Yandere Megami No Hakoniwa Volumen 3 Capítulo 3 Parte 2

                                                    Capítulo 3 Parte 2: Batalla con Alumis

Al interior del santuario a las afueras de la Capital Real, a lo largo de la orilla del manantial. Me paré cara a cara frente a la ahora Yandere Alumis.

Este espíritu Yandere me acaba de decir que ella solo puede ser dañada por alguien que ha recibido la divina protección de la Diosa. Los tentáculos que sujetaban a Femia, Claudia y Rose eran todos considerados parte de Alumis por lo que se aplicaba lo mismo a ellos.

Ella quería que perdiera la esperanza luego de escuchar esto, pero en su lugar, ahora sentía que tenía una oportunidad.

“…Solo para tenerlo claro, cuando dices Diosa ¿A quién exactamente te estás refiriendo?”

“Obviamente, esa sería la Diosa Medea.”

…Tal como creía. Esto es culpa de Medea-nee.

“¡E…E…Eso no es cierto! ¡Esto realmente no fue mi culpa! ¡Alumis está simplemente haciendo esto por su cuenta!”

La excusa de Medea-nee apareció en mi ventana de registro.

“¡No es una excusa! ¡Si estoy mintiendo sobre esto, me castigaré a mí misma al no observarte por veinticuatro horas!”

Así que ella realmente me está observando todo el tiempo…bueno, dado que ella efectivamente parece bastante desesperada, supongo que está diciendo la verdad.

Pero esto solo ha conseguido que me preocupe más acerca de lo que Alumis es capaz de hacer.

Dado que los tentáculos de agua son considerados como una extensión de Alumis, ellos también están resguardados por la divina protección de la Diosa Medea.

Pero, si los tentáculos realmente son una extensión de ella, yo no debería ser capaz de atacarlos debido a mi habilidad Feminista.

Le pregunté a Medea-nee ¿Qué sucede con eso?

“¿No te lo dije antes? ¿De que no estaba aquí para apoyarte? Simplemente voy a observarte mientras das tu mejor esfuerzo, Yuzuki-kun.”

“No actúes como si nunca hubieras interferido. Si te niegas…no te diré ni una sola palabra durante un tiempo.”

Dije aquellas palabras en mi mente para Medea-nee.

“¿Un tiempo…? ¿C…Cuánto tiempo exactamente?”

“¿Eh? ¿Me pregunto…? ¿Quizás tres días?”

“No podría soportar eso…Muu…, solo esta vez. Es tal como crees, Alumis no cae bajo la categoría del efecto de tu habilidad Feminista.”

“¿Eh? ¿Eso significa que ella es un hombre?”

Ella no se ve muy masculina ni femenina y su pecho es bastante plano, pero Medea-nee me dijo que ese no era el caso.

“No, ella realmente es una chica, pero también es un espíritu, no un ser viviente. Ella no cuenta como una criatura femenina humanoide que sería afectada por Feminista.”

“…Ya veo, así que tiene más que ver con cómo funciona en este mundo el sistema de habilidades.”

Entonces ¿Por qué mi habilidad de rango SSS sigue teniendo efecto sobre ella?

Ahora que realmente lo pienso, algunas habilidades solo afectan a seres humanos mientras otras tienen descripciones que dicen solo afectar “mujeres” o “un aliado del usuario.”

Estaba justo en frente de mí pero nunca me detuve a pensar en ello. Todavía siento como si esto fuera culpa de Medea-nee…no tengo tiempo de preocuparme sobre eso.

“¿Por qué mis ataques no tuvieron efecto?”

“Ya te lo dije, solo interferiría esta vez.”

“Oh, vamos.”

“No puedo hacer eso. Quiero verte haciendo algo genial, además, tú ya sabes la respuesta a esa pregunta”

Intenté pensar en lo que ella quería decir. Cuando peleé contra la bestia sagrada, Alumis me dijo que era fuerte contra ataques físicos.

Es posible que Alumis tenga protección contra ataques mágicos además de la protección de la Diosa.

Esto podría explicar por qué mi magia parecía apagarse cuando tocaba los tentáculos.

…Así que estiré mi mano hacia la caja de artículos y saqué una espada. A decir verdad perdí la espada que usé para asesinar a la bestia sagrada cuando esta colapsó. Esta es otra hoja, ligeramente más corta.

Saqué la espada de su funda y me acerqué a Alumis.

“¿Qué estás haciendo? De pronto te quedaste callado. De cierta forma me gusta que no te rindas pero no intentes nada tonto. Si te vuelves mío, puede que considere…”

“…Cállate.”

Desde el fondo de mi corazón, realmente odiaba a esta chica.

“¡Todo lo que te importa es lo que tú quieres! ¡Nunca estaré con una chica como tú!”

Puse toda la ira y rabia que sentía en un poderoso golpe mientras enterraba mi espada profundamente en el hombro de Alumis.

“¡¿Aaaaaaah?!”

Alumis dejó escapar un terrible grito, pero no le presté atención mientras sacaba la espada de su hombro y me preparaba para otro ataque.

Si ella me ataca seré capaz de sobrevivir. No tengo razón para dudar siempre y cuando Rose y Claudia estén en problemas.

Pero…

“¡¿Tú crees que te dejaré?!”

Alumis balanceó su brazo derecho trazando un gran arco.

Debería haber estado fuera de su alcance pero fui tirado al suelo por algo.

“Ku ¿Qué fue eso…?”

Rodé a través de las hojas en el suelo y puse en una rodilla en éste. Miré hacia arriba a Alumis para ver que su brazo hasta el codo se había transformado en un tentáculo de agua.

Ese tentáculo debió haber sido el que me golpeó. Por si fuera poco, su hombro se había transformado en líquido volviendo a darle forma. Ella ahora estaba completamente ilesa.

Me habían dicho que ella era un espíritu…debe ser un espíritu de agua.

“¡¿Qué?! ¡¿Qué es esto?! ¡¿Cómo eres capaz de herirme?!”

“¡¿Quién sabe?!”

No estoy bajo obligación alguna de responderle a Alumis. De hecho, puedo usar su confusión para lanzar otro ataque.

 

Lancé varias Firebolts a ella mientras lanzaba continuos cortes con mi espada. Dado que su rango era muy bajo me vi forzado a dejar de moverme cada vez que quería usar Firebolt.

La magia parecía tener poco efecto, así que la abandoné por completo mientras me enfocaba en atacarla con mi espada.

Estaba intentando encontrar una oportunidad para alejarme de Alumis y liberar a Rose y Claudia de los tentáculos usando mi espada. Sin embargo, ambas estaban siendo sostenidas por sobre el manantial y yo sabía que no tenía oportunidad de llegar hasta ellas.

Creo que la única posibilidad que tengo de salvarlas es derrotar a Alumis.

“Ku…demonios ¡¿Podrías simplemente dejar de resistirte a mí?!”

Alumis lanzó una ráfaga de ataques con su tentáculo.

Sus ataques eran como un látigo. Desesperadamente intenté evitarlos, pero Alumis parecía ser más hábil en combate cuerpo a cuerpo que yo.

Incluso luego de activar la Bendición de la Diosa Medea, todavía requería toda mi concentración para esquivar sus ataques. Mientras su ráfaga de golpes continuaba, comencé a recibir varias heridas menores.

“¿Vamos, que sucede? ¿Eso es todo de lo que eres capaz? Estaba sorprendida cuando fuiste capaz de herirme, pero ¡¿No se suponía que ibas a contraatacar?!”

Sus ataques aumentaron. Di mi mejor esfuerzo para bloquear su tentáculo similar a un látigo, pero varios golpes lograron pasar y cortaron profundamente mis brazos.

“¡Se acabó!”

Alumis comenzó a preparase para un gran ataque. Cualquier idea que ella tuviera sobre amarme ahora había sido reemplazada por los imparables y despiadados pensamientos Yandere que llenaban su mente, pero esto era lo que estaba esperando.

“¡Uwaaaah…!”

Corté el tentáculo que ella blandió contra mí y me agaché por debajo de lo que quedaba de su brazo líquido. Tomé esta oportunidad para lanzarme contra ella con mi espada lista. Su tentáculo comenzó a reconstruirse y estaba claro que yo no iba a poder acercarme a ella a tiempo. Embestí con mi espada que se encontraba por delante mío en dirección a su estómago expuesto.

…Sentí un agudo impacto golpear mi pecho.

“¿…Q…ué…?”

Miré hacia abajo a mis manos.

Había detenido mi espada, sin causar daños en el aire. Yo sabía que estaba apuntando directamente a su estómago y que no había forma de que ella lo hubiera evitado. Pero ahí, envuelto alrededor de la punta de mi hoja, había otro tentáculo. Se había originado desde su espalda y había alejado mi espada del torso de Alumis.

Un segundo tentáculo apareció a su vez desde su espalda…éste había atravesado mi pecho. Podía sentir agua fluyendo a través del agujero en mi él.

“Fuu…casi me tienes ahí. No estoy tan acostumbrada al combate propiamente dicho y nunca he peleado contra alguien hábil con la espada.”

“Esto…no puede…”

Intenté tirar de mi espada para apuñalarla, pero no quedaba fuerza alguna en mi cuerpo. Alumis dobló despreocupadamente mi brazo y mi espada se reunió con las hojas que habían caído al suelo.

“Ahora bien, si saco esto, te desangraras en cuestión de segundos. Pero…no necesitas preocuparte, te traeré de regreso a la vida usando mi habilidad de Resurrección. Y, por supuesto, no tendrás permitido dejarme una vez que seas regresado.”

“…Mal…di…”

Intenté insultarla pero no podía decir palabra alguna a causa de la sangre que llenaba mi boca.

“¡Mmm!”

Podía ver los tentáculos aferrándose con más fuerza alrededor de Rose y Claudia, lágrimas llenaban sus ojos mientras intentaban gritar con aquellos estos todavía cubriendo sus bocas.

No se preocupen, las ayudaré pronto. Mis labios se movieron pero no salió voz alguna. Alumis parecía molesta por como las miraba a ellas.

“…Ah, es cierto. Todavía debo matar a esas dos que cometieron tan grave pecado con mi Yuzuki. Puedo darme cuenta que siempre y cuando estas dos sigan respirando nunca serás capaz de mirarme de la forma en que las ves a ellas.”

Alumis dijo esto prácticamente desprovista de emoción. Era como si estuviera haciendo algo cotidiano, realmente la odiaba. Ella iba a torturar a Rose y Claudia hasta que sus mentes se quebraran.

Comencé a canalizar otra Firebolt usando No Invocación. Un círculo mágico comenzó a formarse por debajo de mis pies.

“Ni siquiera te molestes. No sé por qué eres capaz de herirme, pero sin importar la razón, la magia no tendrá efecto en mí.”

Sí, es cierto. Magia no te dañará, Alumis, pero no te estoy apuntando a ti. La disparé hacia mí mismo.

Mientras la Firebolt me golpeaba, mi consciencia lentamente se desvaneció.

“…Hmm ¿Estás tan desesperado por evitar verlas torturadas…? Bueno, está bien. Las torturaré de todas formas. Cuando de nuevo las veas, ellas estarán rogando por la muerte.”

Las palabras de Alumis fueron la última cosa que escuché antes de que mi visión se fuera a negro.