era hora de la sucesión.

Ahora que la guerra con los humanos había llegado a un cese al fuego y la trastienda ya casi había finalizado, el Rey Demonio aparentemente pondría a su hija en el trono.

Su nombre es Provato Pecora Ariés, creo.

Había escuchado que ella era joven y se inclinada por las reformas. Debido a eso, las personas en la cima de la organización eran aprensivas acerca de que ella pudiera interferir con el estatus quo de los empleados públicos en base a sus caprichos.

Cuando un nuevo Rey Demonio era coronado, este usualmente le pasaba el bisturí a la burocracia con el fin de renovarla. El Ministro de Agricultura en la cima del departamento probablemente cambiaría, pero, bueno, eso no tenía nada que ver conmigo. Yo haría mis cosas en silencio. No había que luchar por poder en el fondo del pozo. En primer lugar yo no tenía nada de poder.

Me engullí mi porción extra grande y picante de pasta en mi lugar habitual.

Una pareja de demonios caminaban de la mano en frente de la librería. Eran demasiados tortolos; probablemente romperían en 6 meses. Deberían tener más cuidado para así no profundizar las inevitables heridas.

Suspiré mientras guardaba mi advertencia en el corazón.

Algunas personas ahí afuera simplemente tenían brillantes vidas.

Y así el día de la coronación de un nuevo Rey Demonio llegó.

Nosotros los empleados públicos asistimos para dar nuestras alabanzas al nuevo monarca en el escenario.

Ella era joven. Mucho más joven de lo que me imaginaba.

La nueva Rey Demonio tenía un par de cuernos como de oveja creciendo de los costados de su cabeza y usaba un vestido negro para la ceremonia. Ella me pareció que era una chica bien educada, pero se veía tan parecida a una niña que escuché voces de preocupación a mí alrededor.

Yo entendía sus opiniones; las cosas podrían resultar difíciles si el Rey Demonio no era un individuo curtido en mil batallas, aun si ya no hubiera actualmente guerra con los humanos.

«Yo soy la nueva Rey Demonio, Provato Pecora Ariés. Espero trabajar junto a todos para crear una nación aún mejor.»

Su insípido y genérico discurso político finalizó.

De todas formas, si ella pudiera seguir una plantilla de esa forma, al menos debería mantener el estatus quo.

Desde la perspectiva de los empleados públicos, eso sería lo ideal—

Y entonces.

La nueva Rey Demonio súbitamente me miró a la cara.

Yo estaba de pie, bastante, pero bastante lejos detrás del ministro de agricultura y aun así sentí que me estaba mirando directamente a mí. No, tenía que estar imaginándome cosas. La nueva Rey Demonio jamás miraría a una obrera de bajo nivel como yo. Nuestros ojos simplemente se encontraron mientras ella escaneaba a la audiencia.

«Y ahora, me gustaría anunciar a cada uno de los nuevos ministros del cabinete~ Creo que nuestro nuevo personal será más joven que nunca.»

Lo que ella dijo era algo demasiado común.

Lo que había dicho significaba que ella estaba separándose de las viejas costumbres, pero era normal promover a los poderosos miembros de alguna facción en algún lugar.

Si ellos tenían algún interés, el ministro sería elegido dentro de la misma facción que había apoyado al anterior Rey Demonio, o posiblemente de otra facción.

De acuerdo a las reglas, incluso alguien de bajo nivel podía escalar a una posición superior, pero eso no era nada más que palabrería. Cada posición en la cima estaba y siempre pertenecería a la clase privilegiada. En especial, un título nobiliario era necesario para ser ministro.

«Primero, nuestro Ministro de Relaciones Exteriores será Nastas. Siguiente, el Ministro del Interior será Velts; el Ministro de Económia será Vector…»

Ella leyó un nombre tras otro. Parecía que los demonios designados no tenían idea de los anuncios de antemano, así que algunos de ellos hicieron poses de victoria tras escuchar sus nombres.

Todos parecían fuertes. Si la guerra con los humanos seguiría en progreso, entonces ellos probablemente serían despachados a algunas torres de por aquí y trabajar desde ahí como jefes.

La nueva Rey Demonio ofreció simples explicaciones con respecto al porque seleccionó a estas personas primero como ministros.

Yo no les presté atención mientras pensaba acerca de que facción provenían.

Ella estaba nombrando ministros de todas las facciones. Quizás eso significaba que la autoridad de la nueva Rey Demonio era débil.

«Ahora, regresaré a los nombramientos. El Ministro del Trabajo será Chanoir; el Ministro de Salud será Mix…»

Los trabajadores del fondo del barril no estaban interesados. Muchas personas a mi alrededor comenzaron a bostezar. Después de todo, nada de esto nos afectaba a nosotros personalmente.

«…La Ministra de Agricultura será Beelzebub…»

Al principio, no entendí realmente lo que había dicho.

A decir verdad, puede que sea mejor decir que la ignoré. Era imposible que esto tuviera que ver conmigo.

Beelzebub era el nombre de un gran demonio del pasado, así que no sería extraño escuchar que otro funcionario público tuviera el mismo nombre. Probablemente era alguien más; alguien importante dentro del departamento de agricultura.

Pero todos mis compañeros de trabajo de pie enfrente mío se dieron vuelta para mirarme completamente incrédulos.

«Esperen, ¿ella puede hacerlo?»

«¿Cuántos rangos vas a subir?»

Todos estaban pensando que yo sería la Ministra de Agricultura…

«¡Esperen, esperen! ¡Esto tiene que ser un error! ¡Yo siempre he estado en lo más bajo; yo no puedo ser ministra!» grité con convicción.

¡Tal cambio de personal era impensado!

Pero la nueva Rey Demonio prosiguió con su explicación.

«Beelzebub ha trabajado fielmente por mil quinientos años en políticas agrícolas. Ella a su vez ha ayudado a muchos de sus compañeros de trabajo y es extraordinariamente popular. En el pasado, hemos recibido muchos comentarios en la caja de sugerencias solicitando que ella fuera ubicada en un puesto importante. Y aun así, ella misma jamás se ha vanagloriado de ello, trabajando por años como una heroína no valorada. Yo creo que es hora de que finalmente la elevemos a un puesto de autoridad.»

La nueva Rey Demonio respondió con una larga e increíble explicación. Quizás ella simplemente estaba intentando tomar por sorpresa a todos con una sensacional selección de gabinete debido a que era joven, ¡pero yo no sería parte de esto!

Una vez que tomara la posición de ministra, una colosal cantidad de trabajo me estaría esperando. Ciertamente no podría continuar con mi relajada vida que tenía ahora. Mis humildes deleites se harían polvo…

No iba a aguantar esto.

Salté de mi fila.

«¡Yo soy Beelzebub! ¡Su Majestad, no creo que este nombramiento sea posible!»

Era algo grosero de hacerle al Rey Demonio, pero tiempos desesperados requerían medidas desesperadas y nadie apareció para detenerme.

La nueva Rey Demonio me miró desde arriba, juguetonamente desde el escenario. Pude ver en su rostro que ella había predicho esta reacción.

Lo que significaba que no me lo había imaginado cuando nuestros ojos se encontraron…

«Parece que no estás satisfecha con la situación,» la nueva Rey Demonio me dijo, ignorando descaradamente nuestra diferencia en estatus.

Desee aplaudirle por su honesto tono, pero mi ascenso estaba en juego aquí.

«¡Por supuesto que no lo estoy! ¡El puesto de ministro es para una persona que ya es importante! Alguien en el cuarto o quinto nivel de la jerarquía podría eventualmente terminar convirtiéndose en ministro, ¡pero no existe precedente alguno para que una basura que está al fondo del pozo como yo tome dicha posición!»

No había estado trabajando durante 1500 años por nada. Yo sabía que esto no tenía precedente.

«Ya veo. Lo que dices es correcto. Entonces responderé tu pregunta.» No era como si la nueva Rey Demonio estuviera usando alguna clase de magia aumentadora de voz, pero de todas formas se condujo bastante bien. «Tú has estado en servicio por mil quinientos años; ¿es correcto?»

«Sí. Originalmente estuve ayudando en la tienda de vegetales de mis padres, así que solo aprobé el examen de funcionario tras cumplir mil años. Y por los mil quinientos años desde entonces, he estado trabajando en donde estoy ahora.»

Me preguntaba porque ella había contado mi historia en frente de todos, pero si esto iba a crear un escándalo y dejar en claro que yo no debería ascender tanto, entonces era razonable para mí.

«Así que has estado trabajando para la Organización de Políticas Agrícolas por 1500 años, Beelzebub. En ese caso, debería ser imposible que permanecieras en el puesto más básico todo este tiempo. Pero aun así no existe registro alguno de que hayas sido degradada.»

«He rechazado todas y cada una de las ofertas de ascenso debido a que están más allá de mis habilidades.»

Mi trabajo simplemente era completar las tareas que llegaban desde lo más alto, sin pensarlo. Yo siempre había estado en posición de que los otros me usaran, para que así no tuviera que tomar ninguna responsabilidad pesada.

Pude escuchar a los otros burócratas: «¿Alguien ha estado en lo más bajo por 1500 años?» y «¿Supongo que no es un puesto que tenga un periodo fijo de tiempo?»

Era cierto; la forma en que trabajaba no era algo común.

Esto podría haber resultado difícil de lograr si fuera humana, pero los demonios éramos una raza longeva y con mi juvenil apariencia, mi baja posición no parecería extraña.

«Efectivamente, y por lo tanto calculé para ver lo que habría sucedido si hubieras sido ascendida continuamente con tus evaluaciones. Por favor observa esto.»

Un programa escrito en un gran poster se desenrolló al lado de la nueva Rey Demonio—ella tiene que haberlo tenido listo de antemano.

«Tomando en cuenta el registro de tu servicio, historial y reputación entre tus jefes y colegas, has acumulado resultados que prueban que no debería existir problema si te conviertes en ministra. ¡Felicitaciones!»

«¿Q-Q-Qu…?»

Quería crear que esto era un sueño así que suavemente me pellizqué el brazo izquierdo.

Ow.

A mí alrededor, pude escuchar algunos comentarios:

«Ya veo. El dar un gran salto luego de elevar tu reputación al trabajar duro por un largo tiempo desde lo más bajo es una forma de hacerlo.»

«Quizás es como intentar volverse el más fuerte matando solamente slimes.»

Esperen, esperen, esperen—¿Por qué están de acuerdo con esto…?

La nueva Rey Demonio posó su mano derecha sobre su mejilla de ese costado y suspiró teatralmente:

«*suspiro*~ También pensé en un método más normal para la selección de personal, pero descubrimos corrupción y malversación de fondos tanto del vice-ministro como de empleados en puestos similares, así que se les solicitó la renuncia~ Estuve realmente perdida con respecto a quien debía nombrar como Ministro de Agricultura~»

La nueva Rey Demonio volvió a mirarme, soltando una suave risita.

Oh, ella es una bromista

Esto era solo un gran experimento usándome a mí, una empleada de bajo nivel…

¡Dame un respiro! ¡Yo no quiero ser tu conejillo de indias!

«Entonces pensé que quizás esta era nuestra oportunidad de usar a alguien que hubiera pasado su carrera en lo más bajo pero aun así hubiera mantenido una excelente reputación.»

Luego de que ella dijera eso, el resto de los burócratas a mi alrededor ofrecieron más comentarios.

«Ooooh, ahora entiendo.»

«Esa es una forma de verlo.»

¡¿Por qué están de acuerdo con esto?!

Calma; Calma. Solo terminarás haciendo exactamente lo que la Rey Demonio quiere si te pones histérica.

Yo seguía siendo una funcionaria pública, así que debería negarme con calma a la oferta dado que estaba dentro de las reglas.

«Su Majestad, en esta instancia, respetuosamente recomiendo permanecer como una empleada de bajo nivel.»

Incliné cortésmente mi cabeza y plegué mis alas. Estás se habían abierto a causa de la emoción y habría sido grosero mantenerlas así.

«Oh, no. Es normal el nombrar a personas que han mostrado grandes logros.»

«Sin embargo, yo soy la hija de unos humildes verduleros del campo. Lo que quiero decir es que, no tengo ningún estatus de noble ni algún rango similar. Ha sido una práctica de larga data el que aquellos de estatus nobiliario tomen la posición de ministro. Yo soy completamente indigna de este puesto y por lo tanto estoy terriblemente apenada de decir que no puedo aceptarlo.»

A pesar de lo rápido que la organización burocrática se había desarrollado en los últimos dos mil años, todavía quedaban ligeras trazas del sistema de clases entre los demonios.

Dependiendo de la era, demonios del nivel ministro a veces ordenarían que sus subordinados comenzaran gigantescas guerras contra los humanos, así que se requería a alguien con un rango acorde a tal responsabilidad.

«Ahora lo veo. Qué problema~»

«Sí, así que si amablemente pudiera elegir a alguien más—»

«Entonces te daré una mansión vacía perteneciente a una familia de ex-nobles. Y también te daré un título nobiliario. Podrás presentarte a ti misma como Beelzebub-sama. Problema resuelto.»

«…¿Qué?»

Ella decidió eso demasiado fácilmente…

Tras eso, la nueva Rey Demonio descendió del escenario y por alguna razón comenzó a caminar hacía donde yo estaba.

Los funcionarios públicos a sus costados naturalmente le abrieron el paso. Yo también me arrodillé cortésmente frente a ella.

«Beelzebub, esto puede parecerte injusto para ti, pero si hubieras escalado con normalidad por los rangos, realmente serías un talento a la par de un ministro tras haber trabajado tan duramente por 1500 años. La nota que el departamento de recursos demoniacos te dio fue increíblemente alta. En realidad, muchos otros mensajes te solicitaban, pero la política agrícola los detuvo a todos.»

«E-Eso se debe a que el trabajo de mi puesto es sencillo, así que probablemente solo se ve como si hubiera estado trabajando duro…»

«Levanta la cabeza, Beelzebub.»

Tenía que obedecer cuando ella me lo ordenaba. Ahí estaba de pie la nueva Rey Demonio, sonriendo con dignidad real.

Ella entonces puso su mano sobre mi hombro.

«Fue el anterior Rey Demonio quien llegó a un acuerdo con los humanos en relación a la guerra. Pero todavía hay un montón de problemas y el departamento de agricultura está lleno de estos. En este instante, necesitamos nuevas fuerzas sin obligaciones previas encadenándolos. Este es un pedido de mí, la Rey Demonio Provato Pecora Ariés.»

La nueva Rey Demonio inclinó refinadamente su cabeza ante mí.

Todas las opciones que tenía para excusas desaparecieron. La humillaría si la rechazaba ahora.

No solo no podría mantener mi relajado trabajo de bajo nivel, ni siquiera sería capaz de vivir en el pueblo del Castillo Vanzeld.

«Yo—humildemente acepto este nombramiento…»

Y así yo, Beelzebub súbitamente ascendí desde trabajadora del puesto más bajo a Ministra de Agricultura.

Tuve que despedirme de mi departamento venido a menos y de su cercanía al mercado, lo cual era lo único bueno que tenía. Fue una despedida repentina.

Me iba a mudar a un gigantesco edificio de tres pisos en las afueras del foso del Castillo Vanzeld. Me recordaba a la sucursal principal de un banco. El patio en frente de la mansión era lo suficientemente grande como para practicar algún deporte ahí. Había incluso un jardín con un gran estanque en la zona posterior y escuché que las aves roc a veces bajaban a beber de su agua. Detrás de esto estaba el bosque, similar a un mar de árboles.

Cuando me puse enfrente del edificio, me quedé mirándole con la cara impávida de la sorpresa.

«Si fuera a ocurrir un golpe de estado mañana, probablemente sería una de las primeras que morirían…»

Revisé todos y cada uno de los grandes y abundantes cuartos. Uno de estos ya era más grande que mi antiguo departamento. Incluso había un salón para bailar.

Tendría que contratar alguna clase de ayuda en el futuro. De lo contrario tomaría todo el día a diario para mantenerlo limpio. O simplemente podría solo usar la menor cantidad de cuartos necesaria para mi vida diaria…

Luego vi algo en el enorme espejo del vestidor frente al baño blanquecino.

Estaba aterrorizada.

De pie ahí había una mujer sin esperanzas de avanzar, sin posibilidad de entrar  a la alta sociedad, sin dinero—sin nada, debido a que lo había descartado todo.

No era una fantasma, por supuesto. Los demonios no le temían a los fantasmas.

La única cosa en el espejo era mi rostro.

Efectivamente—destacar no le haría ningún bien a una empleada de bajo nivel, así que no tenía problemas con ello. Traté mi apariencia como una buena manera de mantener a mi lado a la mayor cantidad de personas posible.

Pero ahora era una noble y una ministra.

Alguien en esas posiciones no podía verse tan simple. No podía ser confundida por la secretaria de un ministro, o peor aún por un ministro en sí.

Incluso si la nueva Rey Demonio me reconoció, eso no significaba que el resto de los ministros de las casas reales no hablarían detrás de mis espaldas. Y mis subordinados sin lugar a dudas se reirían de mí, también…

Me decidí.

Era momento de cambiar mi personalidad.

Guardé tantas monedas de oro y plata como pude en una bolsa y salí hacia la avenida principal.

Compré todo lo que atrajo mi atención en una tienda de ropa femenina y regresé a la mansión. Luego y con cuidado me probé todas ante el espejo.

Habría sido agradable si hubiera tenido amigas para un momento como este, pero no las tenía. En serio, cero.

En realidad, luego de trabajar en una posición baja por 1500 años, observé a todas las personas con las que ingresé escalando los rangos y no había nadie en el lugar donde trabajaba con el que me llevara bien. Era todo culpa mía.

Lentes no encajaban con mi persona, así que me los quité. En primer lugar no tenía mala vista, así que no había problema.

Elegí mi atuendo. Era un tanto revelador, pero los ministros eran como los jefes de un calabozo, así que me imaginé que estaba bien.

A continuación estaba mi forma de hablar. No podía mantenerme como una empleada en lo más bajo—tenía que dominar una forma de hablar apropiada. La elección de palabras a usar claramente cambiaba dependiendo del estatus, así que tenía que aprender a hablar como un ministro.

Me sometí a un extraño e intensivo entrenamiento.

Practiqué durante toda la noche hasta que amaneció y establecí mi forma de hablar.

«¡Ja-ja-ja! ¡Mi nombre es Beelzebub! ¡Soy la Gran Señora de las Moscas! ¡Prepárense, porque yo les haré dolorosamente conscientes de lo que la agricultura debería ser!» Recité, haciendo una pose frente al espejo.

No—me presenté, tomando una pose frente al espejo.

«Yo soy Beelzebub, demonio de la nobleza y Ministra de Agricultura. Resultados adecuados no serán suficientes para aquellos por debajo de mí. Oh, el hablar de esta forma podría terminar dándole más presión a mis subordinados, así que debo tener cuidado… Oh, rayos, ahora estoy hablando como solía hacerlo…»

Había estado practicando mi transformación todo este tiempo.

Diez de cada diez personas podrían pensar que estaba tonteando, pero—

¡No lo estaba haciendo! ¡Estaba siendo súper-seria!

Sin estos drásticos cambios, no tendría la confianza para llevar mi trabajo a partir de ahora…

Y yo no era el gran Beelzebub, señor de las moscas, por supuesto. Podía usar magia para transformarme en una mosca, y lo hice a veces para comerme la fruta machucada de la tienda de mis padres cuando trabajaba ahí. A decir verdad, era la fruta más sabrosa justo antes o cuando ya estaba comenzando a pudrirse.

Oh, no, no…quiero decir…oh diablos. Diablos, tengo que mantener mi voz interna similar a mi personaje.

Comencé a mirarme en el espejo.

Mi ropa dejaba expuestos mis hombros y mi cabello estaba suelto dejándolo caer para darme una imagen más poderosa.

Todo lo que necesitaba hacer era mostrar confianza en mi rostro y tenía que percibirme favorablemente.

«Yo soy Beelzebub, Ministra de Agricultura. Yo soy Beelzebub, Ministra de Agricultura. Yo soy Beelzebub, Ministra de Agricultura y así actuaré a partir de hoy. Mi yo inadvertida es cosa del pasado.»

Y así fui a trabajar a la Organización de Políticas Agrícolas por primera vez como la nueva Beelzebub.

¡Era mi debut como la Ministra de Agricultura!

«¡Buenos días! ¡¿Cómo estáis mis subordinados?!»

Mis compañeros de trabajo me miraron inexpresivamente.

¡De seguro estaban sorprendidos por mi noble presencia! ¡Quizás pensaron que era una noble de sangre pura!

Una humilde mujer que alguna vez fue mi compañera de trabajo levantó su cabeza y dijo—

«Beelzebub, eres la Ministra de Agricultura; no creo que aquí es donde se supone que trabajas…»

«…Efectivamente. Los viejos hábitos se demoran en morir.»

Dejé el cuarto, con mi rostro de un color rojo brillante…

«No debí dejar mi elemento…»

 

Deja un comentario

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.