Shomin Sample Vol.01 – Capítulo 22

Capítulo 22: Los Plebeyos incluso tienen estas Cosas Maravillosas ¿verdad?

Arisugawa-san se estaba mirando en el espejo, portando una expresión de sorpresa.

«¿Esta soy…yo?»

Era un cambio de imagen completo.

Kujou-san había demostrado un trabajo perfecto al seguir el material de referencia, ella con respeto hizo una reverencia para luego retroceder.

Sentada en una silla, Arisugawa-san estaba insegura acerca de si debería tocar o no su rostro…en ese momento ella me miró hacia arriba mientras sus ojos preguntaban ¿Qué tal está?

¿Me pregunto si esta es la situación en donde debería de decir ‘te queda bien’? Mientras estaba perplejo…

«Te hace quedar sin palabras ¿cierto?»

Cuando miré en dirección de la voz, Kujou-san rápidamente alejó su rostro.

«Ehm…sí, justo en el blanco.»

Hacia estas palabras, Arisugawa-san mostró una sonrisa de alivio. ¡Lo hice!

«Parezco una persona diferente…»

De acuerdo a su voz y la expresión en sus ojos, podía darme cuenta de que ella iba en dirección a estar completamente emocionada.

Cuando tuve que disfrazarme para el festival de la escuela durante el tercer año de secundaria, recuerdo que yo también me había sentido realmente fuera de sí e hice lo que quise de varias maneras…bueno, es normal ¿sabes? Uno se emociona bastante cuando uno se disfraza ¿cierto?

«Estoy poniéndome bastante entusiasmada.»

Ella parecía estar lista.

 

Cuando entré en el salón de clases, todas ya estaban correctamente sentadas.

Le había pedido a las señoritas que se reunieran después de clases, ellas se veían desconcertadas, por supuesto; seguían sin saber la razón después de todo.

Me paré detrás del escritorio de la profesora y anuncié:

«De aquí en adelante, comenzaremos La Experiencia Plebeya al salir de clases.»

Y hablando de ello, la organizadora misma no estaba en los alrededores.

«Será acerca de lo que frecuentemente hacen después de la escuela las chicas plebeyas. Pensé que sería bueno darles a probar esto a ustedes por primera vez.»

En ese momento, todas se veían prácticamente listas para estar felices y dejar de sentirse deprimidas.

Y en el momento perfecto…

Arisugawa-san abrió la puerta deslizante.

Todas giraron sus cabezas, sus ojos…se volvieron puntos.

¡Juventud! ¡Destellos! ¡Destellos!

Una peluca castaña, pestañas empujadas hasta los cielos, delineador, lápiz labial con brillo y una chaqueta cardigán sobre el uniforme.

Arisugawa-san quien de pies a cabeza estaba ataviada con equipo de Gyaru[1], entró con determinación.

Cambiando de lugar conmigo, ella se paró detrás del escritorio de la profesora para convertirse así en el centro de atención, ella respiró lenta y profundamente…

«¡CHEESE! ¡HYPEPOYO[2]

*Snap* ☆ Ella hizo un signo de la paz invertido.

*Parloteo, parloteo* Escalofríos atravesaron a las ojou-samas.

«¿Podrá ser…Reiko-sama?»

«¿La voz parece ser similar aquí y allá…?»

«¿Qué es poyo

«Espe… ¿Qué están diciiiendo todas? Eso realmente es súper demasiado guay, ¿saben? ¡Tan loco!»

Como se esperaría de Arisugawa-san, ella ya puede manejarlo de esa forma

De todas formas, fue un disfraz necesario para que fuera capaz de sacar a flote el coraje requerido para dar un paso al frente de todas. Un éxito hasta ahora…

«… ¿Así que es alguien más después de todo?»

«Así parece.»

«¿Qué es poyo

Carraspeé para interrumpir.

«Ehm, esa es Arisugawa-san. Hemos cambiado su apariencia para que pueda pasar por una chica plebeya. Esta clase de chicas son llamadas Gyaru. A propósito, poyo no significa nada en particular.

«Gyaru…» (Todas)

Ahora en su lugar sus ojos mostraban un entusiasta interés.

«Este cabello…se ve como si fuera el de una extranjera…y ¿cómo lo arreglan?»

«¡Sus pestañas son tan largas! ¡Su lápiz labial es tan brillante y voluptuoso!»

«¡E incluso este es un uniforme nuevo!»

Una casi inesperada buena reacción.

No lo entiendo demasiado bien, pero para una chica, estas cosas probablemente harán sus antenas saltar. Y ellas tampoco tenían prejuicio alguno.

Y entonces Arisugawa-san sacó un celular de su bolsillo.

«Vaya, ¡es mi teléfono móvil!»

Arisugawa-san sostuvo su teléfono en ambas manos y presionó los botones de manera algo torpe.

«Reiko-sama ¿eué es lo que podría estar haciendo?»

*Brr* *Brr*

«¡¿GYAA?!» (Todas)

De pronto, las ojou-samas fueron tomadas por sorpresa por un sonido que provenía de sus mesas.

«Todas, por favor miren dentro de sus escritorios.»

Arisugawa-san calmó a todas con su usual tono de voz.

Todas tímidamente miraron en sus escritorios…y encontraron celulares que habían sido puestos ahí de antemano.

«¡Vaya… Vaya, vaya!»

Ellas los tomaron en sus manos mientras jugueteaban con ellos.

«¡¿Estos son para nosotras?!»

«¡¿Qué es este patrón resplandeciente?! ¡¿Podrán ser diamantes de imitación?»

«¡Un conejo! ¡Qué lindo!»

Mientras todas miraban las decoraciones que Karen había hecho a los celulares, pronto se dieron cuenta de algo.

«¿…? Está parpadeando.»

«El mío también… ¿Qué es?»

«Esa es una notificación acerca de que un nuevo correo ha llegado.»

Arisugawa-san dijo.

«¿Correo?… ¿Una carta?»

«Por favor intenten abrir sus teléfonos móviles.»

Las ojou-samas abrieron los celulares con un chasquido.

«Hay algo escrito aquí… ¿Correo Nuevo…?»

«Por favor aprieten el botón grande, aquel rodeado por un anillo de plata, dos veces.»

Mientras todas ponían una cara de interés, lo apretaron.

Y…de pronto, sus ojos se ensancharon.

Lo siguiente tendría que haber estado escrito ahí:

DE: Arisugawa Reiko/ CONTENIDO: Lo siento.

«Chicas, les he estado causando muchos problemas.»

Arisugawa-san hizo una profunda reverencia con su cabeza.

El salón de clases de un color madera oscuro fue rodeado por el silencio como si todas tuvieran que recobrar el aliento.

«¡Eso no es! ¡En lo absoluto!»

«¡Por favor levante su cabeza…!»

Todas conmocionadas, nerviosas y de manera ansiosa le gritaron a ella.

Arisugawa-san lentamente levantó su cabeza.

«Muchas gracias.» Dijo ella.

Ella se apartó del escritorio de la profesora y…atendió a algunas chicas.

Primero, Toujou-san.

«Kae-sama. Dije algo horrible el otro día, estoy terriblemente apenada.»

«¡Reiko-sama…!»

Arisugawa-san estuvo a punto de nuevamente hacer una reverencia con su cabeza pero Toujou-san se levantó y la detuvo.

Mientras sus ojos parecían estar a punto de derramar algunas lágrimas.

«¡¿Qué está diciendo?! Yo soy quien… ¡Todo se ha debido a mis propios defectos!»

«Kae-sama no hizo nada mal. Fue mi error.»

«¡No! ¡No…!»

Bajando la voz al unísono, el tiempo pasó como si ellas estuvieran dejando que algo se extendiera.

Y entonces Arisugawa-san dijo:

«…Bueno entonces, como prueba de que nos hemos reconciliado, ¿deberíamos tomarnos una foto juntas?»

«¿Disculpe…?»

Ella se movió a un lado de la perpleja Toujou-san y preparó el teléfono.

Toujou-san se sonrojó cuando Arisugawa-san la tomó de los hombros para que así pudieran entrar juntas en el marco.

«¿R-Reiko-sama…?»

«Por favor mire el teléfono móvil.»

…*Kasha*…♪

«Kya…»

Sin saber lo que había pasado, Toujou-san tembló. Arisugawa-san le mostró la pantalla.

«Mira, es una foto, el teléfono móvil también puede tomar estas.»

«¡…Vaya!»

Cuando Toujou-san levantó su voz…las ojou-samas que estaban alrededor vinieron corriendo, rodeándolas, echando un vistazo por sí mismas.

«¡Realmente lo es!»

«Incluso a pesar de que es un teléfono, ¡¿por qué sería capaz de hacer esto?!»

«Y…»

Arisugawa-san operó el teléfono.

No mucho después, el teléfono de Toujou-san comenzó a vibrar.

Toujou-san estaba un tanto sorprendida, pero mostró no obstante una rápida aclimatación mientras abría el teléfono.

«¡…! Esta es…»

«Incluso puedo enviarte las fotos que estamos tomando.»

«…Asombroso…»

Toujou-san estaba contemplando la foto de Arisugawa-san y ella con los hombros de ambas juntos.

«De esta forma, los plebeyos toman fotos con sus amigos y se las envían entre ellos.»

Ante esta palabra amigos

Toujou-san lentamente…levantó su cabeza.

La gentil sonrisa un tanto inquieta de Arisugawa-san estaba en frente de ella.

«Somos amigas ¿cierto?»

En solo un segundo, el dique que era Toujou-san se quebró.

«¡Sí! ¡Sí…!»

Lágrimas fluyeron por su rostro mientras asentía una vez tras otra.

«Estoy aliviada…»

Los ojos de Arisugawa-san también estaban llenos de lágrimas.

Toujou-san revisó su teléfono aparentemente contenta.

«Yo…me aseguraré de atesorar esto sinceramente.»

Cuando Arisugawa-san la abrazó gentilmente, Toujou-san se aferró a ella como si ya no pudiera resistirse más.

Todas a su alrededor lloraron en solidaridad mientras se sonaban con pañuelos en sus manos.

Yo también sentí como mi corazón había sido purificado mientras lo expresaba con una sonrisa de verdadero alivio.

Entonces, Arisugawa-san se dio vuelta mirando a todas en la clase y dijo:

«Por favor, todas. ¡Tomémonos fotos juntas!»

 

Había sido un gran clímax.

«¡La estoy enviando de inmediato!»

«¡Después conmigo!»

Juntándose por turnos, las ojou-samas tomaron fotos juntas aquí y allá. Su entusiasmo casi salió por el techo.

«Los Plebeyos incluso tienen estas maravillosas cosas ¿verdad?»

Para nosotros, es bastante raro el disfrutar de forma casual cosas como el holgazanear y similares de manera genuina.

Pero creo que esa es la única gran diferencia, dejando eso a un lado somos prácticamente la misma clase de personas.

A las chicas realmente les gustan estas cosas de manera universal. Incluso yo, cuando me compraron mi primer celular, estaba realmente entusiasmado y no hice nada más que tomar fotos con mis amigos.

…Por un segundo, extrañé mi antigua escuela.

Pero dejando eso a un lado, había sido un gran éxito.

Arisugawa-san se había vuelto el centro de la clase, igual que antes, y su foto había sido tomada varias veces.

Tú plan fue un gran éxito.

Le hubiera agregado un poco eso, legalmente hablando, si hubiera estado aquí ella.

Luego Arisugawa-san se dio cuenta de mi mirada y en un instante, su rostro brilló.

«¿Qué tal usted, Kimito-sama?»

«¿Eh?»

«¡Tomémonos una también, juntos!»

Todas levantaron sus voces.

«¡Por supuesto, venga!» «¡Yo quiero tomarme una con Kimito-sama!»

«¡Primero que todo, él debería tomarse una con Reiko-sama…!»

Toujou-san dijo.

«… ¿S-Si le complace…?»

Arisugawa-san preguntó tímidamente.

«Ah, sí.»

Cuando dije esto, ella expresó la sonrisa más bonita que había visto alguna vez.

 

 

Alrededor de ese momento.

Aika estaba en su cuarto.

Sola. La tarde había pasado, su cuarto se había tornado oscuro, y ella estaba tirada en su cama, boca abajo. Ella estaba leyendo el manga que había traído del cuarto de Kimito.

Era algo de malos modales el leer manga mientras se estaba en la cama, pero ella estaba imitando a los plebeyos. Después de todo, ella estaba leyendo un manga plebeyo como los plebeyos harían.

Anteriormente, ella había comido una barra dulce. El sabor era un tanto fuerte, pero no era malo. Aunque había sido su primera, se había sentido como un sabor que había estado anhelando.

Estas eran actividades del club. Hoy, ella las estaba haciendo por su cuenta.

Era agradable. Se sentía bien, el manga era interesante, no había ningún problema en lo absoluto.

De pronto…ella se dio cuenta que el cuarto se había oscurecido, y Aika se levantó de la cama, prendiendo la luz.

La luz de la incandescente lámpara gentilmente iluminó el precioso cuarto dormitorio.

Era tan silencioso, que ella parecía capaz de escuchar el sonido de los focos. Mientras ella miraba hacia la luz sin prestar atención…

«… ¿Me pregunto si salió bien…?»

Ella murmuró con su cabello completamente fruncido.

Era el resultado del fallido intento de usar un llamativo estilo de cabello Gyaru.

«Bueno, no lo necesito.»

Ella asintió mientras su cabello seguía así.

Su plan era perfecto. Como la creadora, ella tenía confianza en eso.

Alrededor de este momento, todas deberían estar realmente entusiasmadas entregándose a tomar fotos.

Y en el centro de todo, probablemente estaría Arisugawa Reiko.

Teniendo su regreso como la persona popular en la clase, rodeada de las sonrisas de todas, la misma chica bendecida de siempre.

Pensando eso, Aika…

La pura Aika que no podría mentir…

«…Me alegro.»

Sonrió con un sentimiento sumamente feliz.

Ella se estaba sintiendo bien y feliz por ello.

«¡Aparece, Rey del Origen…MENAS…!»

Imitando el manga, ella dibujo una pose de [Invocación de Avatar].

Pero se avergonzó y luego se arrastró dentro de la cama.

 


[1] Para los efectos de esta situación hace referencia a aquella cultura urbana surgida en Japón, compuesta principalmente por chicas jóvenes obsesionadas con la moda, relaciones sociales, cosméticos, etc. La palabra Gyaru proviene de la transliteración de la palabra inglesa Gal.

[2] Respecto a este y ciertas expresiones de Arisugawa como Gyaru, se mantuvieron en inglés para dar una mayor autenticidad.

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