Even Though I’m a Former Noble and a Single Mother, My Daughters Are Too Cute and Working as an Adventurer Isn’t Too Much of a Hassle (WN) Vol.2 – Capítulo 11

Una Visita Real

Un hombre se paró en la pradera a las afueras de cierto pueblo en el Reino.

Usando sus binoculares, el hombre miró en dirección del asentamiento donde la mujer que una vez le había salvado la vida, vivía ahora. Pero también era una benefactora a la que una vez le había dado la espalda en su hora de mayor necesidad.

Una mujer tan hermosa, a la que él nunca vería su igual mientras estuviera vivo. Cabello blanco como la nieve, dos ojos que brillaban como gemas y un fantástico cuerpo, él lo admiraba todo. A pesar de que sus verdaderos sentimientos nunca habían salido a la luz, había sido la alegría de su vida el servir a tal mujer.

¿Cuánto tiempo había pasado? ¿Cuánto tiempo él había albergado sentimientos por su benefactora a pesar de su desinterés?

El ideal que él tenía sobre ella se había destrozado cuando las acusaciones de tortura sobre su hermana menor habían salido a la luz, en ese entonces él no pudo verla en la forma que solía hacerlo.

Cuando más tarde ella escapó de prisión, él fue de los primeros en unirse a los grupos de búsqueda. Estaba determinado a atraparla y ponerle fin a todo, pero a pesar de su determinación, ella no pudo ser encontrada en ningún lugar y la búsqueda eventualmente se detuvo.

“Cuando todo resultó ser un malentendido, caí en la desesperación.”

Hubo un gigantesco malentendido. Tanto ella como su hermana menor habían sido víctimas, presas del cruel destino. Él estaba asqueado de sí mismo por haber perdido la fe en ella, pero afortunadamente, ella seguía viva.

Si él seguía la orden de su actual señor, ella debería aparecer ante él. Incluso podría ser capaz de volver a vivir a su lado.

Él resolvería todos los malentendidos y luego podrían vivir juntos como dos personas enamoradas deberían hacerlo, estos eran los desesperados deseos de ese hombre.

“Por favor espere un poco más, Shirley-sama. Me encontraré pronto con usted.”

Mientras poseía un deseo tan egoísta cerca de su corazón, el hombre contempló el edificio donde se podían ver a varios niños jugando en el patio.

—

Era fin de mes. Durante esa tarde de primavera, Shirley pudo ver un claro cielo azul y el sonido de las cigarras a través de la ventana abierta del salón de recepción del Gremio de Aventureros.

De acuerdo a Canario, habían cuatro personas de alto nivel que deseaban verla. Como era de esperarse, ella había escuchado la historia sobre la identidad del hechicero de parte de Grania y la conversación sería sobre Sophie y Tio.

“…”

“…Shirley-san ¿Te gustaría un poco de té?”

“No, gracias.”

“Y-Ya veo…”

Esto es malo. Esa sensación inundó el corazón de Yumina.

La intimidante presión que fluía desde la espadachín que había llegado 15 minutos antes de la reunión estaba lentamente llenando el cuarto. Aunque ella no estaba particularmente enojada, estaba consciente de que iba a reunirse con alguien de la realeza, una raza de personas a la que Shirley no apreciaba demasiado considerando sus experiencias pasadas.

Especialmente cuando ella consideraba que podría haber sido una persona con la que era conocida cuando vivía en el Imperio.

Usualmente, cualquier correspondencia que ella recibía de parte de Yumina siempre traía desgracias, pero dado que toda la cosa había sido preparada por Canario, ella estaba aún más recelosa de lo normal.

“¿Hoh? Realmente llegaste.”

Abuela, por favor llega luego es lo que Yumina estaba deseando desde las profundidades de su corazón, y como si le hubieran leído la mente, Canario entró en el cuarto con su dorado cabello fluyendo detrás suyo.

“¿Cómo has estado…? Es eso lo que los jóvenes dicen hoy en día ¿Verdad? Te ves saludable.”

“Eso es cierto. Tú te ves algo deteriorada.”

“¿Eso dices? Si fuera cierto que no estoy en mi mejor momento, entonces sería una perdida para el mismo mundo.”

Mientras Canario decía esa frase con un teatral tono de voz, Yumina y Shirley la miraron con ojos fríos.

(En realidad ¿No sería el mundo un paraíso si simplemente estuvieras postrada en cama para siempre?)

Los problemas generados por Canario han sido los mismos de siempre. Las dos recién habían escuchado una historia de hace tres semanas atrás, en donde luego de ser insultada por un cardenal de la Teocracia, esta destruyó la hacienda donde él guardaba todas sus finanzas y destrozó los ventanales de su catedral en mil pedazos.

Es más, ellas no sabían qué clase de truco había usado, pero por alguna razón, la Teocracia no fue capaz de acusarle el crimen ¿Extorsión tras bambalinas…?

Cualquiera fuera el caso, ella se había salido con la suya.

“Ya, ya, no me miren así.”

“Concuerdo. Personalmente, yo disfruto escuchando las aventuras de Canario, todas son muy novedosas.”

Siguiendo a Canario estaba un hombre en la flor de su vida, con un digno pero a la vez atractivo rostro enmarcado por un negro cabello y barba que parecía como si fueran la melena de un león, detrás de él estaba una mujer con un hermoso cabello plateado que no era eclipsado en lo más mínimo por él.

La espalda de Yumina se tensó de inmediato al verlos y Shirley estuvo a punto de levantarse del sofá, pero fue instada a quedarse quieta por la mano del hombre.

“Está bien. Estoy aquí meramente en mi día libre. No necesitas levantarte ceremoniosamente, simplemente soy otro invitado.”

“Es cierto. Además, estoy encantada de reunirme contigo, nuestra heroína del Reino.”

Ellos llegaron aquí como cualquier otro ciudadano, así que no necesitaban causar un alboroto. Luego de explicarle eso a Shirley, el Rey y la Reina de la nación, Edward y Alicia Pendragon, se sentaron en el sofá en frente de ella y sonrieron.

“Yumina, se van a discutir temas sensibles.”

“Ah…entonces, me retiraré.”

Canario le susurró al oído a Yumina y Shirley esperó hasta que ella hubiera dejado la habitación antes de hablar.

“¿Esto es algo que no desean que otros escuchen?”

“Bueno, es esa clase de cosa.”

 

 

La implicación del Imperio se había vuelto aparente para la familia real. Lo que se discutiría aquí se convertiría en asunto de seguridad nacional, así que era mejor si la menor cantidad de personas como fuera posible lo escucharan, de ahí que Yumina tuviera que dejar el cuarto.

“…Bueno, ha pasado algún tiempo. He escuchado todo sobre tus valientes esfuerzos. Tú realmente nos salvaste de la destrucción cuando derrotaste al Rey Dragón. Yo tanto como monarca y ciudadano, estoy eternamente agradecido.”

“Yo también deseo extender mis agradecimientos. En verdad…no creía que volvería a surgir la oportunidad para verte.”

“…Es cierto, yo también confieso que nunca creí que nos volveríamos a ver.”

Dado que todos los presentes conocían sobre las circunstancias de Shirley, la conversación procedió sin problemas.

“Estoy complacida de ver que Sus Majestades siguen bien, ha pasado tanto tiempo desde nuestra última reunión.”

“Me alegra también verte bien. Escuché de Canario que te convertiste en semi-inmortal desde la última vez que nos vimos y efectivamente pareciera que no has envejecido ni un día…o mejor dicho, solo te has vuelto más hermosa.”

Desde el inicio, Shirley nunca había sido buena expresándose sin palabras. Así que aunque ella mantenía un aire de cautela, el Rey y la Reina celebraron su reunión sin preocupación.

“Todavía lo sigo recordando. Siempre que visitaba el Imperio, la Emperatriz Elizabeth y tú   celebraban alguna clase de fiesta del té.”

“Heh…kukuku. La idea de Shirley asistiendo a cualquier cosa tan elegante como una fiesta del té es divertí-¡¿GEH?!”

¡Smack! Con un fuerte sonido, un poderoso golpe llegó a la parte posterior del cuello de Canario.

Shirley sabía que ella se había forjado la imagen de un demonio de la espada que no dejaba nada más que una neblina roja en los campos de batalla en los que luchaba, con esos días de fiestas del té y bailes dejados bien atrás en su pasado, pero por alguna razón, seguía encontrando irritante la voz de Canario.

“No deberías reírte, Canario. Si la volvieras a adornar nuevamente con ropas finas, ¿Acaso se vería fuera de lugar en cualquier gala incluso hoy?”

“Es cierto ¿Te gustaría unirte a mi siguiente fiesta del té? Estaría tan feliz si pudieras asistir.”

“No…debido a mis circunstancias, debo declinar.”

Alicia lo entendió y retiró la oferta con una sonrisa. Aunque Shirley había cambiado tanto, la Reina actuó igual como en los viejos días.

Recordando el pasado, esta pareja siempre había sido algo difícil de descifrar en una conversación, ella siempre había tenido problemas para mantener una distancia de respetabilidad debido a lo amigable que ellos eran con ella.

La Reina no era para nada una mala persona, pero era algo difícil lidiar con alguien de la realeza que invitaría tan seriamente a un ciudadano normal a una fiesta del té de la alta sociedad y de forma tan casual. Honestamente, ella no había cambiado para nada.

Es más, aunque Edward había madurado bien, definitivamente había envejecido ¿Por qué parecía que solamente el tiempo alrededor de Alicia se había congelado?

Ella tendría que tener al menos cuarenta años de edad, pero se veía como si estuviera en sus veinte. Todo esto era demasiado extraño, incluso si ella usaba productos de belleza promocionados por Canario, quien se había desmayado luego de haber sido golpeada en el cuello por la mujer sentada a su lado.

“Entonces ¿Con respecto a los otros dos? ¿Todavía no han llegado?”

Ella sentía que si no cambiaba el tema, no sería capaz de detenerse para preguntarle el secreto a la Reina. Solo faltaban 5 minutos para las 2 de la tarde; era casi la hora señalada y todavía no había señal de que las otras dos personas hubieran llegado.

“Ah, mi error, me vi envuelto en nuestra conversación. Canario.”

“Entiendo…Oww, mi cuello.”

Frotándose el cuello con sus dedos, ella chasqueó sus dedos con la otra mano. Era la especialidad de la Bruja Dorada, la magia espacial.

“Te diré esto ahora, pero por favor no armes un alboroto cuando veas a nuestra invitada. Sería peligroso…por múltiples razones.”

Mientras una energía mágica de color dorado azotaba el cuarto, dos hermosas chicas parecían haber salido de la nada. Las dos mostraban una diferente clase sensación de juventud en contraste a Shirley y Canario, una caballero pelirroja con una expresión de inocente curiosidad y una princesa de apariencia familiar con cabello dorado y ojos azules como el cielo.

“Tú…”

“…Ha pasado un tiempo, Shirley-sama.”

La Princesa Imperial, Philia Ragdoll. Ella no dijo el nombre en voz alta, la razón por la que ella no había sacado una espada no se debió al auto-control, sino debido a que seguía conmocionada.

Mientras Sophie y Tio estaban bajo la amenaza de ser secuestradas por el Imperio, un miembro de la familia Imperial de pronto osaba aparecer en frente suyo. Habría sido extraño sino hubiera estado conmocionada.

“…Me gustaría que escuchara lo que tengo para decir.”

Suprimiendo los nostálgicos y avergonzados sentimientos que se acumulaban en su interior al mirar a Shirley, Philia se ubicó en un asiento preparado para ella, con Lumiliana de pie detrás suyo.

“Honestamente, yo sé que odiaré la respuesta, pero… ¿Por qué mis hijas han sido tomadas como objetivos por magos imperiales?”

La cara de Philia parecía verdaderamente apesumbrada mientras Shirley la fulminaba con la mirada, pero ella logró reunir su coraje y responderle con determinación.

“Seré franca. Su Majestad Imperial, el Emperador Albert Ragdoll, se enteró de la existencia de sus hijas y planea llevárselas de regreso al Imperio, para crear un heredero Imperial.”

“¿…Por qué necesitaría algo así? Desde la perspectiva del Imperio ¿No sería extraño que las hijas de una criminal heredaran el trono Imperial?”

Cuando Shirley se refirió a si misma con tanta convicción como una criminal, lágrimas comenzaron a juntarse en los ojos de Philia, aunque fuera solo por un momento, para luego hacerlas desaparecer pestañeando y mirando los ojos de diferente color que estaban frente a ella.

“Como están las cosas, el Emperador solo tiene dos hijas. Esa mujer…quiero decir, la Emperatriz Alice tiene una condición que le impide concebir.”

“Alice… ¿Así que ella realmente se volvió la Emperatriz después de todo?”

Ella recordó a la hermana menor que alguna vez hizo de su vida diaria un infierno. Para el tiempo cuando Shirley se había asentado en el pueblo y en el Gremio, las relaciones entre el Imperio y el Reino se habían estropeado llevando a una falta de tanto información como comercio entre las dos naciones, más Shirley no estaba sorprendida que Alice terminara casándose con Albert.

“¿Entonces no puede simplemente arreglárselas con alguna noble? Incluso si es una concubina, no debería ser un problema siempre y cuando esta le conciba un heredero ¿Verdad?”

“Eso es…siempre que tal cosa era presentada ante el Emperador, este no escuchaba y proclamaba su amor sincero por Alice, negándose a dormir con ninguna otra mujer.”

¿Él hablaba sobre amor sincero y fidelidad luego de haber engañado a su prometida con su hermana menor? Fuera de Canario, todos los demás tenían una expresión de estar completamente anonadados, Philia continúo a pesar de la sensación de vergüenza en su corazón.

“Una vez que se enteró de la existencia de sus hijas, él decidió obtenerlas para aplastar las críticas dirigidas hacia la Emperatriz Alice.”

“… ¿Por algo tan estúpido, él les va a robar su futuro a mis hijas?”

Ante la grave y estrepitosa voz que parecía resonar desde las mismas profundidades del mismo infierno, Philia se encogió de miedo y Lumiliana comenzó a llevar su mano hacia la empuñadora de la espada hasta que fue detenida por Edward quien levantó su mano.

“Te puedo asegurar que sus palabras son la verdad. Efectivamente he recibido informes de mis propias fuentes al interior del Imperio, es más, el país mismo está bajo una enorme presión, en gran parte gracias a la misma Emperatriz.”

“Esa no es la única cosa extraña que está pasando ¿Por qué ella tuvo que venir aquí…?” A menos que sea algo que no puedas responder.”

Para ser honesta, a Shirley realmente no le importaba. Lo único que le importaba era como las personas en frente suyo tenían pensado actuar con respecto a esta información.

“Yo…yo regresaré a la capital y le rogaré a Su Majestad que desista. Los crímenes ya cometidos no pueden deshacerse, pero al menos espero poder detenerlo antes de que sea muy tarde.”

“Yo sé que debes estar preocupada acerca de que tus hijas sean convertidas en peones políticos, pero yo no tengo intención alguna de meterme en los asuntos familiares de alguien que ha hecho tanto por nuestra nación, quédate tranquila.”

Así había dicho, pero dejando a Edward a un lado, Shirley no podía confiar tan fácilmente en Philia. Dado que él era tan cercano con Canario y fue bajo su palabra que esta reunión fue decidida, él probablemente estaba diciendo la verdad, pero el Imperio…ella no estaba lista para confiar tan fácilmente en un miembro de la familia imperial.

“No soy tan presuntuosa como para creer que pueda convencerte hoy, pero deseo decir una cosa más.”

Fuera o no que ella supiera lo recelosa que era la mirada de Shirley, la princesa habló claramente sin apartar su mirada.

“Esto expone la verdadera vergüenza de mi casa, pero aunque mi hermano puede ser un idiota, la Emperatriz es un verdadero parasito que succiona la vida del país.”

“Ho ho, decir una cosa de forma tan abierta.”

Canario soltó una risotada de todo corazón. Para Shirley, el ver a una chica que ella había visto por última vez cuando era una niña denunciar a su familia de esa forma generó una extraña sensación en su corazón.

“Aunque todavía no he decidido en los medios, reuniré evidencia de que fueron contratados hechiceros. Quizás pueda ser posible interrogar a los lanzadores en cuestión y hacerlos confesar, pero mientras tanto, por favor cuídate.”