Meiyaku no Leviathan Vol. 07 – Capítulo 2

Capítulo 2: Una Reunión de Viejos Enemigos

Parte 1

La Ciudad de Urayasu en la Prefectura Chiba estaba en la costa de la Bahía de Tokio.

Ahí ubicado estaba el que solía ser el parque temático más grande de la nación.

Sin embargo, cuando la Concesión de Viejo Tokio fue establecida aproximadamente hace veinte años atrás, la anterior capital fue transformada en un yermo desolado. La población en Tokio y sus áreas circundantes se vio dramáticamente reducida.

El número de turistas descendió como resultado y el parque temático fue movido al área de Kanagawa…

«De ser posible, preferiría que este fuera un asalto de los habituales.»

Un helicóptero de alta velocidad estaba volando sobre el anterior sitio del gigantesco parque temático.

Viajando dentro de este en línea recta hacia la Bahía de Tokio, Hal habló en voz baja.

La visita a la residencia Juujōji ya había sido la noche anterior. A la mañana siguiente a las 5 de la mañana, él ya había abordado el helicóptero.

«En lugar de Nuevo Tokio, los Raptores invasores del día de ayer se reunieron en una misteriosa isla que de pronto apareció en la Bahía de Tokio… Un élite o un dragón de nivel aún más alto tiene que estar detrás de esto, sin importar como lo veas.»

«Senpai, ¿así que después de todo tiene que ser un Rey Dragón?»

«Ya sea un Rey Dragón o alguien—o mejor dicho, un dragón—en la misma posición que la mía. Ese es el caso más probable.»

Hal le respondió a la única bruja presente en la cabina del helicóptero, Hazumi.

…Y aproximadamente a las 8pm de la noche anterior, Raptores descendieron desde la órbita satelital y al mismo tiempo, un evento cataclismico sucedió en la Bahía de Tokio.

Un súbito movimiento en la corteza de La Tierra—

El lecho marino súbitamente se elevó, produciendo una isla dentro del mero periodo de una noche.

Luego, cien Raptores se reunieron, dando vueltas alrededor de la isla y sus inmediaciones. Las Brujas de Nuevo Tokio los habían exterminado la noche de ayer.

Nada merecedor de mencionar ocurrió durante el proceso de eliminación. La misión se completó sin problemas.

Luego de explorar la isla usando magia de investigación y drones equipados con cámaras de visión nocturna, ellos finalmente se abrieron camino a la escena esta mañana.

«Así que esa es la isla, huh…»

Apareciendo frente a ellos estaba una isla flotando solitariamente en la Bahía de Tokio.

Aproximadamente tenía el área de un fuerte construido sobre una ganancia de tierra[1].

Este pedazo de tierra era bastante impresionante. El centro de la isla se erigía alto, viéndose como un volcán submarino que había entrado en actividad y luego surgido a la superficie desde el océano producto de dicha actividad volcánica.

Hal suspiró.

«Ya sea que estas aguas estén ubicadas cerca de las Islas Ogasawara o las Islas Izu, seguiría siendo posible explicar esto como una actividad volcánica a lo largo del Anillo de Fuego del Pacífico, lo cual provocó que un volcán submarino saliera a la superficie.»

«Nos tomó menos de treinta minutos el volar hasta aquí desde Tokio…»

«Después de todo se debe a que este lugar está bastante cerca de la capital.»

Esto no era parte del mar con actividad tectónica. Esta parte de la Bahía de Tokio era visible desde la costa de la Ciudad de Urayasu—el anterior sitio del gran parque temático.

Hal y Hazumi estaban sentados en los asientos traseros con el puente de mando en frente suyo.

El piloto y copiloto estaban sentados en este último, a cargo de operar este helicóptero de alta velocidad de la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón. Ellos estaban actualmente en una misión.

«Disculpen. Por favor déjennos aquí, tal como el plan señala,» dijo Hal al piloto y copiloto.

Ellos estaban a punto de bajar a la isla para comenzar a investigar.

Sin embargo, sería riesgoso el desplegar a todo el equipo en un lugar claramente peligroso.

Por lo tanto, el trio de Asya, Orihime y Luna François estaban en espera en el anterior sitio del parque temático. Hal solo llevó a Hazumi con él.

Su compañera, Minadzuki, también estaba volando en frente del helicóptero.

El dragón serpentino de color esmeralda estaba moviendo su gigantesco cuerpo con gracia, nadando a través del cielo por sobre el mar.

Normalmente, el trabajo de entrar en áreas peligrosas como la vanguardia debería dejarse a las brujas más fuertes tales como Asya o Luna, pero Hal había escogido a Hazumi a propósito.

Después de un rato, el helicóptero aterrizó en la rocosa y desigual costa.

Hal y Hazumi fueron los únicos en desembarcar. El piloto y copiloto esperarían dentro del helicóptero, alejándose de inmediato si es que cualquier situación de emergencia surgía.

«Senpai. Minadzuki…está recelosa. Ella dice que hay un aroma desagradable— ¡Y es uno que se ha encontrado anteriormente!»

«Me lo imaginaba, así que es alguien de antes, ¿huh?»

Por el momento, los dos se estaban abriendo camino hacia el centro de la isla.

El centro se erigía como la cima de una montaña. Uno podría incluso llamar a toda la isla una montaña.

Sin embargo, era una montaña de rocas inerte. Dado que había estado bajo el mar hasta hacia medio día atrás, la falta de vida era simplemente normal. Sin embargo, no había ni una sola alga creciendo en el piso.

Solo rocas sin importar a donde fueran, era una tierra desprovista de vegetación.

Por si fuera poco, el piso bajo sus pies estaba pegajoso a causa del agua de mar, generando una sensación viscosa al caminar sobre él.

Afortunadamente, ellos habían llevado botas antideslizantes. Los dos avanzaron hacia el centro mientras se preocuparon de no resbalarse. De pronto, Hazumi gritó.

«¡Senpai, ese es—!»

«De cierta forma me lo imaginaba, pero hubiera preferido realmente no tener que haberlo encontrado.»

El gigantesco cuerpo de un dragón apareció repentinamente en la cima del centro de la isla.

Él probablemente había usado magia de teletransportación. El dragón tenía una longitud de más de diez metros de largo, sus escamas plateadas brillaban intensamente bajo la luz solar.

Pavel Galad, el Tyrannos que había heredado la Runa de la Espada.

La cima donde Pavel Galad había aparecido estaba a unos cuantos kilómetros de distancia de la posición de Hal y Hazumi.

Estirando tranquilamente sus alas plateadas, él voló lentamente hacia ellos.

«Ha pasado un tiempo, Haruga Haruomi, sucesor de la Runa mata dragones del Arco.»

A pesar de la distancia entre ellos, la juvenil y hermosa voz del dragón plateado alcanzó los oídos de Hal y Hazumi con gran claridad.

Un tipo de magia transmisora de sonido tenía que haber sido usada. La voz de Pavel Galad era tan clara como si él hubiera estado hablando mientras estaba de pie en frente de ellos. Hal respondió normalmente dado que Pavel podía escucharlo de todas formas.

«¿Así que parece que has estado merodeando últimamente los alrededores de Tokio?»

«¿Fui descubierto? Realmente eres un hombre que no debe ser subestimado.»

A pesar de mediar más de un kilómetro entre ellos, estos estaban teniendo una conversación con normalidad.

«Entonces la razón por la que has subido al escenario de manera tan abierta… es por eso, ¿verdad? ¿Está vez vas a tener un enfrentamiento de verdad contra la Princesa Yukikaze?»

«¿Oh? Qué extraño verte haciendo tal pregunta.»

«¿A qué te refieres?»

«Dada tu inteligencia, habría esperado que lo supieras sin necesidad de explicar.»

«…»

«Está demás decir, que regresé solo para cruzar espadas con la Princesa Yukikaze. Sin embargo, Haruga Haruomi, tú también eres un importante rival, te considero como uno que yo debo derrotar…»

«Desearía que pudieras ser más amigable conmigo, de ser posible.»

El gigantesco cuerpo de Pavel Galad estaba volando directamente hacia ellos.

Lenta y cuidadosamente, él descendió. Una espada larga de doble filo de pronto apareció en su mano derecha, era una robusta espada plateada.

Hal había visto esa espada antes. ¡Era una manifestación de la Runa de la Espada…!

«Hohohoho, por la presente juro que te derrotaré esta vez. ¡Sin importar que obstáculos deba superar, saldré victorioso frente a ti!»

«¡Demonios! ¡No quiero volver a ver jamás esa espada!»

Una capa adicional de luz perlada rodeó al dragón plateado que estaba empuñando la espada mata dragones.

La protección imperecedera. Esta era la barrera defensiva que Hal y otros consideraban también como un valioso tesoro. Totalmente armado, Pavel Galad se acercó por aire—y eso no fue todo.

«¡Ofrezco una oración para sellar en mi posición, aquella de la Divina Espada de los Cielos! ¡Permitan que la espada del dios del trueno se manifieste aquí y ahora!»

«¡Uh, ¿un ataque final desde el inicio?!»

Diecinueve símbolos mágicos aparecieron a lo largo de la hoja de la espada mata dragones.

Todos runas de Ruruk Soun. Hal tenía cierta remembranza de esta disposición, la cual significaba «Invoco la espada del dios del trueno para que desenvaine precipitadamente»—

Al siguiente instante, la larga espada mata dragones destelló con un brillo eléctrico—

¡Junto con el dragón empuñándola, la espada descendió rápidamente sobre Hal y Hazumi desde arriba!

«¡Deja que mi espada mística sirva de señal para proclamar una nueva guerra! ¡Aquí voy, Haruga Haruomi!»

«¡Eres tan apasionado como siempre, jamás has sido tacaño con las grandes movidas!»

Hal se quejó, mirando a la bruja a su lado mientras le decía: «¡Estoy contando contigo, Shirasaka!»

«¡Sí! ¡Minadzuki—protégenos!»

La orden de Hazumi era bastante vaga, pero para su compañera, esto fue suficiente.

Esta leviatán no solo era inteligente, pero entre las camaradas de Hal, el poder que había dominado era a su vez el más especial y raro.

El leviatán con forma de dragón serpentino, Minadzuki, había estado lista esperando detrás de ellos todo este tiempo.

Ella cargó de frente hacia Pavel Galad quien estaba volando hacia ellos. Sostenida en la extremidad derecha de Minadzuki, estaba una joya blanca.

Al interior de ese orbe brillante, un símbolo mágico similar a una media luna apareció.

Era el sello de Hal, la Runa del Arco. Luego de una larga ausencia, la espada finalmente estaba reunida con el arco. Estos dos poderes mata dragones—no chocaron.

«¡Gracias, Minadzuki!»

¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaah!

La plegaria de Hazumi y el aullido de Minadzuki, una bestia sagrada en vez de una demoniaca, resonaron en todas las direcciones.

Catorce runas de Ruruk Soun aparecieron detrás de la espalda del leviatán con forma de dragón serpentino. Esta disposición significaba «Armisticio,» el abandono del uso de la fuerza.

La disposición rúnica para la baja de las armas— ¡Realizó un milagro!

«¡¿Oh?!»

Pavel Galad estaba muy sorprendido.

Esto se debía a que la espada mata dragones, envuelta en un relámpago de máximo poder, se había desvanecido de su mano.

La joya sostenida por el brazo de Minadzuki también había desaparecido al mismo tiempo. Este era un rito místico para sellar las armas y los poderes mata dragones de ambos lados.

Solo Hazumi y Minadzuki, una «serpiente» que había despertado esta clase de poder divino, eran capaces de usar tal hechizo.

El tomar esta oportunidad para atacar era el trabajo de Hal—

«¡Reina! ¡Usa una técnica de aniquilación asegurada!»

El gigantesco dragón, de pie con veinte metros de alto, apareció al instante.

Era la forma de Hinokagutsuchi en el pasado—La Reina Carmesí. Enorme y digna, incluso hacía ver a Pavel Galad inferior en contraste.

El gigantesco dragón, similar al avatar de Hal, estaba sosteniendo un arco en su brazo derecho.

Un arco largo carmesí. El arco mata dragones, la Reina encoció la flecha—una flecha de luz y llamas—para luego tensar el arco y disparar.

«¡¿Ooooooooohhhh?!»

Atacado por una flecha y la abrazadora llama, Pavel Galad rugió con fuerzas.

Actualmente, veintiún runas de Ruruk Soun habían aparecido por sobre la arquera, la Reina. La disposición significaba: «Dispararé el arco divino disparador solar hacia el cielo, para exterminar el sol.»

Esta era la carta de triunfo más poderosa de Hal. El resultado de dominar incluso el legado del Rey Salomón, la Runa del Anillo, esto significaba que finalmente era capaz de disparar el arco divino disparador solar por su cuenta.

—Sellando tanto el poder mata dragones del enemigo como el propio y luego liberando el ataque más poderoso.

Hal había escogido traer a Hazumi con él con el fin de ejecutar este ataque sorpresa.

Tal como había sido planeado, la flecha carmesí golpeó directamente a Pavel Galad. Lamentándose mientras era calcinado por las intensas llamas incluso capaces de quemar a un dragón hasta hacerlo cenizas—

«H-Hohohohoho.»

«¡¿Senpai?!»

«Imposible…»

Viendo al dragón plateado riéndose a pesar de estar siendo inmolado, Hal murmuró para consigo mismo.

A su lado, Hazumi estaba sin palabras. Ella sabía mejor que nadie que la mística técnica sagrada de una diosa definitivamente había sellado los poderes mata dragones de Galad y Minadzuki.

Sin embargo, la espada mata dragones había reaparecido en la mano del dragón plateado.

Adicionalmente, la espada estaba apuntada directamente hacia ellos. Usando la punta de esta, él bloqueó la flecha—la flecha del arco divino.

La flecha, capaz de derribar el sol, se hizo trizas al instante.

Pavel Galad extendió su espada larga y diecisiete runas de Ruruk Soun se manifestaron sobre la superficie de la hoja.

La disposición significaba: «Oh cielo azul, te suplico que le concedas el favor del afecto de dios a mi espada.»

Hal abrió sus ojos. Llamas blanquiazules rodearon la totalidad de la espada mata dragones.

Las llamas estaban imbuidas con una magia extremadamente poderosa. Presumiblemente debido a los efectos de las llamas, pero la potencia de la espada mata dragones y su poder mágico se habían incrementado considerablemente.

Y al siguiente instante, el suelo bajo sus pies se sacudió violentamente, acompañado por un atronador «¡BOOM!»

El Tyrannos quien se había defendido contra el ataque sorpresa y técnica de aniquilación asegurada—Pavel Galad—aterrizó en el piso.

«Pensé que habíamos hecho desaparecer esa espada…»

«No me subestimes. Por el bien de pelear contra ti, yo también tuve que hacer muchos preparativos.»

«Aquí vas de nuevo, haciendo cosas que los dragones usualmente no hacen…»

«¿De qué estás hablando? Todo esto lo aprendí de ti. Precisamente cuando no puedes igualar en fuerza a un oponente formidable tienes que devanarte los sesos y luchar con todo y cada uno de los poderes a tu disposición. Hohohoho.»

Habiendo contrarrestado sin esfuerzo el ataque sorpresa de Hal y Hazumi, Galad rio con satisfacción.

Si uno fuera a usar una analogía de un juego RPG, Pavel Galad sin lugar a dudas sería un dragón de clase «héroe» y además un personaje mítico. Apasionado y poseedor de un espíritu de lucha excesivamente honrado.

Sin embargo, en el caso del Camino hacia la Realeza donde el trono de Rey Dragón era el objetivo—

El confrontar enemigos de frente, sin hacer trampa, podía llevar a la muerte.

Ahora, Galad finalmente se había acostumbrado a este juego excesivamente desafiante e injusto.

«Tú no necesitas usarme como una guía de estrategia…»

A cada santo le llega su día.

Hal recordó este modismo—poco característico de su estilo.

Durante la batalla contra la Princesa Yukikaze previo a las vacaciones de verano, Hal se alió temporalmente con Pavel Galad. Quizás lo que él había visto y experimentado en ese entonces le había cambiado.

Sin importar que, esta crisis debía ser resuelta. Hal cambió su modo de pensar.

«¿…Huh?»

Había una extraña sensación en su pecho.

Su corazón—o mejor dicho, su corazón de metal—estaba ardiendo. Todo su cuerpo a su vez estaba calentándose. Es más, algo también le estaba sucediendo a la Reina Carmesí.

El cuerpo rojo de la ex-Reina Dragón estaba cubierto por completo en llamas.

Las intensas llamaradas al instante se expandieron.

El haber usado el arco divino disparador solar había gatillado alguna clase de detonador, como si hubiera intensificado el espíritu de lucha y el poder mágico en ardientes llamas—

¡Mierda! ¡A este rimo, la Reina Carmesí iba a despertar realmente!

Hal estaba completamente aterrorizado.

«¿S-Senpai? ¿Estás bien…?»

Notando probablemente como se desvanecía el color del rostro de Hal, Hazumi inquirió preocupada.

Como se esperaría de un ángel en la tierra, ella estaba siendo considerada y atenta. Sin embargo, Haruga Haruomi actualmente estaba demasiado preocupado como para responder. Todo lo que hizo fue tocar su pecho—el área cercana a su corazón—sorprendido.

Al siguiente instante…

«Fufufufu. Yo, Yukikaze, olí una batalla y vine a ver. Sorprendentemente, eran ustedes dos.»

Una adorable y gallarda voz descendió desde el cielo.

Hal miró hacia arriba. Tal como era de esperarse, una chica usando un vestido blanco de una pieza entró en su línea de visión. Ella estaba de pie confiada sobre su varita mágica en forma de «tabla de surf voladora», mirando hacia abajo divertida con el dragón plateado y Haruga Haruomi quienes se estaban enfrentando en el suelo.

«Hola de nuevo a ustedes dos. Veo que se han tomado grandes molestias en preparar un lugar digno de recibir mi presencia. ¡Este lugar no está para nada mal!»

Una nostálgica voz entró por los oídos de Hal.

Durante las vacaciones de verano, él se había encontrado a la Princesa Yukikaze en Izu.

Observando con deleite ante los desesperados esfuerzos de los dos Tyrannoi de nivel más bajo—esta era la confianza y compostura de la actual Reina.

La Elusiva Reina Dragón, la Princesa Yukikaze, había llegado.

 

Parte 2

«Nosotros no trabajamos juntos para hacer esta arena especial,» le dijo Hal a la Princesa Yukikaze, dejando a un lado su extraña sensación y consciencia de la crisis por el momento.

Ahora que incluso la Princesa Yukikaze había aparecido, ¿quién tenía el tiempo para lidiar con esa clase de cosas?

«Ese tipo de ahí parece ser el responsable, aunque yo tampoco sé los detalles.»

«Sí. Dediqué una considerable cantidad de esfuerzo en aras de eliminar a mi rival destinado y a la Reina Dragón Blanca al mismo tiempo. Un trabajo poderoso y bueno, si me atreviera a decirlo por mi cuenta…»

Empuñando la espada mata dragones, Pavel Galad declaró orgullosamente.

Presentes aquí estaban la Reina Carmesí, armada con el arco mata dragones y Pavel Galad con su orgulloso y gigantesco cuerpo de plata metálico. Solo en apariencia, ambos se veían más fuertes que la Princesa Yukikaze.

Sin embargo, la jovencita quien era más fuerte que todos los presentes sonrió con tranquilidad.

«¡Bien dicho, dragón plateado! En ese caso, yo, Yukikaze, por la presente te ordeno.»

Quizás debido a que ella estaba de pie sobre una tabla de surf voladora, aproximadamente a treinta metros sobre el suelo…

La Princesa Yukikaze estaba «en una posición más alta» tanto física como mentalmente, mirando hacia abajo a Hal y Galad, emitiendo un decreto real.

«Derrota primero a Haruomi y luego llámame. Primero debes redimirte a ti mismo por tu pasada derrota y probar que tienes la habilidad para retar a un Rey.»

«Esa había sido mi intención todo este tiempo. Oh Princesa, gracias por aceptar mi reto.»

«No me lo agradezcas tan rápidamente. Parece que has aprendido bastante, pero los trucos baratos de esa clase pertenecen más al dominio de Haruomi. Ya sea que la espada mata dragones pueda alcanzar las mismas alturas que yo, Yukikaze…ciertamente estaré esperando para descubrirlo.»

«Uh, disculpen—»

Galad se veía completamente enfervorizado mientras que la Princesa Yukikaze mencionó el nombre de Haruga Haruomi como si estuviera presumiendo de un juguete suyo.

Hal todavía tenía autoconsciencia como mortal, más o menos. Él sugirió cautelosamente: «Yo preferiría unir fuerzas con uno de ustedes para eliminar al otro oponente primero…»

Como «miembros de una raza guerrera,» los dragones de elite jamás podrían aceptar tal solicitud.

Hal simplemente lo estaba diciendo como una prueba. La Princesa Yukikaze se mofó mientras que Pavel Galad no mostró reacción, ignorándolo por completo.

Oh vaya. Hal sacudió su cabeza y cambió el tema.

«Entonces al menos aplaza la batalla hasta mañana. De pronto me has pedido que luche, pero no estoy preparado mentalmente todavía.»

«¿Oh?»

La reacción de Pavel Galad era bastante misteriosa.

El primero contempló a Hal y luego cambió su mirada hacia la Reina Carmesí. Luego de pensarlo un poco, él murmuró «ya veo» para consigo mismo.

Hal tembló.

Él sintió una ola de intranquilidad como si hubiera sido desnudado por completo.

«No me molesta. Si tienes tal necesidad, ¿te gustaría a su vez cambiar el lugar del duelo?»

«…»

Que sorprendente. Esta pequeña isla que había aparecido de pronto en la superficie del océano debía de haber sido creada por Galad a través de magia. En otras palabras, esto era por completo territorio enemigo.

Era imposible de determinar dónde estaban ubicadas las trampas en esta isla.

Hal había pensado originalmente que Galad naturalmente querría luchar aquí.

Aparentemente viendo a través de los pensamientos de Hal, el dragón plateado dijo despreocupadamente: «Somos capaces de surcar los cielos. Luego de que la batalla comience, podríamos luchar adonde queramos.»

«Bueno, eso es cierto.»

«Entonces fijemos el comienzo del duelo para mañana en la mañana. Cualquier lugar en Tokio está bien por mí. Solo di mi nombre en tu ubicación preferida y ahí será donde la batalla comience. ¿Eso te acomoda?»

«…Nah, este lugar está bien.»

Parecía como si Pavel Galad tuviera la intención de tratar la ciudad de Nuevo Tokio como un campo de batalla sin restricción alguna.

Dándose cuenta de esto, Hal rechazó la sugerencia. Aunque esta pequeña isla era sospechosa, el hecho de que no estuviera habitada era bastante conveniente.

Además, dado que el día del duelo había sido pospuesto para mañana, había tiempo para pensar en tácticas defensivas…

«A cambio, quiero investigar esta isla y ver si haz conjurado algún hechizo raro o puesto trampas. Si llegara a encontrar algo, decidiré si las elimino o pospondré aún más la batalla.»

«Muy bien. Investiga tanto como gustes.»

Todavía igual que siempre, Galad respondió totalmente serio.

Expandiendo su par de alas plateadas, voló hacia el sur.

Investiga tanto como gustes—fiel a su palabra, parecía que Galad no tenía pensado interponerse en el camino de Hal. Para un oponente que demandaba un duelo personal, él era bastante justo y honrado.

En cuanto al otro dragón—

«Fufufufu. El día de nuestro duelo se está acercando…el supuesto es que debes derrotar a ese dragón plateado.»

Para el momento que Hal lo notó, la Princesa Yukikaze había disminuido la altitud de su tabla de surf.

Desde cinco o seis metros por sobre Hal, ella lo miró hacia abajo.

«Da tu mejor esfuerzo, Haruomi. Nosotros somos quienes poseemos el arco y la flecha formando un par. Reúne todo tu poder, ten en cuenta que yo, Yukikaze, deseo fervientemente luchar contigo.»

Dejando esas palabras como despedida, la Princesa Yukikaze a su vez se alejó volando.

Ella se fue hacia el oeste—en línea recta hacia la Concesión de Viejo Tokio.

Incluso un comentario dicho tan al azar tenía una calidad tan poética imbuida. Esta princesa estaba llena de personalidad como siempre. Sintiéndose nostálgico mientras la encontraba demasiado deslumbrante como para contemplar, él murmuró: «Todos se van simplemente sin escuchar.»

Mirando hacia el cielo donde sus enemigos habían desaparecido, Hal recordó el informe de Funaki-san.

Testigos habían divisado la forma humana de Pavel Galad en varias locaciones. Adicionalmente, el uso de magia investigativa a lo largo de la Nueva Ciudad había resultado recientemente en la detección de extrañas señales—

¿Acaso esta isla en realidad era una pista falsa mientras que la verdadera trampa estaba escondida en la Ciudad de Nuevo Tokio? De ser así, entonces de seguro, luchar dentro de Tokio sería muy arriesgado. Declinar la sugerencia de Galad probablemente fue la decisión correcta.

«Los dragones claramente son maniáticos de la pelea, pero aun así pueden causarme tales dolores de cabeza…»

Incapaz de tranquilizarse, Hal pensó consigo mismo.

En muchas formas, el dragón Pavel Galad había cambiado. Hal tenía que sopesar una gran batalla decisiva para el día de mañana contra tal monstruo—que sensación tan pesada.

Tres horas más tarde, Hal dejó la isla luego de realizar varias investigaciones.

En adición al uso de magia investigativa—magia de SAURU—Hal incluso hizo uso de la magia de Ruruk Soun para investigar con cuidado. La leviatán Minadzuki también usó su sentido del olfato y su súper sensibilidad de bestia sagrada para ayudar en la búsqueda de cualquier cosa inusual o peligrosa.

Aparte de la superficie, bajo tierra también fue incluido como parte de la búsqueda.

Sin embargo, nada sospechoso fue encontrado en ninguna parte. Simplemente era «una pequeña isla levantada del lecho marino por la magia de la raza dragón.»

«Como sea, le pedí a Luna que fuera allí y se encargara de la investigación en nuestro lugar.»

Para regresar a la Ciudad de Nuevo Tokio, ellos le pidieron a la Fuerza Marítima de Autodefensa de Japón que les enviará una pequeña nave de transporte. Al interior del barco de setenta metros de largo, Hal estaba hablando con Hazumi en una cabina.

«Habiendo dicho eso, supongo que la investigación no arrojó nada.»

«¿Qué tal Nee-sama y Asya-san?»

«Les pedí que investigaran Nuevo Tokio debido a que escuché que Galad había estado vagando por todo el lugar durante los últimos meses. Sin embargo—»

Hal suspiró.

«Para ser honesto, no creo que aparezca alguna pista. Si algo fuera a ser encontrado, estoy seguro que nosotros ya lo habríamos hecho. Después de todo, Tokio es nuestro territorio.»

«Sí, Minadzuki no me ha advertido durante este verano.»

«Estoy poniendo las probabilidades en cincuenta-cincuenta. Si él realmente no quiere jugarnos ningún truco…»

«O quizás Galad-san fue bastante cuidadoso e incluso se le ocurrió instalar medidas para contrarrestar la investigación mágica cuando estuvo poniendo su trampa…»

«Sí, correcto. Realmente sabes un montón, Shirasaka.»

«Senpai, eso se debe a que me has enseñado bastante.»

Hazumi estaba sonriendo modestamente a Hal desde cerca.

Esta era una estrecha cabina al interior de un barco de transporte. Hal estaba sentado en la cama al igual que la kōhai excesivamente pura.

No solo ella estaba sentada en la misma cama que Hal, sino que estaba inclinada muy cerca de él.

¿Por qué ella estaba sentada aquí cuando claramente había más espacio? Para ser honesto, Hal estaba completamente desconcertado. Sin embargo, apoyada contra él, ofreciéndole apoyo, el toque de Hazumi y su calidez le hicieron sentir muy cómodo tanto en mente como en cuerpo.

Dejar que esto continuara quizás no sería tan malo—justo cuando esta idea surgió en su mente, Hal sacudió su cabeza.

«Oh—Shirasaka, ¿no deberíamos darnos un poco más de espacio?»

«Pero Senpai, te veías tan indispuesto recién.»

«¿Recién?»

«Sí. Cuando la Reina Dragón—La Princesa Yukikaze—apareció, te veías como si hubieras estado acosado por el frío, como si hubieras tenido una fiebre alta, tu cara se veía muy alarmante…»

«Oh.»

Hal ahora podía entender porque Hazumi estaba inclinada contra él. Sin embargo, él lo encontró extraño.

Aun así, esta distancia era demasiado exigua. ¿Qué es lo que estaba pensando Hazumi? Incluso si fuera producto de la preocupación… Esto era virtualmente… Como si sus pensamientos hubieran llegado a este punto, Hal saltó producto de la sorpresa.

Debido a que Hazumi había estirado gentilmente su mano izquierda y tocado su mano derecha.

La súbita acción de la kōhai hizo que su corazón saltara. Hal no sabía si su adorable pupila estaba al tanto de sus sentimientos, pero ella dijo preocupada: «Además, Senpai, tu cuerpo está tan helado y duro.»

¿E-En serio?»

«Sí. ¿Sabes? Se siente como metal.»

«…»

Metal. Hal recordó a la gigantesca forma de vida con la que él había estado luchando hace varias horas atrás—el dragón plateado—y no pudo evitar pensar.

Quizás él también se podría transformar en algo como eso…

Por mucho que intentara no pensar en ello, tal posibilidad era imposible de descartar sin importar que.

Justo mientras él estaba a punto de verse atrapado por esta pesimista mentalidad—

«Senpai, tu cuerpo realmente está helado. ¡D-Disculpa!»

Sentada a su lado, Hazumi de pronto se quitó los zapatos y se subió a la cama.

Arrodillada en esta, ella abrazó la cabeza de Hal. Como resultado, la cara de Haruga Haruomi quedó sumergida en su busto—

«¡¿Sh-Shirasaka?!»

«¿Podemos…quedarnos en esta postura por un rato? Me gustaría hacer algo.»

La voz de Hazumi sonaba llena de determinación.

Su yo usual, educada y reservada, no se veía en ningún lugar. A continuación, la  kōhai comenzó a acariciar suavemente la cabeza de Hal. Vueltas y vueltas, parecía como si sus movimientos intentaban masajear y suavizar la dura superficie.

Durante este tiempo, el rostro de Hal permaneció enterrado en el pecho de Hazumi.

Para una chica de catorce años, Hazumi estaba «muy bien desarrollada» y era bastante pechugona. Hal jamás pensó que tendría alguna vez en su vida la oportunidad de confirmar la sensación de su pecho de esta manera—

«Oh, Senpai, ahora te estás relajando un poco.»

«Y-Ya veo. Es bueno saberlo.»

Demonios. La forma no es diferente del vacío, y el vacío no es diferente de la forma… Ejerciendo autocontrol para prevenir que su mente tuviera pensamientos inapropiados, Hal le agradeció mentalmente a Hazumi por su cuidado y preocupación desde el fondo del corazón.

La bondadosa kōhai probablemente estaba haciendo esto producto de la preocupación por la salud de Hal.

Por supuesto, Hal estaba muy avergonzado de que él estuviera siendo sostenido y consolado en esta postura como un bebé. Sin embargo, la amabilidad de Hazumi y su voluptuosidad—estaban calmando aún más su corazón. Tanto su cuerpo como alma se estaban relajando…

Sintiendo una indescriptible sensación de comodidad, la consciencia de Hal gradualmente se desvaneció.

«Oh cierto…»

Pensándolo bien, él había hecho que la Reina Carmesí usará el Arco Divino Disparador Solar con solo su propio poder.

Esta había sido su primera vez intentando esto. Su poder mágico había emergido hasta el punto de desbordarse. Todo su cuerpo se sentía inusualmente caliente. En cambio, él tenía que haber acumulado a su vez una gran cantidad de fatiga.

Ahora que Hal finalmente había obtenido un alivio para su tensa mente, su cuerpo exhausto estaba siendo atacado por una arremetida de somnolencia.

«¿Senpai, te quedaste dormido…?»

Con su rostro enterrado en el busto de Hazumi, Haruomi-senpai se sumió en el sueño.

Ella podía escuchar su suave respiración. Intentando evitar despertarlo, Hazumi mantuvo sus movimientos tan ligeros como fuera posible mientras cambiaba de posición sus brazos y su cuerpo para acostar a Senpai en la cama.

Habiendo confirmado que él estaba durmiendo pacíficamente, Hazumi estiró nuevamente sus manos.

Ella tocó el rostro de Senpai. No solo Haruomi-senpai no era gordo, su físico estaba en el lado de los delgados. Sin embargo, sus mejillas eran muy suaves y carnudas a la hora de pellizcarlas.

Luego ella incluso tocó su cabeza, brazo derecho e izquierdo, sintiendo sin parar su cuerpo.

«Gracias a dios, parece que lo que acabo de hacer está funcionando.» Hazumi suspiró aliviada y una sonrisa finalmente surgió en su rostro.

Después de eso—después que la Reina Carmesí hubiera usado la técnica de aniquilación asegurada—Hazumi se sintió preocupada desde ese entonces.

Hoy, Haruomi-senpai estaba vistiendo una camiseta con pantalones.

Luego de usar la técnica de aniquilación asegurada, las partes de su piel que no estaban cubiertas por la ropa, tales como su rostro o brazos, reflejaban la luz del sol de tiempo en tiempo, brillando con intensidad. No parecía como si fuera una ilusión.

Brillaban como si la superficie hubiera estado cubierta por una capa de vidrio.

Preocupada, Hazumi se mantuvo cerca de Senpai tan pronto entraron en la cabina, para así confirmar la textura de su piel, por lo que quedó bastante conmocionada.

En adición a la apariencia, incluso la sensación táctil era como el vidrio.

Dura y fría.

Es más, el mismo Haruomi-senpai había fallado en notar esto. Probablemente, este era uno de los síntomas de transformarse en un dragón—Hazumi estaba segura de esto. Tal como él no se había percatado de su pérdida de memoria, también le era muy difícil notar el endurecimiento de su cuerpo.

De ahí que, Hazumi había estado suprimiendo a la fuerza la conmoción en su corazón para prevenir que Senpai lo notara. Sin embargo—

«No debería haberle remarcado a Senpai que se sentía como metal al tacto…»

Tan pronto como él escuchó aquellas palabras, el rostro de Senpai se había ensombrecido.

Por lo tanto, para compensar por su error, ella había abrazado la cabeza de Haruomi-senpai. Ella suponía que tal intimo contacto podría posiblemente causar que el cuerpo de Senpai cambiara de forma positiva.

Luego de presionar su busto contra él, ella encontró el cambio que había estado esperando.

El endurecido cuerpo de Haruomi-senpai gradualmente se había vuelto suave, recuperando la flexibilidad y la textura de un cuerpo humano.

«Afortunadamente, es tal como Hinokagutsuchi-san dijo…»

Hazumi en este momento suspiró aliviada desde el fondo de su corazón. Ella incluso se sintió deleitada.

«Senpai se recuperó… ¿Eso significa que incluso un cuerpo como el mío es capaz de hacerle feliz?»

En New York durante Agosto, la ex-Reina Dragón había dicho: ‘Obtener poder de combate y la sabiduría de la heterodoxia llevará a los Tyrannoi e híbridos a convertirse más en dragones…’

‘A la inversa, la situación opuesta también puede ocurrir. Placeres que solo podrían ser disfrutados como humano ocasionalmente podrían causar que alguien que está más adelante en el camino a convertirse en dragón regrese a su apariencia humana.’

Efectivamente. De acuerdo a esta lógica, Senpai obtendría satisfacción siendo un pervertido de closet a partir del comportamiento erótico y así regresaría poco a poco a ser humano.

De ahí que, Hazumi reunió su determinación para darle un intento esta vez.

Si solo las cosas siguieran siendo así de fáciles—Hazumi suspiró con preocupación y suprimió la incertidumbre en el fondo de su corazón.

 

Parte 3

«Ese dragón plateado…Pavel Galad, ¿correcto?» Hinokagutsuchi habló con mofa en su voz.

Ella estaba con Hal y Asya, caminando a lo largo del campus de la Academia Kogetsu. Aproximadamente medio día había pasado desde que el poseedor de la espada mata dragones había reaparecido.

El sol de la mañana que ellos habían contemplado desde la pequeña isla en la Bahía de Tokio ya se estaba poniendo en el oeste. Eran casi las 7pm en este momento.

«Sí. ¿Cómo hizo ese dragón para volverse tan fuerte en solo unos cuantos meses? No puedo creer que ni siquiera la carta de triunfo de Hazumi-san funcionara…»

«Hmph, ¿de qué hay que sorprenderse?»

Asya estaba desconcertada mientras que Hinokagutsuchi permanecía impasible.

Al interior de la escuela, la jovencita en el kimono escarlata debería ser bastante llamativa, pero ya era posterior al horario de clases y además ya era de tarde. Prácticamente ningún estudiante podía ser visto a lo largo del camino hacia la biblioteca.

Caminando con su cabeza en alto y su pecho hinchado, Hinokagutsuchi sonrió arrogantemente.

«El mocoso también lo hizo. ¿Acaso crees que el dragón plateado es menos capaz que él?»

«Ya veo, ¿así que ese es el principio aquí?»

«Guerrero, hechicero, héroe…estoy confiado en que soy inferior a él en talento para cualquier clase de trabajo.» Hal no podía evitar concordar.

Además, Hinokagutsuchi continuó: «Si solo eso fuera todo lo que hay en ello…dragones totalmente conocedores se embarcan eventualmente en largas aventuras por el bien de conquistar el Camino hacia la Realeza. Arriba hacia los cielos, abajo hacia los océanos, en lo profundo del espacio, incluso cruzando ocasionalmente dimensiones. Solo al descubrir pedernales y el poder mata dragón durante sus arduos viajes estos individuos pueden convertirse en Tyrannoi—»

«En otras palabras, una cacería de tesoros.»

Escondido entre las posesiones dejadas atrás por el difunto padre de Haruga Haruomi estaba un tesoro de la raza dragón—un pedernal.

Solo las llamas generadas cuando este tipo de piedra era destruida eran capaces de despertar las runas mata dragones. Ya fuera la Runa del Arco o la Runa de las Katanas Gemelas, ambas no serían nada más que símbolos sin estas piedras.

Hal había experimentado esto de primera fuente. En otras palabras—

«Habiendo completado esa desafiante búsqueda, las habilidades de Galad como ‘cazador de tesoros’ puede que sean superiores a la mías—supongo que esta podría ser una deducción posible…»

«Los artículos y el conocimiento que obtuvo a lo largo de sus viajes deben ser a su vez bastante abundantes…»

Previamente, Pavel Galad se había limitado a sí mismo a «solo enviar al héroe a la batalla.»

Pero esta vez era diferente. ¿Acaso él iba a mostrar todas sus habilidades en su intento de derrotar a Haruga Haruomi seguido por la Princesa Yukikaze?

Luego de señalar esto, Hinokagutsuchi se desvaneció en medio de la nada.

Ellos habían llegado a la biblioteca, conversando mientras caminaban. Sin embargo, en lugar de la biblioteca, el destino de Hal y Asya era el edificio de los clubes que estaba al frente.

«¿Huh? No hay nadie aquí.»

Hal inclinó hacia un lado su cabeza. Él había acordado encontrarse con sus compañeras aquí.

Juujōji Orihime, Shirasaka Hazumi y Luna François, Nadie del trio estaba aquí.

«Pongámonos en marcha primero, dado que ellas de todas formas vendrán más tarde. Sería un problema mantener a esa persona esperando.»

«Tienes razón,» Hal concordó con la sugerencia de Asya y subieron las escaleras hacia el edificio de los clubes culturales.

El destino era el tercer piso. El cuarto del Club de Investigación OVNI.

«Así que ustedes dos han venido.»

A quien ellos estaban buscando les estaba esperando detrás de la puerta.

La Presidenta de cinco clubes culturales, concretamente el Club de Drama, el Club de Investigación de Medios de Comunicación, el Club de Literatura, el Club de Conocedores de la Ciencia, junto al Club de Investigación OVNI, y todos al mismo tiempo, una profeta extremadamente sospechosa.

Vestida en un atuendo que se asemejaba a la ropa de maternidad, de género indeterminado.

Su nombre era la Presidenta M. Llamándose a sí misma la «madre» de todos los miembros de club, ella era un súper humano incomparable en grandeza tanto física como mental.

«He estado esperando aquí, enfocando mi mente, no solo debido a que ustedes solicitaron una discusión conmigo.»

«Lo apreciamos bastante. Lo que queríamos discutir es lo mismo que mencionaste por el teléfono la última vez,» Hal inmediatamente fue al meollo del asunto.

«Iré al grano… No sabemos si nuestro enemigo, quien potencialmente podría destruir Tokio, ¿está colocando alguna clase de trampa?»

«¿Cómo podría saberlo? No soy clarividente ni Zhu Ge Kong Ming[2]

La Presidenta M inmediatamente ofreció un valioso oráculo.

«Bueno, considerando varias circunstancias, ¿por qué no simplemente manejar las cosas con flexibilidad?»

«¿Esta es una sugerencia que viene de una de tus habilidades?»

«No, Haruga, esta simplemente es mi opinión personal y el sentido común.»

«Jajajaja.»

Riéndose irónicamente, Hal conversó con la Presidenta M.

Olvídalo. Él no había esperado mucho en primer lugar, intentar seguir con el asunto podría terminar trayendo castigo divino. Estos eran los sentimientos detrás de su irónica sonrisa.

Asya frunció el ceño.

«¿No podemos pensar en una solución? Esta es una crisis que podría hundir no solo a Tokio sino que incluso todo Japón. Bien podría ser el preludio de la destrucción del mundo, por favor danos más de tu guía.»

«Ara, que codiciosa eres.»

Ellas estaban en términos bastante buenos, quizás debido a que Asya había estado bajo el tutelaje de la Presidenta M a solas.

Asya hizo su pedido de forma afirmativa, creyendo que no había necesidad de ser formal con la Presidenta M. La profeta y posiblemente revolucionario espécimen humano cerró sus ojos y comenzó a meditar. La atmósfera era bastante solemne.

«Déjenme ver…de acuerdo a nuestra conversación por el teléfono, hay un asunto que me molesta bastante—Esa… ¿Carta de triunfo?… la que la pequeña ángel usó, ustedes dijeron que el enemigo bloqueó ese movimiento.»

«Oh sí, es cierto. El ritual místico de una diosa para eliminar las armas mata dragones.» Asya asintió.

Todavía con sus ojos cerrados, la Presidenta M continuó: «En lugar de bloquearlo…el enemigo en su lugar volvió a encender las llamas. Esa es la respuesta al acertijo.»

«¿Cómo lo hizo?»

«Yo no soy quien debería descifrar eso.»

«Entendido. ¿Puedes darnos algún otro consejo más concreto?»

«Que descarada de ti, cuando te encuentras con situaciones donde el encanto femenino no puede ser aplicado realmente te vuelves un monstruo bastante alejado de ser inútil.»

«¡¿P-Por qué estás trayendo a colación el encanto femenino ahora?!»

«Está bien, está bien—Oh, pero parece que estoy viendo algo vagamente. Déjenme ver, ‘Contrarresta un tesoro con otro tesoro. Se te aconseja liberar los bienes almacenados’.»

«Qué oráculo tan críptico…»

«Algo a veces es mejor que nada. Un hombre ahogándose agarraría agradecido incluso un poco de paja.»

La Presidenta M de pronto abrió sus ojos y dejó de meditar.

Parecía como si ese fuera el último consejo. En cuanto Hal y Asya sabían hasta ahora, las profecías de la Presidenta M siempre concordaban «en general con el futuro.» Con suerte, este también sería el caso—

De cualquier forma, la paradójica «Amazona de género indeterminado» le dijo a Hal y Asya: «Permítanme añadir una última cosa. Cuando sea hora de tomar una decisión, piensen en el futuro—tres meses a partir de ahora, tres años a partir de ahora. ¿Qué consecuencias su decisión tendrá en el futuro…si toman eso en consideración, las cosas quizás resultarán bien?»

«De cierta forma, la Presidenta puede que sea la más confiable de todos los humanos.»

«Eso se debe a que la Presidenta usualmente nos da consejos honestos, aunque es su mayor parte son imposibles de entender.»

«Esta vez, ella fue como una verdadera pitonisa, dejando demasiado espacio para la interpretación y concluyendo con una sugerencia que es como un consejo de vida.»

«Realmente desearía que ella diera pistas que fueran fáciles de entender.»

Hal y Asya intercambiaron comentarios dolorosamente.

Habían dejado el cuarto del Club de Investigación OVNI y estaban de pie nuevamente frente al edificio de los clubes.

Eran casi las 8pm pero Orihime, Luna y Hazumi seguían sin llegar. Ellos no podían contactarlas por teléfono tampoco. ¿Qué había sucedido?

Mientras Hal estaba intrigado por esto, Asya de pronto dijo: «Como sea, vamos. Creo que tiene que haber sucedido algún error pequeño o un accidente. Si fuera un incidente serio, estoy segura que Hiiragi-san nos contactaría, así que no debería haber nada de lo que preocuparse.»

Ella tenía un buen punto.

De ahí que, Hal y Asya comenzaron a vagar sin rumbo en el campus durante la noche.

El patio de la escuela estaba desierto. Todos los estudiantes en los equipos y clubes atléticos aparentemente ya se habían ido a casa. En un inesperado giro del destino, Hal y Asya lograron pasar un tiempo a solas juntos.

«¿Pero estás segura de que no necesitas cenar?»

«Me comí un sándwich antes de venir a la escuela, así que eso es más que suficiente.»

¡Más que suficiente! Hal no podía creerlo cuando escuchó estas palabras saliendo de Asya con respecto al tema de comer.

El abismo sin fondo de estómago y el tifón humanoide—recordando la anterior imagen de su amiga de la infancia, Hal se vio sobrecogido por una fuerte oleada de nostalgia.

Pero él debía probablemente aceptar esta clase de cambio con una mente abierta.

Hal cambió de mentalidad y decidió a su vez cambiar de tema.

«Dime, jamás creí que estaríamos estudiando en una escuela normal.»

«Y nos estamos tomando nuestros estudios de forma bastante seria también.»

«Para el momento que lo noté, a pesar de que no es un montón, he llegado a conocer a un par de personas a las que puedo llamar amigos.»

«¿No te has ganado todo un montón de amigas durante los últimos seis meses?»

«Bueno sí, pero las personas que conozco siempre se han inclinado hacia el lado femenino. Después de todo, mi línea de trabajo gira en torno a las brujas.»

«Cierto, pero—»

Caminando lado a lado con Hal, Asya se burló de él: «¿Tú no siempre has insistido en que jamás saldrías con una bruja?»

«Eso se debe a que todas las brujas son raras…no, todas las brujas tienen demasiada personalidad. Ellas están bien como colegas, pero salir con ellas está fuera de discusión.»

«Eso es lo que tú dices, ¿pero cuál es la verdad? En este instante, Luna te está persiguiendo, Hazumi-san te llama ‘Senpai♪’ y le súper gustas, Orihime-san está en términos realmente buenos contigo y finalmente incluso las WotC en New York…»

«Oh cielos.»

«Al juzgar la situación, pareciera como si te hubieras desdicho de tu declaración.»

«¿Desdicho?»

«Lo que acabas de decir, que ‘salir está fuera de discusión.’ Es bastante frustrante, pero al mismo tiempo, siento a su vez una sensación de alivio.»

«¿A qué te refieres?»

«A que—significa que yo cuento como una de tus candidatas en términos de romance.»

«¿Huh…?»

La súbita bomba que Asya dejó caer congeló a Hal en el lugar.

Justo a medida que él estaba pensando «¿Qué es lo que acaba de decir Asya?» sorprendido, su amiga de la infancia continuó.

«¿Todavía no lo entiendes? Pienso en ti como un posible compañero romántico y quiero salir contigo—como novia y novio.»

«…»

«Hablando de aquello, ¿no nos besamos en New York la última vez?»

«Oh—Uh…sí.»

«¿Entonces cuanto puedes estar fracasando como hombre si todavía no te das cuenta de cómo me siento? Pero cuando se trata de los demás, siempre eres tan quisquilloso.»

Asya soltó una risita mientras sonreía para mirar hacia arriba y contemplar el rostro de Hal.

Los dos naturalmente dejaron de hablar. La amiga de la infancia del cabello plateado era más pequeña así que por supuesto, ella tenía que mirar hacia arriba. El corazón de Hal se paró.

La forma en que ella le estaba mirando parecía enfatizar su adorable rostro similar al de un hada.

Estando junto con Asya de esta forma—bien podría ser la primera vez.

Es más, sus preciosos labios se veían irresistibles, como si estuvieran instándole a hacer algo. Todo lo que Hal necesitaba hacer era inclinarse ligeramente, Asya pararse en puntillas ligeramente y probablemente podrían tocarse. Un beso estaba al alcance.

Hal estaba seguro de esto—y luego él saltó asustado. ¿Qué diablos estaba pensando?

Él sabía que su corazón estaba palpitando rápidamente.

Hal estaba perdido. La persona en frente suyo no era ni Luna François ni Juujōji Orihime, y aun así ella le estaba haciendo sentir de esta forma…

Adicionalmente, él no tenía más opción que admitir esto.

En este mismo instante, Haruga Haruomi estaba viendo a su amiga de la infancia, a quien él originalmente consideraba familia ¡como una chica!

«U-Uh, aunque fue hace tanto, New York, umm…»

«Esos fueron mis sentimientos por ti. Fue una acción que tomé, esperando que entendieras que te amo.»

La respuesta de Asya no podía ser más directa. No había espacio para malos entendidos.

«Es debido a que no puedo perder contra Luna, u Orihime-san ni Hazumi-san.»

«N-No creo que esto sea una competencia…»

«No, pero precisamente esta es la clase de asunto que tenemos aquí, ganar y perder es bastante importante. Quizás actualmente estés bastante consciente de las chicas a tu alrededor, causando que espontáneamente poses tu vista en otras, haciéndote difícil expresar una actitud clara.»

«N-No se trata de eso.»

Tan pronto como habló, Hal recordó la noche anterior.

Este recuerdo hizo que Hal fuera incapaz de seguir contra argumentando. Mientras él estaba callado, Asya añadió: «A decir verdad…estoy bastante segura.»

«¿Segura?»

«Sí. A pesar de que estás rodeado por tantas chicas en este momento, definitivamente me volveré la número 1 en tu corazón.»

«…»

Asya declaró con una secreta confianza en sus palabras.

Adorable y traviesa, parecía como si ella estuviera molestando a su amigo de la infancia.

Había un atractivo en sus movimientos y expresiones que Hal jamás había visto antes. Mientras estaba sorprendido por este nuevo lado de Asya, a quien él había conocido por tantos y largos años, Hal a su vez lo encontró bastante novedoso y refrescante.

Enfrentado con esta Asya quien prácticamente era una persona diferente, Hal sintió que su corazón no dejaba de latir con fuerza.

«Fufufufu. Casi es tiempo para cambiar de tema, una conversación demasiado seria podría afectar la batalla decisiva de mañana.»

«M-Me alegra que estés dispuesta a cambiar de tema.»

«Pero Haruomi, por favor no lo olvides. Una vez que los asuntos de la Princesa Yukikaze y Pavel Galad estén resueltos…te mostraré mi verdadero poder.»

«¡¿Verdadero poder?!»

«Sí. Me asegurare de que sepas que incluso Luna, Orihime-san y Hazumi-san se verán como si no tuvieran presencia en comparación a mi encanto. Incluso alguien tan denso como tú será capaz de decidir fácilmente a quien elegir.»

La valiente declaración de Asya sonaba incluso un tanto increíble.

Increíblemente, su confianza y asertividad no se sentían repelentes. En su lugar, sería mejor decir que se emparejaba bien para enfatizar su tranquilidad y encanto.

Sintiendo que la valiente Asya del campo de batalla parecía estar haciendo una aparición en la vida diaria, Hal se quedó sin habla. En este instante su amiga de la infancia sin lugar a dudas era una hermosa doncella con un atractivo sin límites.

Si él tuviera que encontrar una falla de la que quejarse, entonces a lo sumo habría solo una cosa.

Efectivamente. A lo sumo, había una pequeña duda, ¿acaso la amiga de la infancia de Haruga Haruomi realmente era alguien así…?

«Está bien, déjame echar un vistazo allá.»

Luego de separarse de Haruomi en el patio de la escuela, Asya regresó por el camino en que había llegado.

Su destino era algún lugar entre el edificio de los clubes culturales y la biblioteca. Esta vez, en lugar del Club de Investigación OVNI, ella se dirigió hacia el nivel subterráneo de la biblioteca.

Ella entró al piso subterráneo que solo el personal de SAURU tenía acceso autorizado.

Asya había cerrado con llave uno de los cuartos de ahí. Es más, esta era magia de candado conjurada por una bruja de clase maestra.

Liberando finalmente la cerradura, Asya ingresó en el cuarto.

«Lo lamento chicas, gracias por ser pacientes.»

Asya saludó primero, con las tres chicas respondiéndole.

«¡A-Asya-san!»

«¡Por Dios! ¡¿Por qué saliste huyendo por tu cuenta mientras nos encerrabas aquí?!»

«¡¿Cómo te atreves a ponerme una trampa…?!»

Shirasaka Hazumi, Juujōji Orihime y Luna François Gregory.

Ellas eran el trio que había fallado para llegar a la hora. De hecho, Asya las había llamado con antelación al nivel subterráneo de la biblioteca, atrapándolas ahí y confiscando sus celulares.

Todo esto fue hecho para así poder pasar la tarde a solas con Haruomi.

La bondadosa Orihime y Hazumi se veían simplemente incomodas, pero Luna François estaba claramente muy molesta.

Asya les dijo a las tres compañeras muy simplemente: «Fui a ver a Haruomi—dado que todas ustedes últimamente han estado seduciendo en secreto a mis espaldas a Haruomi-kun de la familia Haruga…Por favor permítanme preguntarles—»

Decidiendo que ella debería ir directo al punto, Asya preguntó: «¿Qué diablos están intentando ocultar al excluirme?»

«»¡¿…?!»»

Las dos honestas chicas japonesas saltaron sorprendidas y miraron a Luna.

Ella evidentemente había sido quien había emitido la orden de excluir a Asya. La chica norteamericana se encogió de hombros y gruñó con disgustó: «Realmente no has estado actuando recientemente como ti misma. Jamás pensé que serías lo suficientemente mujer como para notar algo como esto.»

«Yo ya no soy mi yo pasado. Por favor no me subestimes.»

En la víspera previa a la batalla decisiva, el propósito de Asya al encerrar a las tres chicas no solo era por el bien de pasar tiempo a solas con Haruomi.

«No solo ustedes tres, pero el mismo Haruomi está actuando a su vez sospechosamente.»

«Efectivamente…Asya, admitiré que ya no eres la misma. La razón por la que te excluí fue debido a que temía que tu encanto femenino fuera demasiado escaso—»

«Así que por eso…»

«Después de todo, este asunto actualmente es de primordial importancia para Harry, pero dado que ya has dedicado tanto para esto, quizás podría permitirte ayudar…»

Luna François suspiró.

«Pero ten presente que este es un tema muy deprimente. La situación es mucho más seria de la que el mismo Harry se da cuenta y él a su vez pronto se verá arrinconado. ¿Todavía deseas escucharlo?»

«Con gusto.»

Paso a paso, Luna François comenzó a explicar la situación.

Luego de entender toda la historia, Asya descubrió a su corazón dominado por la sorpresa y la ansiedad.

 

Parte 4

La noche pasó y el día acordado con Pavel Galad llegó.

Eran aproximadamente las 8 de la mañana. La Fuerza Marítima de Autodefensa del Japón envió un barco escolta para que navegara en dirección a la pequeña isla que había aparecido en las afueras de la costa de Urayasu. Tanto Hal como Asya iban en dicha nave.

Viendo a Hal suprimir un bostezo, Asya le dijo: «¿Cuánto fue lo que pudiste dormir anoche?»

«Cerca de cinco horas. Preferiría poder dormir el triple de esa cantidad de tiempo, pero hoy después de todo hay un evento importante.»

«Entonces la ceremonia de apertura y el evento en sí tendrían que cancelarse solo debido a que dormiste de más.»

«Preferiría cancelarlo si eso fuera posible, pero naturalmente desperté luego del amanecer, probablemente debido a que este evento me dio calambres estomacales.»

Los dos estaban recorriendo la cubierta dado que no había nada que hacer al interior de la nave. Partiendo desde la Bahía de Tokio, ellos esperaron que la operación comenzara.

El barco de Hal y Asya no era el único en espera de ser movilizado.

Adicionalmente, había otras dos naves escolta y tres submarinos moviéndose a través de estas aguas. Una base de la Fuerza Aérea de Autodefensa del Japón en las cercanías también tenía helicópteros y jets caza listos para salir como dictaba la situación.

Todo esto era por el bien de apoyar al equipo de Hal.

Coincidentemente, Orihime y Hazumi estaban participando en la operación en un barco aparte.

Como la comandante, Luna François estaba trabajando junto a las dos chicas japonesas.

Solo el combo de amigos de la infancia de Hal y Asya estaban juntos en esta nave, debido a que los dos iban a servir como la vanguardia y los primeros en descender a la isla.

Esto era para evitar el desplegar a todas las fuerzas al unísono y ser aniquilados.

Su forma de abordar el asunto era el mismo que el de ayer pero la carta del triunfo solo estaría debutando hoy. La combinación de Haruga Haruomi con Asya y Rushalka era insuperable en todos los aspectos incluyendo fuerza de combate, adaptabilidad y coordinación, haciéndoles los más adecuados para tomar este rol.

Incluso Luna no realizó ninguna objeción.

De ahí que, Hal y su amiga de cabello plateado estaban juntos ahora, disfrutando de la brisa marina.

(Así que supongo que el tema de conversación de anoche será pospuesto…)

Su declaración de «te mostraré mi verdadero poder.»

Asya había dicho que ella dejaría a un lado ese asunto por ahora debido a la batalla decisiva del día de hoy.

Desde su anterior reunión varias horas atrás hasta ahora, Asya no había tocado el tema nuevamente. Gracias a eso, Hal fue capaz de conversar casualmente con ella sin preocuparse—

Inclinado contra el barandal al borde la cubierta, Hal suspiró aliviado.

Asya de pronto apareció a su lado.

Sus codos y brazos se estaban tocando, a una distancia que era extremadamente cerca.

«¡¿A-Asya?!»

«Haruomi, obtengamos la victoria hoy. Es una promesa, ¿está bien?»

Con una calmada y confiada expresión, su amiga de la infancia le sonrió firmemente.

Su adorabilidad y belleza similar a un hada se amplificaban mutuamente, dejando una profunda impresión en la mente de Hal, haciendo que su corazón saltara como loco.

Fufu.

Inclinada sobre Haruomi, Asya asintió mentalmente consigo misma mientras mantenía la refrescante sonrisa en su rostro.

Tal como había esperado, Haruomi estaba agitado. Cada uno de sus ataques, realizado con una falsa naturalidad, estaban dando directamente en el blanco. No había mejor descripción que «¡Tal como había sido planeado!»

Asya estaba segura que ellos dos, apoyados el uno contra el otro en la cubierta del barco escolta, ¡se veían definitivamente como una joven e inexperta pareja para los ojos ajenos!

Por supuesto, ellos podrían sentir que sería indecoroso que estuvieran actuando como tórtolos justo antes de una crucial y decisiva batalla.

Sin embargo, Asya había descubierto las malas noticias de «Haruga Haruomi se está transformando actualmente en un dragón» gracias a la interrogación de la noche anterior…

El trio de Orihime, Luna y Hazumi parecían estar escondiendo algo—

La Asya del pasado probablemente no lo habría notado, pero en su actual estado con sus poderes femeninos aumentados, ella había descubierto los síntomas, tal como ella sentía el peligro durante las batallas.

El obtener las runas mata dragones había forzado a su amigo de la infancia a enfrentar una crisis que amenazaba su vida.

Ahora que ella lo sabía, no había forma de que no ayudara. El tener contacto físico con él sin obstrucciones o tocarlo directamente, ¡ella haría esto una y otra vez, para así contribuir a la recuperación de Haruomi!

Era gracias a sus poderes femeninos aumentados que Asya había sido capaz de llegar a esta decisión.

(¡Lo sabía, esa magia es tan útil!)

La magia de Hipnosis había generado un incremento anormal de las habilidades como si fuera una droga.

Justo mientras Asya estaba extremadamente feliz ante sus efectos desde el fondo de su corazón, junto a ella, Haruomi de pronto habló: «Y-Yo iré por un vaso de agua.»

«Seguro. Te esperaré aquí.»

Haruomi se dio media vuelta y se marchó, viéndose como si no pudiera soportar el demencial latir de su corazón.

Él estaba distraído y había una falta de calma en su expresión, tono y movimientos. Sin embargo, él no se veía descontento. Mejor dicho era debido a que él estaba demasiado consciente de la «femineidad» de Asya.

Esta última se sintió satisfecha y realizada de una manera como jamás lo había estado antes.

Ella había estado luchando contra dragones desde la infancia, pero el combate y la victoria jamás le habían dado una sensación tan fuerte de realización…

Tarareando felizmente, Asya involuntariamente deslizó su mano dentro de su bolsillo.

Ella estaba vistiendo su usual chaqueta militar, pero ya era tiempo para que comprara una nueva. Tenía que haber ropa más adecuada para ella—

«¿Oh?»

Había una nota en su bolsillo.

Ella la abrió y vio las palabras «Será muy tarde para el momento en que lo lamentes,» escrito en rojo. Esta caligrafía tan llena de vida le era familiar a Asya. Durante los últimos meses, ella había estado entrenándose bajo el tutelaje de dicha persona y su caligrafía era idéntica a lo que esta había escrito en pizarras y cuadernos…

Ahora que se ponía a pensarlo, el desayuno de Asya esta mañana había consistido en una banana y una taza de café latte.

«E.stará bien. Logré a su vez soportar la batalla contra Hannibal ¡Yo…debería ser capaz de hacerlo!»

Como si estuviera empleando consigo autosugestión… Asya dio voz a las palabras en su corazón.

La nave ya había llegado cerca de la isla que serviría como una arena especial. El plan era que Asya y Haruomi aterrizaran aquí como la vanguardia para así luchar contra Pavel Galad—

Empujando al instante los asuntos del amor al final de su cabeza, Asya comenzó a enfocarse en el combate. Este era un trabajo que ella había estado haciendo desde su infancia. De nuevo, ella regresaría a ser «Anastasya Rubashvili, el As de Combate más Fuerte de Europa.»

Asya tuvo un presentimiento.

Viéndola en acción, Haruomi probablemente se volvería a ver cautivado por ella.

En ese momento, un gigantesco cuerpo de color plata blanquecina se acercó volando desde el cielo meridional.

Pavel Galad, un dragón de elite que había heredado la Runa mata dragones de la Espada. A pesar de que ella estaba familiarizada con la apariencia de este mortal enemigo, Asya dudó de sus propios ojos.

«¿Cuatro de ellos?»

Efectivamente. Había más de un dragón de color plata blanquecina portador de la espada.

Cuatro dragones, idénticos en apariencia, se estaban acercando, volando en formación como un escuadrón de jets.

«¡¿Magia de Ruruk Soun?!»

Una alarma de «¡Avistamiento de Dragones!» resonó al interior del barco.

Escuchando la alarma, Hal se apresuró para salir hacia la cubierta y mirar hacia el cielo del sur usando la magia de Visión Mejorada. Cuatro Pavel Galads se estaban acercando a gran velocidad.

Había siete símbolos mágicos detrás de los cuatro dragones.

Naturalmente, runas de Ruruk Soun. Estas significaban «clones.»

«»»»¡Hohohoho! ¡Bienvenidos, humanos!»»»»

Los cuatro Pavel Galads hablaron simultáneamente.

Su elegante y hermosa voz resonó a través de toda la isla que servía como la arena del duelo.

El verdadero debía estar escondido entre los cuatro dragones. Presuntamente, los otros tres o eran ilusiones o copias falsas de Pavel Galad creados usando magia.

¡Sin embargo, incluso a través de los ojos de un Tyrannos, era imposible diferenciar el verdadero!

La complejidad de estas falsificaciones era digna de alabar mientras estas lograban sumir en la confusión a la facción de Hal.

«¡Seguidores de mi enemigo mortal, buen trabajo hasta ahora—pero por favor discúlpenme!»

«¡Este es un duelo entre sucesores de runas mata dragones!»

«¡No hay lugar para la interferencia de ustedes humanos!»

«¡Por favor márchense de inmediato!»

Uno tras otro, los cuatro dragones plateados declararon la guerra.

Sin disimular, en cada una de sus manos derechas había una espada larga—

Por supuesto, era la espada mata dragones. Las cuatro espadas largas emitían relámpagos de sus hojas, lanzando un ataque indiscriminado en todas las direcciones, golpeando la superficie marina y los barcos escoltas que llevaron a Hal y los demás. Quizás incluso los submarinos se vieron atrapados en el ataque.

¡BOOOOOOOOOOOOOOOM!

El buque escolta de Hal fue golpeado por el relámpago en un costado, viéndose a punto de hundirse—No.

«¡Rushalka, usa la protección imperecedera!»

Hal escuchó a su amiga de la infancia emitir una orden.

El dragón heráldico azul se materializó en el cielo sobre la nave escolta, emitiendo el fulgor perlado desde todo su cuerpo.

Esta era la «protección imperecedera» la barrera defensiva que protegía a Reyes Dragones y Tyrannoi. Este brillo envolvió no solo a Rushalka sino a su vez al buque escolta, bloqueando el relámpago de los dragones justo a tiempo.

Como era de esperarse de Asya el As del Derribe, ella logró proteger el barco con su rápida reacción.

En cuanto al otro barco escolta…

Akurō-Ō, Minadzuki y Glinda—tres leviatanes habían aparecido en el cielo sobre este.

El lobo-zorro de nueve colas, el dragón serpentino esmeralda y la quimera león de tres cabezas. Estos tres leviatanes a su vez desplegaron la protección imperecedera para defender su nave del ataque relámpago de Galad.

Sin embargo—

Había otro barco escolta que no tenía brujas ni leviatanes a bordo.

Esa nave fue golpeada directamente por el relámpago y simplemente se hundió en el mar.

El lado humano rápidamente formó un contrataque sobre los cuatro dragones plateados responsables por la destrucción. Desde cerca, los barcos transportando a Hal y Orihime lanzaron misiles anti-aéreos desde un rango inferior a los treinta kilómetros mientras disparaban continuamente las ametralladoras de 127 mm, apuntando hacia el dragón plateado y los tres clones.

Sin embargo, los cuatro Pavel Galads también estaban brillando con el resplandor perlado.

La protección imperecedera. Estas barreras eran difíciles de atravesar a menos que se usaran ataques del nivel de técnicas de aniquilación asegurada. Naturalmente, ataques humanos eran totalmente bloqueados, una burla a su impotencia.

«Bueno, no es de sorprender…» Como alguien equipado con las mismas defensas, Hal murmuró consigo mismo.

Sin embargo, él de inmediato dijo «¡¿Huh?!» dudando de su visión.

«¿Glinda—está cayendo?»

Efectivamente. La compañera de Luna François comenzó a caer.

El león leviatán se suponía que estaría volando en el cielo para interceptar a los cuatro dragones plateados. Su majestuosa figura se estrelló sin poder hacer nada sobre la superficie de la Bahía de Tokio, casi como si alguien le hubiera ordenado que «saltara al agua.»

Simplemente flotando en el mar como una boya, Glinda no regresó al campo de batalla.

Ella permaneció sin moverse. Coincidentemente, al siguiente momento, Akurō-Ō y Minadzuki—las compañeras de las brujas japonesas—cayeron a su vez al mar.

Como Glinda, estos dos leviatanes también estaban flotando en el mar.

«¡¿Qué diablos está pasando?!»

Sus compañeras en la otra nave aparentemente estaban enfrentando alguna clase de emergencia.

Justo a medida que Hal estaba a punto de revisar sus estados usando el celular—no, el poder de las runas—escuchó la aguda voz de su amiga de la infancia.

«¡Haruomi, déjame usar la Runa del Arco!»

La belleza de cabello plateado estaba corriendo hacia él.

Su rostro era hermoso como siempre, pero la atmósfera era completamente distinta a la de antes. Ella no solo se veía genial sino a su vez circunspecta y sin miedo. Por alguna razón, Hal suspiró aliviado.

La expresión guerrera de Asya era una visión familiar para Hal.

«Sin importar que, Rushalka debe por si sola oponerse a esos cuatro dragones al mismo tiempo. ¡La runa es esencial!»

«¡Entendido! Hazlo como quier—»

«Como si les permitiera hacer lo que quisieran.»

Al instante que Hal estaba respondiendo al pedido de Asya, alguien interrumpió su intercambio.

De la nada, un oficial de las Fuerzas de Autodefensa del Japón se les acercó.

Este hombre estaba usando un uniforme casi completamente blanco de la Fuerza Marítima de Autodefensa del Japón, pero por alguna razón, Hal no podía ver claramente su rostro. Algo similar a neblina estaba oscureciendo su rostro.

Hal se dio cuenta con súbita alarma que esta era magia de sigilo.

«Brujas… ¿No es así como su clase es llamada? Me disculpo por emboscar a una don nadie como tú, ciertamente es una mancha en el honor de la raza dragón, pero—honestamente, todas ustedes están en mi camino.»

Esta hermosa voz masculina pertenecía a Pavel Galad.

El oficial de apariencia desconocía extendió su mano derecha. Un símbolo consistente en tres «<«, una detrás de otra, apareció en su palma.

Era la Runa de la Espada. La marca de Pavel Galad.

¡Apuntando a la belleza del cabello plateado, el misterioso oficial de las Fuerzas de Autodefensa del Japón lanzó una luz blanca desde su runa—!

«¡Asya!»

En el instante que Hal recobró sus sentidos, éste conjuró la pistola mágica en su mano derecha.

Fuego. Sin dudarlo, él abrió fuego contra el oficial. La protección imperecedera había sido desplegada, defendiendo todo su cuerpo, resistiendo el ataque de Hal.

Sin embargo, el impacto causó que el oficial de las Fuerzas de Autodefensa perdiera la puntería.

La luz disparada por el oficial de las Fuerzas de Autodefensa, destinada a perforar a Asya, terminó pasándole, desviándose ligeramente hacia la derecha.

«Bien defendido, Haruga Haruomi.»

A pesar de fallar a la hora de golpear a su objetivo, el oficial de las Fuerzas de Autodefensa habló de manera despreocupada.

La neblina oscureciendo su rostro se disipó. Una cabeza llena de cabello plateado, pálida tez y una atractiva cara. Hal recordó su rostro, el cual él había visto una vez antes—era la forma humana de Pavel Galad.

Al siguiente instante.

«¡En guardia!»

¡Galad cargó hacia adelante en su forma humana empujando su espada larga!

Hal bloqueó la hoja usando la protección imperecedera. Naturalmente, la espada era una espada mata dragones. Al instante, el atuendo del oponente se transformó en una chaqueta veraniega, una camisa y pantalones, probablemente se había disfrazado usando magia de ilusión anteriormente.

«Así que los cuatro dragones que atacaban desde el aire—¡¿eran todos falsos?!»

«Inteligente como siempre. Había considerado, de presentarse la oportunidad… de atacar a tus siervos en esta forma, eliminándolos secretamente.»

«¡¿…?!»

«Sin embargo, como uno podría esperarse de tus seguidores, todos eran muy astutos y estaban en alerta. Tuve el presentimiento de que no sería sencillo deshacerme de ellos incluso si cambiaba mi apariencia, de ahí que—»

Hal quedó conmocionado por un momento, pero de inmediato dejó de preocuparse.

Él originalmente había temido que los tres leviatanes se hubieran estrellado debido a que algo le había ocurrido a las brujas, pero ese aparentemente no era el caso. Aun ahora, Asya había comenzado a correr a toda velocidad, poniendo distancia entre ella y la forma humana de Galad.

Ella corrió hacia el interior de la nave desde la cubierta para evitar interponerse en el camino de Hal.

«¡Como sea, Haruomi! ¡Te estoy dejando el resto a ti!»

Asya jamás hacía nada imprudente que excediera el límite de sus propias habilidades.

Impresionante como siempre, el juicio de una guerrera veterana. Sin embargo—Runas de Ruruk Soun de pronto aparecieron bajo sus pies, indicando una «maldición restrictiva.»

La corrida de Asya se detuvo antinaturalmente.

¡Su amiga de la infancia del cabello plateado había sido inmovilizada por magia restrictiva!

«¡Asya!»

Hal gritó para luego verlo con sus propios ojos.

Volando elegantemente en el cielo, Rushalka dejó de batir sus alas para luego estrellarse.

Luego de caer en la Bahía de Nuevo Tokio, ella flotó impotentemente en la superficie marina como un pedazo de leña de un naufragio. Los otros tres leviatanes estaban en el mismo estado.

«¡¿Usaste la misma ‘maldición restrictiva’ en las demás?!»

«Sí. En cuanto a ti—me gustaría que nos embarcáramos en un viaje juntos.»

Runas de Ruruk Soun estaban brillando por sobre la cabeza de Galad en su forma humana.

Un total de cuatro runas, su disposición significaba «Vuelo de Alta Velocidad.» El cuerpo de Hal de inmediato flotó, separándose del suelo.

«¡¿Haruomi?!»

A pesar de que su cuerpo no podía moverse, Asya (aparentemente) podía de todos modos usar su voz. Hal escuchó su grito de sorpresa.

Sin embargo, Hal no dejó de volar como resultado. Junto con Galad en forma humana, él se elevó gradualmente, alejándose de su amiga de la infancia y del barco escolta.

«De seguro, transformarse en humano es bastante agotador.»

La forma humana de Galad comenzó a cambiar en frente suyo.

En un abrir y cerrar de ojos, el atractivo joven se transformó en un dragón de elite de color plata blanquecino. Su altura también se incrementó al unísono desde el metro ochenta aproximadamente hasta una longitud de cuerpo de diecisiete o dieciocho metros.

«¡¿A dónde me estás llevando?!»

«Supongo que, primero a Tokio. Ahora que he eliminado a los estorbos a tu alrededor, Haruga Haruomi, debería ser capaz de tomarme mi tiempo lidiando contigo…»

Escuchando que los «estorbos» habían sido «eliminados,» Hal miró hacia abajo conmocionado.

Trece runas de Ruruk Soun habían aparecido en la superficie marina. Eran extremadamente grandes, casi del mismo tamaño que los largos buques escolta de 130 metros de largo.

Dicho conjunto significaba: «Ábrete, puerta al otro mundo.»

Magia de teletransportación. Un hechizo para mover objetos a otra ubicación…

«¡No te voy permitir tener éxito!»

«Disculpa, pero esas son exactamente mis palabras para ti.»

Hal de inmediato usó Dispersar Magia, intentando borrar el hechizo de teletransportación.

Disipar falló en producir algún efecto. Mirando más de cerca, él notó que las runas de Ruruk Soun para «resistencia de hechizos» habían aparecido frente al pecho de su gigantesco enemigo, habiendo regresado a su forma de dragón.

El negar el conjuro de magia a un rango extremadamente cerca, era un tipo de magia defensiva.

El atravesar este hechizo requeriría verter magia al nivel de una técnica de aniquilación asegurada o el alejar al hechicero para crear algo de distancia—eso era lo que su varita mágica, la pistola mágica, le había dicho.

Pero era demasiado tarde.

Los leviatanes flotando en el mar—Rushalka, Akurō-Ō, Minadzuki y Glinda desaparecieron, succionadas por las trece runas de «Ábrete, puerta al otro mundo.»

Esta no era una magia ofensiva para enterrarlas en el fondo del mar o aniquilarlas por completo.

En su lugar, las transportó a algún otro lugar.

«¡Asya! ¡Juujōji! ¡Shirasaka! ¡Luna!»

Hal siguió llamando a sus compañeras. No solo eran eso sino además personas que estaban conectadas con Hal a través de vínculos mágicos, de ahí que, él lo notó de inmediato.

(…Se han ido.)

Sin importar cuan fuerte gritara o lo desesperadamente que buscara, él no podía llegar a las chicas.

Los siervos de Haruga Haruomi—su misma existencia—se habían desvanecido de la faz de La Tierra. A pesar de que su instinto le decía que las cuatro chicas no estaban muertas, Hal de todas formas sintió como si ellas no existieran en ningún lugar del planeta…

El místico hechizo de Galad: «Ábrete, puerta al otro mundo.»

Los terroríficos efectos de esta magia causaron que no solo los leviatanes sino que a su vez sus compañeras desaparecieran de los buques escoltas.

«¡¿Hacia dónde las transportaste?!»

«…Todo lo que puedo decir es que ninguna de las anteriores. Intenta buscar con cuidado luego de que me derrotes.»

Hal interrogó al dragón en frente suyo, pero la otra parte permaneció despreocupada.

Mientras Galad estaba moviendo a Hal a la velocidad del rayo, este último quiso suspirar desde el fondo de su corazón.

«¿Pusiste esa isla en un lugar tan sospechoso simplemente como una distracción?»

«Sí, efectivamente. Cualquier cosa habría bastado. Siempre y cuando atrajera tu atención—previniéndote de darte cuenta de mis intenciones.»

«Así que el separarme de las brujas también fue parte de tu plan.»

De haber estado en posiciones opuestas, Hal definitivamente habría hecho lo mismo, pensó este sombríamente.

El primer paso para arrinconar a Haruga Haruomi requería eliminar a las brujas que lo asistían.

«De todas formas, jamás pensé que caería en tu trampa…»

La obsesión con la victoria le pertenecía a la raza guerrera de los dragones.

Y la meticulosa cautela era algo de lo que carecía la raza guerrera de los dragones.

El habiendo sido testigo de lo terrorífico que su antiguo enemigo se había convertido luego de cambiar su actuar, Hal tragó saliva en serio. ¿Cuánta resistencia podría presentar frente a tal monstruo?

Guarecido por la protección imperecedera, su cuerpo y mente estaban tensos a causa de la incertidumbre y el nerviosismo.

Nuevamente, Hal se vio dolorosamente consciente de que «después de todo no soy adecuado para luchar.» Haruga Haruomi no era un luchador cuya voluntad para luchar pudiera encenderse bajo tales circunstancias.

Aun así, él no tenía más opción que tomar al toro por las astas.

Impulsado por el deber en lugar de un espíritu de lucha, Hal gritó con un imprudente abandono: «¡Reina, te lo ruego! ¡Actúa como mis extremidades y resuelve esta batalla contra este tipo!»

Con la Ciudad de Nuevo Tokio como escenario, el segundo round del duelo entre Tyrannois finalmente estaba comenzando.

 


[1] NT: Se le dice así al proceso de colocar tierra o arena en áreas donde antes hubo mar o agua para luego construir algo.

[2] Escritor, general militar, ingeniero e inventor, reconocido comúnmente por su labor durante su carrera como militar estratega chino, también llamado Zhu Ge Kong Ming o Kong Ming, fue el principal estratega y consejero del reino de Shu. Debido a su éxito de renombre en la inteligencia militar, fue apodado como el «Dragón Durmiente».

 

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