Even Though I’m a Former Noble and a Single Mother, My Daughters Are Too Cute and Working as an Adventurer Isn’t Too Much of a Hassle (WN) Vol.3 – Capítulo 7

Ciempiés Gigante

Existe un vasto bosque al noroeste del pueblo. En este mar de árboles muchas razas vivían tales como los elfos, hadas, gnomos y los seres alados, muchos de los cuales compartían profundas conexiones con los aventureros desde hace mucho tiempo.

La razón de esta relación se debía a la falta de infraestructura y los monstruos que merodeaban desenfrenadamente en aquellos bosques. Aunque ellos usualmente repelían por su cuenta a los monstruos que asolaban sus hogares, cuando los ataques se volvían demasiado frecuentes o feroces, ellos dependían de los aventureros por ayuda.

Muchos humanos desde hace mucho habían sugerido que en su lugar estas razas se adaptaran a vivir en los pueblos o las ciudades amuralladas, pero los elfos de larga vida han estado reacios a perder sus antiguos reinos en el bosque, las hadas y los gnomos hacían sus hogares entre medio de las flores y los seres alados se posaban en las copas de los árboles, ninguno de ellos deseaba renunciar a eso para ir a vivir en desconocidos hogares de ladrillo en medio de calles adoquinadas.

Es por eso que, debido al aumento de las temperaturas, los aventureros respondían al llamado para pelear contra los monstruos en este lugar. Pero lejos de depender exclusivamente de los aventureros, muchas personas de estas razas se convertían ellos mismos en aventureros, viajando a través del continente para obtener fama.

Estaba el aventurero de más alto rango entre los seres alados, “El Búho de Ocho Vidas” de rango S, a la vez que el primer grupo aventurero de gnomos de rango S, “La Masa Picara.”

Era un hecho celebrado que los aventureros que venían de este bosque habían alcanzado el nivel más alto del Gremio, un verdadero reflejo de la profunda relación entre el Gremio de Aventureros y los Reinos del Bosque.

“¡Ahí está! ¡El objetivo de la exterminación!”

Y, en medio de ese mar de árboles. Cerca de dos leguas de distancia de uno de estos pueblos demi-humanos, Cudd rápidamente afiló la daga en su mano derecha con un cristal de color rojizo-marrón, cubierto de sellos mágicos, para luego lanzarlo.

“¡KIIIIYAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!”

El momento en que el cristal chocó con la criatura que se había envuelto a si misma alrededor de un gigantesco árbol nativo, electricidad explotó de éste con un ruidoso golpe.

Debido al ensordecedor grito, Leia, sintió escalofríos recorriendo su espalda mientras apuntaba con la ballesta a la criatura que había caído al suelo del bosque como un cadáver mientras sus piernas se retorcían y los fluidos comenzaban a salir de su boca.

“¡Aaaah, mou! Entre este y los insectos gigantes ¡¿No hemos estado luchando solamente contra monstruos asquerosos últimamente?!”

Esta clase de arma era bastante inusual para un elfo, pero la mitad de su sangre seguía perteneciendo a esa raza dotada con talento en las formas de la arquería. Pernos de hierro, tallados con los caracteres rúnicos, habían perforado la carne entre medio de los espacios de ese caparazón de color totalmente negro.

A pesar de que había sido ralentizado producto de la descarga eléctrica, ella había logrado darle tres disparos consecutivos en sus puntos débiles, un resultado producto tanto de su talento innato como el trabajo duro entrenando.

“Los pernos están equipados con una runa de parálisis… ¡Es tu turno, Kyle!”
“¡Entendido!”

Kyle, equipado con un escudo y una maza, se abalanzó hacia él.

“¡Fortalecimiento・Cuerpo…y aún más, “Llama・ Impacto・ Reforzamiento・ Aumento!”

Luego de fortalecerse a sí mismo con una variedad de “Incremento Físico,” el lanzó un encantamiento de cuatro partes mientras cargaba con una explosiva aceleración, su cuerpo cubierto de un aura pálida y su maza de un ardiente color rojo.

“¡Tomaaaa estooooo!”

“¡¡GYRRRRRRRRAAAAAAAAAAAAAAAAGH?!”

Añadiéndole tanto reforzamiento de fuego e impacto a su propio fortalecimiento físico, Kyle invocó “Golpe de Llamas,” su ataque más poderoso.

Un aroma a carne quemada inundó la nariz de Kyle. A pesar de que había sido un golpe lo suficientemente fuerte como para haber destrozado anteriormente la cabeza de un Oso Gigante, esta vez solo había hecho un ligero impacto sobre esta criatura.

“¡Gah…es tan duro…!”

“¡Kyle, regresa!”

Agujas venenosas fueron disparadas hacia el cuerpo de Kyle, pero antes de que pudieran perforarlo este logró poner suficiente espacio entre si y el monstruo para que Cudd pudiera activar su magia, una barrera de rocas formada por el hechizo “Muralla de Piedra,” para proteger a su compañero.

“¡Esa cosa no es un ciempiés normal! ¡Cuando golpeé su cabeza, pensé que había fallado y le había dado a una roca o algo así!”

“Es más, miren lo que esas agujas le están haciendo al piso…derritiéndolo de esa forma, definitivamente es alguna clase de toxina.”

“La parálisis también se disipará…mou ¿Qué es ese bicho?”

Su nombre oficial era el Ciempiés Gigante Asesino, comúnmente llamado Cien Piernas, el cazar a este brutal y cruel monstruo fue una solicitud que estos tres aventureros de rango E tomaron esta vez.

Era un ciempiés gigante cercano a los diez metros de largo, pero definitivamente no estaba siquiera cerca al tipo de ciempiés que Kyle conocía, este era un monstruo que no discriminaría entre el ganado y los seres humanos como su presa.

“Yo creí que solo golpeándolo una vez en la cabeza sería suficiente, pero todo lo que hizo fue dejar una grieta…no sé si podré hacer esto.”

Además su caparazón el cual cubría todo el cuerpo era increíblemente robusto. Obviamente, no era algo que podría ser manejado por personas normales, así que usualmente eran enviadas solicitudes a los aventureros para que lidiaran con ellos, pero incluso ellos lo tenían difícil para superar sus sensaciones de asco.

“¡Ueeeeeh…! Realmente no quiero tener que tocar esa cosa y miren la forma en que sus patas se retuercen…desearía que simplemente huyéramos en este instante.”

“No puede ser tan malo como la vez que enfrentamos a los insectos gigantes ¿Verdad…?”

“¡¿De qué están charlando ustedes dos?!”

Ese ciempiés tenía sus ojos fijos directamente en esas tres personas. A pesar de que ese cabeza de gusano no tenía ninguna expresión facial en particular, luego de haber sido atacado por el trabajo en equipo de esos tres, su intención asesina era obvia.

“¡Aquí viene! ¡Está bien ustedes dos! ¡Es hora del plan B!”

“¡Entendido!”

“¡Déjamelo a mí!”

Arrastrándose, galopando. A esa velocidad, aquellas cien patas se movieron, era como un caballo de guerra lanzándose al ataque. Mientras cargaba hacia ellos, una desmedida fuerza de la naturaleza rompió en mil pedazos la tierra y cualquier planta o árbol en línea recta, los tres saltaron hacia el lado en el último momento.

“¡Muralla de Piedra・Tres Lados・Despliegue!”

“¡Lluvia・Aguacero!”

Era cierto para la mayoría de las criaturas en el mundo que estas se moverían en la dirección que estaban enfrentando. Mientras Cudd usaba la magia que había lanzado antes, “Muralla de Piedra,” esta vez una barrera de tres puntas apareció en frente de la cabeza del ciempiés golpeándolo a la vez desde los lados, Leia le siguió con un hechizo que invocaba una lluvia torrencial sobre este, “Aguacero,” tanto así que era como si una cascada hubiera aparecido por sobre la criatura.

“¡Remolino・Congelar・Tormenta!”

Sin tener que mojar sus manos en lo absoluto, el agua alrededor del monstruo de cien patas se congeló por completo mientras una tremenda ráfaga de viento helado salía de la mano de Kyle. Era una magia de hielo elemental conocida como “Fuerza Blanca.”

“¡Está bieeen, lo hicimos!”

“¡Golpéalo ahora, antes de que escape!”

“¡No te olvides de aplastar sus pies también para que así no se pueda mover!”

Los aventureros novatos asaltaron a su congelado enemigo con una maza, magia, dagas y pernos. A primera vista uno podría pensar que se estaban excediendo para matar a un simple bicho, pero si uno les preguntaba, no había otra opción.

Podría solo ser un bicho, pero ellos ya no seguían subestimándolos. Fuerza física, velocidad, tenacidad y robustez; ellos sabían por experiencia que era un duro oponente. Jamás había que subestimar a un oponente, había que usar todo a su disposición para eliminarlo por completo. Eso es lo que habían aprendido de sus superiores.

“¡No lo dejen moverse! ¡Debilítenlo con magia tanto como sea posible! ¡Ganaremos de esa forma!”

“¡Ya lo sé! ¡Deja de darme órdenes!”

Mientras estos seguían discutiendo en medio de la batalla como siempre hacían, Leia y Cudd bebían pociones mientras también usaban “Fuerza Blanca” para mantener al monstruo en el lugar la mayor cantidad de tiempo posible.

Y entonces, ligeramente apartado de esas dos personas, el otro miembro del grupo lanzó su mano hacia la cabeza del ciempiés atrapado desde la cima del muro de piedra.

“¡Rostizado Completo・Todo a la Vez・Quémate!”

Tan pronto como él entonó esas palabras, llamas surgieron de su mano…la “Bola de Fuego” de Kyle golpeó la cabeza del ciempiés, engulléndolo en estas.

“¡GYASHYAAAAAAAAAAAAAAAAH!”

A pesar de que eso gritó agitándose lo más posible sobre aquella prisión de piedra helada, Kyle no tuvo piedad mientras seguía lanzando bolas de fuego.

Era más correcto señalar que los ataques físicos de cerca no eran efectivos, más que señalar que él no era lo suficientemente poderoso…Kyle lo entendió luego del primer golpe a esa coraza. El caparazón que rodeaba su cabeza era tan fuerte que solo podía abollarlo.

Así que, ellos no tenían más opción que atacarlo tanto con fuego como hielo, la debilidad de un insecto. Por supuesto, Si Asterios o Shirley hubieran estado aquí ellos habrían atravesado al ciempiés como si hubieran estado cortando papel, pero ese no era el caso para estos aventureros novatos.

Era de conocimiento común para los aventureros que si le dabas a tu oponente la posibilidad de contraatacar, aumentarías inmensamente el riesgo para ti mismo. Como si fuera para demostrar esto, Kyle quien pensó que tenía un momento para respirar tomó una poción de recuperación de magia de su bolsa y comenzó a beberla cuando lo inesperado sucedió.

“¡GYAAAAAAAAAAAAAAAGHHH!”

“¡¿Uwaaaaaa?!”

“¡¿Kyaaaaaa?!”

El cuerpo del monstruos de cien patas comenzó a sacudirse violentamente, enviando ondas sísmicas por debajo de su cuerpo. Al ser mandados a volar por una fuerza intangible, los aventureros quedaron perplejos mientras caían al piso.

“¡Kuh…Oh no, se liberó…!”

Libre de los destrozados restos de hielo y piedra, el ciempiés los fulminó con la mirada desde las rostizados restos de su cara. Los aventureros rápidamente volvieron a ponerse de pie, pero ese gigantesco ciempiés se lanzó directamente hacia ellos con una furia que era palpable.

“¡PGGGGGGGYAAAAAAAAAAAH!”

Sin embargo, no había salido indemne de ese ataque concentrado. Debido al daño de sus piernas, su avance fue inestable, tropezando con las rocas y árboles mientras cargaba hacia adelante. Y, si uno miraba con atención, podría ver que sus negros ojos habían sido carbonizados por el fuego junto a las agujas venenosas que había lanzado anteriormente desde su cabeza.

“Ah, buen trabajo atacando la cabeza, eso nos salvó.”

“Habiendo dicho eso ¿Cómo lo vamos a detener?”

Mientras este se retorcía producto de una ira ciega, el ciempiés destrozó piedras y cortó árboles. Estaba claro que acercarse para detenerlo era una mala idea, pero ellos se habían quedado sin poder mágico ni pociones para atacarlo desde la distancia. Sus pociones para reestablecer maná habían sido totalmente destruidas a causa de las ondas sísmicas.

“¿Por qué no intentamos estrujar las pociones que empaparon nuestras bolsas? Deberíamos tener tiempo dado que este tipo no puede ver nada.”

“Entonces el problema es ¿Quién lo bebe?”

La cantidad de poder mágico que podrían restaurar sería insignificante. Dado que probablemente solo podrían conseguir a lo sumo un hechizo, ellos tendrían que escoger sabiamente―――― “…Kyle, contamos contigo. Derrótalo de un golpe. Esta es nuestra última oportunidad, si no lo matamos con esto tendremos que rendirnos.”

“E-Está bien…”

El cuerpo de Kyle estaba tenso. Si él no podía hacer esto, fallarían la solicitud. Ellos perderían un montón de la confianza que habían adquirido como aventureros, así que este ataque decidiría el destino del grupo.

Sentado al lado de Leia quien estaba estrujando la poción dentro de una botella de supervivencia vacía, Kyle afirmó sus temblorosas manos mientras respiraba profundamente.

Él pensó en la espalda de esa blanca espadachín, quien era tanto su ideal como su meta. Mientras estaba de pie ahí con espada en mano, hermosa como una flor, ella se olvidaría por completo de él mientras danzaba en la batalla, impávida frente a los monstruos se cernían sobre ella.

De esa forma, él se reconfortó a su vez. Incluso en una situación donde las probabilidades estaban en su contra, siempre y cuando él pudiera seguir mirando hacia el futuro, este daría otro paso hacia adelante.

—

En el camino de regreso desde el océano de árboles hacia el pueblo fronterizo, Cudd habló con él mostrando un intento de sonrisa en la cara.

“Entonces ¿Cuánto tiempo seguirás enfurruñado?”

“Ah…si, lo siento…”

La solicitud fue completamente exitosa. Usando el fuego del golpe de llamas, él pudo atravesar la calcinada cabeza del ciempiés asesino. Luego de recibir las gracias de la aldea cercana por su trabajo, estos iniciaron su camino a casa en dirección al pueblo fronterizo, pero a pesar de su victoria, Kyle no se vio nunca particularmente alegre por ello.

“Quiero decir, tú fuiste quien mató a ese ciempiés gigante.”

“Resultó bastante bien ¡Un golpe en la cabeza de un enemigo exhausto! Es de manual ¿No?”

Kyle solo había logrado destrozar la cabeza de su oponente una vez que este se había debilitado y agotado de destrozar todo a su alrededor. Habría sido difícil el conectar un golpe de larga distancia dado que no le fue sencillo acercarse producto de que el ciempiés se había estado retorciendo tan violentamente.

En lugar de un impresionante y ágil ataque que terminaría la batalla de una manera deslumbrante, Kyle solo pudo terminar la batalla con un mesurado golpe que estaba bastante lejos de lo que él había esperado.

Él escogió la opción segura y confiable que habría tenido sentido en una situación sin urgencia. Para muchos aventureros, el golpe que había dado habría sido algo digno de celebrar y felicitar, pero el solo completar la solicitud de tal forma dejó a Kyle con un mal sabor en la boca, dado que estaba bastante lejos del ideal que él perseguía.

“Bueno, quiero decir, en este momento no tenemos realmente una forma de solo decidir las cosas con un solo golpe definitivo.”

“Cierto ¿Huh…? Tenemos que confiar en la magia contra oponentes fuertes como ese y no hay nada que podamos hacer cuando nos quedamos sin energía mágica y pociones. Quizás se debe a que las dagas de alguien son muy débiles.”

“Se debe a los inútiles pernos de la enana.”

“¡¿…Hah?!”

Justo a tiempo con la contienda verbal, Cudd agarró a Leia por el borde de su collar y cuando estuvo a punto de agarrarle su cabeza Leia lo pateó duramente en la barbilla, gritándose entre sí por un buen rato.

“¡Eres tan malo en combate cuerpo a cuerpo! ¡Siempre que peleas al lado de Kyle, tus dagas golpean a los monstruos como si fueras ramitas! ¡Completamente inútil!”

“¡Cállate! ¡¿Qué tal tu magia?! ¡Cuando intentaste lanzar una bola de fuego anteriormente, con suerte dejaste una marca en ese árbol! ¡Eres más inútil que un fósforo!”

“¡¿O-Oigan?! ¡Ustedes dos, cálmense!”

Kyle intentó ponerse entre medio de las dos personas peleando con el mismo tono de siempre.

“De cualquier forma, si no solucionamos esto antes de los exámenes de promoción estaremos en problema, a su vez será difícil encontrar nuevos miembros de equipo.”

En el Gremio de Aventureros, periódicamente había una comisión llamada a examinar y juzgar las aplicaciones de promoción. Por ejemplo, para ascender del rango E al D, era considerado el número de solicitudes completadas a la vez que el carácter de los aventureros.

Aunque podría parecer como si tuvieran algunos problemas con sus vidas personales cuando se trataba de relaciones, a pesar de que era un examen bastante riguroso, este último punto no debería ser demasiado problema para ellos. Lo que sí podría ser un problema era la capacidad del grupo.

Si ellos seguían encontrándose con tales graves problemas al pelear contra poderosos enemigos como aquel ciempiés, dejaría una mala impresión cuando se tratara de la evaluación. Con dos miembros de apoyo y un peleador de centro. No se podía negar que carecían de poder.

“En momentos como este desearía que Asterios-san estuviera aquí.”

“No se puede evitar.”

Asterios, quien había guiado al grupo cuando recién se habían registrado como aventureros, no estaba actualmente con ellos debido a que le estaba enseñando a un nuevo grupo de novatos que se habían registrado durante ese verano. Una de las razones de eso era debido a que si un aventurero de alto rango constantemente llevaba consigo al grupo, afectaría negativamente las posibilidades de promoción de Kyle y el resto.

“…Rayos, hace calor.”

“…No me importó tanto en el bosque debido a toda la sombra de los árboles, pero el caminar en el campo de esta forma es el infierno.”

“…Uuu, quiero montar nuevamente a Rangitz…pero no tengo suficiente dinero para contratarlo.”

Los tres tenían sus propios problemas, pero en este abrasador calor, ellos estaban teniendo problemas reuniendo sus pensamientos. El montar sobre un dragón con la brisa azotándolos habría sido estimulante, pero ninguno de ellos era particularmente hábil a la hora de montarlo, sin mencionar que no podían costear la tarifa de arriendo incluso si lo fueran.

“Tomemos un descanso en ese bosque pequeño en nuestro camino de regreso. También hay un lago ahí.”

“Concuerdo~”

Entre medio del gigantesco océano de árboles y el pueblo fronterizo, había un bosque rodeado por una planicie, con un lago pequeño en su interior. Dado que estaba tan cerca, estos se sintieron revigorizados mientras seguían adelante, pensando en que también podrían llenar sus cantimploras en el lago. Gracias al consejo de Shirley, ninguno de ellos estaba cercano a sufrir un golpe de calor.

“F-Finalmente lo logramos~”

“!Ya no puedo aguantarme, quiero lanzarme!”

A pesar de que ellos habían llegado al lago arrastrándose como zombis, el fresco aire generado por el viento a través de la superficie del agua se sintió celestial.

Nadar era el pasatiempo más popular durante los meses de verano. Habiéndose hartado de los opresores rayos del sol, los tres estuvieron a punto de lanzarse al lago sin siquiera quitarse la ropa, pero en ese momento Kyle divisó algo extraño.

“Esperen un momento ustedes dos.”

“¡¿Eh?! ¡¿Por qué?!”

“¡¿Quieres saltar primero o algo?!”

“No, miren.”

Kyle apuntó hacia el centro del lago, donde la profundad era tanta que tus pies no podrían alcanzar el fondo. Ellos podían ver como el agua salpicaba de un lado al otro.

Ellos al comienzo se preocuparon de que fuera alguna clase de criatura submarina, quizás incluso un monstruo, pero al mirar más de cerca pudieron ver que eran las manos de una persona las que brotaban desde las salpicaduras.

“… ¡¿Se está ahogando?!”

“¡Imposible!”

“¡Rápido, tenemos que ayudarle!”

Los tres saltaron al lago completamente vestidos y se movieron rápidamente al unísono en dirección a la fuente del pánico. Los tres eran fuertes nadadores debido a que usualmente pasaban sus veranos en los manantiales o lagos mientras crecían, pero a pesar de que los tres sufrían por el peso de sus ropas mojadas, Kyle se les adelantó.

“Oye ¿Estás b…i…en…?”

“Haaaahh…Haaaah…”

Dejando a Cudd y Leia detrás de él, Kyle levantó por sobre la superficie del agua el tronco superior de la persona que se había estado ahogando pero una vez hecho esto, él se congeló al ver un conocido cabello blanco.

Su mojado cabello reflejando la luz del sol, su piel blanca como la nieve que destacaba aún más debido al traje de baño negro. Mientras ella lo miraba hacia arriba con esos penetrantes ojos de color rojo y azul, Kyle se dio exactamente cuenta de a quien estaba sosteniendo.

“¿…Eh? ¿Kyle…? ¡¿P-Por qué estás aquí…?!”

La mujer que el admiraba, la imposiblemente bella Shirley. Sus miembros eran delgados y flexibles. Y, mientras él se daba cuenta de donde exactamente provenía esa suave sensación que sentía presionando su pecho, Kyle perdió la consciencia.

“¡¡¿Uwaaaaaaaaaaaaah?! ¡K-Kyle está…! ¡Kyle está…!”

“¡¿Su piel se puso azul?! ¡¿Acaso siquiera está respirando?!”

En ese lago cristalino, teñido por el color del abrasador sol, los gritos de esos aventureros resonaron bajo el cielo veraniego.