Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (LN) Vol.5 – Bonus

Bonus: Una Nueva Posada Abrió en el Pueblo

Dado que el Festival de Danza de este año trajo consigo una cantidad sin igual de turistas, la aldea de Flatta aparentemente comenzó a tratar el tema de construir una nueva posada.

Yo lo escuché de parte de Laika en casa.

«Me encontré con el jefe de la aldea hoy, y él me pidió que pensara en algunas ideas para una posada.»

«Ya veo. Tú estás mucho más calificada para pensar acerca de una posada de lo que yo podría estarlo.»

Cerca del hogar de Laika y los otros dragones rojos había un área de aguas termales. El lugar, por supuesto, estaba lleno de posadas, así que Laika debía saber mucho sobre ello.

«Sí. Algunos de mis parientes muy lejanos administran posadas en las termas y yo podría ser capaz de aportar un poco de ideas acerca de la atmósfera de una posada.»

Ella parecía estar bastante feliz. El encontrar genuino deleite en ayudar a otros era señal de un corazón puro y yo estaba feliz de que ella estuviera creciendo para ser una buena chica.

Y a continuación las tres niñas de la casa aparecieron: Falfa, Shalsha y Sandra.

«¡Falfa también quiere dar ideas! ¡Soy buena jugando a la tiendita!»

No estaba segura de como resultaría si lo tomaba como un juego, pero—

«Cuando ella juega a la tiendita, la sensibilidad gerencial de Nee-san es sutil y aguda. Con su conocimiento, no me sorprendería si la llamaran el Cancerbero de la industria del alojamiento.»

¿El Cancerbero de la industria del alojamiento? ¿Acaso ese apodo se suponía que fuera algo así como «el perro psicótico del mundo de las artes»?

«¿Por qué no dejarla simplemente que diga lo que quiere? Las personas construyendo la posada serán los que al final tomarán la decisión, ¿no? Será la culpa de los adultos si es que se ponen en aprietos debido a tomar seriamente la sugerencia de una niña.»

Sandra dio un buen consejo.

Odiaba sonar como un disco rayado, pero ella era la que tenía una apariencia más infantil de las tres. Ella probablemente se enojaría si lo decía en voz alta, así que decidí no hacerlo.

«Entonces puedes hacerlo—solo no los molestes.»

«¡Está bien! ¡Me aseguraré de que obtengan una buena ganancia con atención en la hospitalidad! ♪» Falfa enérgicamente levantó su mano.

«También, se me ha pedido trabajar en la construcción de la posada,» añadió Laika.

«Correcto, eso es algo en lo que puedes tomar parte activa.»

Con el poder de un dragón, el edificio podría terminarse en un abrir y cerrar de ojos. Su ayuda había tornado a la casa de las tierras altas en lo que era ahora.

«Entendido. Entonces trabaja duro, pero no tan duro. Probablemente no habrá necesidad de preocuparse, pero si se demoran en pagarte me avisas, ¿está bien?»

No creía que podría suceder en Flatta, pero como una ex-esclava corporativa, quería mantener altos estándares en las condiciones de trabajo de mi nueva vida.

 

—Unos cuantos días después… En serio, solo unos pocos…

La posada aparentemente ya estaba finalizada, y recibí una invitación para verla.

La ayuda de Laika no había sido en vano.

Y yo, la Bruja de las Tierras Altas también había sido llamada. Era como la apertura de un nuevo cine.

Quizás yo era algo parecido a su espíritu guardián.

Fui y me encontré con un magnífico edificio de tres pisos con un letrero que lo señalaba como el GRAN HOTEL FLATTA.

«Oooooh, este es el edificio más grande en el pueblo…»

Era casi demasiado grande para Flatta.

Cuando ingresé, Laika estaba ahí esperándome. «Estamos listos para usted, Azusa-sama. Le mostraré el lugar.»

«Seguro, gracias. Este vestíbulo está realmente ordenado.»

Esta no era una posada solo para dormir, incluso había sofás al lado de la recepción para que la gente pudiera relajarse.

«¡Los cuartos también son de muy alta calidad!» Laika estaba realmente entusiasmada sobre esto.

Todos los cuartos con huéspedes estaban en el segundo y tercer piso. Ella primero me mostró un cuarto del segundo piso.

Era un cuarto simple pero estilizado, uno que podía llamarlo «simplemente bien» y que tenía exactamente lo que uno podía esperarse. Tanto la cama como el escritorio eran nuevos y la luz del sol inundaba el cuarto. El aroma de la madera recién cortada también era reconfortante.

«Ya veo. Es como un cuarto de abordaje a la moda en Karuizawa.»

«¿Karuizawa?»

«Oh, puedes simplemente ignorar el nombre del lugar.»

De pronto una caja redonda ubicada en el escritorio captó mi mirada.

«¿Qué hay en la caja?»

«Esa es una sugerencia mía. ¿Por qué no mira en su interior?»

La abrí y en su interior había tres familiares dulces con forma de panecillos manju.

«¡Estos son los slimes comestibles que ideé!»

«Sí. Ubicamos los slimes comestibles aquí para aliviar el cansancio de nuestros huéspedes con algo dulce en cuanto entren a la habitación.»

Vi que había una pequeña carta mensaje en el interior, así que la recogí.

¡Esto estaba totalmente en la línea del estilo de un hotel japonés tradicional!

Laika de seguro era inteligente… Supongo que uno simplemente aprende estas cosas si vives cerca de un área de aguas termales… Jamás esperé que ella pensara en algo como esto…

«Así que, ¿hay una tienda aquí en la posada?»

«Sí, decidimos instalar una. Fue idea de Falfa.»

«¡Esa idea entonces no fue solo parte de un juego!»

Falfa también estaba dando su todo…

«La tienda vende más que solo slimes comestibles y slimes de hoja—también tenemos comida preservada, como pepinillos que son populares en esta área. Toma mucho tiempo para que estos se echen a perder, así que podemos mantenerlos a la venta por mucho tiempo.»

«Falfa realmente tiene un ojo para la gerencia… Lamento haberlo tratado como si solo fuera un juego…»

«También tenemos espadas de madera y llaveros metálicos con el nombre del área gravados en estos, a la vez que sets de pinturas de la escena local.»

Realmente era un rincón de los suvenires…

«¿Le gustaría dar una vuelta en la tienda? Puedo mostrarle los grandes baños del primer piso mientras estamos ahí también. Las posadas necesitan de una gran área de baño. Desgraciadamente no son aguas termales.»

Para Laika, las posadas y grandes baños comunales iban mano a mano.

«Entendido. Entonces guíame.»

 

La tienda era mucho más de la clase que verías en una posada tradicional japonesa de lo que pensaba.

Incluso había galletas de mantequilla de Flatta a la venta—ni siquiera sabía cuándo ella las hizo.

«Esos paquetes de cuatro mini magdalenas solían tener un nombre bastante plano, pero Falfa sugirió cambiarlo a ‘Yo Visité Flatta,’ así que lo hicimos.»

«¡Eso es tan turístico!»

«Tenemos pequeñas muestras gratis en ese pequeño tazón por allí, así que por favor sírvase.»

También teníamos un pequeño contenedor de plástico para las muestras igual que en Japón.

«Mmm, definitivamente he probado estos antes…creo que tiene que haber sido en las aguas termales de Kinugawa o en Atami…»

¡Recuerdos de hace trescientos años atrás cruzaron el tiempo y espacio para volver a mostrarse en mi mente!

«¿Kinugawa? ¿Atami?»

«Oh, esos son solo nombres de lugares. No te preocupes por ello.»

«Entonces a continuación, iremos a los baños.»

No esperaba sorpresas en los baños, pero en el camino hacia estos, pasamos por un cuarto que me resultó familiar.

La puerta decía CUARTO DE JUEGOS.

¿Será lo que creo que es…?

«Laika, voy a dar un vistazo acá primero, ¿bueno?»

—Cuando abrí la puerta, Falfa y Shalsha estaban jugando al pin-pone.

¡Lo sabía! ¡Ese juego que es exactamente igual al ping-pong! ¡Apareció incluso en la posada de las aguas termales en el Monte Rokko!

Sandra estaba actuando como el árbitro.

«Nueve a nueve. Shalsha sirve a continuación.»

«Nee-san, trata de atrapar un saque con efecto.»

«Te lo devolveré de inmediato con impulso, Shalsha.»

Y estaba resultando ser un encuentro peleado…

«Azusa-sama, no solo tenemos pin-pone, sino también una tabla de hokey sobre ayr.»

«Siento que he escuchado ese nombre antes…»

Un poco más apartado en el cuarto, el jefe de la aldea y un aldeano estaban jugando a algo que se asemejaba bastante al hockey de mesa.

Ellos estaban golpeando de un lado al otro un disco sobre una mesa—era exactamente como el hockey de mesa.

«¡Jefe, siempre lo deja pasar cuando viene desde un ángulo! ¿Se está poniendo viejo?»

«¡¿Qué?! ¡Todavía no he perdido!»

Sentí la necesidad de jugar por primera vez en mucho tiempo. Pero más importante que eso, me preguntaba por su origen.

«Laika, ¿este hokey sobre ayr es bien conocido entre la raza de los dragones también?»

«Sí. La gente lo juega en todos lados. Cuando uno le mete una moneda de cien oros por un juego, la mesa crea un poco de magia de viento que deja que el disco se deslice.»

Ese hechizo era demasiado conveniente.

«Entiendo lo general, así que muéstrame los baños…»

«Por supuesto. Dudo que haya alguien ahí durante esta hora del día, así que no debería tener que haber ningún problema.»

Eso sonaba para mí como un mal augurio, pero decidí no decir nada.

«No pudimos construir un baño exterior así que separamos los baños de hombres y mujeres.»

Las entradas estaban acompañadas por cortinas rojas y azules.

«Ya veo. Por alguna razón, mis recuerdos acerca de ir a las aguas termales de Kinugawa están regresando, a pesar de que yo me acabo de dar una vuelta en Flatta…»

Abrimos la puerta al baño de mujeres.

Ahí encontramos a Flatorte, totalmente desnuda y con las manos en el aire.

«¡Siiiii! ¡Puedo estar desnuda sin sentir vergüenza aquí! ¡Libertad!»

Ella parecía estar disfrutándolo inmensamente.

Ni siquiera sentí las ganas de ser sarcástica con ella cuando vi esa sonrisa. No había nada mejor que ver a una persona sonriendo.

Pero esto fue aparentemente inesperado para Laika.

«¡¿Qué estás haciendo aquí?! ¡No recuerdo haberte llamado!»

«No necesito tu permiso. No necesitas ser un huésped del hotel para usar los baños; puedes entrar simplemente al pagar por una visita del día.»

«¡Entonces ponte al menos un poco de ropa!»

«¡Pero se supone que estés desnuda en un baño! ¡Lo que realmente está contrario a las reglas es entrar con ropa!»

¡Jamás pensé que llegaría el día cuando Flatorte tuviera la razón!

«Urgh… se suponía que le mostraría el lugar a Azusa-sama…»

El que Flatorte la hubiera refutado tan claramente no le sentó muy bien a Laika. Su rostro estaba rojo.

Le di una palmadita en el hombro. «Ya estamos aquí, así que ¿por qué no nos unimos a ella? Un baño diurno no es algo malo de vez en cuando.»

«S-Sí, tiene razón…no es para nada malo…,» Laika concordó, con su rostro enrojecido por la vergüenza. Y eso cerró el tema.

«Oh, pero no tenemos toallas…»

«Eso no es problema. La recepción vende toallas por cien de oro cada una.» Laika dijo, y la idea se me cruzó en la mente.

Esto es básicamente igual que Japón.

El Fin.

 

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