Even Though I’m a Former Noble and a Single Mother, My Daughters Are Too Cute and Working as an Adventurer Isn’t Too Much of a Hassle (WN) Vol.3 – Prólogo

 

Como el Gran Maestro de los Caballeros Imperiales, la vida de Gran Wolff fue una de gloria.

Él era el Marqués de una aristocrática línea de Caballeros Imperiales que había sido rival de la Casa de Regnard por generaciones, el líder de una de estas casas siempre había sido el Gran Maestro.

Como el primer hijo de la familia Wolff, él siempre estuvo profundamente involucrado con la Familia Imperial, siempre estudió mucho, ayudado por la sangre que había heredado y que corría a través de sus venas, para así no volverse una vergüenza para su amigo de la infancia Albert, pasando su niñez junto al futuro líder de la nación quien parecía estar bendecido por la misma Diosa en persona.

Adicionalmente, él había sido dotado con un atractivo carisma y una hermosa figura. Mientras que por su parte no le importaban las mujeres fáciles, la forma en que se comportaba hacia que los miembros del sexo opuesto se enamoraran de él, con su valiente y pulcro rostro enmarcado con un cabello del mismo color que el té recién hervido, hacían de este bastante popular.

Él personificaba la imagen de alguien que había abrazado los rigorosos deberes de la caballería.

Para proteger a Albert a quien él idolatraba, él se forzó a sí mismo para competir con el hijo del Primer Ministro quien también era su amigo de la infancia, a la vez que el hijo del Hechicero de la Corte. Pero, cuando tenía 11 años de edad, esa mujer apareció.

“E-Es un placer conocerle…Mi nombre es Shirley Earlgrey, se me ha concedido el honor de convertirme en la prometida de Su Alteza, el Príncipe Heredero.”

La chica con el cabello blanco y ojos de extraños colores dio su mejor esfuerzo para mantener las cortesías de la nobleza, pero estaba claro que estaba muy nerviosa, todavía acostumbrándose al tener que hablar con otros.

Él ya había escuchado sobre ella, aparentemente, cuando Albert visitó a la familia Earlgrey junto a su Majestad Imperial, se enamoró a primera vista de la hija del Duque y declaró su compromiso. Dado que ella era de una casa ducal, en términos de rangos de familia era una unión perfecta. Sin embargo, su apariencia era un gran problema.

Todos y cada uno de los amigos de Albert, incluyendo Gran, eran de un linaje puro dentro de la nobleza imperial. El miedo intrínseco del revolucionario conocido como el “Demonio de Cabello Blanco” quien una vez derribó el sistema de privilegios aristócratas en el Imperio corría profundamente dentro de ellos. Ese cabello blanco y ojos de colores dispares eran como un símbolo de desafío para aquellos nobles.

La idea de una mujer con características como esa siendo la siguiente Emperatriz era demasiado terrible como para soportar. Gran sospechaba que el Príncipe Heredero debía haber sido engañado por su hermosa apariencia lo que le hacía estar receloso de que ella intentara alejarlo de la Familia Imperial para algún maligno propósito.

“Lo siento tanto, Shirley. Ellos en verdad no son malas personas, es solo que les importo mucho, así que siempre están preocupados por mi seguridad.”

“No, está bien. Seguramente…algún día me convertiré en una excelente dama de la que pueda estar orgullosa.”

Tal como ella dijo, a partir de ese día, Shirley dirigió todos sus esfuerzos para alcanzar esa meta. Sin jamás quejarse, absorbió todo lo que significaba ser una princesa con ese pequeño cuerpo suyo con el fin de serle útil a su Príncipe, hasta el punto donde Gran se preguntó si acaso su devoción excedía incluso la suya.

Mientras que originalmente Gran comenzó a admitir que ella tenía agallas a pesar de ser una mujer, Shirley adquiría más y más habilidades y conocimiento, lo que hizo que una oscura nube de emociones la cual él no entendía realmente comenzara a formarse en su corazón.

“¡Yaaaaah…!”

“¡¿Qu-?!”

Fue solo cuando cumplió 13 años de edad que Gran entendió la verdadera naturaleza de esos sentimientos.

Los nobles y otros miembros de las clases altas en la sociedad a lo largo del continente, no solo dentro del Imperio, se consideraban a sí mismos como hábiles guerreros. Shirley era solo una novata que había levantado la espada como parte de su educación…pero ella ya había excedido el reino de los genios, era como si esta fuera amada por un Dios de la Guerra.

Ella lo había derrotado diez veces seguidas. Gran nunca había sido alguien que alardeara, pero él había tomado una espada en el momento que comenzó a hablar, todo para que algún día pudiera ser capaz de proteger a su futuro Emperador.

El que esto fuera realizado por una joven de apariencia tan delicada…y que había sido tan maltratada en la casa de sus padres, a pesar de que la primera vez que ella levantó una espada fue cuando comenzó su educación real hace dos años atrás.

“Haaa…Haaa… ¿Gran-sama?… ¿Umm, no lo lastimé o sí…?”

Ella estaba sin aliento, pero seguía preocupándose por su oponente. Gran no escuchó ni una sola de sus amables palabras, dado que se sintió atrapado por la envidia.

Luego de eso, él comenzó a entrenar más rigurosamente que antes. Al principio, dado que Shirley solo había tomado el manejo de la espada como una clase extra en comparación al intenso entrenamiento de Gran, ella no se le podía comparar, pero con cada lección que pasaban juntos la diferencia en habilidad entre ellos se reducía.

Gran no carecía de talento propio, pero Shirley estaba a otro nivel. Si una persona tan hábil como ella podía estar de pie al lado de Albert como su Emperatriz ¿Entonces que uso tendría él? Mientras este se sumía en un terror tan existencial, aquellas oscuras emociones se agitaron con mayor fuerza en su pecho.

――――Esa mujer debería simplemente desaparecer.

Luego de cinco años sufriendo aquellos oscuros pensamientos, un ángel le estiró su mano.

“¡Increíble! ¡Gran-sama es realmente fuerte! ¡Es sencillo dormir profundamente sabiendo que hay alguien tan fuerte como usted defendiendo el país!”

La hermana de Shirley, Alice Earlgrey. Su personalidad era honesta y brillante como el sol, la imagen misma de la inocencia. Mientras él hablaba con ella de sus problemas, más y más comenzó a sentir el ardiente deseo de hacer todo lo posible para protegerla.

“Ya veo…así que algo así sucedió con Onee-sama…”

“Sí. Es por eso que no puedo dormirme en mis laureles.”

“Pero, Gran-sama y mi hermana son personas diferentes. Usted no debería compararse con ella ¿Verdad? Siempre y cuando usted siga siendo usted ¡Todo debería estar bien! ¡Debido a que siempre y cuando Gran-sama esté dando su mejor esfuerzo, sé que definitivamente será recompensando algún día!”

Y de la nada, ella tomó la mano de Gran.

“Así que ¿Por qué no a veces pasa un día libre conmigo? ¡Siempre y cuando sienta que las cosas se están poniendo muy difíciles, podemos pasar algo de tiempo juntos para mejorar su ánimo!”

Ella era la única con quien él podía hablar de sus esfuerzos. La calidez de Alice era como un rayo curador para Gran.

En comparación con Shirley, ella no tenía talento alguno para la espada, pero ¿Desde cuándo él había comenzado a esperar con ansias esas sesiones donde pudiera revelarle su corazón a ella?

Esa espada que él había pulido en nombre de Albert lentamente se convirtió en la de Alice y él ni siquiera lo notó ni le importó que la dedicación de su entrenamiento menguara cada vez que comenzaba a pensar en su próximo encuentro, él se había vuelto totalmente dedicado a Alice.

Para cuando cumplió 19 años, Gran se había vuelto extremadamente celoso de Albert quien había comenzado a acercarse a la misma Alice y cuando salió a la luz que Shirley había estado oprimiendo a la primera, él sintió como si hubiera estado reduciendo en el piso para su condena a la basura más asquerosa de todas.

Aunque Shirley escapó luego de un mes de torturas, los únicos pensamientos de Gran eran sobre Alice. Así que cuando ella se casó con Albert, esa oscura niebla en su corazón se transformó en un denso fango, pero dado que Alice era de tan buen corazón es que era cercana a tantos hombres a pesar de su matrimonio, incluyendo a Gran.

“Albert se pondrá horriblemente celoso si lo descubre, así que lo mantendremos como nuestro secreto ¿Está bien?”

La emoción de estos encuentros amorosos solo hizo que Gran se enamorara más perdidamente de ella, a pesar de estar teniendo una relación inmoral con la mujer de su amigo de la infancia, él se sintió realizado.

Dos años después que Albert se convirtiera en Emperador, Gran se volvió el Gran Maestro de los Caballeros Imperiales a la tierna edad de 25 años y él realmente estuvo en lo más alto de la vida, más cuatro años más tarde él volvió a probar la desesperación.

La joven hija de la Familia Regnard, Lumiliana. En un tradicional torneo celebrado todos los años, uno que él siempre había ganado, esa insolente mocosa llegó llamándose a sí misma “Princesa de la Espada.”

Luego de que él fuera tan completamente derrotado por esa chica trece años menos, la gloria que había esperado que le fuera consagrada se transformó en miradas de decepción y desprecio. Mientras el número de invitaciones que recibía a la recámara de Alice declinaba, él comenzó a sentir un ardiente odio por Lumiliana.

“¡Demoniooooooooos! ¡¿Por qué la Diosa es tan injusta, dándole a esas estúpidas niñas tales increíbles habilidades con las espadas?!”

Si él hubiera seguido siendo una persona trabajadora, habría usado esta derrota como trampolín para buscar mejorar aún más sus habilidades. Pero, Gran solo se hundió en sus quejas, convencido de que Lumiliana de alguna forma había cometido trampa o alguna otra injusticia le había sido realizada.

“¡S-Saben, esa vez me estaba sintiendo algo indispuesto, solo subestimé a esa caballero dado que era tan joven, eso fue todo!”

Por supuesto, tales excusas no servirían y cuando él sintió las miradas de decepción de sus camaradas caballeros, el orgullo de Gran se vio seriamente dañado.

Al año siguiente, luego de haberse vuelto frustrado a causa de esas despreciativas miradas que le eran dadas todo el tiempo, su orgullo como caballero finalmente se volvió polvo.

Fue durante el Duelo Ordenado por la Diosa para decidir el destino de las hijas de Albert que su sentido común fue puesto totalmente patas arriba mientras observaba como Shirley peleaba contra Lumiliana, quien era la representante del Imperio en el duelo.

Él sabía que ella era extremadamente talentosa en el manejo de la espada. Sin embargo ¿Cómo una espadachín podía abrumar por completo a Lumiliana de la forma en que lo había hecho, una chica que lo había derrotado a él por completo?

“¡Estas malditas…estas malditas mujeres siguen sobrepasándome…! ¡¿Acaso algunas vez se terminará esto…?!”

Perdiendo la fe que tenía en su propia fuerza, el ardiente celo en el corazón de Gran se volvió algo más cercano a un rencor.

Esas dos se tenían que haber vuelto fuertes con algo más que sangre y sudor. Y luego de convencerse a sí mismo que esas dos o se habían vuelto fuertes a través de la suerte o algún otro medio turbio――――

“¡Yo también tengo que volverme fuerte! ¡De cualquier forma que pueda…!”

Esa era la única forma de recuperar el deteriorado amor de Alice. El caballero olvidó su rigurosa autodisciplina y esfuerzo que le habían definido de joven mientras culpaba a todos los demás por sus propias faltas, abriendo dentro de sí una puerta hacia algo prohibido.

 

Los familiares eran bastante populares entre los hechiceros. Estos se parecían a animales tales como aves o ratones que podían ser usados de varias útiles maneras, como observar algo desde lejos a través de sus ojos, maldecir a un enemigo a la distancia o incluso actuando como guardián para proteger a su amo.

Los familiares del hombre que alguna vez le causó un sinfín de problemas al Imperio habían sido dos espíritus con forma de ave. Ambos habían nacido del mismo huevo, aves mellizas de un plumaje de color rojo y azul respectivamente.

Junto a ese hombre cuyo historial había estado rodeado de misterio, lucharon contra sus enemigos y, aunque él regresó al lado de la Diosa una vez que su noble propósito se vio completo, estas se quedaron atrás, ansiadas por los mortales no solo por sus extrañas apariencias sino que también por el enorme poder mágico que poseían.

En un mundo donde la ley del más fuerte prevalecía. Estas pasaron los siguientes siglos volando y luchando, dependiendo de los frutos del bosque y las nueces de los árboles como comida, mientras algunas veces recordaban los días donde luchaban al lado de su amo.

Un día, luego de ver sus alas heridas durante un encuentro con un dragón antiguo, yaciendo al borde de la muerte en los bosques ubicados en las afueras de una lejana ciudad, tuvieron un trascendental encuentro.

Con la única diferencia entre ellas siendo la de su cabello y ojos, esas mellizas humanas se parecían fuertemente a las dos aves. Ellas no las miraban con codicia en sus ojos, así que sin intentar atacarlas o capturarlas, gentilmente sanaron sus alas rotas usando medicina.

Ellas se alejaron volando sin dar una señal de gratitud, pero mientras se daban vuelta para mirar las espaldas de las chicas al marcharse, una extraña sensación se acumuló en ellas. Intentando descubrir más sobre ellas, las aves observaron a las niñas de tiempo en tiempo, hasta que finalmente se encontraron con la respuesta.

“Algún día, cuando un niño con ojos como los míos aparezca ¿Lo protegerán como hicieron conmigo?”

Las aves mellizas recordaron las palabras que su amo había dicho mientras acariciaba sus cuellos con sus arrugados dedos.

“Ese niño seguramente pasara por dificultades. Pero, aquel que cargara con el estándar del futuro debe ser protegido, para que así el mundo no caiga en la oscuridad.”

Esa extraña sensación era producto de la magia que su amo les había lanzado en ellas con su último aliento. Una magia que los atraería hacia su siguiente maestro.

Siempre y cuando esa magia siguiera activa, su encuentro no sería producto del azar, era un inevitable giro del destino. Aunque esas niñas ya habían sido bendecidas con una poderosa protectora. Si algún día este monstruoso mundo intentaba poner sus garras sobre ellas, estas se convertirían en sus alas de protección.

Observándolas, ellas comenzaron a entender que es lo que había causado que su amo se preocupara tanto como para sentir necesario ir a tales extremos ¿Por qué estas chicas estaban siendo tomadas por objetivos a manos de hombres malignos?

Intentando entender el meollo del asunto, estas todavía no se revelaron a sí mismas. De todas formas, tarde o temprano, cuando se reunieran las chicas tendrían que acostumbrarse a los familiares…y eso era más fácil decirlo que hacerlo.

Esas niñas que habían tenido pacificas vidas todavía no habían aprendido a controlar magia. Así que, con el fin de hacerse más adecuadas para unas completas novatas, esas dos grandes aves espirituales cambiaron tomando la forma de un par de huevos de brillantes colores, destellando a causa de la luz.

Ellas apuntaron hacia ese pueblo en la frontera del Reino, en dirección hacia las dos chicas de cabello blanco que conversaban alegremente con sus tres amigas. La luz azul apuntó a la cabeza de la chica de ojos azules y la de rojo por la de ojos del mismo color.

“¡¿Ouch?!”

“¡¿Qu…qué…?!”

Usando el impulso como su guía, aquellas luces chocaron con sus nucas.

4 comentarios en “Even Though I’m a Former Noble and a Single Mother, My Daughters Are Too Cute and Working as an Adventurer Isn’t Too Much of a Hassle (WN) Vol.3 – Prólogo

    • Porque siempre hay idiotas quienes culpan a otros antes que a si mismos e imbeciles quienes solo por envidia prefieren destruirle la vida a alguien

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