Even Though I’m a Former Noble and a Single Mother, My Daughters Are Too Cute and Working as an Adventurer Isn’t Too Much of a Hassle (WN) Vol.3 – Capítulo 20

Las Mellizas Blancas vs El Gran Maestro Imperial

“¡¿GYYYAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHH?!”

Mientras el brazo que había estirado era calcinado al instante, Gran cayó al piso retorciéndose de dolor al mismo tiempo que la conmoción de la herida golpeaba sus nervios llegando hasta su cerebro. Tio se quedó paralizada solo por un breve instante ante lo que su pequeño familiar había hecho, recuperando a continuación su juicio y así buscar el reloj de bolsillo que había dejado caer, pero pronto se dio cuenta que  este estaba en el pasto justo al lado de donde se encontraba Gran. ¿Qué pasaría si ella se acercaba a él, especialmente ahora que su brazo se había comenzado a regenerar a una velocidad aterradoramente rápida?

El único resultado que ella podía ver era la visión de su pequeño cuerpo siendo aplastado en el piso por ese gigantesco brazo una vez que hubiera sanado.

“¡Tch…! Sophie, por aquí.”

“¡¿Wawawawa?!”

Decidió por lo tanto que no había nada que pudiera hacer ahora, tomando la mano de su hermana mayor quien seguía impactada para correr y así internarse en lo profundo del bosque. La última vez que algo así sucedió, fue cuando el antiguo sirviente de Shirley, Rudolph intentó secuestrar a las mellizas junto a un sequito de caballeros, ellas fueron incapaces de responder en ese momento, pero con dicha experiencia en su haber ahora, ella no iba a dejar que las atraparan por segunda vez, así Tio fue capaz de mantener la calma.

 

Difícilmente era la clase de racionalidad que uno podría esperar que proviniera en esta situación de una niña de diez años que usualmente era somnolienta y descuidada.

“¡¿Q-Q-Q-Q-Q-Quien era ese?!”

“No lo sé…no estoy segura, pero creo que es otro pervertido del Imperio. Aunque este es ligeramente diferente de la clase de hombres de los que mamá nos advirtió.”

“¡Él definitivamente es diferente de los que mami nos dijo! ¡¿Qué clase de pervertido se ve así?!”

Habían lágrimas en los ojos de Sophie, pero ella pestañeó para quitarlas mientras intentaba recuperar su compostura, calmándose un poco mientras hablaba con Tio. Ellas podrían no saber quién era Gran, pero definitivamente recordaban el rostro de Alice, la mujer semi-enterrada en su cuerpo.

Lo que realmente querían hacer era correr de regreso al pueblo, pero eso involucraba el pasar a Gran. La única opción que tenían era entrar aún más en el bosque para intentar encontrar una ruta más amplia y bordearlo, lo que significaba que tenían que ir más allá de los límites de la ciudad donde los adultos les habían dicho que nunca fueran. En otras palabras, ellas nunca habían ido allá.

“…Lo siento. Corrí por aquí para despistarlo, pero podríamos terminar perdiéndonos.”

“¡E-Está bien! ¡No hay nubes hoy así que podremos saber en qué dirección está el pueblo si mantenemos un ojo sobre las sombras!”

Los ojos de Tio se ensancharon. Ella sabía que su hermana mayor era lista, pero no tenía idea de que supiera algo como eso.

“Pero, incluso si no nos perdemos y logramos regresar a la ciudad para cuando anochezca… ¿Qué pasara con ese tipo? ¿Es un monstruo? ¿Qué vamos a hacer…?”

 

Por ahora, el distanciarse de lo que fuera esa cosa tomaba prioridad. Por suerte, en comparación a esa sobredimensionada deformidad de la que estaban huyendo, era relativamente sencillo para aquellas pequeñas niñas el moverse por el sector y mantenerse escondidas en aquel denso bosque. Incluso si no tenían experiencia, las dos de cierta forma habían sido criadas por todas esas historias de aventureros que habían escuchado durante los años, así que las niñas tenían una inteligencia que contradecía su corta edad.

“Si es tan poderoso como se ve, podría ser capaz de romper los árboles en su camino, será un problema si nos puede oler.”

“¡E-Es cierto! ¡¿Berilio y Rubí pueden hacer algo, no?! ¡Ese rayo de antes fue asombroso!”

Era difícil imaginarse viendo lo tontas que se veían y actuaban a diario esas aves, pero si aquellos dos pequeños familiares habían producido tanto daño a Gran en un instante, podría ser posible para ellas derrotarlo. Ella miró hacia el cielo por sobre su cabeza con gran expectativa, pero se encontró con nada.

“¿Uh…Huh? ¿Dónde están Berilio y Rubí? ¿A-Acaso se quedaron atrapados en algún lugar? Entonces, si los invocamos…”

“Te equivocas Sophie, mira.”

“¿Huh…? ¡¿Espera, uwaaaah?! ¡¿Hay algo blanco en tu cabeza?!”

Tio apuntó con un dedo a la cresta que estaba en su cabeza. Mientras Sophie miraba la cabeza de su hermana menor, ella lo vio, anidado en ese blanco cabello estaba un ave igualmente blanca. Era Rubí quien, a pesar de tener algún extraño aire de satisfacción a su alrededor, había perdido todo el color de sus plumas.

“A propósito, Sophie. Berilio también está en la tuya.”

“¡¿Uwaaah?! ¡E-Es cierto! ¡No lo había notado para nada!”

Ella finalmente se dio cuenta luego de tocar con una mano su cabeza. Berilio se había puesto de un fantasmal color blanco, aunque también tenía la misma atmósfera engreída como si estuviera sonriendo.

“¿Q-Quizás es su poder mágico? Creo que los colores de Rubí y Berilio están regresando ligeramente, tienen que estar recuperándose al unirse nuevamente con nuestros caminos mágicos.”

“Realmente no lo entiendo ¿Pero quieres decir como la primera vez que los encontramos?”

“¿Sí, quizás?”

Pensando en ello, Tio no podía encontrar una manera para que las dos aves derrotaran a Gran de esta forma. La velocidad de recuperación de Gran era definitivamente algo fuera de lo ordinario, así que incluso si las aves pudieran causarle un montón de daño con su magia, no sería mucho si es que ellas tenían que recuperarse a cada rato.

“Entonces, supongo que lo único que podemos hacer es intentar rodearlo y regresar al pueblo ¿Verdad?”

“Mm. Los aventureros allá deberían ser capaces de hacer algo.”

Pero, justo mientras ellas se estaban decidiendo en ello, las dos tuvieron la misma imagen surgiendo en sus mentes.

Era una escena donde Sophie y Tio habían regresado a salvo al pueblo. Sin embargo, luego de perseguirlas a través del bosque, Gran estaba de pronto suelto en las calles. Incluso si los aventureros eventualmente llegaban para derrotarlo ¿Qué le sucedería mientras tanto a la gente del pueblo?

Ellas vieron las imágenes de Lisa, Chelsea y Mira, por no hablar de Martha…

“¡¿Q-Qué pasa con estas extrañas visiones nuevamente…?!”

“…Pero ¿No es eso lo que realmente sucedería si regresamos de esta forma al pueblo?”

Esta no era la primera vez que ellas habían visto extrañas visiones como esa en el ojo de su mente. Eran demasiado vividas como para ser llamadas fantasías o simplemente imágenes conjuradas por el preocupado estado mental en que estaban considerando como las cosas estaban yendo, había una alta posibilidad de que tal visión pudiera hacerse realidad.

“¿Qué podemos hacer…? No hay manera de que podamos regresar de esta forma…”

La mera idea de perder a sus amigas y a la que era como su abuela sustituta las clavó en el lugar. Cuando se dieron vuelta en dirección a lo profundo del bosque, otra imagen fluyó hacia sus mentes, como si les dijera que hacer.

No era una visión de desesperación o una profecía de dolor. Simplemente era un extraño “algo” que parecía estar guiando a las niñas. No había garantía en seguirla, bien podría solo terminar siendo una ilusión.

¿Entonces, que es lo que podían hacer? Ellas escucharon un bestial sonido que venía avanzando rápidamente a través de los árboles que estaban algo detrás de ellas, como si fuera ayudarlas a decidirse. Sophie y Tio se miraron la una a la otra y asintieron.

“…Tio.”

“Mm. Entiendo.”

Las mellizas blancas creyeron en sus instintos mientras comenzaban a correr entrando en lo profundo del bosque. Ellas no iban a escapar, iban a contraatacar.

Mientras el humo de las extremidades que se habían quemado lentamente se disipaba y Gran se aseguraba que su brazo regenerado funcionaba sin problemas, no quedaba ya rastro de aquella sádica sonrisa que había mostrado anteriormente, solo una expresión de enfervorecida ira mientras contemplaba la dirección en la que las mellizas habían desaparecido en el bosque.

“¡Esas malditas niiiiiiiñas…! ¡Pensar que me darían una herida de esta forma…!”

Gran, quien había aterrizado en este bosque desde el cielo luego de volar entre el Imperio y el pueblo fronterizo del Reino se miró a si mismo…él seguía convencido de sus objetivos. Luego de descubrir donde estaba Shirley, él la mataría sin falta alguna, mientras llevaba de regreso a las dos hijas de Albert como un premio para así poder suavizar cualquier resentimiento que pudiera quedar entre los dos luego de este incidente.

―――― ¿Aun puedo ganar si la desafío de esta forma?

A pesar de que se suponía que había obtenido una irrefutable cantidad de poder, él de todas formas casi terminó completamente derrotado por Lumiliana ¿Entonces, qué oportunidad tenía contra una espadachín que excedía por mucho a Lumiliana? Por supuesto, Gran no quería aceptar el hecho de esa forma en lo absoluto. Pero, este todavía poseía un instinto conspirador y, luego de encontrarse con Sophie y Tio, desarrolló un plan en ese momento.

“¡Eso es! ¡Para asegurarme por completo de ello ¿No sería mejor tener un rehén para asegurarme que Shirley no podrá escapar?! ¡Puede que sea inevitable el herir a las niñas solo un poco para asegurarme de que tampoco huyan, pero una ligera mancha en mi caballerosidad es un sacrificio justo!”

Aunque él se había dicho a si mismo que era para evitar que Shirley escapara, en realidad él quería un rehén que la mantuviera en el lugar y así poder atacarla unilateralmente. Era la elección más funesta, profundamente enraizada en su miedo instintivo a ella. Una decisión hecha parcialmente producto de la influencia del arma mágica que nublaba su mente y además en parte al ya palpable sentido de arrogancia de Gran.

Incluso si Sophie y Tio fueran ingeniosas, aquellas pequeñas niñas no tenían el más mínimo entrenamiento real. No había manera de que pudieran resistirse a Gran quien se había convertido en un verdadero monstruo, ni había manera alguna de que pudieran escapar. Esa simplemente era la verdad obvia.

De esa forma, Gran intentó agarrar a las mellizas al estirar su exceso de extremidades por detrás de ellas. Una vez que él hubiera asegurado a las rehenes, sonreiría enloquecidamente ante las horribles cosas que les haría en frente de los ojos de Shirley, pero de alguna forma las dos saltaron al lado evitando sus manos monstruosas.

Él quedó conmocionado ante eso, pero eventualmente intentó agarrarlas nuevamente. Puede que hubieran tenido buenos reflejos para evitar su ataque sorpresa una vez, pero ellas no podrían soportar su poder físico. Pero al contrario de sus expectativas, las dos chicas no estaban solas.

Las dos aves aparecieron de la nada batiendo sus alas en el aire entre él y aquellas niñas, destruyendo uno de sus brazos con su magia, permitiendo que Sophie y Tio escaparan en medio de la confusión. Mientras él se retorcía de esa forma en agonía, las dos ya habían desaparecido por completo entre los árboles.

“¡Y-Yo no las perdonaré…! ¡¿Por qué siempre estás condenadas mujeres y niñas me insultan…?!”

No era solo su ira contra estas insolentes niñas. Gran odiaba la idea de que cualquiera fuera capaz de resistírsele mientras el poder de Dáinsleif recorría su cuerpo.

“Estas dos después de todo son las crías de Shirley, el monstruo que torturó a Alice y a su vez me maldijo… ¡De tal palo, tal astilla…!”

Como si de pronto hubiera reconocido un aroma en el aire, Gran llevó su nariz en la dirección que las chicas habían huido. Mientras este lamía la espada fusionada a su brazo derecho con una sádica sonrisa, sus ojos se nublaban por una intensa sed de sangre.

“Dado que ha llegado a esto…no será un problema si les corto un brazo o una pierna por aquí por allá.”

Al hablar acerca de mutilar a las herederas del trono Imperial, Gran hizo un comentario realmente reprochable tanto como un caballero como noble Imperial. No había ni un solo rastro en su voz de que estuviera bromeando. Ese hombre quien ya estaba en proceso de convertirse en un marginado de regreso en casa juró regresarle la humillación a las chicas que le habían atacado.

“Así que ¿Dónde se fueron esas niñitas? Mierda, hay árboles por todos lados… ¡Que molesto!”

Por supuesto, aquellas niñas tenían bastantes lugares para esconderse. En este bosque donde los árboles crecían frondosos, había un variado número de lugares donde dos niños podrían haberlo hecho. Gran no podía localizarlas de inmediato, pero eso tampoco era como si estuviera buscando a ciegas.

“Este aroma…¡Kukuku, están por ese lado…!”

Junto con su cuerpo deforme, sus cinco sentidos también se habían visto increíblemente aumentados. Podría no ser tan poderoso como el de un perro, pero estaba lo suficientemente cerca como para poder seguir el aroma de las dos niñas y las dos aves que se había encontrado hace unos momentos.

Él tuvo problemas ubicando exactamente donde estaban, pero esas odiosas chicas y aves que le habían causado a él una herida tan dolorosa definitivamente estaban cerca. Tomando la ruta más corta en dirección a la fuente del olor, destruyendo árboles en su camino, él divisó las espaldas de las dos chicas que seguían corriendo para escapar.

“¡Las encontré, mocosas!”

Las demoníacas manos del inhumano caballero se estiraron hacia aquellas jóvenes muchachas una vez más. Aunque Gran se estaba acercando a una velocidad que excedía por mucho la de un hombre común…de pronto, toda su visión se vio puesta boca abajo.

“¡¿Qu…qué diab…?!”

Los ojos de Gran se movieron a toda velocidad a causa del desconcierto de este súbito cambio. Alrededor de su tobillo estaba un nudo de enredadera, apretado aún más por su propio peso.

Para cortar los arbustos, Tio había llevado consigo una pequeña hacha al bosque. Usando un grueso pedazo de enredadera amarrada alrededor de un flexible árbol, era la típica trampa, pero esta seguía siendo bastante efectiva.

Sophie había pensado en la trampa de la que Gran ahora colgaba y Tio la había armado.

El caballero mientras tanto se veía como un cerdo atrapado mientras colgaba boca abajo ¿El Gran Maestro de los Caballeros Imperiales, reducido a un simple animal tonto capturado por una trampa? Él no pudo siquiera comprender la realidad de ello mientras colgaba enmudecido a causa de la conmoción, pero las mellizas no perdieron la oportunidad.

“Ahora es nuestra oportunidad.”

“¡Toma esto!”

Corriendo hacia Gran, Sophie y Tio vertieron el contenido de una gran hoja que habían estado sosteniendo entre las dos, un delgado engrudo de color rojo. Ese deforme hombre comenzó a toser de manera horrible. Luego, de pronto, comenzó a sentir una fuerte sensación de quemazón tanto en su boca como nariz y ojos…

“¡¿Gy…GYAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAGH?! ¡¿Q-Qué es esto?! ¡Quema! ¡QUEMAAAAAAAAAAAAAAAAAA!”

Llagas comenzaron a llenar su boca, sangre apareció en su nariz y en sus ojos lágrimas surgieron violentamente ¿La razón? Esa pasta roja era una mezcla de ají habanero y otros ajíes que crecían en el bosque. Sophie y Tio, con la ayuda de Berilio y Rubí, quienes habían recuperado lo suficiente de su fuerza para volar, reunieron la mayor cantidad posible y vertieron el contenido molido sobre la cara de Gran. Sin importar su habilidad para regenerar, ese preparado increíblemente caliente había recubierto el interior de su nariz y boca, a la vez de entrar por las esquinas de sus ojos, ese abrasador ardor no se iba a ir a ningún lado pronto.

“¡L-Lo hicimos! ¡Misión exitosa!”

“Mmm. Escapemos y tengamos listo el siguiente.”

Mientras el Gran Maestro sufría un dolor indescriptible colgado boca abajo en la trampa de un par de niñas de diez años, estas intercambiaron un rápido ¡choca esos cinco! Para celebrar su éxito antes de regresar rápidamente al interior del bosque, con las dos aves espíritu sobre sus cabezas.

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