Even Though I’m a Former Noble and a Single Mother, My Daughters Are Too Cute and Working as an Adventurer Isn’t Too Much of a Hassle (WN) Vol.3 – Capítulo 22

El Fin del Caballero

A medida que la luz dorada se dispersaba por los alrededores, Gran cayó repentinamente a través de una distorsión en el espacio. Luego de levantarse, este soltó una palabrota mientras miraba su entorno.

“¡Mierda! ¡Mieeeerda! ¡Otra mocosa…! ¡¿Quién diablos eres?! ¡¿Qué es este lugar?!”

Todo a su alrededor eran murallas de roca y un techo de negra piedra, tenía que estar en alguna clase de cueva. Gran, quien súbita y repentinamente había sido lanzado a esta extraña caverna, quedó en un comienzo desorientado, pero a medida que iba recuperando su ingenio, escuchó una joven pero sensual voz detrás suyo.

“Te encuentras en una mina de oro y plata, en un pueblo industrial que esta solo a unas cuantas millas de la capital.”

Él giró rápidamente. Pero, no se veía ni un alma. Aunque, esa voz, sonaba como si se lo hubieran susurrado al oído.

“Os he traído aquí…Increíblemente honorable comandante de los Caballeros Imperiales…Kehehehehe…realmente debes tener cuidado donde pisas cerca de la magia espacial ¿No?”

Luego escuchó la voz desde el costado. Él blandió un brazo hacia la fuente de aquella voz, pero no golpeó nada, mientras que esa maliciosa risa se perdía en las paredes.

“¡¿Quién eres?! ¡Muéstrate!”

“¿Ehh~? Si le gritas a una joven doncella tan adorable de esa forma, me quedaré petrificada~”

Contraria a sus palabras, su voz sonaba como si ella casi no pudiera contener la risa. Tanto si se notaba o no, los vasos sanguíneos de la cabeza de Gran palpitaron de forma tan furiosa que se veían como si estuvieran a punto de estallar mientras su rostro volvía a tornarse rojo.

“¡Cobarde desgraciada! ¡Tú no te puedes esconder de mí por siempre! ¡Ponte de pie y enfréntame, como un verdadero caballero lo haría!”

“¿Puede un hombre que apuntó su espada ante simples niñas realmente decir eso?”

Esa infantil voz de pronto se tornó helada, despreciándolo por completo.

“¡S-Silencio! ¡Esa simplemente fue mi estrategia! ¡Fue la única forma de hacer que la cobarde de Shirley me enfrentara…!”

“¡Muahahahaha! ¡¿Estrategia?! ¡¿ Realmente la totalidad de tu plan era tomar a esas niñas como rehenes?!” ¡Muahahahahahaha!”

“¡¿Q…Qu…?!”

Gran quedó paralizado ante su ruidosa burla. Mientras él había entendido la hiriente naturaleza de sus palabras, era como si el veneno con el que lo decía realmente le hubiera afectado.

“Incluso si fue en lo profundo del bosque, obviamente los aventureros que moran en el pueblo notaron que algo estaba sucediendo y comenzaron a ingresar al bosque cuando cierto tipo furioso comenzó a derribar árboles a diestra y siniestra. Y aún más que eso… ¡Kehehehe! ¡Pensar que aquellas niñas te tratarían con tal hospitalidad…Fuahahahahaha! ¡Solo recordarlo es suficiente para hacerme rodar de la risa! ¡Fuhahahaahah! ¡Que caballero de la paz y la justicia clamas ser! ¡¿Acaso siquiera sabes la cantidad de leyes que has roto?!”

Gran estaba consciente que su rostro se estaba calentando más y más con el paso de los segundos. A pesar de que él era el Gran Maestro Imperial, había sido humillado una y otra vez por simples niñas y se había comportado de manera deplorable. El que le dijeran todo eso a la cara, su inflado ego estaba a punto de reventarse.

“¡Tú…b-b-b-bastarda! ¡V-Ven y sal de inmediato! ¡¿Acaso no eres tú la verdadera villana, calumniando a las personas de esta forma?!”

“¿Acaso he pronunciado alguna mentira?”

Luego de ser obligado a volar por Lumiliana y hecho el ridículo por las mellizas, Gran ya no podía seguir soportando ser insultado o ser el objeto de burla mientras azotaba violentamente sus brazos en los alrededores al mismo tiempo que despilfarraba palabrotas, como un niño en un berrinche.

“Habiendo dicho eso, puede que no seas capaz de pensar claramente producto de esa espada…o quizás ¿Realmente es esta vuestra verdadera naturaleza?”

Luego de arrastrar el nombre de Gran por el lodo para su satisfacción, la fuente de esa voz finalmente se reveló a sí misma. Con unos cuernos completamente negros que crecían de los costados de su cabeza, dando a entender que ella era de la raza de los demonios, esa chica de apariencia joven con un rubio cabello que descansaba tranquilamente sobre su sillón, el cual flotaba por sobre el suelo. Sus ojos carmesí lo atravesaron, con sus labios curvándose para mostrar una burlona sonrisa.

“Ha pasado algún tiempo, niño ¿Cuándo fue la última vez que nos vimos?”

“¡¿Tú eres…Canario?!”

La niña rubia…su verdadera identidad era la Bruja Dorada, Canario, quien ahora estaba sobre él tanto en forma como espíritu. Él escupió palabras ante el objeto de su odio.

“¡Tal como era de esperarse, los aventureros son un patético montón en comparación a nosotros los caballeros! ¡Baja aquí, cobarde! ¡Te derrotaré yo mismo!”

“Entonces, inténtalo.”

Tan pronto como ella dijo aquellas palabras con una suave voz. El mundo de Gran se sumió de pronto en la oscuridad. Al comienzo, este solo pudo sentirse confundido, pero una vez que la sensación de que sus piernas no estaban pisando algo sólido, comenzó entrar en pánico, solo para a continuación darse cuenta que no podía respirar mientras intentaba gritar. A medida que él agitaba sus brazos a ciegas, de pronto recuperó la visión y libertad tras volver a caer al piso desde una repentina altura.

“¡¿FUHAAA?! ¡¿Q-Qué diablos fue…?!”

“Hmph, eso simplemente no fue bueno. Intenté hacer algo interesante de ti, pero…desafortunadamente, el material era simplemente demasiado mediocre.”

Canario le mostró la fotografía que estaba sosteniendo. En ella, estaba la imagen de Gran, con su cabeza incrustada en el techo de la cueva sin signo alguno de destrucción.

A pesar de que él era un idiota, este se dio cuenta de inmediato lo que eso significaba. Canario, una genio en cuanto a la magia espacial, había teletransportado la cara de Gran hacia el interior de las rocas.

“Quizás la próxima vez debería incrustar cada una de las partes de tu cuerpo, exceptuando la nariz en un bloque de Orichalcum. Lo llamaré El Idiota Fosilizado por Toda la Eternidad ¿Hmm~? ¿Acaso no crees que sería una gran idea dejarte para que descanses el resto de tu vida al interior de una prisión de ese tipo, consumiéndote sin ser capaz de decir una sola palabra? En este instante me he interesado en una forma de arte llamado wasi-sabi[1]que conocí en el País Mercante…”

“¡¿H-HIIIIIIIIIIIIIIIIIIII?!”

La boca de Canario se torció en una malvada sonrisa, con la forma de una luna creciente. La intimidación exudando de la Bruja Dorada solo se veía intensificada por las chispas de luz dorada que volaban hacia el rostro de Gran. Abandonando toda inclinación por pelear, Gran se entregó a sus instintos biológicos, con un grito surgiendo de sus labios mientras comenzaba a huir.

“¿Oh ho ho, huyendo hmm~? Bien, eso es lo mejor…si logras escapar, pasaré por alto todos tus crímenes.”

Gran no escuchó las palabras que ella dijo mientras huía tan rápido como era posible, pero cuando dobló en una esquina de pronto se vio inundado de una feroz sed de sangre que transformó su propia sangre en hielo, clavándolo al piso en el lugar.

Una mujer estaba de pie ahí, con la punta de su estoque desfundado mirando el piso. Con un ojo rojo como las llamas y un ojo azul como el hielo, Shirley fulminó directamente a Gran.

“¡T-Tú!”

“¿Qué debería decir…ha pasado algo de tiempo, no? Has cambiado bastante.”

Su voz era tan monótona como si estuviera intercambiando insignificantes cortesías, pero en esta situación, aquellas palabras hicieron que su espina temblara. La bruja detrás de él y la espadachín en frente. Gran estaba completamente arrinconado, pero entonces las palabras de Canario flotaron a su oreja desde atrás.

“Ya, ya ¿Cuál podría ser el problema? Si puedes derrotar a la mujer que está de pie en frente tuyo ¿No asegurarás tu escape? No temas, dado que yo no intervendré.”

Era algo ridículo de hacer, pero Gran quien estaba en una situación totalmente desamparada, decidió creer las dulces palabras de la bruja.

Mejor dicho, esta no era solo una oportunidad para escapar, sino que una verdadera oportunidad de por sí. Él había ordenado que se realizara una pequeña investigación sobre Shirley. Ella era una semi-inmortal que podía regenerar sus heridas al usar su poder mágico y físico, siempre y cuando su cerebro permaneciera intacto.

Mientras tanto, la hoja que él sostenía, llamada Dáinsleif estaba hecha de un metal indestructible llamado adamantita la cual le entregaba una infinita capacidad regenerativa a partir de las almas de sus víctimas, sin advertencias ni debilidades.

Poniéndolo de forma simple, su tipo de inmortalidad palidecía en comparación a la suya. Si él luchaba contra ella uno contra uno, podría ganar una batalla de larga duración. Era imposible para ella destruir esa espada de adamantita que incluso los mejores herreros enanos del mundo ni siquiera podían mellar…de pronto, el rostro de Gran se iluminó de alegría.

“¡Ha…Hahahahahahaha! ¡Oh, los cielos realmente no me han abandonado! ¡Estos tienen que estar probándome que realmente soy el espadachín más fuerte del mundo! ¡Te eliminaré y te transformaré en nada más que combustible, luego les cortaré los brazos y piernas a esas insolentes mocosas y se las entregaré a Su Majestad Imperial! ¡Luego, una vez que Alice despierte, se dará cuenta del verdadero amor que tiene por mí!”

Su orgullo como espadachín, los celos que alguna vez ardieron en sus entrañas cuando vio a Shirley y el ciego amor que lo llevó a traicionar al hombre que alguna vez fue su mejor amigo. La espada que cargaba con todos aquellos sentimientos fue blandida en el lugar en frente de los ojos de Shirley.

Dado que había una diferencia tan grande en estatura, la pelea debería terminar en un instante. Lo más que Shirley debería ser capaz de hacer era intentar esquivar su espada, pero mientras Gran lanzaba un corte descendente, Shirley se mantuvo en su lugar, deteniendo el arco que había trazado su espada con aquel delgado estoque que estaba sosteniendo.

Cualquier tasador que valiera la pena podría darse cuenta que el estoque era una obra maestra que debía haber sido forjado por alguien de renombre, pero de todas formas seguía siendo una espada tan delgada, solo hecha de acero. Tendría que haber sido partida en dos por esa tosca espada, pero no había duda en los ojos de Shirley, quien tenía la habilidad de ver todo.

“¡Igual que siempre…descuidado!”

Los ojos de Shirley brillaron mientras estos escaneaban el cuerpo de Gran en su totalidad. Luego, su cuerpo se recogió casi como un resorte, saltando a continuación hacia adelante, desatando una ráfaga de golpes que podrían trizar piedras. Su espada destelló innumerables veces, sobrepasando la velocidad del sonido, martillando a Dáinsleif. Todos sus golpes dieron exactamente en el mismo punto de la hoja una y otra vez, forzando a Gran a retroceder a pesar de la gigantesca diferencia de tamaño.

“¡¿Gyaaaaaaaah?!”

La fuerza detrás de los continuos golpes de Shirley era tan intensa que el brazo de Gran que sostenía la espada comenzó a rasgarse en las uniones, con sangre fluyendo a través de los dedos. La fuerza generada por sus ataques resonó a través de toda la cueva, llegando hasta la entrada de esta, resonando hacia el despejado cielo como si se tratara de una erupción constante. Un agujero perfectamente redondo se había formado como si un meteorito hubiera caído desde el vacío del espacio, era un manejo de la espada que trascendía la razón.

Pero, incluso con tal poder, la adamantita no cedería. Incluso Shirley no podía lograrlo con solo su habilidad de la espada.

…Pero, esa habilidad sobrenatural suya si lo hizo posible.

“¡¿Im…imposible…?!”

Sonó un chasquido mientras una línea comenzaba a dibujarse a través de la hoja. Cuando él se dio cuenta de lo que la persona en frente suyo había hecho, Gran murmuró incrédulo a pesar del calor de la batalla.

“¿Esto es adamantita…? ¿La espada mágica más dura en el mundo…? ¡¿Entonces…como…?!”

La grieta se agrandó aún más y finalmente, esa irrompible espada mágica se hizo añicos.

“¡¿Cómo puede haberse roto?! ¡Este es el tesoro familiar de la familia Wolff! ¡¿Cómo Dáinsleif pudo perder contra un estoque tan delgado como ese?! ¡¿QUE DIABLOS HICIIIIIIIIISTE?!”

Gran gritó desesperado ante esa increíble escena, pero Shirley no le había hecho nada a Dáinsleif con magia.

En todas las cosas, existe un punto débil. Podría ser un punto pequeño, no más grande que la punta de una aguja e invisible al ojo humano, pero si tal punto débil era constantemente golpeado dentro de un ángulo especifico, incluso el material más fuerte colapsaría.

Shirley usó su habilidad única para localizar dicho lugar, luego con su manejo de la espada que superaba toda percepción humana, desató una ráfaga de golpes contra ella, una muestra de exquisita habilidad y destreza. La Demoníaca Espada Blanca había desarrollado esta técnica en secreto, solo en caso de si se fuera a dar la situación donde sus amadas hijas fueran mantenidas cautivas en alguna clase de prisión, el movimiento al que ella había bautizado como “mordedura de insecto” destruyó la hoja, liberando a las pobres almas de los inocentes habitantes del Imperio asesinados que mantenía cautivas.

Los innumerables miembros cayeron mientras la espada era quebrada y el exceso corporal de Gran colapsaba, dejándolo eventualmente en su forma original junto a Alice cubierta en una pila de carne podrida que se estaba descomponiendo. Su voluntad había sido quebrada y como resultado, su nublado raciocinio comenzó a regresar a la normalidad mientras Gran empezaba a sentir una intensa sensación de auto-desprecio por lo que había hecho.

Él había tomado la espada mágica que había sido sellada simplemente debido a su indignación por haber perdido frente a Lumiliana en el torneo del año pasado, pero mientras esa era una acción por la que podía expiarse, no había nada que pudiera hacer para pedir perdón por las personas inocentes que había usado para alimentar su propio poder.

¿Qué había pasado con el chico que alguna vez se había esforzado con un noble propósito en mente? ¿Dónde se había equivocado tanto? Incluso si él estaba profundamente celoso de los talentos y regalos de Shirley, él podría haberlo usado como motivación para mejorarse a sí mismo, recorriendo el camino de un cortés caballero que había sido su sueño cuando niño.

(…Alice…)

Tendría que haber existido alguna forma de dar un vuelco a su vida. Pero, durante todos esos años fue como si él había estado atrapado en un pantano, desde que había conocido a Alice.

Una vez que él desató la verdadera forma de esa monstruosa espada, a su vez descubrió la verdadera naturaleza de Alice. Él nunca había visto a esta mujer por lo que realmente era, aquella quien había convertido a ese alguna vez amigable joven en este desgraciado bufón.

“¡Es culpa tuya…! ¡Todo…se debe a ti…!”

Pero a pesar de todo, Gran quien tenía el hábito de mantener su orgullo al desplazar toda la culpa de sus fracasos a otros intentó nuevamente traspasar las consecuencias de sus acciones, esta vez en Alice. Aunque él no podía negar su propia inmadurez al caer por sus artimañas, esta era la única forma en la que podía mantener siquiera un atisbo de orgullo, mientras maldecía a la mujer que le había susurrado palabras de amor en su oído durante diez años.

“¡Mierda…! ¡Muere…deseo que estuvieras muerta…! ¡Sí tú…si tú nunca te hubieras presentado…yo quizás habría vivido felizmente…!”

¿Acaso simplemente era una efusión de sus propios lamentos? Incluso si él sabía lo que le esperaba después de todo esto. A pesar de ser el Gran Maestro Imperial, él había intentado secuestrar a las mellizas por las que su país había firmado específicamente un tratado señalando que no lo haría.

En el mejor de los casos, por ese crimen, sería despojado de su título de nobleza y su título como caballero. Pero sus crímenes excedían por mucho aquel. Mientras su mente se nublaba a causa del miedo acerca de la inexplicable tortura y ejecución pública que le esperaba, Gran miró a Alice con ojos llenos de odio.

[1] es un término estético japonés que describe un tipo de visión estética basada en «la belleza de la imperfección»