Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (LN) Vol.5 – Capítulo 5

Capítulo 5: Una Búsqueda en pos de la Mandrágora Comenzó

Unos días más tarde, fui con Halkara a la tienda de Eno, la Bruja de la Gruta. Nos habíamos recién quedado sin píldoras de Mandrágora, así que fuimos a comprar una nueva botella.

A propósito, ella no estaba en una gruta. Eno ahora tenía una tienda en un pueblo.

Fuimos volando sobre Flatorte, pero ella no estaba interesada en lo absoluto en la medicina, así que esperó afuera.

Yo fui con la intención de conversar con una compañera de la industria profesional, pero Halkara estaba actuando como si estuviera aquí para espiar al enemigo. Ella estaba examinando muy seriamente los productos.

«Oh, esta botella se ve práctica. Algo así de pequeño puede que sea bueno para un hogar…»

«¡Oye, tú! ¡Será mejor que no me vayas a plagiar! ¡Entablaré una orden de cese y desista ante el Reino si actúas con la intención de causar daño!»

Si bien no había concepto de derechos de autor en este mundo y la existencia de licencias era a lo sumo dudosa, los mercaderes podían ir a las cortes y reclamar que los productos de otros mercaderes estaban quebrantando las reglas.

«No te estoy plagiando. Simplemente consultando. A veces me inspiro al mirar los productos de otras compañías.»

«¡Tú tienes muy mala voluntad! ¡Dependiendo de lo que hagas, puede que entable una demanda para prevenir que Farmacéutica Halkara realice cualquier clase de trabajo!»

Halkara y Eno eran rivales, así que eran bastante intensas con la otra.

Entre más cerca estuvieran las personas en la industria en la que trabajaban, peor su relación se pondría. Yo no tenía en lo absoluto olfato para los negocios, así que era neutral.

«Azusa-senpai, por favor asegúrese que esa aprendiz suya no haga nada a escondidas, ¿está bien?» Eno me advirtió.

«Seguro. Incluso si no te preocuparas, Halkara jamás haría algo tan despiadado—»

«Si solo pudiera descubrir los componentes de esta medicina, ¿quizás podríamos producir en masa algo similar más barato en la fábrica? Eso de seguro le daría un gran golpe.»

Oh, pero quizás ella podía volverse brutal cuando se trataba de la competencia…

«Halkara, no vayas tan lejos, ¿está bien…? No quiero que ninguna de las dos caiga en la bancarrota, ¿está bien…?»

«¡Todo está bien! ¡Incluso si los llevamos a la bancarrota, luego haría que los contrataran en Farmacéutica Halkara!»

«Te lo estoy diciendo: no los lleves a la bancarrota.»

Estaba incomoda siendo neutral en medio de una guerra tan salvaje y despiadada.

«Efectivamente—una vez que comprendas que no pueden hacerse en masa y más baratos, entonces te tomaré bajo mi ala como aprendiz cuando gustes. Incluso con más personas empleadas, jamás olvidaré el espíritu de crear cada una de las píldoras a mano y con amor. ¡La medicina de la Bruja de la Gruta está hecha en un 90% por amabilidad!»

«¿Entonces solo un 10% es medicina de verdad?»

Sería demasiado problema si las dos se involucraban demasiado, así que simplemente interpreté esto de forma positiva—estas dos dentro de la misma industria se estaban simplemente impulsando hacia nuevas alturas.

«Está bien, entonces, Eno, me gustaría comprarte una botella de píldoras de mandrágora.»

«Oh, Azusa-senpai, puedes llevártelas gratis. ¡Después todo eres mi benefactora!» Eno recientemente había estado empezando a tratarme como su senpai y mentora. Aunque, ella no estaba equivocada.

«Por favor espera un momento. Tengo justamente una para ti.»

Eno sacó unas píldoras de mandrágora en una botella que se veía de mucha más alta calidad que las corrientes.

«Píldoras de mandrágora normales usan especímenes que han madurado tres años, pero las que están en estas han madurado por diez años. Este es un producto increíblemente valioso y solo puedo hacer un número limitado de ellas al año.» Eno comenzó su explicación con una apariencia confiada.

«Me siento mal tomando algo tan valioso…todas nosotras en casa generalmente somos bastante resistentes…»

«¡Oh, por favor tómalas! ¡Es una expresión de mi gratitud! ¡Lleven una vida aún más saludable!»

No tenía más opción que aceptarlas tras escuchar eso. «Gracias, Eno.»

«Oh, no es nada. Yo solo deseo ser tan maravillosa como tú, Senpai. ¡Algún día, encontraré una mandrágora de primera calidad de trescientos años de edad y haré la más grandiosa medicina alguna vez creada!»

«Trescientos años de edad…así que pueden vivir tanto…»

Entonces, también había diferencias entre las mandrágoras. Realmente, como bruja, no estaba tan interesada en ellas. Después de todo, no crecían en las tierras altas.

«¿Es esta mandrágora de trescientos años realmente tan impresionante?»

«Sí, por supuesto que lo es. ¿Conoce el mito, verdad? Cuando uno arranca una mandrágora del piso, deja escapar un grito que mata a cualquiera que lo escucha.»

«Oh sí, eso lo sé.»

La misma historia existía en la tierra donde viví en mi vida pasada. Ese pedacito de folclore se originó debido a la forma similar a un ser humano que tenían las raíces de mandrágora.

«¿No me digas que realmente gritan cuando tienen trescientos años?»

Algo como eso era totalmente posible en este mundo de fantasía.

«No, es mucho más que un grito. Se dice que pueden hablar fluidamente el lenguaje de las personas y que incluso se pueden mover.»

De acuerdo a como Eno estaba actuando, esto era algo importante.

«Y el crear medicina a partir de mandrágoras parlantes— ¡Oh! ¡Ese es el sueño de cualquier bruja! ¡Me encantaría posar mis manos sobre una de ellas algún día!»

Ella apretó sus manos hasta volverlos puños.

«Oooh, ahora entiendo.»

«Pero, Senpai, tú eres una bruja y aun así no muestras interés alguno en las mandrágoras.» Eno me miró inquisitivamente.

«Verás, mi objetivo es vivir una vida tranquila. Yo no tengo un objetivo de ser la mejor bruja de todas.»

Si hubiera querido madurar como bruja, mis trescientos años matando tranquilamente slimes no habrían ocurrido.

«¿Pero dónde podría haber mandrágoras parlantes? Árboles de trescientos años de edad probablemente existan, así que no podría dudar de la existencia de una mandrágora de trescientos años.»

«No sería problema alguno si supiera donde se encuentran. Como sabrán, la habilidad para moverse por el lugar de la mandrágora significa que huirá. Usualmente debería estar bajo tierra, y es increíblemente difícil de establecer cuál es su hábitat.»

Ese era un buen punto. Era como un ninja utilizando constantemente ninjutsu de tierra. Sería un milagro si alguien la encontrara, especialmente en un mundo sin cámaras de seguridad.

«He escuchado que los rastros que dejan a medida que se mueve son bastante particulares, como crestas en un campo de cultivo.»

«Huh. Me sorprende que haya plantas ahí afuera como es— ¿Ah?»

Mi mirada repentinamente se fue al techo. No había nada que captara ahí mi atención, pero era un hábito que tenía cuando me ponía a recordar cosas.

«Siento como si hubiera visto eso recientemente…»

«¡¿Qué es lo que dijiste?! ¡¿Dónde lo viste?! ¡Por favor dime!»

«¡Espera, espera! ¡Podría equivocarme, así que no te hagas ilusiones!» Odiaría decepcionarla, así que primero le advertí. «Bueno…creo que vi algo de pasto moverse por el piso y luego algo que parecía como un humano apareció…y luego…habló.»

«¡Eso tiene que ser! ¡Esa es una mandrágora que ha vivido por trescientos años y ha adquirido inteligencia humana!»

«Cuando la vi, dijo que conocer a bruja era la peor cosa, o algo así, por lo que luego huyó…»

«¡Eso es, en un 120%! ¡Cualquier criatura que crezca en el suelo de esa forma y se asuste cuando ve a una bruja tiene que estar relacionada con una mandrágora!»

Eso era horriblemente específico; odiaría que hubiera más de una.

«¿Y dónde fue esto? ¡La ubicación es vital!»

La apariencia de los ojos de Eno era terrorífica. Una roja llama de pasión estaba ardiendo dentro de ellos.

Bueno, menos pasión y más presión para mí, siendo específica…

«¡Estás acosando demasiado a la Maestra-sama! ¡Debes recordar tus modales, incluso si son buenas amigas!»

Halkara lo tomó como si fuera un peligro a mi persona e intervino, pero—

«¡¡¡¡Algunas cosas son más importantes que los modales!!!!»

«Oh, umm…está bien…»

Halkara sucumbió al impulso de Eno y retrocedió. ¡Espera, no es por eso por lo que deberías retroceder!

«Hmm ¿Dónde estaba…? Oh sí.»

«¡¿Dónde estaba?! ¡¿Dónde?!»

Yo también sucumbí.

«En el jardín de Beelzebub, la demonio… Dije ‘jardín’ pero es prácticamente un bosque. A decir verdad, se ha mantenido prístino por siglos, así que a estas alturas es madera natural…»

«¡Oh-ho! ¡Ya veo! ¡Muy bien! ¡Muchas gracias por entregarme esta información!»

Ella finalmente me soltó. Era libre…

Dudaba si esto era algo por lo que emocionarse tanto, pero Eno inmediatamente comenzó a empacar rápidamente en un bolso.

«¿Qué estás haciendo…?»

«¡Partiré hoy! ¡Dejaré esta tienda en manos de otra supervisora por el momento!»

«Umm, tú sabes lo lejos que están las tierras demoniacas, ¿no?»

«Tengo un contrato con un dragón heráldico de transporte, así que usaré eso. ¡Debo ir tan rápido como sea posible, estaré bien!»

Ella andaba a toda prisa, así que Halkara y yo dejamos la tienda. Despertamos a Flatorte, quien estaba tomando una siesta en un café—probablemente debido a que tomamos demasiado tiempo—y nos fuimos a casa.

 

¿Es acaso una mandrágora viva algo realmente tan emocionante?» Le pregunté a Halkara mientras montábamos a Flatorte.

«Yo soy una elfo, así que esto es algo de lo que me mantengo al margen, pero creo que existe un gran número de brujas que la querrían.»

«¿Por qué el ser un elfo te hace estar al margen?»

«Es tabú para un elfo el tomar la vida de cualquier ser inteligente que viva en el bosque. Incluso si podría ser una planta, no podría transformar a una mandrágora que habla en ingredientes para medicina~»

«Oh…»

Eno me había intimidado hasta que le conté, pero quizás eso fue algo malo…

Ahora había comenzado a reconocer la gravedad de la situación.

«Espera, cuándo dices transformar a la mandrágora en ingredientes, ¿no te refieres a pedirle un par de sus hojas o algo así…?»

«Depende de la bruja, pero creo que hay personas que la triturarían por completo.»

Eso era malo.

Por la forma en que Eno estaba actuando, ella probablemente iba a usarla por completo…

Y lo que era peor, es que yo sería cómplice de un asesinato…

Y Eno estaría irrumpiendo en el hogar de Beelzebub, así que no sabía si ella misma lograría escapar ilesa. Alguien con sentido común sabría que sería imposible y se rendiría en el momento que hubiera escuchado que estaba en el jardín de la casa de Beelzebub, o al menos habría solicitado permiso para investigar el jardín antes de actuar.

Pero en cuanto pensaba acerca del comportamiento de Eno, era completamente posible que ella se pusiera a explorar el jardín sin el consentimiento de Beelzebub.

La mandrágora estaba en peligro.

Eno, quien estaba actuando temerariamente, también estaba en peligro.

¡Tenía que detenerla!

«Flatorte, vamos a cambiar de dirección…vuela hacia las tierras demoniacas…el hogar de Beelzebub…»

«¡Sí, ama! ¡Entendido!»

Nos lanzamos directamente en dirección hacia Beelzebub. Pero nuestra velocidad descendió ligeramente.

«Ama, Halkara podría caerse si es que voy más rápido, así que quisiera que la asegurara con una soga.»

«Tienes razón…deberíamos encargarnos de eso solo por si acaso…»

Siempre hay que conducir con cuidado, incluso si uno está apresurado.

Volamos a toda velocidad hacia la mansión de Beelzebub.

Llegamos tarde en la noche, así que ella había llegado a casa del trabajo.

«Otra súbita visita. Al menos me gustaría que trajeras a Falfa y Shalsha si vas a hacer esto.»

«¡Tu jardín podría estar en peligro!»

«¿Hmm…? No entiendo…»

Le expliqué la situación de la forma más simple posible.

Y entonces, ella se mostró molesta conmigo.

«Si no le hubieras contado sobre la mandrágora en mi jardín, entonces esto no habría sucedido…»

«P-Puede que tengas razón, pero…ella siguió y siguió presionándome por respuestas…ella fue demasiado para mí…»

Terminó sonando como una excusa, pero cualquiera se hubiera rendido bajo esa interrogación.

«Bueno, no debemos llorar sobre la leche derramada. Por el momento, me aseguraré que la desconocida bruja no sea destrozada de ser descubierta al interior de mi propiedad.»

«Te lo agradezco.»

Ahora Eno no sería asesinada. Aunque, eso no significaba que el bosque ya no presentaba ser una amenaza.

«De ser posible, me gustaría poner bajo nuestro cuidado a la mandrágora antes de que ella la encuentre. Eso sería lo más seguro de hacer.»

Halkara la elfo esta vez también estaba tomando parte en nuestra estrategia. Flatorte estaba sentada y mirando hacia la nada.

«Sin embargo… esta es la primera vez que escucho acerca de una cosa así viviendo en mi jardín. Conozco tan poco sobre mi propio jardín…»

Beelzebub miró hacia la ventana en dirección al bosque. Estaba oscuro, así que no había mucho que ver.

«Eso es cierto…no es como si supiéramos donde está la mandrágora, así que si incluso queremos cuidarla, ya solo encontrarla sería difícil…»

Puede que fuera un jardín, pero era inmenso. Sería como intentar encontrar una aguja en un pajar. Pero a decir verdad, estábamos buscando una solitaria mandrágora dentro de un gran bosque, así que quizás fuera aún más difícil que eso.

«¿Dices que una solitaria bruja llamada Eno viene en busca suya? Entonces quizás sería más rápido si encontrara a esta Eno y le dijera que no entrara en mi propiedad. Si lo hiciera, entonces ella podría obedecerme a causa del miedo. Después de todo, esto vendría de parte de la Ministra de Agricultura Demonio.»

Beelzebub se veía confiada, pero Eno estaba descontrolada. ¿Acaso escucharía? Tenía la impresión de que ella seguiría con su labor en secreto…

«A propósito, ¿hay una barrera o algo así alrededor de la mansión?»

«Hay una alrededor de la mansión misma, pero el jardín es grande, así que lo dejé solo.»

Yo también podría usar una barrera mágica, pero no a esta escala. Existían entradas designadas para los pueblos y aldeas, así que podía reforzar esas áreas, pero cualquiera podría entrar desde cualquier lugar desde un bosque.

«Por ahora entiendo la situación. Es solo una simple brujita, ¿no? Puedo encargarme de ella de una u otra forma.»

A pesar de lo preocupada que yo estaba, Beelzebub parecía impávida. Para ella, una bruja humana probablemente no era escalofriante en lo más mínimo. Yo probablemente era una excepción extremadamente rara.

«Esta Eno vendrá en un dragón heráldico, ¿correcto? Entonces, todavía hay algo de tiempo antes de que llegue.»

«¿Te importaría si vigilamos aquí por algunos días?»

«Seguro. Usen cualquier cuarto que gusten.»

 

Después de eso, nada ocurrió por cuatro días.

Aparentemente, Eno no había aparecido en lo más mínimo dentro del jardín de Beelzebub.

«Está bastante pacífico, ¿no? Nuestros miedos estaban infundados. Qué alivio.»

Beelzebub se fue al trabajo como siempre. Nosotras mantuvimos la vigilancia mientras tanto, pero nada fuera de lo ordinario ocurrió. Solo estábamos holgazaneando en la casa de una noble.

Eno se había visto entusiasta sobre esto, pero quizás su fervor se enfrió en algún punto a lo largo del camino. Quizás se asustó al pensar en entrar al jardín de la ministra de agricultura demonio.

«Nosotros le decimos a esto el cruzar nuestros puentes antes de llegar a ellos. Podrías regresar a casa una vez que entiendas que vamos a estar bien. Mañana tengo el día libre— ¿Deberíamos salir a dar una vuelta juntas?»

«Bueno, si resulta que nuestros esfuerzos de control de crisis fueron por nada, entonces eso sería ideal.»

 

—Pero entonces, a la mañana siguiente, algo increíble sucedió.

¡Toda una congregación de docenas de brujas se había reunido a las afuera del jardín de Beelzebub!

Algunas estaban usando sombreros negros como yo; algunas tenían escobas—había de todas las clases. Pero en general podía darme cuenta que todas estaban en el mismo oficio.

«¡¿Q-Qué significa esto?!» Beelzebub gritó, era de esperarse. Después de todo esto era su propiedad…no un parque público…

Y entonces Eno emergió entre las brujas.

«¿Usted es Beelzebub-san? Mis disculpas por aparecer sin invitación el día de hoy. He escuchado que la mandrágora de más alta calidad vive en este jardín, así que me apresuré en venir a adquirirla. ¡Ilegalmente, si es que debo!»

¡Ella estaba siendo bastante educada acerca de que iba a cometer un crimen!

«No—¡vete a casa, vete a casa! ¿Por qué tienes todo un sequito contigo en todo caso?»

«¡Contacté y reuní a todas las brujas a lo largo de la tierra para que así podamos encontrar a la mandrágora con exactitud! ¡Hemos acordado repartírnosla en partes iguales una vez que la encontremos!»

Las otras brujas asintieron. Todas se veían igual de entusiastas que Eno.

«¡Este es el sueño de cualquier bruja!»

«¡Prometo compensarla más tarde!»

«¡Aceptaré este desafío, incluso si significa perder mi vida!»

«¡Jamás pensé que una mandrágora que se moviera pudiera ser real! ¡He estado buscándola por cien años, esta es la mejor de las noticias!»

¡Esto era demasiado!

Oh no. Las mandrágoras realmente eran increíbles cosas para las brujas.

«¡El sindicato de brujas ahora atrapará una mandrágora! ¡Comiencen la operación!»

Las brujas, incluida Eno, marcharon al unísono hacia el bosque, una tras otra.

«¡Eno! ¡Detente! ¡Te lo ordeno como tu senpai!»

Cuando la llamé, Eno se detuvo y se dio vuelta. ¿Acaso me escucharía?

«Senpai… ¡Lo siento! ¡Esto es por el bien de crear la medicina más grandiosa del mundo!»

¡Nop!

Y entonces ella también se lanzó hacia el interior del bosque.

«¡Oigan! ¡Sabandijas, esto no es gracioso! ¡Quemaré hasta las raíces de este jardín!»

«¡Detente! ¡No hagas eso! ¡Solo vas a terminar matando a la mandrágora!»

Terminé teniendo que contener a Beelzebub.

«Ahora que hemos llegado a esto, tenemos dos opciones. Podríamos encontrar a todas las brujas, hacerlas papilla, arrestarlas o podríamos encontrar primero a la mandrágora.» Beelzebub dijo.

Era posible que termináramos con algunos cadáveres en nuestras manos si íbamos con la primera, así que…

«Vamos con la segunda.»

 

El resto de nosotras a regañadientes entramos al jardín.

No solo eso, Halkara y yo estábamos trabajando juntas. Ella estaba conmigo debido a que algunas de las plantas que estaban creciendo allí eran lo suficientemente peligrosas como para ponerla en peligro.

Las otras dos, Beelzebub y Flatorte, estaban buscando por su cuenta.

Dado que tenía a Halkara conmigo esta vez, podría usar su conocimiento. «Halkara, ¿las mandrágoras poseen alguna característica en especial? ¿Cómo lugares donde crecen y esas cosas?»

«Efectivamente tienen algunas, pero esta mandrágora claramente se puede mover con libertad. Así que no estoy segura de donde podría estar.»

Ella tenía razón, después de todo era inteligente…Supongo que no se mantendría solamente en lugares húmedos y esas cosas.

«A propósito, Maestra-sama.»

«¿Qué sucede, Halkara?»

«Hay algo así como una enredadera aferrándose a mí. ¿Estoy siendo atacada?»

«¡De seguro no tomó mucho tiempo para que algunas extrañas plantas comenzaran a asaltarte!»

Una planta con vides como tentáculos se estaban estirando en su dirección. Fácilmente podría romperlas, pero una no podía bajar la guardia ni por un solo momento…

«Wow, las plantas en las tierras demoniacas de seguro son escalofriantes~ Oh, ese hongo de por ahí está emitiendo esporas venenosas~ quizás deberíamos tomar un desvío~»

«¡Halkara, creo que todo el bosque está tras de ti…!»

Esto era tan extraño. Cuando yo había venido al jardín, estaba mucho más calmado que esto.

Halkara simplemente era un imán para estas cosas. No era como si ella fuera descuidada—el peligro simplemente iba en busca suya.

Yo no sabía cómo los planetas estuvieron alineados cuando nació, pero estaba empezando a pensar que era debido a eso que esto siempre sucedía. Sería incapaz de detenerlo.

«Lo siento; parece que a las plantas les gusto debido a que soy una elfo. Oh, esa de ahí caza pequeños animales y los disuelve hasta que se transforman en sopa. Si te estiras de esa forma—»

«¡No es necesario que lo pruebes! ¡No hay necesidad!»

«¡Ahhhh, no! ¡Mi ropa está a punto de derretirse!»

«¡¿Por qué siempre las cosas se encaminan hacia lo erótico?!»

A este ritmo, estaría totalmente ocupada intentando mantener a salvo a Halkara… ¿Quizás fue un error el traerla?

Pero la mirada de Halkara estaba cuidadosamente fijada en el piso.

«Por lo menos, no parece como si hubiera señal alguna de que la mandrágora viniera para este lado. La forma en que el musgo está creciendo sugiere que nada lo ha pisado.»

«¡Gracias! ¡Esa es la clase de información que ando buscando!»

«Y este gran árbol posee raíces muy gruesas. Sería difícil moverse bajo tierra con árboles como estos. Las raíces se interpondrían.»

Oh, eso tenía sentido. Supongo que sería difícil para la mandrágora el atravesar lugares donde las raíces de otras plantas formaran una muralla.

«Esta clase de árbol está por todos lados, así que si descartamos todo los lugares en donde están creciendo, puede que seamos capaces de identificar su ubicación. Podría estar usando sus raíces para caminar en la superficie, pero eso la haría muy fácil de divisar, así que probablemente se tiene que estar escondiendo bajo tierra.»

«¡Estás tan lúcida hoy! ¡Eres tan inteligente!»

«Después de todo, esta es mi profesión. Si no pudiera participar activamente aquí, ¿dónde podría— Oh, otra enredadera me está envolviendo nuevamente.»

Maravillada ante todo el tiempo que Halkara había logrado mantenerse viva, arranqué la enredadera.

Y así Halkara redujo nuestra búsqueda.

Pero nuestras oponentes estaban usando tácticas de oleadas de personas para derrotarnos con sus números. Cada una de las brujas tenía su propia área designada para buscar. Nos encontramos varias veces con brujas enemigas a lo largo del camino.

«Hmph…así que  tú eres la Bruja de las Tierras Altas…Saludos. Yo soy la Bruja del Muérdago.»

«Oh, hola… soy la Bruja de las Tierras Altas…»

Nos encontramos, pero nunca se transformó en una batalla.

Las brujas o eran algo así como intelectuales o simplemente lidiaban con el resto con suavidad. De cualquier forma, la mayoría era bastante educada.

Algunas de las brujas con las que nos encontramos por aquí y por allá habían sido atrapadas por las enredaderas tal como había estado Halkara; les prometimos que estarían a salvo, pero luego solo las dejamos. Lo siento, pero quiero mantener el número de enemigos bajo.

El área de nuestra búsqueda al interior del espacioso jardín se estaba gradualmente encogiendo.

 

—Y pronto, Eno y yo nos vimos cara a cara.

«Senpai, veo que también piensas que este lugar es el correcto.» Eno tenía sus ojos fijados a la altura de sus pies.

«Eno, esta mandrágora es casi exactamente igual a un humano. Es por eso que necesito que dejes de intentar ponerla en peligro.»

«Senpai, una mandrágora de trescientos años es puramente algo botánico. ¡Y está en la cima de la lista de deseos de cualquier bruja!»

Rrrrgh…lo veíamos de forma demasiado diferente.

Seguro— seguía siendo una planta. Pero esto no podía quedarse así debido a nuestras diferencias culturales. Para mí, la chica que había visto una vez ya era humana.

«Una mandrágora de trescientos años de edad posee hojas que brillan con vida y dicen que uno puede darse cuenta de que es una noble planta con una simple mirada. ¡Yo soy una bruja! ¡Juro que la encontraré!»

«¡Lo siento, pero no voy a dejarte!»

Ambas fijamos miradas en el piso donde estaban nuestros pies.

Yo encontraría la mandrágora antes que Eno. Una vez que lo hiciera, ¡podría insistir en el quien se la encuentra se la queda!

Parecía como si algunas de las brujas también habían determinado que en esta área podría estar, así que el número de personas gradualmente creció.

Incluso Flatorte apareció.

«Hay un montón de personas aquí, así que también supuse que algo tendría que haber.»

Eso simplemente te convierte en una mirona

Pero dado que ahora estábamos contra toda una multitud, estábamos aún más en desventaja…

«Mierda…a este ritmo…»

«Oh, Maestra-sama, esa mandrágora es completamente humana, ¿no? Puede hablar nuestro lenguaje e incluso huir cuando se dio cuenta que era una bruja, ¿correcto?»

Halkara preguntó, todavía buscando conmigo.

«Sí, correcto. En serio, una diría que sin lugar a dudas es humana.»

«Entonces trabajemos a partir de eso.»

Parecía que Halkara tenía alguna clase de idea.

A continuación, ella respiró profundamente y—

«¡Oh, mandrágoraaaaaaaaa! ¡Estás en peligroooooo! ¡Peligro de muerteeeeeeeeeee!»

—¡Gritó a pleno pulmón!

«¡Tu única esperanza es quedar bajo la protección de la Gran Bruja de la Tierras Altas aquí presente! ¡Por favor salta hacia el busto de la gran Azusa-sama en busca de cobijo!»

La voz de Halkara resonó a través del bosque.

Y a continuación, ¡vi el suelo hinchándose!

Una hoja surgió desde la tierra, igual a la que había visto antes.

«¡Ahí está!»

«¡Atrápenla!»

«¡Es demasiado rápida!»

«¡Oye! ¡Deja de huir de mí!»

Las brujas estaban intentando atraparla, pero era mucho más rápida de lo que pensaron que sería. Ellas no podían detenerla mientras las rebasaba una tras otra.

El montículo de tierra se movió entre ellas—

¡Y cuando llegó a mis pies, una niña surgió!

¡Sin lugar a dudas! ¡Esta era la mandrágora!

«¡A-Ayuda!»

¡La niña se aferró de mí!

Era bastante cálida para ser una planta; podía sentir su temperatura corporal. Pero eso no importaba. Lo más importante era que, ella me estaba pidiendo ayuda. Eso era todo.

¿Qué debía hacer ahora? La respuesta me llegó con naturalidad.

«¡Voy a proteger a esta niña! ¡Si tienen un problema con ello, entonces vengan! ¡Pero por favor, no lo hagan si pueden evitarlo!» anuncié bruscamente. La última oración de mi declaración no fue demasiado fuerte, pero era pacifica, así que no había mucho que pudiera hacer.

Toda el área se sumió en silencio, como si el tiempo se hubiera detenido con mi voz.

Estaba feliz de que no pareciera que alguna de las brujas fuera a atacarme.

«¿Senpai, estás segura…? Sabes que esa es una verdadera mandrágora de trescientos años de edad, ¿no…? Una bruja podría vivir con gran lujo con eso,» Eno me dijo, intentando asegurarse de mi decisión.

Ugh…Las brujas en este mundo seguían pensando en esta niña como una planta…

«Perdón, espera un momento. No es necesario que te preocupes, ¿ya?»

Tras advertirle a la niña mandrágora, la giré y la sostuve en frente para que quedara en frente de Eno.

«¡Aaaaaah! ¡No me sostengas en frente de ella! ¡Ayúdame!» La mandrágora agitó sus pies mientras se sacudía.

«¡Está todo bien; está todo bien! ¡No voy a hacer nada malo!»

Ella de seguro era algo marimacha…

«Eno, déjame preguntarte esto: ¿Me estás diciendo que deseas rasurar a esta linda e inocente niña para transformarla en medicina?»

La mandrágora sorbió con su nariz y miró a Eno con lágrimas en sus ojos.

«¡Ngh! Eso solo me hace sentir culpable…a decir verdad me estaba imaginando algo mucho más deforme, pero ella es tan linda…»

Bien, ella seguía abierta a discutirlo.

«Exactamente. Ahora que ella me ha pedido ayuda, no tengo más opción que protegerla. Sería una horrible persona si la dejara ir, ¿cierto?»

Había otras brujas asintiendo, así que tenía algo de aceptación.

«Jamás pensé que sería tan linda.»

«Sí, es adorable.»

«Totalmente adorable.»

«Es tan linda, quiero llevármela a casa…quiero quedármela…»

«Quiero vestirla con nada más que un delantal…»

Uf. ¡Sonaba como si algunas de ellas estuvieran interesadas en algunas cosas algo raras! ¡Tenía que quedármela!

Eno, la representante de ellas, suspiró en derrota.

«Sin importar lo que estás planeando hacer con ella, de todas formas la agarraste primero. Nosotras perdemos esta vez. No tenemos el derecho de tomar algo de la bruja que la obtuvo, al menos sin una buena razón.»

«¿Supongo entonces que esto resuelve el asunto?»

«¡E-Espera!» la niña mandrágora en mis brazos gritó.

Ella entonces tomó su cabello—quiero decir, una de sus hojas que estaba creciendo de su cabeza que parecía cabello—y lo arrancó en pequeños pedazos.

«No puedo darte mi raíz, dado que es mi cuerpo, pero puedo darle una de mis hojas a las brujas. Volverá a crecer eventualmente…» Ella se lo tendió a Eno.

«Oh, ¿estás segura…?» Eno lentamente se acercó a la mandrágora.

«Así que, a cambio de eso, ¡promete no perseguirme, ¿está bien?!»

«¡Sí, lo prometo! ¡Yo, Eno, la Bruja de la Gruta ya no te perseguiré!» Luego de hacer su anuncio, Eno tomó los pedazos de hojas de la niña. «Wow, esto proviene de las hojas de la legendaria mandrágora…»

Las otras brujas también parecían profundamente interesadas, rodeando a Eno y mirando las hojas en su mano. Probablemente ellas las repartirían entre si más tarde. Ellas podrían resolverlo por su cuenta.

«Fiu, supongo que eso pone punto final a—»

«Espera.» Beelzebub llegó, aparentemente bastante ofendida.

Ella tenía algo en su mano—se veía como un pedazo de papel enrollado.

Ella fue hasta donde Eno y se lo entregó.

«Erm…¿Qué podría ser esto…?»

«Esta es la factura por entrar a mi jardín. Son cien mil monedas de oro en el valor de la moneda humana por persona—así que ese es el monto por todas ustedes. No hay descuento por grupo.»

Eno era rica, así que ella fácilmente podría pagarlo pero las demás brujas comenzaron a murmurar.

«Oh, no tengo mucho para gastar este mes…»

«Creo que estoy por pescar un resfriado, así que quizás debería irme antes…»

«¿Y bien?» presionó Beelzebub. «Ustedes van a pagar, y si no, comenzaré a tomar medidas.»

Aquella que se vio más importunada por todo esto fue Beelzebub, la dueña del jardín sujeto a toda esta conmoción. Esto era más bien compensación por los daños.

«E-Está bien…yo me responsabilizaré y pagaré…»

«Mm, aunque sería problemático el recolectar el dinero de cada una individualmente, así que como la líder, deberías encargarte de la porción de todas.»

Ni siquiera Eno podía luchar contra una ministra demonio a estas alturas. El caso de la mandrágora había concluido.

«¡Y el parque está cerrado por el día de hoy! ¡Tienen tres minutos para marcharse! ¡Si no lo hacen, van a pagar extra por quedarse hasta tarde!»

Las brujas se desperdigaron como arañitas recién nacidas ante el anuncio de Beelzebub—pero entonces apareció la verdadera guinda de la problemática torta.

Una araña de verdad apareció ante las brujas.

Era tal cual Beelzebub las había descrito anteriormente—tan grande como la distancia a la que podía llegar un brazo humano.

«¡Aaaaaaaaaaaah!»

«¡Gyaaaaaaaaaah!»

«¡Waaaaaaaaaaah!»

Las brujas gritaron y huyeron.

«¿Qué—? Es solo una araña grande. No atacan a los humanos.»

«¡Oye, puede que tú estés acostumbrada al verlas, pero Beelzebub, esto es algo sacado de una pesadilla!»

La araña parecía indiferente de las brujas y desapareció en el bosque. Supongo que realmente era inofensiva.

El peligro había desaparecido así que liberé a la niña mandrágora de mi agarre.

«Bueno, finalmente podemos relajarnos ahora. Aunque puede que sigan habiendo brujas ahí afuera usando tácticas de guerrilla para intentar capturarte, así que deberías tener cuidado.»

Pero antes de que pudiera terminar mi declaración, la niña se volvió a aferrar a mí.

«Tengo miedo. Escóndeme…tú dijiste que me ayudarías, ¿verdad? No vas a incumplir tu promesa, ¿cierto?»

Ella tenía razón. Este no era tiempo para simplemente atrapar y liberar.

«Está bien, vayamos de momento a la mansión de Beelzebub. Quiero escuchar tu historia.»

«Ha pasado tanto tiempo desde que he estado en un edificio.»

Ella, después de todo, era una planta.

Hicimos ingreso a la mansión. Ahora que estaba relajada, me di cuenta de lo inesperadamente cansada que me encontraba…

En el camino de regreso, llevé a la mandrágora en mi espalda.

«Me canso al enterrarme en el piso y caminar. No me gusta hacerlo si es que no debo.»

Supongo que eso es porque las plantas no se mueven mucho, punto.

«Esa fue una jugada excelente, Halkara.»

Cuando regresamos a la mansión, lo primero que hice fue felicitar a mi aprendiz elfo.

Todas nos sentamos en el salón de la recepción. Dado que no había maids o mayordomos en la mansión, Beelzebub fue y preparó el té.

«Si no hubiéramos decidido dejar que ella en su lugar nos encontrara, entonces bien podría haber sido atrapada por una de las del grupo de Eno. Habríamos estado en un verdadero problema si eso hubiera sucedido.»

«Heh-heh. Yo también soy lista, bastante.»

«Bueno, no creo que debas darte demasiado crédito. Puede que comience a verte una vez más como un problema, así que no tientes tu suerte.»

Halkara típicamente terminaba fallando cuando se dejaba llevar.

«Bueno, dicen que hay que dejarles las plantas a los elfos. He llegado hasta aquí con mi inteligencia y mi buena suerte.»

¿Buena suerte…? No estaba segura si la suerte de Halkara era buena o mala. ¿Cuál sería…? Tenía un fuerte presentimiento que ella poseía la suerte del diablo mismo. De no ser así, probablemente ya estaría muerta…

Pero la mandrágora estaba extremadamente recelosa de la torpe elfa. Ella ni siquiera se había apartado de mi lado. Ella no se estaba aferrando a mí como un niño lo haría con su padre, pero probablemente sentía que este era el lugar más seguro para ella.

«Odio a los elfos…los elfos recogen plantas todo el tiempo. Incluyendo mandrágoras.»

Aaaah, las plantas verían a las razas que las usan como depredadores.

«Entiendo, pero debo comer ya sea plantas o animales para poder sobrevivir. Soy buena, no te voy a atacar.»

«Eres una elfo y eso ya es suficientemente escalofriante. ¡Aléjate! ¡Oooooh, grrrrr!»

Ella estaba amenazándola… Esto era malo de una forma bastante concreta, en un sentido físico.

A continuación Beelzebub regresó con el té, lo que significaba que la banda estaba toda aquí.

«Así que entonces, mandrágora, ¿cuál es tu nombre?» Flatorte le preguntó. Cierto, todavía no lo sabíamos.

«Mi nombre es Mandrágora.»

«Tonta. Esa es tu especie. Yo, Flatorte, te estoy preguntando por tu nombre personal.»

«No tengo uno de esos. No lo necesito, las otras plantas no hablan así que no tengo que presentarme.»

Ya veo…esta niña no tiene el concepto de nombre como tal.

«Huh. Pero sin uno, tendremos dificultades para llamarte. Está bien, yo, Flatorte-sama, escogeré uno para ti.  ¡Vamos a acortar ‘Mandrágora’ y te llamaré ‘Drago’!»

«Ese nombre suena demasiado a ‘dragón’, eso solo va a confundir a las personas. Idiota.»

«¡¿Q-Qué acabas de decir?! ¡Todos los dragones azules son así!»

¿Acaba de llamar a todos los dragones azules idiotas…?

Pero era cierto que elegir un nombre para ella haría las cosas más sencillas a la hora de conversar. ¿Qué clase de nombre deberíamos elegir…?

«Entonces, ¿por qué no escoges uno, Azusa? ¿La Bruja de las Tierras Altas era, no?» la niña preguntó desde mi regazo. Ella era pequeña y liviana, pero estaba demasiado cerca.

«Mm. Tiene sentido el que quien la haya encontrado primero la nombre,» Beelzebub dijo razonablemente.

Aunque mejor dicho, la planta me encontró a mí. «¿Nombrarla? Esa es una labor bastante grande…» Ella se ve como una niña, así que debería darle un nombre adorable. Un nombre adorable…¡Daré mi mejor esfuerzo! «¿Qué tal Gina?»

La niña arrugó su rostro. ¡Ella quería uno diferente!

«¿Q-Qué tal Cornet o algo así…?»

Volvió a hacer una mueca con el rostro. ¡Esto era difícil sin razón alguna! ¡Ni siquiera sabía qué clase de cosas le gustaban!

«¿Qué tal Gran Mandrágora Corredora?»

Halkara sugirió la clase de nombre que pertenecía a una categoría totalmente diferente.

Como era de esperarse, la niña gruñó: «¡Grrr! ¡Silencio, Elfo!»

«Está bien, entonces… ¿Qué clase de cosas te gustan? Intentaré poner eso en tu nombre.»

«Tierra, arena, agua y la luz del sol.»

¡Esa era una respuesta muy de planta!

¡Era difícil pensar en un nombre adorable que tuviera tierra en el! Doi tenía el kanji de tierra en él… No, ese es un apellido. Y no encajaba realmente en este mundo.

Otra palabra para tierra era suelo. Eso tampoco era muy lindo. En cuanto a arena…arena…

«¡Está bien, Sandra[1]! ¡Tu nombre es Sandra!»

«Sandra… Oye, ese no está mal.»

¡Muy bien, decidido! ¡Honestamente estoy aliviada de que hubiéramos escogido un nombre tan rápidamente!

«Ama, ese nombre de cierta forma suena como el de los dragones solares. Podrían terminar mezclándose.»

¿Esos existen…? Había toda clase de dragones.

«¡A mí me gusta, así que no importa! ¡Retrocede! ¡Grrr!» Sandra estaba actuando hostil con Flatorte. Ella seguía siendo un poquito salvaje…

Yo estaba feliz de verla satisfecha con su nombre.

 

—Una vez que nos decidimos por el nombre de Sandra, finalmente logramos que hablara sobre su historia.

«Luego de estar viva por tanto tiempo, de pronto comencé a verme de esta forma.»

No sonaba como si Sandra recordara cuando se transformó en lo que era ahora.

«Y una vez que aprendí que habían personas ahí afuera que andaban buscando a mandrágoras como yo, comencé a buscar un lugar donde no pudieran encontrarme. Aprendí como hablar a partir de casas humanas que había cerca al escucharlos. También vi humanos usando ropa, así que les copié.»

Sonaba como si Sandra hubiera ido adquiriendo conocimientos a medida que se movía de un lugar a otro.

«Y cuando vi que este bosque estaba totalmente virgen, pensé que sería seguro y comencé a vivir aquí. Y cuando te conocí estaba tan sorprendida de ver a una bruja…y ahora estamos aquí.»

Toda la historia de su vida ya se había terminado. No era como si ella tuviera demasiada curiosidad por algo, así que aparentemente solo vivió en el denso mar de árboles que era el jardín de Beelzebub durante un largo tiempo.

«Una mandrágora, hmm. Dudo que haya alguna como tú registrada en los censos demoniacos. Este debe ser uno de los casos más raros.»

Alguien como ella ni siquiera existía entre la raza de los demonios, una categoría que incluía toda clase de razas.

Pero eso tenía sentido. Si los demonios la reconocían como humana, entonces las brujas no habrían venido tras ella con el fin de cosecharla.

«Mm. Y, Sandra, ¿qué es lo que vas a hacer ahora?» Beelzebub fue de directo al punto.

«¿A qué te refieres con eso…?»

«Eres una planta. Has vivido todo este tiempo en mi jardín, lo que significa que estás conforme con vivir ahí—¿Te vas a quedar en el jardín? Yo no llamaría a las plantas en mi jardín como invasores de terreno, así que puedes vivir aquí; ¿qué es lo que harás?»

Sandra dejó caer ligeramente su cabeza y se sumió en el silencio. Parecía acomplejada.

Ella no parecía verse particularmente interesada en quedarse aquí.

«He vivido aquí por un largo tiempo, pero…la luz del sol no es muy potente aquí…y no es muy divertido…es difícil crecer…,» Sandra murmuró en voz baja para sí misma. «Es por eso que…pensé que podría ser buena idea mudarme a otro lado…pero odiaría ser nuevamente atrapada por las brujas…así que quiero ir a un lugar seguro…»

Beelzebub me miró.

Y entonces Halkara me miró.

Oooooh, está bien, está bien. Entiendo.

«¿Qué está pasando?» preguntó Flatorte. Ella no había entendido nada. Eso era de esperarse de su parte.

«Sandra, ¿te gustaría venir a vivir a las tierras altas donde yo vivo? Tenemos un jardín de vegetales, así que puedes vivir ahí. Tenemos algunos cuartos extra, así que también puedes quedarte en uno de esos.»

Por un momento, los ojos de Sandra brillaron.

Pero su expresión inmediatamente volvió a ser una de duda.

«¿E-En serio? ¿Ese realmente será un buen ambiente para crecer…?»

«No sé si será un buen ambiente para las mandrágoras, pero si no te es cómodo, entonces te puedes mover a otro lugar, ¿verdad? Puedes darle una oportunidad. Hay bastante luz solar para que te bañes en ella.»

«Si tú lo dices, entonces…le daré un intento…l-llévame contigo…»

Habíamos llegado a un entendimiento.

Cuando pensaba en ello, si esta niña nunca me hubiera conocido, habría pasado el resto de los días viviendo tranquilamente en el jardín de Beelzebub, así que la secuencia lógica sería que yo la cuidara ahora. Incluso la había nombrado.

Me habría despertado sintiéndome terrible si ella hubiera terminado atrapada por una mala bruja y transformada en ingredientes para medicina.

Siempre y cuando ella permaneciera en mi jardín, dudaba que las demás brujas vinieran a cosecharla. Podía poner una barrera alrededor de mi jardín; funcionaría de alguna forma.

«Está bien, Sandra. A partir de hoy, eres un miembro de la casa de las tierras altas.»

Acaricié la cabeza de Sandra y ella no parecía disgustada.

«¡Yay! ¡Nuestra familia ahora ha crecido!»

Halkara estaba encantada, pero Sandra le esnifó.

«¡¿Qué familia?! ¡Un elfo no es una mandrágora! ¡Yo solo estaré en el jardín! ¡Grrr!»

«Ah…supongo que ella no ve con buenos ojos a nadie más que a usted, Maestra-sama…»

Halkara parecía aprensiva, pero podría tener razón…y si Sandra era hostil con Halkara, entonces sería lo mismo para con Flatorte…

«Ama, ella es demasiado descarada,» dijo la dragona. «Hágala correr 15 vueltas alrededor de Flatta para domar ese temperamento.»

«¡Esto no tiene nada que ver contigo! ¡Grrr!»

«¡Hmph! ¡Si respiro sobre ti con el aliento de un dragón azul, no serás nada más que un bloque de hielo! ¡La tierra también se congela!»

«E-eso es injusto…ir por la tierra es contra las reglas…»

Sandra se escondió detrás de mí. Ella era solo una niñita cuando se trataba de estas cosas. Y parecía que también podía caminar con normalidad, a pesar que se suponía que tenía raíces y no pies.

«No puedo escapar a lugares sin tierra…»

Ella podía caminar, pero sonaba como si fuera mayor problema que moverse al interior de la tierra.

«Sandra, tengo una condición para ti si es que vas a venir conmigo.»

Levanté un dedo.

«¿Qué cosa…? Dime…»

«Pórtate bien con las demás que viven en la casa de las tierras altas. No me molesta una pelea ocasional, pero tienen que hacer las paces después.»

Entonces Sandra se quedó callada. Ella era del tipo que se cerraba cuando las cosas no iban bien para ella.

«Si no puedes hacer eso, entonces no te puedo llevar conmigo. Puede que hayas vivido por tu cuenta como planta todo este tiempo, pero hay cientos de animales que pueden hablar como tú en este mundo. No es necesario que seas amiga con todos ellos—ni siquiera es posible—pero llevarse bien con las personas que conoces hace la vida más sencilla.»

Sandra parecía como si estuviera teniendo problemas con esto, pero creo que estaba más preocupada acerca de avergonzarse a sí misma al ceder o algo así. Ella ya sabía su respuesta.

«Está bien…intentaré ser buena, así que llévame contigo…»

«Genial, me alegra oír eso.» Volví a acariciar su cabeza. «Me alegra tenerte como parte de la familia, Sandra.»

«Sí, gracias, Azusa…»

Había una gran y maravillosa sonrisa en el rostro de Sandra.

Ella realmente se veía como una niña de esa forma. El césped en su cabeza estaba justo comenzando a verse como cabello.

«¿Pero por qué eres tan dulce y amarga a pesar de haber estado viviendo por tu cuenta durante tanto tiempo~?» Halkara no necesitaba preguntar eso.

«¡No estoy siendo dulce! ¡Especialmente no contigo! ¡¿Acaso siquiera entiendes el concepto de dulce y amargo?! ¡Grrr! ¡Grrr!»

«¡Aaaaaah! ¡La ofendí! Esperen ¡¿cómo es que siquiera entiendes el concepto de dulce y amargo cuando eres una planta?! ¡¿Qué clase de nutrientes terrestres has estado absorbiendo?!»

El comentario de Halkara había dado justo en el clavo, pero no quería que irritara aún más a Sandra. Ella no era una niña muy directa, después de todo.

Estaba a punto de tener aún más problemas en mis manos, pero eso era parte de lo normal en la casa de las tierras altas.

Yo también me había vuelto más capaz.

Sandra realmente terminó plantándose a sí misma en una esquina de nuestro jardín de vegetales.

«Sí, esto no está tan mal. No hay nada aquí bloqueándome y se siente como si la luz solar durara horas aquí.»

Podía escuchar su voz proveniente del interior de la tierra, lo cual era algo surreal.

«Entonces simplemente te quedarás ahí, ¿verdad? No tendrás que entrar a vivir en la casa, ¿verdad?»

«No puedo dormir en camas, así que estaré bien aquí. Entraré al edificio cuando tenga ganas.»

No estaba segura si podía considerar este estilo de vida como ser parte de la familia, pero podíamos comunicarnos, así que la consideraría como tal.

A continuación Falfa y Shalsha aparecieron con una regadera.

«Es hora de regar.»

«Agua, Sandra-san~»

Shalsha le dio a Sandra una pequeña ducha.

«Aaaah, eso se siente genial. Relajante. Gracias, gracias. Oh, eso es suficiente. Más que eso y podría causar que mis raíces se pudran.»

De seguro era conveniente cuando una planta te decía cuál era la dosis apropiada de agua.

«Mamá, esta planta es extremadamente preciosa. Vale la pena observarla.»

Shalsha estaba intentando comenzar un diario de observación. Espera, ella no es una campanilla, lo sabes ¿no?

«¡Mami, estoy feliz que nuestra familia sea más grande!» La reacción de Falfa era tan pura.

«Sí. Shalsha, trata a Sandra como de la familia, igual como lo haces con Falfa.»

«Entendido. Lo haré sin fallar.» Shalsha asintió.

«Oh, necesito agua dos veces al día. Por favor.» Sandra seguía hablando más como una planta que una chica. «No necesito agua cuando llueva. Les diré acerca de lo que deben hacer cuando suceda.»

«Entendido. Te cultivaremos junto a mi hermana mayor.» Shalsha asintió vigorosamente.

Toda clase de líneas divisorias estaban comenzando a desdibujarse…pero aceptarlo todo era el estilo de nuestra casa.

 


[1] La relación se entiende mucho mejor en inglés. Sandra-Sand (arena)

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