Slime Taoshite 300-nen, Shiranai Uchi ni Level Max ni Nattemashita (LN) Vol.4 – Capítulo 7

Capítulo 7: Haciendo Manjū en otro Mundo

Ese día, viajé hasta la parte más meridional del país para recoger hierbas.

«Maestra-sama, ¿qué cambio la trajo hasta aquí?» preguntó mi aprendiz, Halkara, quien estaba ahí conmigo. A veces lo olvidaba, pero Halkara seguía siendo mi aprendiz. Ella misma lo estaba diciendo, así que no había error.

«Recordé cual era el propósito de ser una bruja y decidí hacer algo de bruja. Últimamente, siento como si solo hubiéramos estado lidiando con no-muertos cesantes, trovadores famélicos y demases—todas cosas que no tienen nada que ver con mi verdadero trabajo…»

Pondeli la no-muerta actualmente estaba llevando una tienda de juego de cartas en el pueblo del castillo de los demonios. Kuku la almiraj también experimentó un cambio de carácter y estaba ganando toneladas de verdadera experiencia como cantante.

Estaba feliz que ambas estuvieran bien. Pero ninguna de esas cosas tenía algo que ver con mi trabajo de bruja.

Después de todo, era la Bruja de las Tierras Altas.

«Entiendo completamente. Yo debo crear nuevos productos que puedan derrotar a esa Bruja de la Gruta.»

«Debe ser duro tener ahora una rival…»

Luego de que Eno, la Bruja de la Gruta, tuviera éxito con sus píldoras de Mandrágora, ella estrenó un producto llamado Elixir del Bosque. Era una bebida concentrada que se suponía que debía ser diluida en agua para su uso diario, así que ahora Halkara tenía competencia para Farmacias Halkara.

«¡Ahora solo debo encontrar una hierba que contenga ingredientes increíblemente sanos para ampliar mi delantera! ¡Debo aventurarme más lejos para mi recolección de hierbas!»

¡Hagámoslo! decía la expresión de Halkara mientras ponía una pose de lucha.

Sus motivos no parecían ser total y completamente puros, pero no era algo realmente malo.

A propósito, Laika nos estaba siguiendo desde atrás y por alguna razón ella estaba montada sobre un elefante.

No, en serio, ella estaba montando un elefante.

Laika no tenía ningún conocimiento sobre plantas, así que ella se vio mortalmente aburrida hasta que descubrió y se hizo amiga de un elefante mientras recorríamos el bosque. Yo le di permiso para que montara su espalda.

«¡Es tan divertido como un caballo pero de forma diferente!»

«¡brraahh, brrrahh!»

Braaahh, etc. Eran los sonidos que el elefante hacía. Su grito era extraño, como si el mismo aire se estuviera fragmentando.

Aparentemente había monstruos acechando en los alrededores de este bosque, pero con un elefante detrás nuestro, todos se estaban asustando y huyendo. No divisamos ni uno solo, era el sello de seguridad del elefante.

Yo habría estado bien con lo que fuera que se nos acercara, pero seguía siendo considerablemente peligroso para Halkara.

Aunque nuestra búsqueda de hierbas no estaba yendo muy bien. Especialmente para Halkara.

«¡Eeek! ¡Las arañas son tan grandes! ¡Este chinche apestoso es demasiado maloliente!»

Incluso se sintió como si estuviéramos gatillando cuidadosamente todas y cada una de las trampas naturales del bosque.

Era en momentos como estos que Halkara jamás me decepcionaba.

«Esto es extraño…yo soy quien nos está guiando a lo largo de este camino con Halkara por detrás, pero ella es la única que está siendo herida… quizás ella debería estar en su lugar haciendo de guía a través del bosque…»

«¡Ah! ¡Hay una serpiente venenosa! ¡Por favor aléjate!»

Quizás deberíamos re-agendar nuestra búsqueda de hierbas…Halkara se iba a hacer daño tarde o temprano.

«¡¿Por qué estas serpientes me siguen persiguiendo?! ¡Y si huyo, empiezan a seguirme más de ellas! ¡¿Por qué ahora hay tres?!»

¿Acaso estás usando un perfume que atrae a las serpientes…? Simplemente eres un imán para los problemas.

Halkara cambió de ruta a través del bosque, así que la perseguí. Estaba el riesgo de perderla si no la vigilaba.

Entonces de pronto, todo se abrió ante nosotros.

Era un magnifico paisaje pastoril.

Plantas que se veían como arroz estaban creciendo desde charcos de agua.

Era como mi hogar en Japón. Quiero decir, mi pueblo no era una aldea de cultivo, así que no tenía ninguna experiencia con los campos, pero se sintió nostálgico.

«¡Wow! Es una región que cultiva arroz.»

Laika nos siguió en su elefante.

«La parte meridional del Reino cultiva algo llamado arroz. Otras regiones dependen principalmente del pan, pero también comen arroz aquí.»

«Vaya, esto me trae recuerdos. Yo solía vivir en una cultura consumidora de arroz en mi vida pasada.»

Y Halkara, a propósito, parecía ser un gran éxito con las serpientes mientras se enrollaban a lo largo de sus brazos y piernas. Estas no parecían como si fueran a morderla.

«Awwww, son más lindas de lo que pensé. ¡Que ojos redondos más adorables tienen!»

Ella de seguro sonaba calmada. Supongo que no tendré que lanzar ningún hechizo de Curar Veneno.

«Oh sí, ¿habrá alguna tienda por aquí dónde pudiéramos comer algo de arroz?»

«Creo que sí. ¿Pero qué haremos con nuestra cacería de hierbas?»

«La suspenderemos por el momento.»

Entramos en el pueblo en las cercanías y fuimos a un restaurant. Nuestros asientos estaban en una mesa en el exterior debajo de un toldo, probablemente debido a que estaba tan húmedo. Se sentía agradable y espacioso.

Lo que nos llegó fue un plato de frijoles rojos y arroz con pollo picante por encima. Se me olvidó como era llamado, el dialecto en el sur era algo diferente, así que no lo entendí muy bien.

«¡Está bien, Itadakimasu!» Como la ex-japonesa que era, junté mis manos y comencé a comer.

Di mi primer bocado y noté una textura ligeramente diferente de lo que yo llamaría un plato normal de arroz.

La combinación era tan pegajosa. No, esa no es la palabra correcta—quizás pastosa. Era como arroz con frijoles rojos, pero aún más suave. Y el arroz mismo era más como arroz rojo.

No era que el arroz hubiera sido mal cocinado—es solo la clase de arroz que era. En términos japoneses, este sería como un arroz glutinoso.

Laika y Halkara no parecía que les estuviera sabiendo bien. Ellas estaban comiendo sus platos con una extraña apariencia en sus rostros.

«Este plato extrañamente se te queda pegado en el estómago, ¿cierto?»

«Creo que prefiero el pan. Aunque, efectivamente esto se siente como si te fuera a llenar.»

Tiene que haber sido a causa del condimento, pero se inclinaba más hacia lo que yo llamaría «étnico,» así que ya sea si lo amas u odias. Sabía cómo algo para comedores especialmente sensibles.

Yo siempre pensé que las chicas que gastaban novecientos yenes para el almuerzo estaban siendo extravagantes, pero iba a morirme por exceso de trabajo de todas formas, así que quizás debí haber gastado un poco más en el almuerzo.

¿Frijoles y arroz glutinoso, huh? Y también estaba el trigo.

Y una idea de pronto se me ocurrió.

¿Podría hacer algunos dulces japoneses, no?

Teníamos frijoles, así que podía hacer algo así como una pasta de judía dulce y apuesto que podría hacer la masa de los bollos de manjū a partir de harina. Luego estaba el mochi, debería ser capaz de hacer eso a partir de este arroz glutinoso.

Y mi motivo para hacer dulces sería ver las sonrisas de Falfa y Shalsha. Fin.

Laika era mejor cocinando que yo y Halkara no era para nada mala en ello (a pesar de algunas extrañas cosas que terminaban en la mezcla). Yo no había escuchado lo suficiente el: «¡Mami, eres una buena cocinera!»

Ellas seguían elogiándome, pero nacía más de la gratitud hacia la persona que les hacia la comida, no era la clase de reacción que escucharías si algo estaba realmente delicioso.

Así que si hacía una tonelada de manjū, mis hijas podrían reconocerme como una madre que era buena preparando dulces.

Nada mal, para nada mal.

Pero era posible que el manjū ya existiera en este mundo. Si audazmente declaraba que era mi creación original y resultaba que alguien había pensado en ello primero, eso sería bastante vergonzoso. Así que debería investigar.

«Oigan, Laika, Halkara, ¿saben qué clase de dulces tienen en esta región?»

Laika inclinó hacia un lado su cabeza, pero Halkara respondió: «Crujientes.» Era un nombre bastante tonto.

«Se debe a que hacen un sonido crujiente cuando los muerdes, así que los llaman crujientes. Suena como algo que un niño llamaría, ¿verdad?»

«Huh, quiero probar eso.»

«Debería estar en el menú aquí, sirven los clásicos.»

Entonces lo ordenaré de inmediato. Le pregunté a la mesera por ellos.

Lo que recibimos fue muy delgado y redondo.

Era como un takoyaki senbei pero aún más delgado y ancho. Le di un mordisco y era dulce. Y crujiente.

«Wow. Tiene un sabor simple, pero es mejor de lo que pensé.»

«Sería agradable con una cerveza.»

«Halkara, de seguro te gusta el alcohol a pesar de cómo te desmayas casi de inmediato.»

Mientras Halkara y yo conversábamos, Laika comió en silencio.

Lo entendí por completo, dado que era la textura de un tentempié ligero, te daban ganas de comértelo todo.

Pero no era la clase de dulce que me estaba imaginando.

Más tarde, le pregunté al personal del restaurant si había dulces cocidos al vapor en la región, pero nada les surgió de inmediato en sus mentes. Probablemente estaba a salvo. ¡El manjū no debería existir aquí!

Esperen, yo pensaba que fue en el periodo Muromachi o algo así en Japón que el mantou[1] llegó de China y dado que apareció por primera vez en un templo Zen—ellos no podían comerse la carne, así que se conformaban con llenar el envoltorio con algo dulce.

Hoy en día, el manjū, el anman relleno con pasta de judías dulces y el nikuman relleno con carne se veían todos diferentes, pero sus ancestros eran prácticamente la misma cosa.

Y mientras estaba en ello, si uno le echaba una mirada al Anpan, uno podría llamarlo un pariente del manjū. Ambos tenían un exterior hecho de harina y un relleno en el interior.

Por otro lado, la línea de los dulces mochis usaban en su totalidad el arroz glutinoso. Algo similar a esos podría ya existir, pero no había nada así como derechos de autor sobre esta cosa, así que podría vender un montón. Si no los llamaba «originales,» entonces no habría problema.

«Ustedes dos más tarde busquen una tienda que venda frijoles.»

«¡Oh, hay varios tipos de frijoles que son buenos para la salud, ¿verdad?!»

Halkara, perdón. Creo que mis motivos esta vez son algo impuros.

Más tarde, me puse a buscar judías dulces rojas que fueran lo más parecidas posibles a los dulces frijoles adzuki.

Luego, compré una gran cantidad de arroz glutinoso mientras estaba en ello.

Las otras dos pensaban que íbamos a recrear estos platos sureños en casa, pero se equivocaban.

Cuando llegué a casa, fui de inmediato a intentar crear la pasta de judías dulces y la masa de manjū a base de prueba y error.

Yo no fui una artesana ni nada en mi vida pasada, así que solo tendría que aprender a través del fracaso.

Por suerte, no tenía nada de trabajo, así que tenía bastante tiempo.

«Maestra-sama está intentando hacer algo. ¡Se ve tan seria!» es lo que Halkara dijo, llenándome por accidente de culpa, pero fuera de eso no había ningún otro problema.

Asimismo, tenía a Flatorte comiéndose todos mis intentos fallidos cuando tenía hambre y solo quería masticar algo.

«Ama, creo que se están volviendo más sabrosos.»

«Eso es un alivio. Te llevaré algunos si logro completarlos.»

Hacer el anko[2] resultó más rápido de lo esperado. Lo endulcé con azúcar-miel y así herví los bollos haciendo algo que se parecía bastante. Hombre, los endulzantes eran lo mejor.

Pero la masa estaba probando ser problemática. No se estaba poniendo muy grande con solo la harina. ¿Acaso necesitaría usar bicarbonato? En resumen, probablemente debería. Quería un poco si es que existía, pero en verdad no sabía dónde lo venderían.

¿O debería fermentarlo con arroz malteado? Ni siquiera sabía dónde buscar malta.

Podría funcionar si le ponía camote… He visto manjū al que le habían puesto camote. Pero no estaba segura donde crecía por estos lados los camotes.

Eventualmente, terminé preparando algunas masas glutinosas dado que eran básicamente comestibles, se las llevé todas a Flatorte.

«Creo que necesitan estar un poco más húmedos.»

«Lo sé, pensaré en algo y te los traeré.»

Y entonces, justo cuando me estaba cansando de todo mi prueba y error—

¡Encontré la mezcla perfecta!

No iba a compartir mi secreto comercial.

Era de bruja el tener secretos, así que estaba bien.

«¡¿Le di un mordisco y sabe exactamente como el manjū! ¡Je-je-je, je-je-je! ¡Lo hice; lo hice! ¡Este es el trabajo de una vida!»

«¡Eso es fantástico, Ama! ¡Lo logró en su intento número ciento dieciocho!»

«¡Gracias a ti también, Flatorte! Y tú me acabas de decir la cantidad de veces que he fallado, ¿verdad…?»

Rosalie apareció más tarde y la corrigió, dado que yo había fallado cinco veces antes de que Flatorte comenzara su vigilia, en realidad fueron ciento veintitrés veces. Al igual que las cosas cambiaron luego de trescientos años matando slimes, la perfección llegaría si solo seguía haciendo manjū.

Ahora bien, era momento que Falfa y Shalsha lo probaran—o eso era lo que estaba tentada, pero primero debería darle algunos a Flatorte, quien me había estado observando todo este tiempo.

«Aquí tienes. Acaban de salir de la olla, así que están ligeramente calientes.»

«Tengo una lengua sensible, así que tendré cuidado. Aunque no tengo problemas con la comida helada.»

Después de todo, ella exhalaba hielo.

Los ojos de Flatorte se abrieron por la sorpresa. Su cola comenzó a crisparse.

«¡Oh! ¡Esto es delicioso! ¡Esto es algo nuevo que jamás había probado antes!»

¡Muy bien! ¡Ahora, mis hijas!

Falfa y Shalsha habían estado en sus cuartos todo este tiempo, leyendo.

Falfa estaba leyendo Aritmética y Lógica, Shalsha por su parte estaba leyendo ¿Qué es el Tiempo?

Esto era lo típico, pero estos eran libros anormalmente difíciles. Yo no los entendía para nada. Yo creía que si ellas tomaban los pasos correctos, podrían convertirse en profesoras con esas mentes.

«Oigan, ¿que tal un bocadillo? ¿No les da sueño usar tanto sus cerebros?»

«Pero ya terminamos de cenar. No es hora de bocadillos.»

«También ha pasado un tiempo desde que comimos, así que no es realmente postre.»

Ellas tranquilamente me juzgaron.

«¡C-Como sea, Mami les hizo un dulce sumamente rico para que coman!»

Estos eran redondos y tenían un color pardusco—tal como el manjū debería ser.

Se los presenté en un plato con unos cuantos encima.

«¿No quieren algo dulce luego de usar su cerebro? ¡Ustedes podrán progresar aún más si tienen unos pocos! ¡Coman, coman!»

Podría haber sido un poco avasalladora, pero cada una estiró la mano para tomar uno.

Primero, Falfa lo metió en su boca.

Y de inmediato, ¡su expresión se iluminó! ¡Mi victoria era innegable!

«¡Está tan rico! ¡Es realmente rico! ¡Mami eres increíble! ¡Jamás había tenido nada como esto antes! ¡Mami, eres tan buena haciendo dulces!»

«Gracias. ¡He estado por siglos esperando escuchar eso!»

Saboreé la alegría.

A continuación estaba Shalsha. Sus gustos eran bastante similares, así que ya no estaba tan preocupada.

«Mm… Que exquisito…»

Sus ojos estaban cerrados y estaba temblando ligeramente. Ella a continuación estiró su mano para tomar un segundo, su expresión no había cambiado mucho, pero Shalsha no habría respondido de esa forma si no le hubiera gustado.

«Mamá, ¿cómo se llama esto?» Shalsha era del tipo que siempre quería saber de dónde venían las cosas. Esta vez no era diferente.

«Se llama manjū.»

«Manjoo…creo que hay un lugar con el mismo nombre al oeste,» Shalsha dijo, dando media vuelta para buscar un diccionario geográfico de su repisa. Yo no creía que manjū estaría ahí…En todo caso no es un nombre de lugar.

«Aquí está: Manjoo. El Conde Lugness de Manjoo es famoso. No hay registro aquí de estos dulces.»

«Eso se debe a que no están relacionados…es una coincidencia total.»

Pero realmente no me gustaba la idea de que las personas pensaran que esto era algo originario de la región de Manjoo. Yo fui quien los creó aquí en este mundo.

Y por otro lado, si el manjū terminaba volviéndose popular y se diseminaba, era posible que las personas de Manjoo quedaran perplejas ante por qué habían sido nombrados en razón de su tierra.

Shalsha hojeó el diccionario mientras Falfa masticaba la sorpresa. Probablemente no era la cosa más sana para comer después de la cena, pero lo permitiría por hoy.

«¡Están tan sabrosos, pero sería mejor si fueran más lindos!»

Y ella preguntó por la lindura. ¡Esperen, ¿acaso el manjū necesitaba ser lindo?!

«Mira mami, no tiene una cara ni nada encima. ¿No sería más adorable si tuviera una cara?»

«Primera vez que escucho eso…esperen, algunos manjū eran impresos con nombres de compañías sobre ellos, así que supongo que no…»

Habiendo dicho eso, sería extraño si pusiéramos un rostro realista sobre ellos, así que teníamos que lidiar con ello. ¿Quizás el rostro de un animal? ¿Pero qué animal tendría un rostro fácil de reconocer?

«En cierta forma parecen slimes,» Shalsha murmuró, metiéndose otro en la boca. «Po shupeto, go’ sgimes ño son dugce’.»

Creo que ella había dicho: Por supuesto, los slimes no son dulces.

Lo que ella dijo me inspiró.

Podía hacer la cara de un slime fácilmente. Era súper simple, solo tenía que calentar algo y presionarlo sobre ellos.

«Entendido. ¡Esperen un segundo!»

Tenía magia de Llamas para calentar las cosas, así que simplemente hice eso al primer objeto de metal que encontré y lo presioné sobre los manjū para hacer los ojos.

«¡Está bien, ahora se ven más como slimes!»

Y entonces, los rostros de mis hijas comenzaron a brillar.

El manjū de seguro era lindo con rostros de slime. A los niños probablemente también les gustarían.

«¡Los slimes son ricos!»

«Los slimes son deliciosos.»

Observando a las dos chicas slimes comiéndolos se asemejaba un poco al canibalismo, pero ellas no tenían nada en común con los slimes reales fuera de la forma, así que estaba bien.

Y tuve otra chispa de genialidad estilo Halkara.

Podría venderlos.

No quería llegar hasta el extremo de hacer un negocio de ellos y volverme rica, pero si los llevaba a Flatta, las personas probablemente estarían felices por ellos.

En cuanto al nombre, manjū solo le recordaría a la gente del lugar llamado Manjoo, así que supongo que iremos con «slimes comestibles.»

 

Usé a todas las que conocía como mi grupo de pruebas.

Primero estaban los miembros de mi familia Laika y Halkara.

«¡Es tan suave, Azusa-sama!»

«¡Este podría ser un gran producto!»

Sus reacciones fueron justo como me las había esperado, gracias. Tendría en cuenta aquellos comentarios.

A continuación, suponiendo que ella probablemente no tendría más trabajo a esta hora, invoqué a Beelzebub usando magia.

Sin embargo, parecía que había estado haciendo horas extras, dado que ella apareció con una pluma en la mano. Oops…ella probablemente se volverá a quejar…

«Esta es, algo así como otra situación difícil de creer, ¿verdad? No es porque tienes una linda botellita de licor, ¿cierto? Aunque no me importa en verdad. Habla.»

Ese comentario introductorio hizo que me fuera difícil decirlo. Pero voy a decirlo. Ella dijo que estaba bien, así que voy a decirlo.

«Hice dulces que estamos llamando ‘slimes comestibles,’ así que prueba uno ¡Hasta este momento son un gran éxito!»

Tal como pensé, Beelzebub seguía sin estar convencida (lo que significa que estábamos empatadas luego de que Beelzebub viniera y me tirara sus cosas encima de la nada) pero se metió uno en la boca de todas formas.

«¡Mm! ¡Creo que estás bien encaminada!»

«¡¿Cierto?! Lo hice bastante bien, ¿no crees?»

«¡Podrías estar incluso más adecuada para hacer estas cosas que cualquier otra medicina!»

«¡Eso es algo grosero de decirle a una bruja! ¡Retíralo!»

La ronda del grupo de prueba parecía haber sido un éxito hasta el momento.

«¡Está bien, mañana los probaremos y los venderemos en Flatta!» Dije y mis hijas me escucharon.

«¡Yo quiero jugar a la tienda!»

«Hay cosas por ganar del trabajo honesto.»

No íbamos a jugar a la tienda, pero teníamos solo una cosa para vender e incluso ellas dos podrían hacerlo por su cuenta.

¡Está bien, dejaré que me ayuden!

Temprano a la mañana siguiente.

Mis dos hijas y yo fuimos a la casa del alcalde para decirle que queríamos abrir una tienda.

«Disculpe. Hicimos algunos dulces, así que nos gustaría venderlos si es que tuviera un espacio disponible.»

«Instale una mesa en el mercado y véndalos ahí. Hoy está soleado, así que no debería necesitar un toldo.»

Se decidió de inmediato.

Estaba agradecida por la confianza y el buen historial que había ido acumulando a lo largo de estos trescientos años. Pedimos prestada una mesa del centro comunitario e hicimos una instalación simple.

Y la razón por la que llegamos tan temprano fue debido a que nos tomaría un tiempo el tener todo listo. Los aldeanos eran más activos en la mañana, así que si nos tomábamos nuestro tiempo, nos perderíamos las horas de compra primordiales.

Y por supuesto, teníamos lo que necesitábamos.

«Shalsha, sácalo.»

«Entendido.»

Shalsha puso un letrero que decía SLIMES COMESTIBLES.

Había una ilustración de la mercancía de apariencia deliciosa exhibiéndose en cajas y una imagen ampliada de uno de ellos encima.

Y luego decía: MAGNIFICO SABOR, REVITALIZANTE Y NUTRITIVO—CUIDADOSAMENTE PRODUCIDO POR LA BRUJA DE LAS TIERRAS ALTAS: SLIMES COMESTIBLES.

Las expresiones eran ligeramente frías, pero bueno, esto era por diversión. Y efectivamente tenían nutrientes en ellos dado que eran comida, así que la línea sobre ser nutritivos no era una mentira.

Shalsha era buena dibujando, así que le pedí que hiciera la imagen.

«¡Yaaay, es una tienda; una tienda! ¡Ganancias brutas ! ¡Balance entre ganancia y perdida

Falfa estaba inquieta a causa de la emoción, pero su elección de palabras era ligeramente demasiado gráfica. ¿Acaso se debía a que había estado leyendo libros de matemáticas…?

Detrás de los precios, pusimos en una fila la mercancía: uno por setenta monedas de oro; un pack de cuatro por doscientas cincuenta y un pack de ocho por quinientas monedas de oro; un pack de dieciséis por mil monedas y un pack de treinta y dos por dos mil monedas de oro.

Yo pensé que el pack de treinta dos se veía adorable. Era como una caja de regalo.

«¡Está bien! ¡Vamos a vender!» Mentalmente me subí las mangas.

«¡Mami, mami! ¿Por qué no cortamos uno en cuatro pedazos y los colocamos a un costado para que la gente los pruebe? Nadie ha visto esta comida antes, así que deberíamos dejarlos que la prueben primero.»

«¡Ya veo, Falfa! Eso es muy listo.»

«Y quizás deberíamos escribir de donde provienen nuestros frijoles y trigo! Puede que haya algunos clientes que quieran saber.»

«…Estás siendo un poquito demasiado seria sobre esto, ¿verdad Falfa?»

Casi se sintió como si hubiera traído a Halkara. ¿Acaso así era como se jugaba a la tienda? ¿Acaso los niños estos días se ponían serios a la hora de jugar a la casita? ¿Acaso la guía sobre cómo lidiar con clientes problemáticos era lo normal ahora?

Ahora que lo pienso, ellas siempre se metían bastante en el tema cuando jugaban a la casita…

Nosotras no habíamos establecido ningún horario, así que nuestra hora de apertura era cuando los aldeanos comenzaran a llegar a nuestra tienda.

Antes de que siquiera pudiera mentalizarme sobre ello, los aldeanos se reunieron inmediatamente en una fila sin fin.

«La Gran Bruja de las Tierras Altas hizo algo nuevo.» «Ooh, tiene forma de slime.» «¡Son tan liiiiiiiiiiiindos!»

Falfa levantó un plato con las muestras de los slimes comestibles y se los presentó a los clientes. Ella era inteligente cuando se trataba de esta cosa…

«¡Damas y caballeros, por favor prueben! ¡Y si les gusta, por favor compren!»

La multitud de aldeanos se metió pedazos de slime comestible en sus bocas, uno tras otro.

Estas personas jamás habían probado antes la pasta de judías dulce anko, así que me preguntaba si estaría bien, pero no había nada de que preocuparme. Pude darme cuenta que fue una victoria al simplemente mirar sus rostros.

«¡Esta crema negra al interior del esponjoso pan es tan buena!» «¡Que sabor tan delicado!» «¡Mi boca está tan feliz en este momento!» «¡La Gran Bruja de las Tierras Altas es asombrosa!»

Los que no disfrutaron el manjū fueron pocos y estaban bastante alejados los unos de los otros, por lo que pude darme cuenta.

Los aldeanos estaban cautivados.

«¡Yo me llevaré esa caja grande de ahí!» «Un pack de ocho, por favor!» «¡Igual yo, pero dos!»

Salieron volando de la mesa. ¡Sí, sí! ¡Esta era la emoción del comercio!

Y Falfa, a propósito, estaba siendo inusualmente educada al tratar con nuestros clientes.

«¡Muchas gracias! ¡Van a saber mucho mejor si los calienta un poquito! ¡Lo esperamos de vuelta!»

¿Por qué es tan buena lidiando con los clientes?

«Nee-san no se anda con rodeos cuando jugamos. Cuando ella fingía ser un grillo, ella quería observar como saltaban y lo que comían,» Shalsha, quien seguía ligeramente nerviosa, me explicó.

«Supongo que yo lo inicié…»

«Sin lugar a dudas dado que ella está jugando con dinero de verdad y clientes de verdad, ella está siendo especialmente cuidadosa.»

Aunque, esto no era un juego. Era simplemente servicio al cliente.

Yo habría estado esperando algo más elegante si hubiera estado jugando a la tienda. Podríamos haber creado el ambiente de una vieja tienda de dulces japoneses abierta desde hace mucho tiempo…

Como sea, los slimes comestibles eran súper populares y yo estaba agradecida por ello. En momentos como este, usualmente vendíamos mucho más de lo que era creíble para la población de la aldea y parecía que volvería a ser igual ahora.

Y entonces un inesperado cliente apareció.

«Ha estado trabajando duro, Maestra-sama.»

Halkara apareció al frente de la fila y parecía que había estado esperando su turno.

«¿No me digas que vienes a expresar tu apreciación?»

«Estuve observando sus ventas desde un poco lejos. Creo que será capaz de venderlos en otras regiones de esta forma. ¡Por favor permítame venderlos en Nascúte, puedo garantizar a su vez a los empleados!»

Ella vino para transformar esto en un negocio…

«¡Si vienes por negocios, por favor por aquí!»

Y Falfa estaba realmente metida en ello…

Luego de las discusiones con Halkara, llegamos a las siguientes conclusiones:

  • Halkara podría usar a sus empleados para vender en las aldeas de Flatta y Nascúte (pero principalmente Nascúte).
  • El producto se llamaría Pasteles de Flatta y actuaría como publicidad para la aldea de Flatta.
  • En un comienzo serían hechos por la familia cuando esta tuviera tiempo libre, pero en el caso de que su popularidad explotara, la receta sería enseñada a los empleados de Farmacias Halkara.

Realmente no había planeado hacer un negocio rentable de esto, pero probablemente estaría bien venderlos en lugares aledaños como Nascúte.

Mientras que los slimes comestibles fueron un gran éxito, estuve haciendo una lluvia de ideas para mi siguiente producto.

Este sería el mochi creado con arroz glutinoso. Bueno, había muchas clases de dulces que tenían mochi en ellos. Si era demasiado pegajoso, entonces corría el riesgo de quedarse atrapado en la garganta de alguien, así que decidí crear mochi envuelto en hoja de roble.

Flatorte esta vez volvió a devorarse todos mis ensayos, como empleados comiéndose las sobras. Esta era una de esas veces donde era genial tener a una dragona hambrienta en los alrededores.

En comparación a cuando estuve haciendo manjū, terminé estos bastante rápidamente.

También les añadí marcas de ojos de slime.

Y debido a que podía, puse el mochi sobre una hoja y lo consideré terminado.

«Lo llamo: ¡Slime de hoja!»

Flatorte fue la primera persona en probarlo.

«Mm, se siente pesado en mi estómago. Esto podría ser bueno para el desayuno, la pasta de judías en su interior tampoco es tan mala.»

«Es arroz. Así que probablemente sea pesado.»

«Primero, permítame comer quince de ellos por ahora.»

Quince era excesivo para comenzar con por ahora.

Entonces, hice que mis hijas los probaran.

«¡Está rico! ¡Te amo, mami!» «Mamá, eres buena cocinando.»

Yo quería que Shalsha algún día dijera ¡Te amo, mami! Con ese entusiasmo, pero toda su personalidad tendría que cambiar para que eso sucediera, así que no me importaba tanto.

Por supuesto, yo sabía muy bien que Shalsha amaba a su mami. Muy, muy bien. Mejor que Beelzebub por lo menos, y eso era lo que realmente importaba.

«Mamá, yo disfrutaría esto con un poco de té.»

Shalsha fue a la que se le ocurrió la idea, así que le serví una taza.

Lo hice ligeramente fuerte para que así pudiera compensarse con el slime de hoja.

Shalsha le dio un mordisco a su refrigerio y sorbió su té.

«Hooo, mmm. Esto es refrescante.»

Y entonces, sus parpados se dejaron caer y una gentil sonrisa surcó su rostro.

¡La preciosa sonrisa de Shalsha! ¡Sí, que gran cosa para ver!

De pronto sentí el impulso de abrazarla ahí mismo, pero me resistí. Podría ser su madre, pero seguía siendo comportamiento sospechoso. Tal paciencia era necesaria.

«Si solo tuviera un gato en mi regazo, eso sería lo mejor.»

Me la imaginé como una abuela descansando en el pórtico de una cosa. Los gatos son adorables, así que lo entiendo.

«¡Tu dulce combina muy bien con el té, mami! ¡Sí, entiendo lo que Shalsha está diciendo!»

Como siempre, Falfa estaba concordando por completo con ella.

Incluso me volvería una bruja para preservar esa sonrisa (bueno, ya era una bruja).

Está bien entonces, tendré que ponerme a vender estos slimes de hoja. Tenía que decírselo a Halkara.

Yo apreciaba la oferta de Halkara para proveer empleados garantizados. El vender algo era un compromiso de larga duración. El hacer estos solo era la extensión de un hobbie, así que no podía despertar a diario al mismo tiempo para prepararlos.

El sistema de la compañía podría resolver todos esos problemas por mí.

La compañía podría compensar mis limitaciones como individuo y jugar un rol en la expansión. Las compañías tenían sus puntos positivos, por supuesto y yo podría hacer uso de ellos.

Hice que Halkara probara un slime de hoja (cuyo nombre era prácticamente el mismo que el mochi de hoja). Y le dio un gran sello de aprobado.

«¡Sí, absolutamente venderemos esto también! ¡Esto y los slimes comestibles serán nuestras dos atracciones principales! ¡Esto cubrirá nuestras bases!»

«Halkara, si tú lo dices entonces será un éxito y no habrá lugar para la duda.»

Al día siguiente, pude observarlos siendo vendidos en el pueblo de Nascúte.

Nuevo Producto: ¡Slimes de Hoja! ¡Acaban de llegar! ¡Un Nuevo Sabor! ¡La Verdadera Habilidad de la Bruja de las Tierras Altas!

Las palabras danzaban a través del letrero que estaba por detrás de la empleada preparándose para abrir la tienda.

«Me siento avergonzada de estar mirando desde aquí…»

«¡No hay nada por lo que estar avergonzada! ¡De pie, orgullosa!»

Y entonces. La empleada levantó su voz: «¡Hemos abierto! ¡Tenemos un nuevo producto! ¡Vengan a probarlo!» y las personas llegaron por montones.

La población aquí era más alta que la de Flatta, sin mencionar todas las visitas de fuera del pueblo, así que el área justo afuera de la tienda estaba hirviendo.

«Ooooh, esto es estimulante…es agradable ver a las personas comprar lo que has hecho…»

«¿Cierto? Probablemente se agotarán antes del atardecer. Producirlos en masa nos traerá más dinero, pero podríamos perder de vista nuestras prioridades si el sabor llegara a decaer en calidad, así que yo creo que seguiremos como estamos.»

Lo que más me complacía de todo esto eran las sonrisas en los rostros de los clientes que los compraban.

Al principio, solo quise hacer felices a mis hijas, pero ahora que estaba trayendo sonrisas para más personas, no había nada mejor.

Pude escuchar personas diciendo: «¡Wow, la Gran Bruja de las Tierras Altas es increíble.» Eso es—Alábenme más.

«La Gran Bruja realmente es buena con la comida y la bebida, ¿verdad?» «El Café Witch’s House también fue genial.»

¿Hmm…? Algo acerca de mi reputación no es exactamente correcto…

«Supongo que este es el fuerte de la Gran Bruja.» «Ella probablemente se dio cuenta que estaba más adecuada para hacer esto que la medicina.» «Es agradable descubrir tus fortalezas.»

En ese momento, me di cuenta que cometí un error.

La razón por la que había ido al sur en primer lugar fue para hacer medicina pero ahora estaba obteniendo atención por mis dulces. ¡La parte mía que hace medicina estaba retrocediendo!

La empleada estaba gritando: «¡Tenemos un nuevo producto de la Gran Bruja de las Masas!»

¡Por favor no me des un apodo como ese! ¡Sigo siendo la Bruja de las Tierras Altas!

«¡Esta es una maravillosa nueva creación, de trescientos años de sabiduría viviendo en las tierras altas para crear excelentes dulces!»

¡Yo no comencé a vivir ahí para hacer dulces!

«¡Una tradición de trescientos años continua viviendo en estos dulces! ¡La epitome de lo viejo se encuentra con lo nuevo!»

¡Por favor no lo hagan sonar como si mi tienda hubiera estado desde la época medieval!

Quizás simplemente debería rendirme a hacerme un nombre por mi cuenta con la medicina…

Pero eso haría que ya no fuera una bruja, ¿verdad…?

Mordisqueé un slime de hoja mientras reflexionaba sobre mi identidad.

Estaba perfecto—ligeramente dulce.

Esto podría conquistar el mundo.

—Esperen, no puedo olvidarme de mi vida tranquila…

 


[1] El Mantou, es conocido como panecillos chinos al vapor, se trata de un tipo de pan que se sirve en los platos del norte de China. Están elaborados con harina de trigo, agua y levaduras, tienen las mismas cualidades nutricionales que el pan blanco que se come en occidente.

[2] Pasta de judías rojas.

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