Kimi kara Uketsugu Brave Chronicle – Interludio (3)

Interludio
Un Sendero Mutilado

Un día, en una remota villa de Khaos Schwartz, una mujer embarazada comenzó a experimentar un extraño fenómeno. Repentinamente, extrañas heridas aparecieron sobre todo su cuerpo. A pesar de verlas sobre sus brazos y manos, ella pensó que simplemente debió cortarse sin darse cuenta. De cualquier forma, las heridas continuaban incrementándose con cada día, hasta que las encontró en sus cachetes, estomago, e incluso dentro de su boca. Ella no tenía recuerdos de haberse cortado en esos lugares.

Asumiendo que debía ser algún tipo de hechizo o maldición, ella fue a visitar a muchos doctores, pero ninguno de ellos pudo decir por que le estaba pasando eso. Cuando ella habló con su marido, quien era un mago estelar tan bueno como un distinguido oficial militar, él le dijo: «Ocasionalmente, cuando un niño con una extremadamente potente magia estelar esta por nacer, sus habilidades afectan a sus madres.»

Las personas se asustaron de la mujer mutilada, e incluso esparcieron rumores acerca de cómo ella iba a dar a luz a un niño maldito. A pesar de eso, la mujer nunca dejó que le afectaran los rumores, y luchó por el niño que ella había creado junto con su amado esposo. Mientras el nacimiento se acercaba, las heridas aumentaban, cada una más profunda que la anterior. Algunas veces, ella incluso tosía sangre. En señal de que las heridas estaban apareciendo en el interior de su cuerpo tambien.

Mientras el niño crecía, ella comenzaba a sentir el poder estelar dentro de él. Todos sabían que los niños que poseían poder estelar desde su nacimiento siempre crecían para volverse poderosos magos estelares, así que su esposo estaba sobre emocionado.

Finalmente, la mujer exitosamente dio una vida de su mutilado cuerpo. Ella llamó a su hijo Redge.

*

Redge era un adorable niño, pero su ternura no era su único rasgo. Algunas veces, uno podía vislumbrar algo muy poderoso más allá de su ternura. La belleza de su madre y la fuerza de su padre él tenía heredadas las mejores cualidades de sus padres.

Pero los otros niños estaban asustados de él. Un día, él vio a una niña de la villa vecina siendo acosada por otros niños. Redge se puso furioso, pero primero intentó usar las palabras para detenerlos. En respuesta, los niños decidieron ir sobre él y darle una golpiza. Mientras se dirigían hacia él, hasta el último de los niños fue instantáneamente cercenados hasta convertirse en jirones.

En Khaos Schwartz, existían un gran número de magos estelares, y muchos niños podían usar magia estelar. Ya que Redge pudo hacer lo que hizo sin usar ninguna magia estelar de viento, se asustaron de él. No tardaron en descubrir que su magia estelar era elemento espada, un elemento que incorporaba los conceptos abstractos de ‘espada’ y ‘ruptura’.

Dependiendo de cuanto poder estelar él usara, Redge podía cortar cualquier cosa, incluso la magia estelar por si misma. Él tambien podía cortar el espacio, lo que le permitía teletransportarse.

Redge no sabía cómo controlar su poder. Este era un problema con el que los poderosos magos estelares algunas veces enfrentaban. Si él hubiera sido un elemento fuego, habría puesto cosas cercanas a arder repentinamente por accidente. Además, entendía por qué las personas estaban asustadas de él. Muchos elementos abstractos eran únicos en sus clases, y nadie había escuchado nunca sobre otro elemento espada. En el caso de Redge, las cosas cercanas se cortarían a la mitad repentinamente sin que él se diera cuenta.

Tambien pasaba cuando discutía con su madre. Un día, le preguntó porque ella siempre había tenido tantas cicatrices en su cuerpo. Su padre era un oficial militar, pero hasta donde él sabía su madre nunca había estado en el campo de batalla. Aun así, por alguna razón, lucía como si su cuerpo entero hubiera sido cortado por cuchillas.

Ella no le contestó, pero Redge entendió la razón muy pronto cuando el escuchó de otros niños hablando de ciertos rumores. Su madre había recibido extraños cortes y laceraciones mientras estaba embarazada de él, lo que significaba que era un niño maldito.

La madre de Redge fue siempre tan agradable con él, y él la amaba. Él odiaba el hecho de haberla lastimado solo por estar vivo. Maldiciendo su habilidad, Redge decidió suicidarse y cortar su propia garganta.

En el ultimo momento, su madre vino y lo abrazó. «Puedes odiarme tanto como quieras,» dijo ella. «Solo no te odies a ti mismo.»

La madre de Redge recogió su cabello plateado en un broche especial que ella tenía que un amigo de su padre hizo. Estaba hecho de un material raro que suprimía el poder estelar.

Después de eso, Redge hizo su meta controlar su poder y usarlo para ayudar a la gente. Con el fin de mantener ese objetivo, decidió que lo mejor que podía hacer sería unirse al ejercito como su padre, así él podría obtener la oportunidad de proteger a las buenas personas como su madre.

*

Cuando la tragedia atacaba, Redge era poderoso.

Una noche, una banda de monstruos atacó su villa. Khaos Schwartz estaba dividido en dos reinos: uno controlado por humanos, y el otro por monstruos, y las dos mitades estaban constantemente peleando.

Monstruos—seres inhumanos. Duendes, orcos, y vampiros eran la mayoría de criaturas no humanas que existían. Ellos eran más fuertes e inteligentes que los humanos, poseían sus propias habilidades especiales, y veían a los humanos como seres inferiores. Con el fin de pelear contra ellos, los humanos no tenían otra elección mas que usar la magia estelar.

Lo que Redge vio ese día fue el infierno encarnado. La villa donde él había jugado desde que era un pequeño niño había sido quemada hasta el suelo y pintada en sangre. Algunos fueron asesinados, otros fueren capturados, mientras aun otros fueron devorados y destrozados. Él vio monstruos jugando con su padre mientras lo asesinaban, mientras su madre se convirtió en un juguete sexual para bestias grotescas. Todos los que habían sido crueles y amables con Redge eran todos torturados igualmente.

Allí fue cuando Redge se dio cuenta – Este es el por qué tengo este poder.

Después de perderlo todo, Redge se precipitó alrededor de la villa, destrozando a los viles monstruos hasta hacerlo jirones. A pesar de eso, él seguía siendo un joven. Su habilidad era rara y poderosa, pero seguía sin ser lo suficientemente fuerte para derrotar a los monstruos de élite. Redge fue capturado, y hubiera sido castigado severamente por asesinar tantos monstruos—pero algo más paso.

Justo antes de que ellos cortaran la cabeza de Redge, un solitario hombre apareció y destruyó el resto de los monstruos en una caída en picada.

Su nombre era Zolminal Radius, y se convirtió en el nuevo guardián del chico.

*

El hombre que salvó a Redge afirmó ser amigo de su padre. Ellos habían peleado lado a lado en las guerras, así que él estaba muy triste por la tragedia en la que había caído la villa de Redge.

En respuesta, Redge le preguntó de un grito. «¡¿Por qué no viniste mas rápido?! ¡¿Por qué no salvaste a nadie?!»

Zolminal respondió. «Si hay cualquier cosa que pueda hacer para repararlo, por favor házmelo saber.»

Pero Redge no tenía nada más – Nada que proteger, nada para llamar suyo. Así que decidió tomar venganza.

«Quiero matar tantos monstruos como pueda.»

«Entonces deberías volverte un soldado,» dijo Zolminal.

Y así, el chico comenzó a entrenar con el hombre.

Los días que Redge gastó con Zolminal le permitieron momentáneamente olvidar la tristeza de perderlo todo, y los horrores que había experimentado durante la tragedia. Este hombre le proveyó riqueza de conocimiento – como usar una espada, como usar su poder, como pelear, y como vivir.

*

«… ¿Zol, es la venganza algo malo?»

«Eso depende de la persona y de la situación. Puede ser buena y mala, así que deberías decidir la respuesta por ti mismo. Incluso algunas veces yo hago cosas solo por el placer de molestar a alguien, y no por un noble ideal.»

«¿Cómo puedo volverme fuerte como tú?»

«Haz enemigos. Básicamente, necesitas encontrar un objetivo, pero encontrando un enemigo es probablemente una forma más fácil de encontrar un objetivo. Encontrar alguien que no puedas perdonar, o alguien que tu deseas derrotar. Esa obligación te hace más motivado. Tambien, si eres del tipo cobarde que da la espalda y corre después de perder, no importa lo que hagas.»

«Entonces quiero que seas mi enemigo.»

«Eres un impertinente, ¿no es así? Tienes agallas… Y los chicos con agallas siempre terminan volviéndose más fuertes.»

«¿Por qué te convertiste en soldado?»

«Por el dinero.»

«…¿No por tu familia, o por el imperio?»

«¿A quién le importa eso? Yo ni siquiera tengo familia. Ellos fueron asesinados por los monstruos cuando era un niño, justo igual que tú.»

«¿Es por eso que me salvaste?»

«No. Solo porque pensé que sería capaz de usarte. Pensé que te volverías fácil de manejar en algún punto. Le debía mucho a tu padre, también.»

«… ¿Qué crees que es la familia en realidad?»

«¿Cómo lo sabría?»

«Yo quería volverme un soldado para proteger a mi familia. Yo quería proteger a mi madre, como mi padre lo hizo… Pero ahora…»

«¿Quieres alguien a quien proteger?»

«… ¿Es fácil encontrar alguien así?»

«Probablemente no. No puedo ser tu madre, pero puedo ser capaz de convertirme en tu familia. Puedes llamarme Pop[1] si quieres.»

«Olvídalo, Zol.»

«Pequeño bastardo impertinente.»

[1] NT: Una forma cariñosa de decir papá.

*

Mucho después, Redge se volvió lo suficientemente fuerte para volverse el subordinado de Zolminal, y los dos comenzaron a tomar misiones, para este punto, ellos ya habían atravesado muchas situaciones juntos.

Un día, Zolminal fue elegido para convertirse en uno de los Siete Caballeros Oscuros, el escuadrón elite que servía directamente al líder del imperio Granz, la nación más grande del lado humano. Asistieron a una academia militar especial, y tambien conocieron al hombre que más tarde se convertiría en el primer miembro de los Caballeros Oscuros, y mano derecha de Redge. Más tarde, en una misión juntos, ellos salvaron a una chica que había sido esclavizada, y la acogieron con ellos.

Su último día juntos llegó abruptamente. Les dijeron que sería una misión simple, pero claramente era más que eso.

«Lo que estamos a punto de hacer aquí es malo. No es diferente de lo que los monstruos siempre hacen… pero de lograrlo, nos permitirá ganar todas las futuras guerras fácilmente. Seremos capaces de salvar miles de vidas.»

Su misión era invadir Azur Étoile y robar a la Ruinmaker. Zolminal estaba confiado de que no sería muy peligroso, y que los dos serían capaces de lograrlo sin ningún problema. Pero cuando Redge escuchó que lo que ellos harían no era diferente de lo monstruos, dudó un poco.

Los monstruos eran los que habían robado todo de él. Primero había estado peleando solo por venganza, pero ahora, en verdad deseaba proteger el imperio. Y con el fin de hacer eso, no podría apegarse a sus ideales. Algunas veces, sería necesario ensuciarse las manos un poco.

Un pequeño sacrificio podría salvar a miles. Todo lo que tenía que hacer era sacrificar a una pequeña chica de otro mundo con el fin de salvar su hogar. Era una elección sencilla. Un pequeño precio que pagar.

Y así, Redge ocultó sus preocupaciones debajo de sus engañosas racionalizaciones. Por el bien de su mentor, su hogar, la gente que deseaba proteger, y los viles monstruos que deseaba destruir, Redge no tenía elección más que hacerlo.

Él cambio su atención a las excusas para realizar la misión, e invadió otro mundo. Khaos Schwartz había invadido Semuleice antes, pero nunca Azur Étoile, así que no había forma de saber que iba a pasar. Se decía que Azur Étoile era un mundo subdesarrollado en términos de magia estelar, así que no podría ser considerado una amenaza.

…O eso pensaron.

Al final, Zolminal perdió su vida durante la misión, y falló en robar a la Ruinmaker. Antes de que ellos dejaran su mundo, habían recibido un reporte de estado de que la Ruinmaker no había despertado completamente, y que un portador compatible no había sido encontrado – pero eso no había sido del todo cierto.

Redge se culpó a sí mismo. El había sido intoxicado con un débil sentido de justicia, y fallado en cumplir su deber con calma, y compostura. Él debió haber vaciado su mente y tomado al enemigo con todo lo que pudiese. Incluso si las cosas hubiesen terminado de igual manera, él hubiera sabido que al menos había hecho todo lo que pudo.

Sin embargo, el perdió de vista su objetivo – y perdió a su primer y único mentor. Nunca estaría completo de nuevo.

«No puedo creer que perdió contra un mago estelar de un mundo subdesarrollado.» Los miembros de la facción que tenían desacuerdos con Zolminal se burlaron de su muerte, sin ningún conocimiento de lo que había pasado en realidad ese día.

Redge no podía dejarlo pasar. Y así, hizo un juramento. Él completaría la misión que Zolminal había empezado, y restauraría su reputación. Entonces, tomaría venganza del portador de la Ruinmaker que había asesinado a su mentor.

Después de ese incidente, Redge continúo acumulando logros militares, y escaló rangos a una velocidad sin precedentes.

*

Redge se sentó. Sentía como si acabara de ver un muy largo y pesado sueño.

«¿Lord Redge, como se siente?»

«…Bien. Dame el éltimo reporte. ¿Dónde están los Caballeros restantes?»

«Fortier y Typhon están fuera en una misión, mientras están Meile y Neige. Grom ha sido recuperado, y creo que Valt debería terminar de curarlo pronto.»

Valt Mastigio era la quinta de los Siete Caballeros Oscuros. Dado que ella se especializaba en magia estelar curativa, era considerada especialmente invaluable. Valt estaba en el deber de curar al grupo de Redge que regresó de Azur Étoile, así que empezó su viaje de regreso al castillo mientras se habían ido. En su camino de regreso, fue atacada por monstruos, así que Redge fue forzado a retornar a Khaos Schwartz y salvarla.

«Buen trabajo. Tan pronto como la curación este terminada, inmediatamente nos dirigiremos de vuelta hacia Azur Étoile.»

» …Si, mi lord.» Parecía como si Elemia deseara decir algo más, pero ella permaneció en silencio.

Ella probablemente deseaba sugerirle a Redge descansar un poco más, pero él no aguantaría.

Solo un poco más Casi estoy, Zol

Después de un largo tiempo, la venganza por la que había estado esperando estaba justo a la vuelta de la esquina.

 

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