Meiyaku no Leviathan Vol. 05 – Capítulo 1

Capítulo 1: Juego de Sucesión

Parte 1

Eran finales de julio, con las vacaciones de verano apenas comenzando.

Haruga Haruomi y varias brujas habían visitado Izu en una expedición improvisada.

Sin embargo, los viajes de julio no terminaron ahí. Pocos días después de regresar a Nuevo Tokio, el equipo partió a otro viaje. No sólo eso, el destino en esta ocasión ni siquiera estaba dentro del país…

―… He estado viendo mucho el mar últimamente.

Con un claro cielo azul, la visibilidad parecía extenderse tanto que uno podría ver el espacio.

Hal y compañía estaban rodeados por el mar en todas las direcciones, ya que estaban viajando en una nave escolta de la JMSDF mientras observaban un ejercicio militar desde la cubierta.

Aunque el clima japonés era bastante cálido, este lugar estaba a un nivel diferente.

La luz solar era tan brillante que prácticamente lastimaba. La temperatura en la cubierta también seguía aumentando. El cabello de Hal estaba caliente por el sol. Las zonas de su piel que no estaban cubiertas por la playera parecían estar siendo quemadas por fuego.

Después de todo, estas aguas territoriales de las Islas Salomón estaban cerca del ecuador en el hemisferio meridional.

―Por cierto, Luna, ¿a qué clase de TPO[1] se debe tu atuendo actual?

―Qué manera de decir las cosas, Harry. Puedo decir lo mismo de ti ―le respondió Luna, con una expresión poco impresionada a este último, quien estaba usando una playera, shorts y sandalias.

En cuanto a la bruja rubia, ella estaba usando un nuevo traje de baño que había comprado antes de partir de Japón.

―Descuida. Estoy combinándolo apropiadamente con el estilo militar.

En la expedición anterior, Luna Francois se había vestido de negro como de costumbre. Pero esta vez su elección fue un pareo con estampado militar alrededor de la cintura. Dicho eso, aunque esta era la cubierta de una nave escolta, ella incluso tenía una corona de flores en la cabeza.

Viendo la maravillosa apariencia de Luna Francois, Hal no pudo evitar replicar:

―Pero creo que tienes que elegir el estilo naval en lugar del estilo militar. Como un uniforme de marinero o algo así.

―Pese a decir eso, Harry, estás mostrando una mirada muy apasionada.

―…

Eso no se podía evitar. Después de todo, ella estaba inclinándose hacia adelante mientras vestía un bikini, acercándose a él como si le mostrase su pecho y enfatizando la parte superior de su cuerpo con un seductor gateo…

A pesar de sus características pervertidas, Haruga Haruomi era un caballero. Por lo tanto, tuvo cuidado de evitar decir lo que pensaba.

Nervioso, Hal apartó rápidamente la mirada. Sin embargo, Luna Francois sonrió felizmente al observar el comportamiento de Hal.

―Fufufufu. No sabía que se sentiría tan agradable el ser sometida a la mirada apasionada del chico que me gusta. Oye, Harry, ¿podrías mirarme más, por favor? Mírame fijamente y no apartes la mirada, como si trataras de hacerme un agujero.

―¡¿Huh?!

―Por favor. Me enojaré si apartas la mirada, ¿de acuerdo?

―A-Aunque digas eso, nuestro trabajo es observar el ejercicio militar, ¿cierto?

―No te preocupes. Nada debería salir mal mientras Asya esté presente en asuntos de este tipo.

Haciendo contacto visual con Luna, Hal se sintió incluso más intranquilo.

En este día a finales de julio, el barco militar japonés que transportaba a Hal y compañía no era el único viajando a las Islas Salomón. También había otras dos naves escolta y un submarino acompañándolos.

Y ahora, incluso más barcos se habían reunido en estas aguas.

De la marina americana había un buque patrullero, cuatro destructores y un submarino nuclear.

La marina australiana tenía tres destructores ligeros. Aparte de eso, uno podía ver barcos de varios países, incluyendo: Canadá, Rusia, Singapur, Indonesia, Corea, Nueva Zelanda, Chile…

Este era un ejercicio militar conjunto que reunía a todas las naciones miembros de la Organización de Defensa del Transpacífico.

Como nota al margen, los americanos incluso habían enviado un portaaviones cuyo punto de origen era la Estación Naval Pearl Harbor.

El ejercicio militar iba a durar dos semanas. Aunque este no era uno con fuego real, los países participantes tenían que seguir el escenario establecido y cooperar con los barcos aliados en las maniobras de tácticas conjuntas.

Hal y compañía estaban participando en el programa del segundo día.

Por lo general, en este tipo de ejercicios, el enemigo imaginario ―en otras palabras, los dragones― sería desempeñado por jets o drones no tripulados. Sin embargo, las «serpientes» de varios países estaban tomando parte en el ejercicio de hoy con el papel de enemigo.

Una gigantesca serpiente marina, un leviatán, estaba nadando tranquilamente en el océano.

Los otros tipos de leviatanes incluían una ballena blanca que uno podría llamar Moby Dick, un tiburón con aletas ventrales y pectorales que parecían alas, un pez antiguo cuyo cuerpo estaba protegido por escamas parecidas a una armadura, etc.

Además, en el aire…

Había un Garuda con plumas doradas, un fénix envuelto en fuego, y otros leviatanes.

El gigantesco cuerpo de un dragón heráldico de color azul también estaba volando en el cielo.

Naturalmente, esa era Rushalka. Además, estaba en su Modo Reina, equipada con la armadura de rubí en el pecho y brazos; todo su cuerpo desprendía una magia más poderosa que cualquier otra «serpiente».

Rushalka repentinamente comenzó a ascender con rapidez.

No sólo estaba incrementando su altitud, sino también gradualmente su velocidad.

Aumentando desde decenas de kilómetros por hora a cientos y después a velocidades subsónicas, ella en poco tiempo rompió la barrera del sonido, ascendiendo rápidamente con explosiones sónicas, ella atravesó las nubes en un instante y finalmente desapareció del campo de visión de Hal y los demás.

Al mismo tiempo que este repentino y rápido ascenso…

El escuadrón de jets de combate y también muchas «serpientes» se retiraron del espacio aéreo. Debieron haber recibido órdenes de retirarse a través de los dispositivos de comunicación. Aparte de eso, las «serpientes» y sus compañeras lo habían sentido profundamente: un aterrador poder mágico de gran densidad impregnaba el área y la fuente estaba arriba.

Este era el poder mágico que emanaba de Rushalka, quien había desaparecido a una gran altitud.

Un minuto o dos más tarde, todo el personal irrelevante en el área se había retirado…

Rushalka comenzó a descender rápidamente. Sin embargo, ya que estaba volando a una velocidad supersónica, era imposible capturar con el ojo desnudo su majestuosa figura en vuelo.

La gigantesca figura azul cayó con rapidez a través de las nubes hacia la superficie del mar en una línea recta, acompañada de explosiones sónicas, e hizo una parada de emergencia justo antes de estrellarse en el agua; todos presenciaron esta sorprendente movilidad aérea.

La demostración del dragón heráldico azul aún no terminaba.

Rushalka invocó la pseudo-divinidad del Agua mientras flotaba a una altura cercana a la superficie del mar. En un instante, el agua alrededor de esta se elevó sucesivamente. Rompiendo las leyes de la física establecidas, la enorme cantidad de agua marina se elevó en el aire.

Eran pilares de agua e increíblemente, habían ocho.

Con Rushalka en el centro, los pilares de agua se habían levantado en las ocho direcciones; norte, noreste, este, sureste, sur, suroeste, oeste y noroeste respectivamente, los cuales alcanzaban alturas de casi trescientos metros.

En un sentido realista, esta demostración era completamente inútil.

Era como desperdiciar la movilidad de un jet de combate en acrobacias elegantes.

Esto estaba gastando inútilmente el poder mágico de Asya y Rushalka, la energía del Modo Reina y la pseudo-divinidad.

Pero al mismo tiempo, también era una hazaña fantástica que ninguna otra bruja en el mundo podía imitar.

Aunque Luna Francois y Glinda poseían el mismo nivel de habilidad, lo que ellas tenían era el atributo de Gravedad, por lo que, lógicamente, no podían exhibir la misma técnica. Uno podría decir con seguridad que la imagen del «espectacular renacimiento del antiguo As de Destrucción de Europa» había quedado grabada en la mente del ejército de cada país que participaba en el ejercicio.

Además, se podía de decir lo mismo de «la potencia poseída por el misterioso poder matadragones».

―Impresionante como siempre, esa es Asya. ¿No lo crees también, Harry?

―Sí. Este era el objetivo al venir aquí, después de todo. Esta demostración definitivamente no traicionó las expectativas. Dale mi porción de curry naval después… ¡¿Está bien?! ―Hal se sobresaltó a la mitad de su respuesta.

Vestida con un traje de baño, Luna Francois se apoyó en él repentinamente, con su gigantesco busto presionando la espalda de Hal. Si tuviera que describir la sensación, probablemente incluiría cosas como «t-tan suave» y «grandes y redondas como bolas de goma con bastante elasticidad«.

Sin embargo, Hal se mantuvo firme y habló como un caballero con voz temblorosa:

―¿N-No estamos demasiado cerca…?

―Estar más cerca es algo natural, ¿no? Estoy celosa porque no dejas de mirar a Asya. No funcionará si no me miras más a mí.

―¡P-Pero Luna, estás detrás de mí, ¿cierto?! ¡No puedo verte así!

―Entonces, date vuelta rápido. Abrázame de frente, Harry.

―¡¿Abrazarte?!

Si volteaba ahora mismo, la situación se convertiría en un abrazo apasionado con Luna.

La dulce tentación, como verter miel y jarabe de goma sobre dulces, estaba haciendo latir intensamente el corazón de Hal. Cuando estuvo a punto de girar automáticamente, en ese mismo instante…

―¡¿Qué demonios está pasando?!

Una inesperada visitante llegó repentinamente.

Con Luna todavía abrazándolo, Hal giró la cabeza.

Detrás de él estaba una bruja de cabello plateado mirando a ambos con severidad. Por supuesto, su nombre era Anastasya Rubashvili, la chica apodada Asya.

 

―Cielos. No puedo creer que estuvieran jugueteando en esta clase de lugar mientras yo estaba en el puente para dirigir a Rushalka… ¡Ustedes dos son indignantes!

―Asya, «juguetear» suena un poco crudo en los labios de una dama.

―Quien estaba presionando su pecho en un chico no tiene derecho a decirme eso.

Hal miró alternativamente entre la enfadada Asya y la indiferente Luna mientras usaba su cuchara de sopa.

Los tres estaban teniendo una comida tardía dentro del comedor de la nave escolta.

Era después de las 2 de la tarde en el horario local. El lugar estaba lleno de personas con uniformes de la SDF sentados alrededor de ellos. Con la conclusión de los eventos matutinos del segundo día del ejercicio militar conjunto, la gente naturalmente se reunió aquí para almorzar.

Vestidos con el mismo uniforme y comiendo la misma comida.

Era como la escena de una comida escolar. Siendo también un estudiante de preparatoria, Hal casi sentía que estaba sentado en una cafetería escolar.

El platillo principal era curry naval, un menú tradicional ofrecido desde los días de la Marina Imperial Japonesa, más un filete de pollo frito. Bueno, excepto que el filete de pollo de Hal había sido confiscado por Asya como «disculpa por toda clase de ofensa hecha por su comportamiento inapropiado»…

Como nota al margen, Luna Francois se había cambiado a su habitual vestido negro.

―Aunque digas que mi comportamiento fue inapropiado ―Hal habló mientras comía una cucharada de curry―. Si lo pienso con cuidado, Asya, no creo que te haya causado algún problema, ¿o sí?

―¡Por supuesto que sí! Haruomi, presenciar tu comportamiento indecente y el de Luna provoca traumas en mi pura e inocente alma, lo cual progresa y produce una agitación emocional. ¡Si esa clase de escena fuera mostrada en televisión o en una película, los patrocinadores habrían protestado desde hace mucho tiempo!

―En ese caso, no tenías que haber venido… ―dijo Luna tranquilamente, indiferente a las quejas de la enfadada Asya. Los labios de su rostro refrescantemente hermoso mostraban una sonrisa―. De acuerdo con el plan original, se suponía que sólo vendríamos Harry y yo, ¿sabes?

―¡P-Permitirles a ustedes dos que salgan al mar juntos es la clase de acto atroz que más prohíbo!

Luna Francois nació en Oregón en los Estados Unidos de América. Como bruja, cuyas actividades se centraban en la Costa Oeste Americana y Hawái, ella también era el As de Destrucción del Transpacífico. Con tales logros a su nombre, había construido una relación íntima con la TPDO.

Ella nunca había faltado al ejercicio militar conjunto realizado cada dos años en las Islas Salomón, ni siquiera una vez.

En esta ocasión, ella había invitado a Hal a participar juntos. Desde luego, el propósito no era «salir al mar juntos».

Al exhibir el poder matadragones en esta clase de escenario, sus planes seguramente obtendrían ganancias en el futuro…

Hal coincidía con la opinión de Luna.

―Nuevo Tokio quedaría bajo la protección de Hazumi-san, Orihime-san y Asya, mientras Harry y yo usamos este ejercicio militar como evento de relaciones públicas con el futuro en mente. La distribución de tareas fue claramente asignada de esta manera…

―En lo personal, preferiría que al menos una de ustedes, Asya o Luna, pudiera quedarse en Nuevo Tokio.

―No te preocupes. Si surge una emergencia, te ataré a Rushalka, Haruomi, y te enviaré de vuelta a Japón con vuelo supersónico.

Las Islas Salomón estaban a aproximadamente cinco mil kilómetros de distancia de Nuevo Tokio.

Realizar un viaje tan largo a velocidad supersónica sería una hazaña sorprendente, rivalizando con el descontinuado jet de pasajeros supersónico. Sin embargo, esto sin duda era posible al utilizar el poder mágico de Asya y el Modo Reina de Rushalka.

Aun así, Hal no pudo evitar murmurar:

―¿Entonces tendré que soportar las fuerzas G del vuelo supersónico todo el tiempo? ¿Con un cuerpo de carne y hueso?

―Descuida. ¡Teniendo en cuenta cómo eres ahora, Haruomi, definitivamente lo soportarás!

―¡Aunque probablemente es verdad, tengo que declinar!

Haruga Haruomi poseía una resistencia que le permitía quedar ileso aun si era pisado por un dragón gigantesco. Además de eso, también era capaz de proteger su cuerpo físico con la protección imperecedera; por lo tanto, la idea de Asya era bastante factible.

No obstante, Hal se resistiría hasta el final mientras aún se considerara humano.

Por otra parte, la tripulación de la nave escolta estaba comiendo en los alrededores.

Estos oficiales de la SDF habían aceptado generosamente a los tres estudiantes de preparatoria, quienes estaban vestidos con ropa casual.

Era común que aquellos involucrados con las brujas fueran excepcionalmente jóvenes. Además, después de las frecuentes conmociones causadas recientemente por los dragones en Japón, el grupo de Hal se había vuelto ampliamente conocido entre la policía y la SDF como las brujas combatientes de la línea frontal y el «misterioso asesor» que había llegado para resolver los problemas.

Tal vez por esta razón ellos fueron recibidos por la tripulación de la nave escolta con mucha cordialidad.

La comida de hoy no fue la excepción. Aunque Asya no había hecho ninguna petición respecto a su curry naval, ellos aun así le dieron una pequeña montaña de curry y arroz en un plato dos veces más grande que el normal, con el triple de filetes puestos encima.

Mientras disfrutaba la hospitalidad de la tripulación, Asya comentó con emoción:

―Aunque he pasado tiempo con varios ejércitos nacionales en todo el mundo, la amabilidad de la SDF al «proporcionar servicio sin que la otra parte lo pida» realmente se lleva el premio.

―El hecho de que no se sienta sofocante realmente lo hace más cómodo que los salones en la escuela.

Comparado con el espacio llamado escuela, este lugar era más cercano al mundo de la infancia de Hal, por lo que lo encontraba más cómodo.

Dicho eso, ellos iban a regresar a Japón en unas horas.

Habiendo dejado una impactante impresión en todas las naciones que participaron en el ejercicio militar conjunto, el propósito de su viaje se consideraría cumplido. Sería mejor volver rápido a casa para tranquilizar a Orihime y a Hazumi, quienes estaban a cargo de defender el fuerte.

―¿Me pregunto si hay buenos recuerdos para comprar cerca del Mar de Salomón? ―Después de murmurar, Hal repentinamente se sintió un poco perplejo.

Había algo inusual sobre su comentario que lo hizo recordar una memoria olvidada…

―¿Hmm?

Hablando de eso, el nombre de «Salomón» había sido mencionado el mes pasado.

 

Parte 2

Rey Salomón: el antiguo rey de Israel. Se dice que su reinado había ocurrido alrededor del año 1000 a. C.

Como el inteligente monarca que estableció la prosperidad de Israel, su nombre también aparecía en el Antiguo Testamento de la Biblia. Había una leyenda bastante famosa: Salomón no era sólo un rey ordinario, sino también un gran mago. Además de subyugar a setenta y dos demonios para cumplir sus órdenes, incluso fue capaz de hablar con animales y plantas…

Como nota al margen, las Islas Salomón no tenían mucha conexión con este rey de Israel.

El nombre surgió porque las personas descubrieron signos de oro ahí y lo llamaron el tesoro de Salomón.

Actualmente era el día después del regreso a Japón desde las Islas Salomón.

Bajo el ardiente calor de verano, Hal estaba caminando en un distrito residencial japonés.

La interminable vista de los Mares del Sur había desaparecido. En este momento, él estaba en el área de Monzennaka en el distrito de Kōtō.

―En otras palabras, esa cuestionable leyenda acerca del Rey Salomón como «un gran mago con numerosos demonios bajo su mando» en realidad estaba basada en una persona real. Posteriormente, las hazañas de esta persona de alguna manera se mezclaron con las del Rey Salomón, dando lugar así a la leyenda de «Salomón, el gran hechicero». ¿Cierto?

―Mm-hmm. Básicamente.

Lo que respondió a los susurros de Hal fue la voz de Hinokagutsuchi.

Ella no se había materializado. El fantasma del antiguo Rey Dragón simplemente hablaba a los oídos de Hal para continuar la conversación. Afortunadamente había poca gente cerca, pero desde el punto de vista de un espectador habría sido bastante inquietante.

―Además, recuerdo que mencionaste el mes pasado que querías «hacer que el hombre llamado ‘Salomón’ resucite en la era moderna». ¿A qué te referías?

El viaje a las Islas Salomón había hecho que Hal recordara lo que el antiguo Rey Dragón había dicho. Desde entonces, él frecuentemente buscaba a Hinokagutsuchi para hablar, con la intención de obtener información acerca de «Salomón».

―Bueno, ese objetivo ya puede considerarse parcialmente cumplido.

―¿Cumplido?

―Mm-hmm. El hombre que enfrenta circunstancias similares al antiguo Salomón ya ha nacido.

Había risa mezclada en la voz de Hinokagutsuchi.

Sin embargo, era la risa de mal gusto de alguien cuya alegría irresponsable se basaba en la desgracia de otro.

―Él también era un Tyrannos. Obtuvo el poder matadragones siendo un simple humano y lo dominó poco a poco, logrando incluso poner a su servicio a decenas de dragones de «imitación».

―… En otras palabras, mi predecesor.

―Alégrate. Tú eres el humano que más se ha acercado a Salomón desde el milenio pasado. La gran mayoría de los Tyrannoi terminan muriendo en el campo de batalla o se convierten en un dragón antes de eso.

―…

Si Hal continuase usando el poder matadragones, se transformaría en un dragón algún día…

Recordando esto, Hal suspiró ligeramente. Aunque este no era un problema que podía resolverse al angustiarse, él deseaba evitar tal destino de ser posible.

―En tu caso, se podría decir que el legado de Salomón te ha beneficiado sustancialmente.

―¿El legado del Rey Salomón? ¿Tengo algo así en mi posesión?

―¿De qué estás hablando? Las «imitaciones» usadas por los humanos contemporáneos: los métodos para llevar a cabo su nacimiento son precisamente los ritos místicos compilados por Salomón, hace miles de años, al imitar las técnicas arcanas de los dragones.

―… ¡El ritual para la síntesis de los leviatanes!

En la costa de Izu, ellos habían encontrado una subespecie de dragón.

Al parecer era creada por los dragones de élite usando magia. Entonces, los dos sistemas de síntesis venían del mismo origen.

Y la persona que conectó ambos fue Salomón, el gran mago…

―Aquellos que saben de las hazañas de Salomón son pocos hoy en día. Cuando aún era un Rey Dragón, muchas magas y sacerdotisas lo idolatraban.

―Bueno, la fama excesiva sólo lo haría parecer sospechoso en su lugar ―comentó Hal con mordacidad.

Desde el tiempo de la Antigua Grecia, muchos «Grimorios del Rey Salomón» habían circulado, tales como: La Llave Mayor de Salomón, La Llave Menor de Salomón, El Testamento de Salomón, La Clave del Verdadero Salomón, Armandal, etc…

Alguien con algo de interés en lo oculto habría escuchado de estos títulos, a mayor o menor grado, incluso si no fueran expertos en el tema de la magia.

Sin embargo, el contenido de estos libros era absurdo en su mayor parte y ridículo como aquellos de chismes.

De hecho, si expertos como Hal fueran a ver publicidad como «¡El súper grimorio del gran mago, el Rey Salomón!», probablemente reirían o harían muecas.

―En realidad, hace mil años escuché el deseo de cierta maga en la Corte del Palacio Dragón: «Oh Reina Carmesí, le imploro que preste su ayuda divina para resucitar a Salomón, el progenitor» o algo así.

Sin embargo, Hinokagutsuchi continuó.

Antes de que pudiera responder sí o no, la solicitante murió. Resultó que ella había estado buscando sin descanso los secretos mágicos del Rey Salomón, dedicando su cuerpo y alma a revivir el camino de la heterodoxia a pesar de estar afectada por una enfermedad fatal.

―¿Aún recuerdas eso? ¿Después de todo este tiempo?

El tranquilo tono de voz de Hinokagutsuchi atrajo la atención de Hal.

―Mm-hmm. Tal vez su cara atractiva y cintura seductora tenían algo que ver con eso. Posiblemente.

―¡Estás hablando como uno de esos despreciables padres pervertidos, ¿sabes?!

―Bueno, durante este tiempo me he vuelto vieja, experimentando mil años como espíritu. Sin que me diera cuenta, los dragones, que se suponía que estaban durmiendo, ya habían regresado felizmente a la tierra para disfrutar plenamente la primavera. En cuanto a los humanos, temo que declinarán poco a poco y a este paso saldrán del escenario eventualmente.

―…

―Dicho eso, me aburriría demasiado sin la relajante vista de las doncellas voluptuosas. Por lo tanto, se me ocurrió una idea: suponiendo que una oportunidad fuera a presentarse algún día, otorgaría la Runa del Arco a un humano adecuado. Sería interesante que un viejo deseo que se me pidió en el pasado fuera a cumplirse ahora, mil años después.

―… Ya veo.

Y pensar que había un significado tan dramático detrás de la runa matadragones que él había heredado.

Hal no pudo evitar sentirse abrumado por la emoción. La mayor razón por la que había sobrevivido hasta ahora era, increíblemente, debido al capricho lujurioso y momentáneo de un antiguo Rey Dragón.

―Por cierto, no puedo creer que sea Salomón. Es demasiado ridículo como fuente de información sobre la magia. Incluso los cazadores de tesoros profesionales como yo nunca lo han investigado seriamente…

Por su parte, los novatos entusiastas de lo oculto serían los que se congregarían por ello.

Para alguien informado como Hal, era un tema demasiado mediocre. Tomarlo con seriedad sería vergonzoso, por lo que nadie daba el primer paso.

―Para un cambio de ritmo, ahora usaré algunas de mis verdaderas habilidades para investigarlo.

―Hablando de pistas respecto a Salomón, quizá hay una que podría estar inesperadamente cerca de ti.

―¿A qué te refieres?

Mientras Hal estaba desconcertado por el indicio repentino, Hinokagutsuchi dijo:

―El pedernal en tu posesión fue ocultado por tu padre, ¿no? No obstante, es extremadamente raro que las personas entiendan el valor de esa piedra, incluso entre aquellos que persiguen el camino de la heterodoxia. Las excepciones se limitan a las magas relacionadas al linaje de Salomón.

En otras palabras… Hal repentinamente comprendió lo que el demonio autoproclamado estaba implicando.

―¿Q-Quieres decir que Papá estaba relacionado con el Rey Salomón?

―Mm-hmm. Aunque fue hace mil años, en ese entonces había un culto de magos que habían heredado la magia y conocimiento de Salomón. En sus filas habían algunos magos sobresalientes que trataban a Salomón con devoción.

―…

―Tal vez tu padre era alguien así.

―Aunque Papá sin duda sabía cómo usar magia, él estaba casi al mismo nivel que yo antes de recibir la runa.

Ciertamente el padre de Hal, Haruga Takafumi, no era un practicante a pesar de ser un investigador de magia.

Además de eso, también era un cazador de tesoros bien versado en historia, arqueología, estudios culturales comparativos y mitología.

Bueno, a pesar de todos estos títulos sospechosos, probablemente no era un «mago que veneraba al Rey Salomón como su mentor espiritual». De lo contrario, Hal definitivamente sabría algo al respecto al ser su hijo.

―…

Hal por un momento pensó profundamente antes de sacar su teléfono. Deslizó su pulgar por la pantalla para escribir un mensaje mientras caminaba. Después de seleccionar algunos destinatarios, envió el email.

No tenía nada que perder incluso en caso de fallar, después de todo. Este pequeño esfuerzo no contaba como un desperdicio de tiempo, aunque resultase infructuoso.

Mientras pensaba en estos asuntos, Hal también llegó a su destino.

Un lugar que había visitado hace tres meses. Él estaba parado frente a una residencia samurái a la que anteriormente había venido a hacer una visita con Asya: la entrada de la casa Juujouji.

 

Hal presionó el timbre y esperó un poco.

Después de una breve espera en la entrada de la residencia samurái, sus amigas, dos jóvenes doncellas, salieron a recibirlo.

―¡Bienvenido de vuelta, Senpai!

―Aunque probablemente ya lo sabes, Japón ha estado muy pacífico mientras estabas fuera.

Shirasaka Hazumi estaba caminando hacia él con una sonrisa radiante. La otra chica, Juujouji Orihime, también estaba sonriendo alegremente como siempre.

Esta combinación consistía en las dos brujas más reconfortantes que Hal conocía.

―Viniste también, Shirasaka.

―Sí. Cuando escuché que venías a la casa de Nee-sama… vine corriendo.

Hazumi respondió con una sonrisa brillante, ligeramente traviesa.

Hal asintió. Esta era una sorpresa muy satisfactoria. Después de todo, Shirasaka Hazumi era la incomparable «adorable kouhai de Haruga Haruomi.»

―Bien. Resulta que compré recuerdos para ti también, Shirasaka.

―¡¿En serio?! ¡Gracias, Senpai!

―En otras palabras, Haruga-kun, sobre la tarea antes mencionada…

―Sí, lo hice. Definitivamente compré mercancía en las tiendas locales ―le respondió Hal a Orihime, quien estaba mirándolo malvadamente.

Esto era algo que él le había prometido antes de partir a las Islas Salomón.

«Si el tiempo lo permite, espero que puedas traer algunas especialidades locales, ya que a Hazumi en particular le gusta recibir recuerdos del extranjero y cosas de ese tipo.»

Al ser una bruja, Shirasaka Hazumi había estado cargando con la responsabilidad de proteger Nuevo Tokio desde la infancia.

Debido a una falta crónica de personas capaces de tomar su lugar, ella tuvo que llevar una vida de viajes limitados. Naturalmente, tampoco tenía experiencia viajando al extranjero.

Después de escuchar eso, Hal decidió que tenía que llevar recuerdos sin importar qué obstáculos debía superar.

Justo antes de hacer el viaje de vuelta a Japón, el ejército había transportado a Hal y compañía por helicóptero al aeropuerto del Puerto Moresby en la isla de Nueva Guinea. Usando la parada de tres horas antes de que su vuelo civil despegase, Hal había ido a comprar a un mercado local al aire libre.

Ahí él había comprado extrañas máscaras talladas en madera, bolsos tejidos de fibras de madera, etc.

Orihime guiñó alegremente en respuesta.

―Maravilloso. Dado que eres tú, Haruga-kun, al principio me preocupaba que olvidaras comprar los regalos y terminaras sin más opción que buscar galletas en el aeropuerto de Haneda o Narita para completar la tarea.

―N-No me subestimes. Este tipo de favor es pan comido ―respondió Hal con una consciencia ligeramente culpable.

De hecho, él recordaba ocasiones pasadas donde había hecho exactamente lo que Orihime había especulado. Más bien sería mejor decir que la acción misma de «comprar regalos» era algo que él con frecuencia olvidaba por completo durante sus viajes.

Aparentemente, las razones de esto eran sus malas habilidades sociales y el estar acostumbrado a su vida de volar por todo el mundo sin una residencia fija.

Fue probablemente la personalidad de Hal lo que llevó a Orihime a recordárselo discretamente antes de partir. Su consideración era meticulosa como siempre.

Aun así… Hal repentinamente recordó algo increíble.

Era algo que había ocurrido el día antes de su expedición, cuando se había reunido a solas con Orihime y surgió el tema de los recuerdos.

Hal le había dicho: «Por razones de trabajo, tengo que quedarme en las Islas Salomón por cinco días con Luna a partir de mañana». En ese entonces, Orihime se había paralizado por la sorpresa momentáneamente antes de…

«S-Sólo tú y Luna-san, ustedes dos, ¿solos…?»

Ella había preguntado tímidamente con una débil voz.

Su apariencia aparentemente temerosa no se parecía a la misma de siempre, la cual era alegre y extrovertida. Hasta que él respondió que Asya también iba a ir, fue entonces que finalmente pareció tranquilizarse….

A pesar de haber actuado así, Orihime acababa de saludar a Hal con una alegría que rivalizaba con el sol de verano.

―Por cierto, hice lo que me pediste antes e informé a mi abuelo de tu llegada. Sin embargo, su reacción fue un poco extraña.

―¿Extraña?

―Ah, sí. Cuando Nee-sama le dio el mensaje de que tenías algo importante que discutir con él, Senpai, el Abuelo Juujouji inmediatamente se puso de mal humor.

Orihime y Hazumi habían reportado un descubrimiento importante. Hal no pudo evitar inclinar la cabeza después de escucharlo.

¿Acaso hizo algo que lo enfureciera? Sin embargo, el propósito principal de hoy era tener una reunión con el abuelo de Juujouji. Por otra parte, él no tenía manera de descubrirlo sin verlo en persona.

Hal entonces les pidió a las dos chicas que lo llevaran a la casa.

 

Antes de que Orihime se convirtiera en una bruja, Hal había visitado esta habitación estilo japonés como miembro del personal de SAURU.

El maestro de la casa Juujouji estaba esperando dentro. La última vez él había usado un kimono digno y solemne, y esta ocasión no era la excepción. La única diferencia era la tela, la cual había cambiado a lino para una mayor transpiración en verano.

Hal, Orihime y Hazumi se sentaron formalmente en seiza al otro lado de la mesa.

El abuelo de Orihime habló con un severo disgusto desde el principio.

―Déjame ser claro primero: no te entregaré a mi nieta.

―¿Qué?

―…

―…

*Toser, toser*.

Hal se aclaró la garganta.

―Disculpe, ¿hay alguna clase de malentendido aquí?

―Dijiste que tenías «un asunto importante» que discutir hoy, ¿no? Anunciar esto de antemano y entonces hacer una visita a mi hogar… En ese caso, sólo puede haber una posibilidad.

¿Esta fue la razón de su enojo?

Hal subconscientemente miró a Orihime, quien respondió con los ojos.

«Mis disculpas. Mi abuelo sigue diciendo cosas extrañas…»

«Sigue siendo un viejo sobreprotector con su nieta. *Suspiro* En fin, supongo que tendré que intentar iniciar la conversación.»

«Sí, hagamos eso. Te ayudaré tanto como sea posible.»

Con sólo observar los ojos y la expresión facial del otro, parecía como si pudieran comunicarse telepáticamente.

¿Era esta una recompensa obtenida por sobrevivir juntos a muchas situaciones de vida o muerte, o se había formado alguna clase de vínculo entre él y Orihime? Incluso sin palabras, parecía que podían transmitir sus pensamientos al otro.

Descubriendo este hecho, Hal sonrió irónicamente mientras que Orihime rebosaba de alegría.

―Por favor escúchame, Abuelo. Te has equivocado. Haruga-kun simplemente está aquí para hablar de negocios.

―¡¿M-Me dices eso después de intercambiar miradas coquetas con él frente a mí?!

―No, Juujouji está diciendo la verdad. En realidad, dejaré SAURU oficialmente en el futuro para empezar una nueva compañía en colaboración con mis amigos ―Hal puso su sonrisa de negocios y habló sinceramente―. Haré una propuesta a los diversos empresarios y autoridades que han sido viejos patrocinadores de las brujas de Nuevo Tokio, es decir, Juujouji Orihime y Shirasaka Hazumi. En el futuro, podrían elegir contratarnos para llevar a cabo parte del negocio de apoyo a las brujas realizado actualmente por SAURU… O más bien, todo.

El abuelo de Orihime no era simplemente «un viejo sobreprotector con su nieta».

Habiendo ocupado puestos importantes en muchas corporaciones de capital abierto en el pasado, él aún conservaba su estatus como consultor a tiempo parcial. No sólo era una celebridad local, sino también un miembro del comité que patrocina a Orihime y a Hazumi.

Como se esperaba, él se enderezó inmediatamente después de escuchar la propuesta de Hal.

―¿Por qué esta decisión repentina?

―¿Ha visto el reporte que Asya y yo escribimos? Es el resultado de nuestra discusión sobre cómo hacer un uso mejor y más significativo de la magia matadragones actualmente descubierta, la cual aún cae bajo la propiedad personal. Si le parece un buen momento, en realidad planeo explicárselo.

―…

El abuelo de Orihime reflexionó por un momento y después habló lentamente:

―Dime los detalles. Los diversos disturbios que han sucedido últimamente en Nuevo Tokio ya se han vuelto un problema para nosotros.

 

Parte 3

Era la tarde del 1 de agosto, considerado el inicio oficial de las vacaciones de verano.

Mezclado entre los estudiantes que estaban asistiendo diligentemente a las actividades de club en medio de las vacaciones, Hal se dirigió hacia la Academia Kogetsu.

Él estaba visitando la ubicación temporal de la Mansión de las Brujas por debajo de la biblioteca. Tan pronto como entró a la amplía habitación que estaba siendo utilizada como sala de conferencias, Hal se dio cuenta de que la mitad de sus compañeros ya se habían reunido.

―Ahora que Haruga-kun ha llegado, creo que es hora de comenzar, ¿cierto? Bien. Iniciemos la cuarta reunión para la operación del proyecto GREMIO. ―La estudiante que servía como la facilitadora, Mutou-san, anunció con un tono de voz relajado.

*Aplausos*.

La chica de las coletas, Funaki-san, aplaudió en respuesta. Sentadas al lado de ella, Orihime y Hazumi también aplaudieron. En cuanto a los profesionales ―Hal, Asya y Luna―, ellos al menos cumplieron con las formalidades y aplaudieron.

Aunque los miembros del grupo no estaban en sincronía, no debería haber problema. Después de todo, el propósito de su reunión no era ir al karaoke después de la escuela.

―En fin, comencemos ―diciendo eso, Mutou-san abrió su laptop personal―. Esta es la planificación de proyecto que les envié a todos por email esta mañana. Prácticamente son los «preparativos para el inminente día de la revelación de información». ¿Alguien lo ha leído?

―Le di un vistazo ―Fue Asya quien levantó la mano―. Creo que el plan es bueno. Y utilizar eficazmente las conexiones sociales cultivadas a través de las actividades del Club de Investigación OVNI también es una idea interesante. Sin embargo, esperaba algo más impactante.

―¿Impactante?

―En realidad, estoy de acuerdo con Asya. Creo que necesitamos contenido más llamativo o un personaje ídolo que llame la atención de todos.

Mientras Mutou-san estaba sorprendida, Luna Francois compartió su opinión.

―Piénsalo. Poco después del regreso de los dragones, todos los humanos del mundo estaban impactados por el vídeo en televisión del «discurso dado por Hannibal, el representante de los dragones», ¿verdad?

―¡Oh! ¡Ese es el dragón que descendió en el Rockefeller Center, ¿cierto?!

―Gracias a eso, la información sobre la raza dragón se difundió rápidamente por todo el mundo.

―Ya veo. Ahora que lo mencionas, la cantidad de visitas de ese vídeo ya ha alcanzado niveles increíbles…

Mutou-san se cruzó de brazos y empezó a contemplar.

El siguiente en hablar después de ella fue Hal. Él le preguntó a Funaki-san:

―Respecto a Pavel Galad, el dragón que se transformó en un tipo apuesto que presenciaste en Kanegafuchi el mes pasado, ¿lo viste de nuevo alguna vez?

―No, nunca. Sin embargo, parece que ha hecho varias apariciones en esa área desde entonces.

―¡¿En serio?! ¿Cómo lo sabes?

Hal se inclinó hacia adelante debido a esta noticia inesperada. Funaki-san rio con un «fufu».

―Estuve preguntando cerca de la Estación de Kanegafuchi. Después de todo, él es un llamativo extranjero de cabello plateado. Mientras recorría el lugar y preguntaba «¿han visto a un adonis como él~?», terminé con bastantes testigos oculares, las cuales eran mujeres principalmente. Más tarde te mostraré mi libreta con los resultados de la investigación.

―Eso es sorprendente. Eres de gran ayuda.

Funaki-san era una chica animada que amaba el chisme y las noticias interesantes. Al parecer, ella poseía iniciativa y habilidad de investigación que superaban las expectativas de Hal. Aunque su intención original era sólo contratarla para manejar asuntos administrativos, Hal accidentalmente había conseguido a un individuo talentoso.

―¿Por qué no hacerla ir a buscar a Galad junto con Sakuraba-senpai del Club de Investigación OVNI? Creo que si obtenemos algo de información un poco más precisa, podemos dejarle el resto a la policía… ―murmuró Hal.

Reunir información acerca de los dragones para revelarla al público en general: esta era la actividad primaria del Club de Investigación OVNI. Y el miembro que destacaba como el experto del club en reunir información era alguien conocido como Sakuraba-senpai. Al parecer, él realizaba diligentemente sus «actividades» fuera de la escuela todos los días, por lo que era difícil encontrarlo en el campus. Incluso Hal nunca lo había visto antes.

Sin embargo, Hal finalmente fue capaz de obtener su información de contacto gracias a Mutou-san y a la Presidenta M.

Alguien capaz de obtener imágenes no reveladas de los leviatanes por medios específicos definitivamente sería bastante útil para su causa.

Hal pretendía enviarle posteriormente a Sakuraba-senpai un registro de audio de esta reunión.

―Por cierto, el registro de audio de esta reunión…

―¡Estoy a cargo de eso, Senpai!

Hal dejó que su pensamiento repentino saliera de su boca y Hazumi respondió inmediatamente con una sonrisa.

Ella tenía abierta su libreta y estaba anotando toda clase de cosas de manera organizada. Una grabadora portátil estaba junto a su mano. Como la asistente de Hal, ella tenía todo meticulosamente preparado.

―Oh. Cierto, tengo un mensaje que darte, Haruga-kun ―Esta vez era el turno de hablar de Orihime―. Un mensaje de la presidenta M: «Ir hasta el sótano es demasiado trabajo. ¡Sólo envíen los registros!» Eso es lo que dijo. «¡Cuidaré de ustedes sin importar lo que necesite hacer, así que adelante y háganlo sin arrepentimientos!» También dijo eso.

―… Se siente como un ángel guardián y un espíritu protector combinados. Qué confiable, supongo…

Él se había acercado a la Presidenta M sin esperar mucho, pero la presidenta terminó prometiendo su ayuda.

Incluso sin estar presente, su sospechoso repertorio de habilidades, mentalidad abierta y capacidad eran bastante confiables. La alineación del equipo de Hal estaba llenándose gradualmente.

En ese momento, la puerta de la sala de conferencias se abrió con un clic.

―Hola. He traído refrigerios para ustedes.

Una inusual visitante entró con una bolsa de tienda en una mano.

Era una hermosa mujer cuyos lentes se ajustaban muy bien a su apariencia intelectual. Habiendo sido promovida al puesto de jefe de la sede Kantou de SAURU, Hiiragi Yukari se había tomado la molestia de hacer una visita rápida desde la sede de Yokohama.

Hiiragi-san dejó la bolsa de tienda en la mesa donde el grupo de Hal estaba reunido.

Dentro de ésta había una botella de dos litros de té oolong, vasos de papel, varias latas de café, aperitivos, etc. Después colocó en la mesa una bolsa de papel que había estado cargando en la otra mano.

Esta bolsa contenía galletas de arroz tostadas y tenía las palabras «tostadas a mano al carbón» escritas en ella.

―Esto es de Kenjou. Hice un desvío a la sede Mirokudou de Nuevo Tokio hace poco y él me pidió específicamente que trajera esto como disculpa por no poder asistir a esta reunión. También me pidió darles sus saludos a todos ustedes.

En efecto, su equipo estaba incrementando gradualmente.

Cuando Hal compartió sus ideas con conocidos dentro de SAURU, muchos terminaron expresando su apoyo. Además, Hiiragi-san y Kenjou-san habían prometido mantenerlo en privado hasta que fuera el momento indicado. Después de hacer un juramento usando la magia de Contrato en la Presencia de Dios, ellos aceptaron unirse también.

El plan de Hal y compañía estaba avanzando de forma segura y constante.

Dicho eso, el objetivo final aún estaba muy distante y no había garantía en absoluto de que él pudiese seguirlo hasta el final.

Además, todavía había un problema en cuestión bastante complicado: el Rey Dragón blanco, la Princesa Yukikaze. Ella, por supuesto, no iba a permanecer indefinidamente tranquila como hasta ahora…

―… Parece que no hay necesidad de obtener más armas por ahora. Tengo que ponerme al día en otros aspectos… ―En lugar de hablar fuerte, Hal estaba murmurando.

La última vez él había conseguido la Runa de las Katanas Gemelas en las aguas de Izu. Habiendo obtenido en secreto la runa antes mencionada, sus runas matadragones probablemente sumaban una cantidad suficiente.

Lo que necesitaba lograr ahora era una nueva misión cuya importancia solamente era secundaria a la búsqueda de armas.

 

Después de que terminara la reunión, Asya se dirigió al aula del Club de Literatura.

Su propósito era ver a la Presidenta M. Ella iba sola. Los otros miembros ya se habían ido.

El grupo había decidido reunirse para cenar. Con Orihime y Hazumi también presentes, no había necesidad de preocuparse de que Luna se llevase a Hal…

―Presidenta, he traído los registros y audios de la reunión.

―Ponlos ahí. Ha pasado tiempo. ¿Cómo han estado las cosas últimamente?

Los rayos del sol poniente estaban entrando por la ventana, tiñendo de una tonalidad naranja el aula del Club de Literatura.

La Presidenta M estaba parada junto a la ventana. Su cuerpo masivo, de 140 kg por estimación visual, tenía puesto lo que parecía ser un vestido de maternidad color carmesí.

―Hace unos días dijiste por teléfono que esa chica llamada Luna había empezado recientemente a atacar de forma atrevida, ¿cierto?

―¡Exactamente! De verdad no entiendo cómo giran los engranajes del destino. Luna de pronto dijo que le g-g-g-ustaba Haruomi. ¡Es terrible! ―Aprovechando la oportunidad, Asya comenzó a quejarse repentinamente―. ¡Llevándose a Haruomi con cualquier pretexto, ella está aplicando completamente la táctica de pasar tiempo juntos!

―Usa continuamente el ataque especial que tú quieres, pero no está disponible para ti. Ya veo.

―¡¿Gyah?!

―Al principio pensé que la situación de comedia romántica en torno a Haruga quedaría en un estancamiento con la Princesa Orihime a la cabeza, pero nunca esperé que llegase un barco negro. A este paso, ese Haruga será arrebatado.

―¡¿Q-Qué te hace decir eso?!

―La ventaja de un cuerpo seductor importado directamente desde América, más el hecho de que él es un pervertido.

―¡¿Ehhhhhhhhh?!

―La única esperanza es que la princesa, hasta ahora descuidada, despierte ante a la aparición de una rival inesperada. En cuanto al pequeño ángel, ella inevitablemente está en una desventaja física.

―P-Presidenta, tal vez pueda llegar al frente ahora al ser la amiga de la infancia…

―Totalmente imposible. Mira, este es el criterio: no importa por cuánto multipliques cero, el resultado siempre es cero. Esta es la ley de la multiplicación.

―¡Imposible! ¡¿Entonces cuál es el punto de todo el entrenamiento especial que he estado haciendo hasta ahora?!

―Pero en realidad no has hecho ningún progreso… Estoy sorprendida por tu incompetencia.

―¡Oooooooh!

La acusación de la Presidenta M fue bastante dura. Asya tenía un poco de autoconsciencia también.

―Sin embargo, tu perseverancia incansable es uno de tus puntos fuertes. Incluso ahora estás llevando a cabo algún tipo de plan para oponerte a esa chica americana, ¿no?

―S-SÍ. En realidad, es para evitar que Luna monopolice una posición indiscutible ―Asya sacó el pecho con orgullo―. ¡Luna ha estado usando una habitación de hotel como su residencia todo este tiempo, así que irrumpí para vivir ahí! ¡Así puedo evitar que Luna haga cosas astutas en la noche!

―Tonta. Si vas a quedarte con alguien, ¿por qué no mudarse directamente a la casa de Haruga?

―¿Huh?

―¿No es eso básico en las novelas juveniles dirigidas a los adolescentes sin experiencia? Una linda chica invade la casa del personaje masculino, imponiendo así una convivencia forzada. Puedes hacer lo mismo y terminar con todo.

―…

Escuchando eso, Asya sintió que las cosas eran precisamente como las describió la Presidenta M.

Sin embargo, Asya respondió como una doncella con una línea final que no debía ser cruzada sin importar qué.

―E-Ese método… se siente repulsivo, después de todo. Invadir el hogar de un chico para vivir ahí de forma tiránica, esa clase de cosas… ―diciendo eso, Asya empezó a avergonzarse mientras sentía como se volvían rojas sus mejillas―. ¡Aún creo que esto es algo que sólo puede hacerse después del compromiso o el matrimonio!

―No puedo creer que estés hablando como una pura e inocente heroína principal, cuando claramente no estás en una posición que pueda darse el lujo de hacer tales declaraciones…

―¡P-Pero ciertamente soy la heroína principal pura e inocente, ¿sabes?!

―Mal. Mal. En este momento sólo eres una ridícula idol de variedad.

―¡N-No puedo creer que uses el término «idol de variedad» del siglo veinte para describir a una doncella en la flor de la juventud!

―En tu caso, podría irte mejor si tuvieras amnesia.

―¿Huh?

―Piénsalo. La situación empezó a cambiar drásticamente en Madan no Ou desde que T●gre perdió la memoria y desapareció. A pesar de estar en un estado completamente reiniciado, T●gre fue capaz de cultivar una relación con Elizaveta a su ritmo habitual e incluso conquistó a ×× sin saberlo. (nota: eventos del volumen 9).

―¡¿P-Por alguna razón tengo la sensación de que estás aludiendo a una dimensión diferente?!

―Bueno, eso es todo. La situación sólo empeorará si te falta la determinación necesaria para cambiar por completo el estado actual. Me atrevo a afirmar eso sin la menor duda.

―…

Completamente reiniciado… Mientras Asya se sentía desconcertada por estas palabras…

El teléfono en su bolsa sonó repentinamente con una notificación de mensaje. Sintiéndose totalmente exhausta por la impactante conversación, sacó su teléfono de manera casi inconsciente.

Asya revisó el email y reaccionó con sorpresa.

―¿Mamá viene a Tokio?

 

Parte 4

―Ha pasado tiempo, Haruomi-san. Me alegra ver a Asya con tan buena salud también.

Estas fueron las primeras palabras de la Tía Yulia tras ver a Hal después de muchos años.

Antes de reunirse, lo único que ella había enviado fue un breve mensaje que decía «Iré a Tokio mañana. Previsto llegar a Haneda a las 11: 17».

Este mensaje había llegado a los teléfonos de Hal y Asya tan sólo dieciocho horas antes. Como nota al margen, casi todo lo que solía ser el centro del antiguo Tokio había sido tomado como territorio para la Concesión de Viejo Tokio; aunque el distrito de Ōta, el cual no tenía aeropuerto, fue excluido.

Actualmente Hal y su amiga de la infancia estaban sentados en un café dentro del aeropuerto de Haneda.

Una mujer de cabello plateado estaba sentada al otro lado de las tres tazas de café sobre la mesa.

Su nombre era Yulia Rubashvili.

En otras palabras, la madre de Asya. Ella estaba usando una camisa militar de manga corta color caqui sobre su playera. En la parte inferior tenía un par de jeans negros. Cubriendo sus hombros, el chal ligero acentuaba su encanto femenino.

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―Por favor, no anuncies tan repentinamente que vendrás de visita al día siguiente. No es que tengamos tiempo libre todos los días.

―Lo siento, Asya. Fue porque la idea de hacer una visita se me ocurrió ayer en la mañana repentinamente. ―Yulia respondió con calma a las quejas de su hija.

Su voz y tono eran tan tranquilos que si uno fuera a describirla como un androide de combate del futuro, algunas personas realmente podrían creerlo. También estaba su exquisito rostro. Sentado frente a esta «tía», quien estaba presente con su hija, Hal no dejaba de pensar en lo hermosa que era.

Asya y la Tía Yulia no sólo eran madre e hija, sino que también tenían un fuerte parecido.

Sus rostros incluso podían ser descritos como idénticos. Ambas tenían rostros hermosos parecidos a los de las hadas ―encantadores y delicados― combinados con pequeñas y delgadas figuras, además del precioso cabello plateado con una atmósfera de fantasía…

Sin embargo, había una diferencia decisiva entre las dos: el hecho de que la Tía Yulia era una verdadera belleza de pies a cabeza.

Precisamente en ese momento, un mesero adulto trajo sus órdenes.

Panqueques, una hamburguesa, un sándwich, un mille crepe, y un hot dog. Por cierto, sólo el hot dog era lo que Hal había ordenado como desayuno tardío. El resto eran las órdenes de Asya.

Después de darle un vistazo a la comida, la Tía Yulia dijo de inmediato:

―Asya, tu apetito es abundante como siempre.

―No te preocupes. Después de todo, el trabajo de una bruja es muy extenuante.

―Ciertamente, lo que dices es correcto. Entonces sigue comiendo a este ritmo, pues todo es por el bien de sobrevivir al presente con el fin de arrancar el fruto de la victoria en el futuro.

La Tía Yulia era una investigadora en la oficina central de SAURU en Estambul.

Hal había escuchado que ella solía pertenecer a la fuerza aérea de la organización de defensa de Europa antes de dar a luz a Asya, donde alcanzó el rango de mayor antes de su retiro.

Como resultado, ella algunas veces hablaba con una severidad inexplicable.

Alentada por su madre, los ojos de Asya se encendieron al instante.

―¡Como se esperaba de ti, Mamá! ¡Tú me entiendes mejor!

―En cuanto el precio a pagar, tal vez tendrás que correr el riesgo de terminar con la figura obesa de tu abuela. Bueno, esto es teóricamente inevitable. También creo que no hay necesidad de sacrificar el potencial de combate con el fin de hacer dieta. Oh, pero Asya, debes tomar precauciones contra la diabetes…

―¡N-No enlistes estos peligros potenciales si vas a alentarme a comer más!

Hal observó la conversación de la madre y la hija mientras comía su hot dog.

Esta mañana él había salido de su casa en el Puente Narihira sin comer el desayuno, así que esta era su primera comida del día.

Por otra parte, la edad de la Tía Yulia era imposible de deducir por la apariencia.

Con su hija de quince años de edad a su lado, ellas parecían hermanas.

A decir verdad, ella era una mujer que superaba a Asya en términos del «Nivel de Hada».

―Por cierto, Tía Yulia, usted se encontraba en un viaje de negocios en Indonesia hasta ayer, ¿cierto? ¿Fue por eso que aprovechó la oportunidad para visitar Nuevo Tokio?

―Así es. Estás muy informado, Haruomi-san.

―Aunque soy su hija, no he escuchado sobre esto.

―No es nada especial, ya que fue escrito en el boletín del club de fans. La Tía Yulia había llegado a la sede en Yakarta la semana pasada.

―¡¿I-Incluso tú, Haruomi, te has unido a ese sospechoso club?!

―Qué preocupante. Y pensar que estoy siendo tratada como una celebridad, cuando no soy nada más que una ordinaria investigadora de SAURU. Siendo sincera, esto es bastante problemático para mí.

―Después de todo, Tía Yulia, no sólo es bonita, sino también una persona maravillosa.

Setenta y ocho miembros de SAURU de todo el mundo se habían unido al «Club de Apoyo Ilimitado para la Exquisitamente Hermosa Sra. Yulia». De hecho, Hal ya se había unido como miembro hace cinco años.

Hal puso una expresión seria y entonces dijo:

―Hay bastantes personas que quieren que la Tía Yulia los pise o los mire con frialdad.

―Qué preocupante…

―Gah. E-En ese caso, ¿por qué no elogian a la hija, quien es más joven y más delicada, o me tratan como una idol? ¡Los hombres de SAURU están seriamente ciegos!

―Bueno, creo que es hora de irme.

Debería haber mucho de qué hablar entre madre e hija. Hal trató de mostrar su lado considerado, pero la Tía Yulia sacudió la cabeza y dijo repentinamente:

―Haruomi-san, esta visita mía a Tokio en realidad incluye negocios contigo.

―¿Huh?

―¿No me enviaste un email hace tiempo? «Espero que pueda proporcionar detalles si sabe acerca del caso del Rey Salomón que mi padre manejó en el pasado».

―¡…!

Hal y Asya mostraron sorpresa al mismo tiempo.

Después de todo, sus familias habían estado relacionadas por generaciones. La abuela y el difunto padre de Asya conocían a Hal y a su padre.

Y pensar que una fuente de información volaría inmediatamente hacia él como el proverbial pájaro azul de la fortuna.

La Tía Yulia comenzó a explicar pacientemente…

 

―El problema con Asya es que aunque intentes dormirla con un sedante, ella lo detectaría por el sabor y el olor. Es casi como una bestia salvaje.

La ubicación era el lujoso hotel donde vivía Luna Francois.

Hal estaba sentado frente a ella en un salón de este hotel. Hal había ordenado un café mientras que Luna había ordenado jugo de pomelo. Los dos habían elegido una mesa. Era después de las 7 de la tarde, y si Hal y Luna fueran adultos, probablemente estarían sentados lado a lado junto a la ventana tomando bebidas alcohólicas a esta hora.

Desafortunadamente, ambos aún eran menores.

―Ha habido más de una ocasión donde quise mezclar somníferos en la comida de Asya para que pudiera invitarte a un paseo nocturno mientras ella estuviera durmiendo. Sin embargo, siempre descarté la idea por la alta probabilidad de fracaso. En fin, no habrá escases de métodos mientras me lo tome en serio.

―Hahahaha…

Hal se rio secamente. Si las posibilidades de éxito fueran del 50%, Luna Francois definitivamente drogaría a Asya sin vacilar.

―Sin embargo, tú también tienes la culpa, Harry.

―¿Yo?

―Sí. Te he confesado claramente mis sentimientos, ¿no? Además, podemos volvernos una pareja de inmediato tan pronto como consientas. Con eso, una simple amiga de la infancia como Asya no tendrá ni derecho ni razón para interferir.

―…

―Todo es porque estás imitando el «principio de la comedia romántica» de retener tu respuesta de forma indecisa. Es por eso que Asya pudo aprovechar la oportunidad de empezar a interferir.

―Hablando de eso, ella ha estado quedándose contigo, ¿cierto?

―Aunque podía rechazarla y pedirle que se fuera, lo único que lograría es llevarla a la habitación adyacente a la mía. La acepté porque sería demasiado problemático.

Al igual que Luna Francois, Asya también era una bruja de clase maestra.

Debido a la compensación financiera por sus logros en batalla hasta ahora, ellas habían acumulado fondos masivos (en el caso de Luna incluso podría llamarse «una fortuna»).  Incluso derrochar deliberadamente en costosas habitaciones de hoteles lujosos no causaría mucha carga.

Hal no pudo evitar inclinar la cabeza.

―¿Por qué esa chica está tan decidida a obstaculizarte, Luna? Incluso cuando le pregunté, todo lo que conseguí como respuesta fue que tenía que mantener la razón en secreto.

―¿Me pleguntu pur qué? Qué incomprensible, no lu entuendo tampoco.

―¿Hmm? ¿Estabas hablando un poco extraño hace un momento?

―Nop. Lo imaginaste, Harry♪.

Después de hacer una sonrisa traviesa, Luna Francois se inclinó hacia adelante.

―Entonces, ¿qué descubriste después de hablar con la madre de Asya? Se reunieron esta mañana, ¿no?

―No mucho. Intenté preguntar sobre toda la historia de cómo Papá obtuvo el pedernal… Resulta que no fue una espectacular historia de aventura como Indiana Jones.

Encogiéndose de hombros, Hal empezó a relatar.

―Al parecer, sucedió exactamente en el año 2000.

Eso fue cuando los dragones habían regresado recientemente a la tierra. El padre de Hal y la Tía Yulia estaban trabajando en la sede SAURU de Nueva York. Un día, el personal de la sede descubrió un conjunto de artefactos antiguos llamados «las escrituras póstumas del gran mago, el Rey Salomón, y la piedra maldita».

Quien descifrara las escrituras póstumas de Salomón sería capaz de heredar la fortuna del rey.

La piedra era una llave que llevaba a un gran poder. Los dragones destrozarían al portador. Por lo tanto, la confidencialidad era primordial.

… Sonaba como un mensaje muy falso.

No se pudo detectar poder mágico en el documento considerado como las escrituras póstumas de Salomón o en la piedra adjunta. Aun así, el padre de Hal y la Tía Yulia llevaron a cabo el proceso de evaluación por si acaso.

En ese día, Nueva York fue atacada por numerosos dragones.

―El Gran Ataque en el Año 2000… ¿se refiere a eso?

―Sí, es ese. Dirigiendo su Ejército de Fuego compuesto por mil Raptores, Hannibal llegó a Nueva York por aire y le dio un golpe devastador al ejército de Estados Unidos en ese ataque.

Hal asintió en confirmación a la pregunta de Luna Francois.

―Incinerada por las llamas de la guerra, la Isla de Manhattan fue anexada directamente por Hannibal y se convirtió en su territorio, dando origen así a la Concesión de Viejo Manhattan.

―El llamado «Gran Ataque» fue una situación bastante dramática por sí sola.

―Sí. Después de eso, Papá y la Tía Yulia huyeron desesperados con sólo sus pertenencias y evacuaron las calles que estaban bajo el ataque de los Raptores. En ese entonces, Papá tomó esa piedra de Salomón por casualidad, la cual es el pedernal que encontré veinte años después.

En efecto, esta era la piedra secreta oculta dentro del Reloj Mágico.

―Durante su escape, Papá y la Tía Yulia fueron perseguidos incansablemente por un Raptor, incapaces de deshacerse de él a pesar de usar magia de sigilo muchas veces. Fue después de hacer su escape con éxito que empezaron a sospechar. Tal vez esto fue debido a esa maldición de que «los dragones destrozarían al portador».

Según parece, la piedra al final fue entregada al padre de Hal, quien prometió contactar inmediatamente a la Tía Yulia si descubría algo.

―Sin embargo, pasaron muchos años después de eso, pero Papá nunca habló sobre el asunto. La Tía Yulia lo olvidó por completo también.

Hal previamente había intentado reunir información acerca del pedernal, enviando emails a aquellos relacionados con su padre.

Pero al final nadie respondió, ni siquiera la Tía Yulia. Sólo mencionar como pista que «su padre había escondido una piedra perteneciente a los dragones» no fue suficiente para estimular la memoria de la Tía Yulia.

Sin embargo, gracias la palabra clave de «Salomón», su investigación esta vez no tuvo el mismo problema…

―Lo siguiente es sólo mi especulación: creo que Papá probablemente conservó esa piedra para observarla y terminó sin resultados, por lo que no dejó ninguna información sobre el pedernal.

―¿Entonces por qué ocultó la piedra en su reloj de bolsillo?

―Porque Papá tenía una tendencia meticulosa como yo. Intentó obedecer la leyenda y ocultar la piedra, así que, por capricho, eligió esconderla en su reloj de bolsillo y entonces probablemente se olvidó de ella.

Hal mencionó su especulación infundada.

Sin embargo, considerando la personalidad de su padre, su corazonada seguramente era correcta.

―Si él realmente trataba de esconderla, habría escogido un escondite más seguro. Si de verdad lo consideraba digno de investigación, habría dejado registros completos.

―Hablando de eso, Harry, hay un detalle que encuentro preocupante. ―Luna Francois intervino en ese momento―. De acuerdo con la teoría actual, el otro artefacto dejado en la sede SAURU de Viejo Manhattan… seguramente son las escrituras póstumas del Rey Salomón, ¿cierto?

―Sí, estoy seguro.

De hecho, él había estado revisando imágenes satelitales con Asya esta mañana. Era la información fotográfica más reciente de la Concesión de Viejo Manhattan tomada por un satélite espía.

Erigido silenciosamente en el área de Upper East Side, había evitado la destrucción por las llamas de los dragones…

Los ojos de Luna se encendieron instantáneamente después de escuchar eso.

―Entonces, debemos partir en una expedición a Viejo Manhattan. Obtener la fortuna del Rey Salomón, la cual era equivalente al pedernal, debería traer beneficios sin inconvenientes.

―Sí, tienes razón.

―Durante los últimos meses, nuestro potencial de combate ha aumentado drásticamente… Pero aun así no es suficiente para enfrentar directamente a oponentes de clase Rey Dragón. Es necesario seguir ganando experiencia para fortalecer nuestro poder de combate.

―Quizá tengas razón.

Hal estaba de acuerdo con Luna desde el fondo de su corazón.

A decir verdad, él no tenía confianza en poder lograr un empate si fuera a enfrentar a la Princesa Yukikaze en un reencuentro. A duras penas sobrevivió a la batalla en junio al utilizar a la Reina Carmesí como factor sorpresa.

―Ya que la cantidad de armamento ha progresado espléndidamente, es hora de dar lugar a eventos como los espectaculares hechizos de ataque o pactar con bestias e invocarlas.

―Sí. A fin de conseguir tales oportunidades, la fortuna del Rey Salomón sin duda es…

―Realmente me gustaría obtenerlo antes que los demás. Pero el hecho de que el tesoro está ubicado en la Concesión de Viejo Manhattan sería un factor de riesgo.

Hal murmuró y Luna Francois respondió con una sonrisa.

―El que no arriesga no gana, Harry. Reúne tu determinación y salgamos en una expedición a América. ¿Qué te parece pasar por la Costa Oeste en el camino y hacer una visita a mi casa?

―Oh… En realidad, sobre eso…

Hal se quedó sin palabras por un momento, incapaz de mencionar su propósito principal al visitar a Luna esta noche.

―Espero que puedas quedarte en Nuevo Tokio, Luna.

―¡¿Eh?! ¡¿Qué quieres decir con eso, Harry?!

―Viejo Manhattan es considerado la zona más peligrosa incluso entre los territorios concesión. Viejo Tokio no se le compara en absoluto. Si vamos a infiltrarnos, Asya y yo deberíamos ser quienes lo hagan, sólo nosotros dos. Además, no se sabe por cuánto tiempo tenemos que estar fuera de Tokio…. No sería buena idea que tú y Asya estuvieran fuera del país.

Por la anterior expedición a Izu, Hal entendió que Luna Francois no era del tipo atlético.

En una situación donde debían cumplirse las exigencias de movimiento sigiloso, habilidades de supervivencia, movilidad y magia, la combinación de Asya-Hal sería la opción ideal. Por el contrario, si una de las dos tenía que quedarse a defender Tokio, Luna era más adecuada que la chica de Georgia.

No sólo portaba el poder de una bruja, sino también influencia como cuerpo de SAURU.

Además de eso, ella era una fuerte negociadora debido a su habilidad para tomar decisiones en consideración del panorama general. Después de entenderlo, Luna murmuró con tristeza:

―Bueno, ya que una de nosotras debe quedarse, estoy segura de que yo podría hacer un mejor trabajo que Asya… ¡Sin embargo, Harry, esta es una rara oportunidad para salir de viaje!

―S-Sí, pero también es un viaje de negocios al mismo tiempo.

―Hmph. Entonces, me estás pidiendo defender el fuerte con Orihime-san y Hazumi-san, ¿no?

―Sobre eso… Ya que es una rara oportunidad para visitar la Costa Este, planeo llevar a Juujouji y a Shirasaka. Hacer un viaje a Salem debería ser una buena experiencia para ellas.

―¡¿…?!

Un vórtice de ira se arremolinó repentinamente en los ojos azules de Luna, pero sólo duró un instante antes de regresar al brillo de la racionalidad. Dándole a Hal una mirada desafiante, ella dijo con enfado:

―Entonces, en ese caso, Harry, te obedeceré si me das un regalo ahora mismo.

―Huh. ¿Un regalo?

―Sí. Una recompensa adelantada ya que estaré defendiendo el fuerte sola.

―Si me dices eso tan repentinamente… No sé qué darte.

―Es muy simple… Si hago esto, deberías entender, ¿cierto?

En este momento, los dos estaban conversando con una pequeña mesa entre ambos.

Luna Francois de pronto acercó su rostro al de Hal, después cerró los ojos y presentó su adorable y hermoso rostro en una muestra de vulnerabilidad y seducción.

―¡¿ ?!

―Apresúrate, Harry. Dame mi beso de recompensa.

―¡¿A-Aquí?!

―Sí. ¿No hemos hecho algo similar hace poco? No te preocupes.

―P-Pero hay personas alrededor. Y además, no estamos saliendo.

―Es una recompensa precisamente porque hay personas viendo. Además, esto no tiene nada que ver con salir o no. Ya te di permiso.

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Hal aun así vaciló. Aunque los huéspedes en un salón de hotel a las 7 pm no eran numerosos, tampoco eran escasos. Además, había tres o cuatro miembros del personal en espera…

Sin embargo, una voz emergió en su corazón: a menos que Luna esté satisfecha, ella no aceptará quedarse a cargo de la defensa. Incluso podría tomar un vuelo a la Costa Este para perseguirlos…

Armado con este apoyo teórico, Hal estaba obligado a obedecer.

Con timidez, él se acercó al hermoso rostro de Luna y plantó suavemente un beso en sus labios.

En ese mismo instante, se volvió el turno de atacar de Luna Francois. Ella lamió y besó los labios de Hal ligeramente, saboreándolo con cariño.

Cubriendo los labios de Hal con los suyos, Luna succionó con besos audibles.

Por último, ella incluso insertó su lengua y la enredó con la de Hal, disfrutando por completo el sabor de un beso apasionado.

Durante este tiempo, Hal no pudo resistirse ni pensar; simplemente se paralizó en el lugar.

Este beso persistió por casi dos o tres minutos. Luna Francois relajó a continuación lentamente sus labios y miró la cara de Hal con éxtasis y deseo.

―Es una petición de mi amado Harry, después de todo. Seré una chica obediente esta vez.

―G-Gracias.

―Sin embargo, no olvides recompensarme la próxima vez que necesites un favor, ¿de acuerdo? De lo contrario, podría dispararte por la espalda, Harry. ¡Con un rifle de gran calibre para cazar elefantes!

 

Diez minutos después de separarse de Luna Francois en el salón…

La palpitación en el corazón de Hal aún no había disminuido mientras caminaba hacia el vestíbulo del hotel con pasos inestables. Esta ya era su segunda vez compartiendo un beso con Luna Francois. Cada vez era un impacto tan intenso…

Mientras Hal estaba caminando aturdido, alguien le habló repentinamente.

―Haruomi, ¿cómo te fue con Luna?

―¡¿Huh?!

Hal se sobresaltó y después vio que la persona era Asya.

―Acabas de ir a verla para pedirle que se quede, ¿cierto? ¿Cuál es el resultado?

―¡S-Salió muy bien, sí! ¡Después de que le dije la razón, ella definitivamente entendió!

―¿En serio? Haruomi, parece que fue lo correcto que tú le dijeras directamente.

Si Asya hubiera estado presente, las negociaciones podrían haber fallado.

Hal había ido a ver a Luna solo precisamente porque estaba preocupado por eso.

Sin embargo, la calculadora chica americana también podía secuestrar a Hal y llevarlo a las calles en la noche. Asya probablemente estaba esperándolo en el vestíbulo para evitar esa posibilidad.

Después de escuchar sobre el resultado, Asya asintió con aparente satisfacción.

―Aunque me sentí intranquila dejándote ir solo, Haruomi, cielos, con tantos ojos en el hotel, ¡incluso alguien tan audaz como Luna no habría tenido más opción que comportarse!

―Ciertu. ¡Sí, no hay problemo, no hay problemo en absoluto!

―¿ ? Haruomi, ¿por qué de pronto estás hablando de forma graciosa?

―N-No, no lo hice. Vayamos a casa primero para hacer los preparativos antes del viaje.

Ellos habían informado a Orihime y a Hazumi de antemano y las dos chicas habían aceptado ir a América juntos.

Aunque existía el incierto factor de que la Princesa Yukikaze estaba usando Viejo Tokio como su base, el botín que podría encontrarse en Viejo Manhattan era demasiado atractivo.

Después de las Islas Salomón, otra salida de Japón al extranjero…

Hal y Asya asintieron y caminaron juntos a la entrada del hotel.

 


[1] Tiempo, Lugar y Ocasión (motivo) en inglés.

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