Shomin Sample Vol.01 – Capítulo 8

Capítulo 8: ¡¿A quién estás llamando Tsunpura-san?!

Una nueva mañana. Cuando abrí mis ojos, la maid ya estaba ahí.

«¿Estás despierto?»

Kujou-san me miró desde arriba con su mirada estándar llena de desprecio.

«Aunque habría estado feliz si no lo hubieras hecho. Nunca.»

«¡¿POR QUÉ?!»

Actuar Tsukkomi a primera hora de la mañana. Esa era una primera vez para mí.

«Espera… ¿Algo pasa?»

«¿A que podrías referirte con ‘Algo pasa’? »

«Bueno… ¿Quieres algo?»

De inmediato, Kujou-san suspiró. Si dudaran de lo que significa, seguramente estaba destinado a despreciarme al entenderse como un «Es por eso que los plebeyos son…»

«Te he dicho que soy tu maid personal. Una de mis tareas es el de ayudarte en la mañana.»

El decirme eso de manera tan natural…me hizo sentirme nervioso.

Cuando me preguntaba acerca de si debería decirlo o no, cuando en verdad me decían eso, no había manera siquiera de pensar acerca de todas las cosas eróticas que el ser ayudado por una maid en la mañana podrían significar…

«Estás pensando algo promiscuo ¿cierto?»

«¡…! ¡No, en lo absoluto!»

«Pensaste acerca de músculos ¿cierto?»

«¡NO. EN LO. ABSOLUTO!»

Me levanté y busqué mi cómoda por hábito…la cual estaba en el lugar de siempre.

Simplemente irreal, sin importar como lo viera, había una verdadera maid de pie en mi cuarto…era un tanto repelente, sacudía los pilares de mi vida diaria.

En ese punto, Kujou-san silenciosamente se acercó.  Agarrando el dobladillo de mi camiseta con ambas manos, rápidamente la tiró hacía arriba.

Mi reacción hacia esta acción demasiado natural llegó tarde, pero…

«¡¿…Q…Qué estás haciendo?!»

«Asistiéndote con tu cambio de ropas.»

«¡¿…?! ¡E-Estoy bien!»

«Eso no servirá. Esta es una tarea que las maids de Seikain deben realizar.» Dijo eso mientras continuaba intentando sacar la polera. «Incluso si eres un plebeyo, impopular y un pervertido amante de los machos por sobre eso, como la maid en jefe de Seikain, debo realizar mis deberes de forma apropiada. Es acerca del profesionalismo de mi ocupación. Es una batalla en donde apuesto mi propio orgullo. Incluso si la otra persona es un pervertido, que con suerte podría rivalizar con la basura, debo hacerlo. Por el bien de mi orgullo. No me rendiré en cuanto…»

«¡POR EL AMOR DE DIOS SUELTAME…!»

Logré cambiarme solo.

 

«Por aquí.»

«…¿Por qué tenemos que irnos a través de la puerta trasera?»

«¿Acaso olvidaste el alboroto de ayer?”

Kujou-san señaló la entrada con sus ojos.

Podía escuchar vagamente la cada vez mayor cantidad de voces alegres de las ojou-samas que bajaban por las escaleras.

«…Un plebeyo…» «…En estos dormitorios…» «…¡Oh vaya!»

«…Un hombre.» «…Por primera vez…» «…Estoy tan emocionada…»

«…»

Obviamente, ellas se estaban volviendo bastante animadas.

«Si fueras a marcharte por esta puerta, causarías un alboroto. Por lo tanto, considera el escoger la puerta trasera por hoy.»

A continuación procedimos a escabullirnos por el pasillo.

«Se siente como si fuera alguna clase de estrella ¿huh?»

«Es cierto ¿o no?»

«…Lo siento.»

«¿Por qué tendría que disculparse señor estrella? Hoy, tendrá el papel protagonista en la Reunión explicativa ante toda la escuela, pero a partir de mañana, las cosas probablemente se tranquilizarán.»

«Yo interpretando el papel protagonista…»

«Sssh. Silencio…»

Alguien salió del espacio comunitario de descanso (O mejor dicho, una cocina comunitaria bastante extravagante)

«Una esquina más y estaré allí. A partir de ahí, debería ser capaz de conseguir salir sin problemas evitando encontrarme con alguien.»

Y entonces, cuando esa persona dio la vuelta a la esquina…

«…»

Aika inesperadamente chocó con nosotros.

Ella había chocado con nosotros al estar usando otra ruta de forma perfecta.

Al no haber estado esperando encontrarse con alguien, ella se veía terriblemente sorprendida.

«¡¿P-POR QUÉ EL PLEBEYO ESTÁ AQUÍ?!»

«…¿Tú también escuchaste algo?…» «…Sí…» «…Con el plebeyo…»

«…No puede ser…» «…del interior.»

Comenzó a volverse extremadamente ruidoso en la entrada, y se estaba volviendo constantemente más ruidoso.

«Por aquí. Rápido.»

Kujou-san abrió una puerta apurada.

«Ahora lo entiendo.»

Lo había comprendido.

«Así que tú estás usando siempre la puerta trasera.»

«…»

Aika se sumió en el silencio.

No gustar era atemorizante y la soledad era como si estuvieras siendo pinchado por las largas púas de un puercoespín.

«Pero incluso las personas populares les gusta tomar este camino ¿cierto?»

Aika me reprochó.

«Así que tengo lo que se necesita para también volverme popular, ¿sabes?»

Ella tenía una extraña forma de optimismo.

Tenkuubashi Aika.

Había escuchado su nombre completo ayer. Su familia estaba cargo del negocio de transporte aéreo.

Es extraño que continúe llamándola Aika-san. Pero Tenkuubashi suena algo difícil de decir…

«¿La cara de un plebeyo en la mañana siempre es tan desarreglada?»

Aika será.

La maid personal de Aika había seguido sus pasos de forma silenciosa a través del pasillo secreto de madera que estábamos tomando.

Y de la misma forma, Kujou-san me siguió a mí.

Cada mañana, las maids escoltaban a las estudiantes de las que estaban a cargo al comedor…parecía ser la costumbre.

Una regla similar a la de una celebridad la cual ya excedía bastante mis suposiciones.

Sentí un escalofrío recorriendo mi espalda a causa de la peculiar presencia que me estaba siguiendo por lo que sentí ganas de girar mi cabeza.

«¿Cuál es el problema?»

«Bueno…parece que no puedo calmarme.»

«¿Por qué?»

Ella dijo esto con una cara llena de ignorancia.

«Normalmente…no soy escoltado por una maid al ir a la escuela.»

«… ¿No eres escoltado cuando vas a la escuela?»

«Sí, no, además de eso, es lo mismo para el resto también. No hay maids que nos ayuden. Para nadie.»

Aika…ensanchó sus ojos producto de la sorpresa.

Ella sacó una libreta (de alta calidad) del bolsillo de su falda y recibió un lápiz de su maid.

En lugar de recibirlo, sería mejor decir que fue colocado de forma perfectamente natural en su mano estirada sin siquiera preguntar. Pensé que era bastante genial el haberlo dominado a un grado que se sintiera como una acción rutinaria.

Y así, ella puso un rostro serio y comenzó a escribir en su libreta. Cuando eché un vistazo, tenía escrito en ella’ Los plebeyos no tienen maids’.

Espera, los caracteres parecen casi profesionales.

«Tu escritura es realmente bonita ¿huh?»

«¡¿Eh…?!»

Ella miró por sobre su hombre sorprendida.

«¡¿Q-Qué estás diciendo…?»

«No, en serio.»

«¿B-Bueno? Estoy en el top diez de la clase en cuanto a notas de caligrafía ¿sabes?»

Ella golpeó su pecho el cual había inflado con orgullo.

«Eh, ¿ustedes hacen caligrafía?»

«¿Tú no?»

«¿Cómo clase? Por supuesto que no. Eso solo es hasta la escuela primaria.»

«¡No puede ser! Es un tema obligatorio en cuanto a clases de etiqueta ¡¿sabes?! ¡Es normal el tomar cursos de escritura con lápiz y pincel en secundaria!»

¿Normal huh?… Ya veo, estamos en mundos separados en varias cosas.

«Bueno, no obstante es buena. En serio, mírala.»

«…»

Luego de mover de forma nerviosa sus labios, Aika empujó su libreta hacia mí con sus mejillas ligeramente enrojecidas.

«M…Muéstrame tu forma de escribir.»

«¿Yo?»

«Correcto. Muéstrame como escriben los plebeyos.»

Luego de sostener el lápiz en mi mano por un momento…escribí ‘¡Un plebeyo visitando!’.

«¡Uwaah! ¡Esto realmente es malo!»

«…»

«Devuélvemelo.»

Mientras se reía ligeramente, ella añadió ‘Los plebeyos son malos con los caracteres’ debajo de mi ‘¡Un plebeyo visitando!’ con su ordenada letra.

«¿Qué diablos?»

«¿Qué?»

Aika bajó su libreta, todavía riéndose.

«Los plebeyos todavía usamos la escritura cuneiforme, por lo que no estamos acostumbrados a los lápices.»

«¿Huh? No puede ser posible que eso sea cierto… ¿O sí?»

«No. Estoy hablando en serio.»

«¡¿Eh?! ¡¿Así que todavía están usando tablillas de arcilla?!»

«¿En serio te lo estás creyendo?»

Estaba conmocionado.

Esta persona, realmente se creyó todo de inmediato. En lugar de pura, ella era demasiado pura…

«Ese es el camino equivocado. Por aquí.»

«Ah, mi error, Tsunpura-san.»

«¡¿A quién estás llamando Tsunpura-san?!»

Pero aun así…cada rincón incluso del campus es fino, solo al caminar por aquí, me siento terriblemente fuera de lugar.

Siendo honesto, me está cansando. Las ojou-samas y yo tenemos una manera demasiado diferente…de sentirnos. De la ojou-samas, también de esto siento que todo es demasiado diferente de mí…estoy realmente preocupado si acaso soy adecuado para todo esto.

«Oye.»

«¿Qué?»

«Ya que te estoy hablando sobre plebeyos, ¿qué tal si me cuentas sobre aquí?»

«Por ejemplo el estilo de vida de las estudiantes de este lugar…una visión general de todo, si gustas.»

«La jefa del comité Arisugawa Reiko puede hablarte sobre ello.»

«En verdad estoy bien contigo.»

«¡¿…?!»

Aika súbitamente se volvió de un color rojo brillante.

«¿Qué sucede?»

«¡D-Deja de decir cosas extrañas!»

«¿Cosas extrañas?»

«¡Cállate!»

¿Por qué ella se enojaría conmigo?

«… ¿Así que? ¿P-Por qué yo en lugar de Arisugawa Reiko?»

«Por qué tú no te pareces en nada a una señorita.»

Es cierto.

«Quiero decir, Arisugawa-san, ella tiene esa aura de elegancia y este encanto que virtualmente brota de ella, parece que no fuera de este mundo ¿cierto? Me pone nervioso. Pero de nuevo, tú estás lejos de…»

*golpe*

«¡ESO DOLIÓ!»

«¡ESTUPIDO PLEBEYO! ¡PIERDETE!»

«N-No, puedo ver cómo debe de haber sonado eso recién. Pero es realmente más fácil hablar contigo, así que te lo ruego, no hay nadie más a quien pudiera preguntarle.»

«…»

Con sus brazos cruzados, ella pensó.

«…L-Lo entiendo.»

«Gracias.»

«A cambio, asegúrate de asistir al Club de los Plebeyos. ¡¿Está bien?!»

«Lo sé.»

Habiendo sido repentinamente transferido a esta Academia Seikain sin tener idea de cuánto tiempo posiblemente estaría aquí, me había decidido respecto a mi propio y especial objetivo.

El intentar hacer a esta persona popular en su clase.

Bueno, incluso si no llegara tan lejos, si ella al menos lograra encajar, eso estaría bien.

El punto es…si ella puede conseguir una amiga, estaría tranquilo.

Ella ciertamente es terca acerca de conseguir un buen agarre sobre la cultura plebeya, pero al menos ella es apasionada sobre eso, así que probablemente lo lograremos de alguna forma…

«¡Yo creo que tú también estás bien!»

*Swoosh* Aika me apuntó.

«Está bien que los plebeyos no presten atención a lo que otros quieren, así que son súper fáciles de tratar ¡¿cierto?! Masas humildes ¡Viva!»

Totalmente no adorable.

 

El comedor apareció ante nuestra vista.

Numerosas señoritas estaban siendo escoltadas por sus maids mientras entraban al edificio, el cual parecía un hotel de primera categoría, mientras conversaban amigablemente. Parecía el comienzo de alguna especie de fiesta real.

«¡Kimito-sama!»

Una voz bien proyectada hizo eco a través del salón.

Arisugawa-san apareció de entre la multitud y levantó su mano haciendo una seña de ‘Por aquí’. Ella tenía una hermosa y deslumbrante presencia incluso entre las ojou-samas.

Ella se acercó a mí con varias compañeras detrás.

«Buenos días, Kimito-sama.»

«Ah, sí, buenos días.»

«Lo he estado buscando durante todo este tiempo. Que afortunado el finalmente encontrarlo.»

Cuando Arisugawa-san sonrió, parecía que experimenté una ilusión óptica al ver numerosas estrellas explotando por todos lados.

«Por favor, desayunemos juntos.»

«Aah, seguro.»

Y entonces la mirada de Arisugawa-san fue a mi espalda.

Cuando la seguí…Aika había retrocedido bastante, no me había dado cuenta en lo absoluto.

Aika-san había dejado caer sus ojos y borrado su presencia, habiendo cambiado totalmente a modo sigilo.

«Aika-sama.»

Arisugawa-san la llamó gentilmente. Y entonces, Aika movió su boca como si estuviera apenas, para luego cerrar firmemente sus ojos y ponerse a correr como había hecho antes.

Su maid hizo una reverencia y fue tras de ella.

 

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